The Hunchback of Notre Dame

Con La sirenita (1989) la Disney, que había estado en horas bajas desde hacía años, experimentó un resurgimiento que se tradujo en grandes éxitos de taquilla y abundantes cosechas de premios. El responsable principal fue Jeffrey Katzenberg, que abandonó la compañía en 1994 para fundar Dreamworks SKG.

Pero en el apartado musical, el responsable fue Alan Menken. Fueron años en que las películas de animación de la compañía arrasaban en los Oscar. Menken ganó ocho estatuillas por las bandas sonoras y canciones de La sirenita (1989), La bella y la bestia (1991), Aladdin (1992) y Pocahontas (1995), hasta el punto de provocar que la categoría de bandas sonoras si dividiera en los años siguientes en mejor score dramático y mejor score de comedia o musical. El único paréntesis en la serie de films fue El rey león (1994), que tuvo partitura de Hans Zimmer y que también ganó los premios de mejor banda sonora y mejor canción.

La música y las canciones de esas películas ya son clásicas y dejan fuera de toda duda la clase de Alan Menken como compositor. Sin embargo, para una buena parte de aficionados su mejor trabajo para Disney fue The Hunchback of Notre Dame (El jorobado de Notre Dame, 1996), que no se llevó ningún Oscar (aunque la banda sonora estuvo nominada) tal vez porque estaban hartos de darle los premios siempre al mismo.

Basada en la novela de Victor Hugo, la película contó con un magnífico trabajo de Menken, más complejo y «adulto» que sus anteriores composiciones. Tanto la música instrumental como las canciones derrochan talento y originalidad desde el primer sonido de las campanas en «Bells of Notre Dame», y con un espectacular uso de los coros que pocas veces se había visto en películas de animación. Ahí está el ejemplo de «Sanctuary!». En definitiva, se trata de una de las mejores partituras de su compositor, que tiene unas cuantas, aunque también una de las más desconocidas a nivel popular, a la sombra de La bella y la bestia o Aladdin.