El compositor de la partitura que nos ocupa es el último galardonado con el Hollywood Music Award a mejor partitura original para un videojuego. Su nombre es Wataru Hokoyama. Tal vez nunca hayas oído hablar de él. Por lo tanto, te pediría que retuvieses su nombre, más que nada porque va a estar ligado a algunas de las producciones musicales para videojuegos más importantes del futuro. Y quien sabe, a lo mejor tambien lo vemos componiendo para peliculas a destacar.
La prueba es su colaboración en la partitura para la última aventura de Resident Evil, su quinta entrega, que ha sido compuesta por Kota Suzuky y que tiene a Wataru como director de orquesta y como compositor de música adicional. No extraña que esta próxima entrega de Resident Evil tenga un sonido muy deudor a las composiciones del maestro John Williams. Wataru ha recogido el testigo de este maestro. Si, no os sorprendáis. Han tenido que pasar décadas, y hemos tenido que mirar hacia Asia para encontrar al sucesor perfecto de este importante compositor americano.
Claro que aún es pronto para afirmar lo anteriormente dicho, mas aun cuando no es la primera vez que hemos intentado catalogar a otros compositores de «el futuro John Williams» fallando estrepitosamente como hemos podido confirmar con el paso de los años.
Pero Wataru pinta maneras. Su música tiene un estilo muy similar, algo que se nota en sus orquestaciones y en la dirección de la orquesta. 104 músicos de la Hollywood Symphony Orchestra dando el do de pecho. Ha estudiado con Elmer Bernstein y con Christopher Young. Ha realizado composiciones para el mundo del cine, la televisión, para videojuegos y para conciertos. Y por si esto no fuese poco, ha colaborado con cantantes pop como Clay Aiken, y con grupos de rock moderno tan excelentes como el 30 Seconds to Mars de Jared Leto.
Afrika, el score que nos ocupa, es claro ejemplo de todo lo comentado anteriormente. Si uno dijese que es la próxima partitura del maestro Williams para la agotadísima franquicia de Jurassic Park, muchos se lo creerían. Es más, Afrika parece una continuación perfecta a la infravalorada partitura que el maestro compuso para ese bodrio cinematográfico llamado El Mundo Perdido.
Pero, ¿Que es Afrika? Pues Afrika es un juego para Playstation 3, de distribución exclusiva por tierras niponas, donde asumimos el papel de un reportero grafico, al mejor estilo de National Geographic, que decide ir a Africa para hacer un reportaje fotográfico y así ir ascendiendo de nivel, comprando cámaras nuevas, según las fotos tengan mayor o menor calidad. En conclusión, para el que escribe un peñazo de juego (lo siento, solo me ponen los juegos de acción de profundo aire cinematográfico donde tenemos que exterminar una raza alienígena beligerante o donde unos terroristas intentan destrozar nuestro sistema democrático), que tiene en la partitura de Wataru su mejor baza para darse a conocer.
La partitura de Wataru como hemos dicho es John Williams en estado puro. Es más, un John Williams en plena forma, nada del Williams que hace trabajos alimenticios, mas por compromisos de amistad que por otra cosa, como puede ser el caso de las continuaciones galácticas o arqueológicas de Spielberg o Lucas (a cual más innecesarias).
Afrika es belleza, es luminosidad, es epicidad, es intensidad y es esperanza. Y esto último porque hay compositores jóvenes que vienen empujando fuerte. Solo hay que ver lo competidas que están las ediciones de los premios Jerry Goldsmith cada año. Pero no solo eso, esperanza porque la música de cine ha encontrado otro campo fértil (a día de hoy, el mas fértil) en tierras asiáticas.
El disco se abre con «Savanna» un corte que deja bien claro que es lo que nos vamos a encontrar en la poco más de la media hora que nos queda. Aquí escucharemos el leitmotiv principal. De corte clásico, pegadizo, con alguna que otra influencia también de John Barry (¿Tal vez Nacida Libre?), va ganado fuerza a lo largo de los casi cuatro minutos que dura el corte. En su tramo final encontraremos la percusión étnica y aquellos movimientos de cuerdas que nos recordaran enormemente el estilo del maestro Williams.
El siguiente corte, «Base Camp» es un tema característico de videojuego por su naturaleza «blucle». Su estructura no reúne ningún cambio de ritmo, subida, bajada… ideal para el menú de un videojuego.
«Safari» es de nuevo Williams en estado puro. Es aquí donde parece más clara esa sensación de que no pasaría nada si este Afrika fuese una continuación de El Mundo Perdido. Es un tema vigoroso, que te llena de energía, y por el que vale la compra del disco. Por cierto, algo de Basil Poledouris y su Starship Troopers también hay en el corte.
«Mission» sigue con el estilo de «Safari«, pero tal vez con más intensidad. «Jambo, Jambo» es una versión mas melódica del leitmotiv principal, así como mucho más impactante emocionalmente. De lo mejorcito del disco.
«Masai» es el único corte de claras influencias localistas, pues se basa exclusivamente en la percusión africana.
«Hunting» es un tema de acción con gran protagonismo de la percusión y los mentales, también con bastantes reminiscencias a la música de Williams. «Okapi» es un breve tema que nos recuerda el tema de los jawas de Star Wars, mientras que «Night Safari» es descriptivo y contenido. «Hatari» conecta directamente con «Safari» y «Masai» aportando mucha percusión africana (nada que ver con la famosa partitura de Henry Mancini).
«Big Five» es un gran corte épico alejado de reminiscencias aparentes. «Sunset» es el corte más bello del disco con un tempo muy Barry, incluso con algunas pinceladas de Lee Holdridge.
El disco se cierra con el corte «Afrika» retomando el leitmotiv en una versión más aventurera, con ese saborcillo de composición orquestal ochentera. Un corte perfecto para representar a todo el contacto.
Lo mejor de Afrika, a pesar de sus evidentes influencias (que en ningún momento lastran el resultado final), es precisamente su condición de producto no enlatado. No es el típico corta y pega. La verdadera gracia se encuentra en la fuerza, la chispa y la brillantez que tienen la composición y las orquestaciones de Wataru para Afrika. No es alguien imitando a Williams. Es alguien con la misma intensidad y con un estilo muy próximo a Williams (y en algunas ocasiones a Barry, Holdridge y Poledouris, ahí es nada). Es algo bien diferente.
Es como si Williams hubiese tomado unas sesiones de natación en la piscina de Cocoon y hubiese salido con fuerzas renovadas. Y eso para un compositor, es uno de los mejores halagos, por que rara vez puedes llegar a compararte con uno de los mejores compositores de cine de la historia. Esperemos que Wataru siga trabajando y siga tomando el testigo de un estilo que irremediablemente en algún momento puede llegar a faltar.
Incluye un DVD con la banda sonora en 5.1 y un «Así se Hizo».
Agradecimientos especiales a Manolo Roig.
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