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 Christopher Young es autor de más de un centenar de bandas sonoras y, aunque una buena parte pertenece a los géneros fantástico y de terror, en el fondo siempre ha sabido evitar, en lo posible, el encasillamiento.
En 1995 compuso la que para muchos críticos y aficionados es su obra más completa o mejor acabada: Murder in the First (Homicidio en primer grado). Situada cronológicamente entre dos scores menores, Judicial Consent y Tales from the Hood, pero muy cercana a otros de mayor reconocimiento popular como Species o Copycat, Murder in the First dibuja con inusitada belleza la dramática odisea de un recluso de Alcatraz quien gracias a la mediación de su abogado consigue que las autoridades acaben cerrando la penitenciaría debido a los continuos abusos que en ella tienen lugar.
Young compone una música muy inspirada en los autores románticos, explotando con enorme pericia todas posiblidades emocionales de la historia a través de una serie de temas que evitan el esbozo para crear personajes y situaciones muy bien perfilados desde el plano musical. Obra de elegantes pero al mismo tiempo brumosas tonalidades, Murder in the First es un placer constante que no debería caer en el ostracismo.
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