Una regrabación correcta, pero prescindible |
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Lo de Blade Runner no tiene nombre. Ha sido una banda sonora con una leyenda negra detrás bastante popularizada entre los que siempre hemos ansiado tener la música original de Vangelis.
Daba la sensación de que era un sueño imposible poder tener esta banda sonora. Por un lado, por el incumplimiento de la propia productora en los títulos de crédito de la película, donde especificaba que poco después del estreno saldría al mercado discográfico una edición auspiciada por el sello Polydor. Pero eso nunca ocurrió. Y por otro, porque la edición que editaron conjuntamente Warner Brothers y Full Moon Records, y que se vendía como oficial, distaba mucho de incluir la música original de Vangelis. Más bien era una ‘cutresalchichera’ revisión de sus temas por una orquesta de saldo, que a saber donde contrataron… The New American Orchestra se llamaba. ¿La conocen? No, ¿verdad? Ni falta.
Durante muchos años, esta fue la ilustre edición oficial. Claro que circulaban promos, piratas o ediciones japonesas de la banda sonora que, o bien tenían un sonido nefasto, o bien no cubrían toda la música tal y como sonaba en la película.
Desde 1988 hasta 1994 los aficionados nos tuvimos que conformar con ese triste panorama. Pero precisamente en ese ultimo año pudimos disfrutar con (aunque fuera de manera representativa) la música de Blade Runner a través de una edición lanzada por Warner.
Luego llegó 2007 y la salida de la edición definitiva ‘chachi piruli’ que el gran Ridley Scott tuvo a bien de presentar en sociedad, siendo siempre fiel a su tradición de sacar una edición del director, por aquello de que no siempre le han dejado los productores presentar en el estreno oficial el montaje que él quería (para mí que ya demasiadas veces). Y al fin pudimos tener una edición en condiciones, la Blade Runner Trilogy 25th Anniversary.
Para una más que interesante aproximación a las ediciones discográficas y a la BSO representada en la película, tenéis aquí el estudio que nuestro compañero José Luís Díez-Chellini realizó hace ya algunos años.
Cinco años después de la edición 25 aniversario, había que festejar los 30 años de esta película y de esta banda sonora. Así que aquí tenemos la celebración que el productor discográfico Randall D. Larson ha preparado para la ocasión a través del sello BuySoundtrax Records.
Según nos cuenta la nota de prensa que acompaña el promo que hemos recibido, esta edición representa, por primera vez, la música exacta de Vangelis que suena durante la película de Blade Runner. Nada de regrabaciones con orquestas de saldo o reinterpretacones hechas por el propio compositor griego de su popular música. La música tal cual como sonó en la peli.
Pero claro, si ya en la portada vemos el nombre de un tal Edgar Rothermich como intérprete de la banda sonora, pues como que no nos creemos del todo esta nota. Es escuchando el promo cuando descubrimos que en verdad este disco es una regrabación de las que esta desarrollando Randall en conjunción con BuySoundtrack de clásicos sintetizados de los ochenta. Recordemos que los últimos títulos revisionados son La niebla o Asalto a la Comisaría 13/Dark Star.
Vamos, una iniciativa que no difiere mucho de lo que viene haciendo magistralmente la discográfica Tadlow Music con las regrabaciones de sus clásicos, siempre intentando aproximarse a la fuente original. Nada de reinterpretar. Solo regrabar. El problema es que este Blade Runner de 30 aniversario es una dignísima edición discográfica, pero poco más que una correcta regrabación de la banda sonora.
El planteamiento inicial basa sus virtudes en que el encargado de esta regrabación es un conocedor nato del mundo de los sonidos sintetizados. Edgar Rothermich, que ha trabajado durante mas de 20 años con el miembro de los Tangerine Dream, Christopher Franke, en algunas ocasiones para series de culto como Babylon 5 o The Outer Limits, tan dependientes de sonidos artificiales y electrónicos.
El problema radica en que, a diferencia de las regrabaciones de las bandas sonoras de Carpenter donde la tarea recaiga en el co-compositor de esas bandas sonoras, Alan Howarth, aquí el encargado nada tiene que ver con la versión original. Aunque eso en muchos casos no suponga un handicap (el de las regrabaciones de Tadlow), en este caso en concreto sí parece que ha sido un problema, pues aunque Edgar es conocedor de esta tesitura musical, su estilo marca el devenir de la regrabación en alguno de los temas más icónicos de la banda sonora de Vangelis. Por poner un ejemplo el famoso “End Titles” suena a Blade Runner pasado por el filtro del sonido de Babylon 5. Algo que no sorprende sabiendo el curriculum de Edgar.
Ahí no queda eso. Otro tema icónico no demasiado bien llevado es “One More Kiss Dear”, cantado por un tal Tom Schmid que, sinceramente, da la impresión de no saber muy bien de qué va esta fiesta.
Son solo ejemplos puntuales, ya que el resto sí se ajusta a una fidelidad asombrosa (por ejemplo el también icónico “Prologue”), pero por culpa de estos momentos uno se pregunta por la necesidad real de llevar a cabo esta edición/regrabación. Ni estamos hablando de una partitura tan vieja como para rescatarla, ni estamos hablando de que estemos en ese intervalo de tiempo donde los aficionados solo teníamos la regrabación de la The NewAmerican Orchestra y esta hubiese tenido su razón de ser.
Así que solo recomiendo esta edición para completistas de la banda sonora de Vangelis. A todos los demás que tengan la versión del 25 aniversario con tres CD, que permanezcan tranquilos con ella.
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