Un tributo a los atributos |
|
Un tributo a los atributos, pero no a los de la Marilyn, que se tributaban solos o en la compañía de un elenco de selectos personajes, sino a los de Conrad Pope, un músico de cine en el sentido más clásico de esta definición, mano derecha de tan ilustres compositores como John Williams, Danny Elfman, James Newton Howard, James Horner, Alexandre Desplat, Alan Silvestri, John Powell, Hans Zimmer, Mark Isham, Philippe Sarde, Trevor Jones, David Arnold o el mismísimo Jerry Goldsmith.
Nacido en Nueva Inglaterra (Estados Unidos), Pope se formó en la Universidad de Música de Colonia (Alemania) y regresó luego a su país para estrenarse con un ciclo de conciertos en el Museo de Bellas Artes de Boston. Allí conoció a Williams, prendado no sólo de su habilidad como director, arreglista y orquestador, sino por el estilo creativo en piezas como la Sonata para violonchelo.
Con un padrino de la talla de John Williams, a Pope se le abrieron todas las puertas del mundo… Lo malo es que es un músico de músicos, y una avalancha de trabajos en segunda línea le han apartado durante mucho tiempo de esa anhelada faceta como compositor de música de cine. My Week with Marilynes una excelente oportunidad de conocer de primera mano a este nuevo Lionel Newman, un músico tan bueno haciendo sonar bien la música de otros.
El buen hacer de Conrad Pope está detrás del sonido de bandas sonoras como Jurassic Park o Star Trek: Nemesis, y de los arreglos y orquestaciones de la última gala de los Oscar.
Para este músico de cine integral el secreto no está en la cabeza ni en las manos, sino en las orejas. De su mentor, Arthur Morton, el arreglista de Jerry Goldsmith, aprendió que “lo más importante es el oído; no un oído musical, sino un oído capaz de interpretar exactamente lo que los productores o directores requieren para cada proyecto”…
Pope ratifica que el poder de las BSO, de la música de cine, reside en su evocación emocional; sobre todo en determinades escenas en las que una determinada música actúa como un “golpe subtextual”.
Texturas de Marilyn
My Week with Marilyn es una película de Simon Curtis, escrita por Adrian Hodges (basada en la novela homónima de Colin Clark). La acción se sitúa en la Inglaterra de 1957 y en el rodaje de la película El príncipe y la corista, con Laurence Olivier y Marilyn Monroe.
Colin Clark(Eddie Redmayne) es el asistente de Sir Laurence Olivier (Kenneth Branagh), quien acaba perdiendo los estribos con la pendenciera Marilyn (Michelle Williams) hasta el punto de amenazar con interrumpir el rodaje… Clark, en vez de cimentar la calma de su mentor, se enamora locamente de la sex-symbol americana, a quien describe como una muñeca frágil, bella, rota…
Al productor Harvey Weinstein le fascinaba esta visión sesgada, cristalina, delicada de la Marilyn, y encargó a Alexandre Desplat una partitura sublime basada en un tema de piano. Desplat, superatareado, se limitó a componer un sencillo tema y a pasar el encargo a Pope, quien decidió plantear ese tema a modo de leitmotiv en “Marilyn’s Theme”, para arrullarlo con orquestaciones, ropajes de cuerdas o sublime acompañamiento de guitarra en temas como “Overdose” o “Remembering Marilyn”.
Lalo Schifrin decía que toda banda sonora debe basar su impacto en el contrapunto, y Pope, discípulo aplicado, compone una partitura en la que el tema original de Desplat preside un recorrido en el que no faltan temas festivos propios de los 50, que Pope grabó empleando los mismos micrófonos con que se grababan esas músicas en aquel tiempo, ayudado por el ingeniero de sonido Pete Cobbin.
Preguntado sobre influencias que barajó en el planteamiento de su partitura para esta película, Pope asume que la banda sonora The Misfits, de Alex North, era su principal referente sonoro a la figura de Marilyn; pero, en cambio, la banda sonora en que más se inspiró para componer My Week with Marilyn, fue Summer of ’42, de Michel Legrand.
|
No hay comentarios