Los temas dramáticos asociados a varios personajes protagonistas, algunos excelentes como los de Desmond, Hurley, Jin y Sun, Sayid o la veterana pareja formada por Rose y Bernard, así como los cortes «The Gathering» y «All’s Forgiven… Except Charlie».
Hay cierto desequilibrio entre las sonoridades disonantes para escenas de suspense sobre los temas melódicos, lo que hace que este CD se disfrute aisladamente menos que el de la primera temporada.
«Hurley’s Handouts». El piano y una guitarra desarrollan uno de los temas creados para Hurley, una vez superado su sufrimiento interno por ser el encargado de distribuir la comida encontrada en la escotilla entre el grupo de losties. Decide administrarla a su antojo y sin agobios en una bucólica escena de anochecer tropical.
Y la adicción creció…
¡ATENCIÓN, CONTIENE SPOILERS!
Tras el éxito alcanzado en la primera temporada, con millones de televidentes con los dientes largos a la espera de saber qué ocurría con los losties, la serie producida por J.J. Abrams comenzó su segunda temporada en Estados Unidos en septiembre de 2005. Algunas incógnitas sin respuesta habían quedado en el aire durante meses y los primeros capítulos podían, presuntamente, ayudar a conocer qué había dentro de la escotilla que habían conseguido abrir, quiénes eran los secuestradores de Walt o qué era aquella especie de humo negro que amenazaba a los moradores de la isla. A lo largo de la segunda temporada se fue dando respuesta, parcial o total, a algunas de esas preguntas, pero al mismo tiempo, para satisfacción o desesperación de los fans, se fueron abriendo sin descanso nuevos interrogantes. Siguieron cayendo piezas y piezas del puzzle y todos seguían preguntándose si los guionistas serían capaces de colocarlas cada una en su sitio.
Pero, sobre todo, como principales novedades, la segunda temporada presentó a los espectadores a un nuevo grupo de supervivientes, los que iban en la cola del avión que cayó en otro lugar de la isla (Ana Lucía, Eko, Libby, Bernard…), así como a «los Otros», el misterioso grupo que parecía controlar todo lo que ocurría en el territorio. Y también a un tal Henry Gale (como el tío de Dorothy en El mago de Oz), un «presunto other» capturado por el grupo protagonista que, para variar, abría más interrogantes de los que cerraba.
La música
Michael Giacchino siguió en forma durante esta segunda temporada con nuevos retos. Tal como explicaba en una entrevista, «fue divertido expandir la paleta musical con Henry Gale, así como con los Otros. Quiero decir –añadía-, que los Otros se van revelando lenta y progresivamente a lo largo de la segunda temporada, y lo que había sido un motivo temático simple se fue desarrollando, también lentamente, en algo mucho más complicado». Se refería al tema creado para los Otros que con el tiempo se convirtió en el tema de Benjamin Linus.
También consideraba desafíos crear nuevas maneras de emplear la música dedicada a los personajes ya conocidos, como Locke, Hurley o Charlie. «Siempre es un reto encontrar algo nuevo, pero tampoco quería que fuera demasiado diferente de lo escrito anteriormente», comentaba.
En efecto, la coherencia musical de la primera temporada se mantuvo intacta en la segunda, con la misma formación orquestal y similares conceptos. En definitiva, la labor del compositor debía consistir en seguir el mismo camino ya trazado, pero intentando al mismo tiempo aportar ideas que, aun nuevas, conectaran con lo que habíamos llamado «Sonido Lost». Así lo hizo Giacchino, presentando nuevos temas de acción, pero con la misma sonoridad de los ya conocidos, así como esos violines que parecen enjambres para provocar angustia, y lentos y tristes temas dramáticos apoyados fundamentalmente en el piano y la sección de cuerda. Todo ello agitado y mezclado con motivos recurrentes de la primera temporada.
Y si bien a algunos esa coherencia puede parecer una virtud, otros pueden considerar que es un «más de lo mismo», un déjà vu con pocas aportaciones novedosas que provocan la pérdida de interés en la música. En cierto modo,a todos se les puede dar parte de razón, pues si bien hay cortes del compacto muy conseguidos, la ausencia de sorpresa da lugar a una sensación global inferior a lo que representó la música de la primera temporada.
El CD de la segunda temporada
Pero vayamos por partes. El inicio del disco se abre de nuevo con el «Main Title» que ya conocíamos, ideado por J.J. Abrams.
El segundo corte, «Peace Through Superior Firepower», nos introduce en los desbocados ritmos de acción característicos de la serie, entre los que no falta el Tema del Misterio ni el final con ese efecto Doppler del trombón, que suena como cuando un camión se nos cruza en la carretera tocando el claxón.
La gran diferencia de este CD respecto al de la primera temporada es que la presencia de cortes de acción de este estilo es menor, mientras que los sonidos misteriosos y agobiantes tienen un claro predominio a lo largo de todo el disco. La acción desenfrenada se resume en este «Peace Through Superior Firepower», que corresponde a la escena del primer capítulo en que vemos las primeras imágenes del interior de la escotilla donde ha permanecido Desmond, y a algunos momentos puntuales de otros cortes, caso de «The Hunt», en la Finale de temporada, cuando el grupo que ha ido en busca de los Otros es abatido.
«The Final Countdown» comienza como un tema suave de cuerdas y piano -una variación del Segundo Tema de Locke– para adquirir al poco tiempo un ritmo angustiante asociado al contador («La cuenta atrás») que hay en la estación bajo la escotilla recién descubierta. Se trata del tema de la estación Cisne, que Giacchino utiliza en futuros episodios.
Las sonoridades misteriosas se suceden en el disco alternándose con los cortes dramáticos, con intención –tal vez – de no fatigar excesivamente al oyente. El suspense es protagonista en «World’s Worst Landscaping», «Just Another Day on the Beach», «The Tribes Merge», «Charlie’s Dream», «Claire’s Escape», así como en la mayoría de los cortes que pertenecen al capítulo final de la segunda temporada, entre ellos «Toxic Avenger», «I Crashed Your Plane, Brotha», «Eko Blaster», «The Hunt» y «McGale’s Navy».
Afortunadamente, también hay un buen número de temas dramáticos melódicos que equilibran las sensaciones producidas por los temas de suspense. Algunos son temas correspondientes a personajes protagonistas que se presentan por primera vez en edición discográfica, a pesar de haberse utilizado ya en episodios de la primera temporada.
Ya conocíamos el Tema Principal, que aquí encontramos al final de «Just Another Day in the Beach», en crescendo y con percusión.
También encontramos retazos de ese motivo principal en «Ana Cries» y -desgarrador en este caso- en «Shannon’s Funeral», un título más que explícito para una pieza elegíaca muy lograda que, a juicio de algunos aficionados, constituye el Tema de Shannon.
Otro tema recuperado de la primera temporada es el de la Partida, que aparecía en «Parting Words», y que en este segundo disco se desarrolla en algunos cortes, por ejemplo en «The Gathering», donde ese leitmotiv crece poco a poco creando un sentimiento de esperanza que uno recuerda como uno de los mejores momentos de la partitura. Acompaña el instante en el que los supervivientes que iban en la cola del avión llegan al campamento de la playa. La música subraya de forma conmovedora el reencuentro de parejas como Rose-Bernard y Sun-Jin, o Michael con el perro Vincent, si se puede considerar pareja:
Aparte de algunos ya conocidos, Giacchino ofrece temas melódicos asociados a personajes que siguen la misma línea de composición, con cuerdas y piano protagonistas y fundamentados en largos acordes y algún que otro solo de violín. Hay algunos verdaderamente destacables por su sencillez y belleza. Escuchado ya en la primera temporada -al final de un capítulo en el que Rose reza al lado de Charlie-, tenemos el emotivo «Rose and Bernard», iniciado con un piano que recuerda, sin serlo, al Tema de la Vida y la Muerte y con un bello desarrollo de cuerdas.
Otro es «Mess It All Up», con largos acordes de cuerda y dolientes chelos y arpas que desgranan una melodía desesperada. Se trata del llamado Segundo Tema de Hurley, utilizado para escenas de carácter emocional del personaje.
De hecho, Giacchino nos ofrece versiones de los distintos motivos temáticos dedicados al orondo Hugo en tres cortes seguidos de este CD. Antes de «Mess It All Up» tenemos su tema principal en «World’s Worst Landscaping», del que ya habíamos escuchado una variante más divertida en el disco de la primera temporada -sonaba en «I’ve Got a Plane to Catch»-. En esta ocasión tiene un aire más inquietante.
El Tercer Tema de Hurley lo encontramos en «Hurley’s Handouts», y recuerda en parte al Tema de la Partida. Corresponde al magnífico momento en que reparte comida en la playa al anochecer. Desprende un aroma emotivo mucho más tierno y optimista.
Entre el grupo de sobresalientes tenemos también «All’s Forgiven… Except Charlie», que arranca con un piano lento y fúnebre al que luego acompañan las cuerdas. La pieza incluye el Tema de Eko mientras recita el Salmo 23:
Porque el auténtico Tema de Charlie lo encontramos en realidad en «Charlie’s Temptation», un leitmotiv opresivo relacionado con su drogadicción y que ya había sido utilizado en un flashback de la primera temporada.
En «A New Trade» encontramos el Tema de Sayid, un sombrío motivo basado en siete notas que ejecutan los chelos y luego el piano, y que aparece en escenas de carácter emocional, sobre todo aquellas relacionadas con su novia Nadia, a la que él torturó y luego dejó escapar. También sonó en un par de episodios de la primera temporada, pero no lo encontramos editado hasta esta segunda.
Mientras, en «The Last to Know» encontramos otra joyita melódica. Es el Tema de Sun y Jin, utilizado a partir de esta segunda temporada para la pareja oriental, poco después de que ella le anuncie que está embarazada.
Para finalizar –sin tener en cuenta el «End Title», con el ostinato del peligro y el final con glissando de trombón y percusión-, tenemos el track más largo, «Bon Voyage, Traitor», que acompaña los últimos momentos de esta segunda temporada. Al principio nos presenta el magnífico Tema de Desmond, y luego deriva hacia el tono de intriga que satura el CD, salvo un momento en su parte intermedia en la que Giacchino nos vuelve a mostrar el Tema de Desmond, dotándolo de gran belleza y triste solemnidad, interpretado por un violonchelo y un acompañamiento de piano.
Recordemos que la Finale de la segunda temporada incluía el flashback de este personaje clave de la serie y su relación con Penny. Su primera ejecución, no incluida en el CD, tiene lugar cuando lee una carta de su novia cuando él está en la estación del Cisne. La que oímos al principio de «Bon Voyage, Traitor» acompaña la escena en que los supervivientes recogen los restos del campamento tras la explosión, donde parece haber muerto Desmond. No obstante, la segunda interpretación -la del violonchelo- acompaña el reencuentro de Michael con Walt cuando los Otros les dejan marchar de la isla. A pesar de este uso concreto asociado a estos personajes, la melodía la encontraremos en las siquientes temporadas siempre relacionada con Desmond.
«Bon Voyage, Traitor» vuelve después al sonido angustiante, hasta dar paso a los ritmos finales que cierran el tema con el clásico golpe de percusión, no sin antes mostrarnos el Tema de Ben, que anteriormente había sido asociado a los Otros y se escuchaba en cortes como «McGale’s Navy». Se trata de otro motivo inquietante formado por dos frases descendentes -a menudo con dos glissandos de trombón- que se escucha con frecuencia en las temporadas siguientes.
Para finalizar, el CD incluye el «End Title» que suena siempre con los créditos finales de cada episodio y que es una combinación del Tema del Misterio que escuchamos por primera vez en «The Eyeland» y las percusiones de «World’s Worst Beach Party», cortes ambos de la edición discográfica de la primera temporada.
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