Ayer se conocieron nuevos lanzamientos discográficos de varias compañías. Intrada presenta Predator, de Alan Silvestri, y The Island at the Top of the World, de Maurice Jarre. Varèse Sarabande lanza ediciones limitadas de Columbus Circle, de Brian Tyler, y Hostel III, de Frederik Wiedmann. Mientras tanto, FSM anuncia uno de los últimos títulos que va a editar, It’s Alive, de Bernard Herrmann.
Sabíamos que Intrada iba a lanzar Predator, esta vez en edición no limitada. Es una buena oportunidad para que lo adquieran quienes no tengan este trabajo de Alan Silvestri, pero aporta poco a quienes ya lo tengan. De hecho, solamente algún corte inédito y diferencias en el orden de las pistas para que suene de forma cronólogica respecto a la película.
El otro disco de Intrada es The Island at the Top of the World, trabajo de Maurice Jarre de 1974 que ve la luz por primera vez. La película, protagonizada por David Hartman y Jacques Marin y titulada en español como La isla del fin del mundo, fue una cinta de aventuras de Disney con volcanes, vikingos y batallas, dirigida por Robert Stevenson. Tampoco es una edición limitada, puesto que seguirán fabricando copias mientras persista el interés de la gente.
Sí que son limitadas, en cambio, las ediciones de Varese. En concreto a 1.000 copias cada una. Columbus Circle es una banda sonora con carácter de misterio e intriga, firmada por Brian Tyler y compuesta para una pequeña orquesta de cámara con cuerdas, piano, marimba y vibráfono. Esta película de suspense está dirigida George Gallo y protagonizada por Selma Blair que se lanza hoy mismo en DVD y Blu-Ray.
Por su parte, Hostel III es un trabajo de Frederik Wiedmann, una banda sonora sinfónica para la tercer entrega de esta serie de terror. Recordemos que en las dos primeras el compositor fue Nathan Barr.
Por último, FSM ha anunciado el lanzamiento de It’s Alive, una de las últimas partituras de Bernard Herrmann. La película, sobre un bebé mutante asesino, fue dirigida por Larry Cohen, se estrenó en 1974, cuando Herrmann vivía en Londres, apartado de Hollywood. Herrmann utilizó motivos recurrentes, escasa melodía y una formación orquestal nada habitual: seis clarinetes, ocho trompas, seis trompetas, seis trombones, dos tubas, dos harpas, sintetizador Moog, bajo eléctrico, órgano, percusión y viola de amor.
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