Música para cerrar los ojos |
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En una visita a Barcelona, hará cosa de unos meses, el guionista Mark Burton (Madagascar) advertía de los peligros de pensar que en animación infantil todo vale y todo es posible. En DreamWorks no dieron crédito a semejante punto de vista. El guionista inglés se refirió concretamente al peligro de dar universalidad cinematográfica a tradiciones, leyendas, mitos o héroes de carácter muy local. Resulta que Rise of the Guardians es una superproducción navideña dedicada a los más pequeños, pero ocurre que por estas latitudes los niños no tienen ni idea de quiénes son realmente sus personajes ni qué relación guardan con Navidad… Los adultos, bueno posiblemente (como un servidor) entren en estado de catalepsia pasajera a los veinte minutos de proyección soñando, eso sí, con un mundo fantástico y maravilloso al que Alexandre Desplat sirve una exquisita gama de melodías.
Un consejo: evitad la película y todas las preguntas que los críos os harán y para las que no hay respuesta fácil. Relajaros, respirad, cerrad los ojos y dejaos llevar exclusivamente por la música de Desplat… Felices Navidades.
No en pocas ocasiones, una BSO tiene tanta vigencia propia y tan mal encaje en una cinta de la gran pantalla. A los gourmets de bandas sonoras no nos preocupa. Es la música lo que nos atrae, nos secuestra, nos emociona, y que así sea por muchos años.
“Time to close your eyes…”Así arranca el disco, con la preciosa canción que Desplat sirve a la vocalista Renée Fleming, con letra de David Lindsay-Abaire. Pero los 26 temas que siguen no tienen tampoco desperdicio (¡y todo es obra del mismo compositor!). Es como escuchar el Cascanueces de Tchaikovsky en un frío atardecer de invierno, viendo caer la nieve por la ventana. El ballet o la película se lo hace cada subconsciente a su guisa y, sin embargo, todos los productos imaginados tendrán en común una banda perfecta.
Esta partitura de Desplat serviría para ilustrar casi cualquier relato de tiempos pretéritos, cuento popular, peripecia galáctica o novela de Tolkien… Es música en estado puro, capaz de conquistar todas las sensibilidades y aterciopelar todos los estados de ánimo.
El propio Alexandre Desplat produce el disco, grabado en los Abbey Road Studios de Londres con orquesta y coros.
No os puedo avanzar mucho de qué va la película, puesto que tenía la mente en otra estrella mucho más lejana; sin embargo, puedo aseguraros que la música se deja escuchar una y otra vez, y cada vez parece más hermosa de principio a fin.
Informar, eso sí, que la película está realizada por William Joyce (Meet the Robinsons) y Peter Ramsey. Quienes la visionen en versión original adivinarán las voces de reputados actores como Alec Baldwin, Hugh Jackman o Jude Law. Otro famoso actor, George Clooney, corre con la producción. A él debemos que Desplat se haya implicado en el proyecto y, a decir de la crítica, se ha lucido. Algunos comentaristas de BSO aseguran que se trata de lo mejor que jamás haya compuesto Desplat, otros cuentan que es la mejor BSO reciente de animación a la estela de How to Train Your Dragon, de John Powell.
Desplat no oculta tampoco la influencia del trabajo de John Williams en sus partituras y celebra la ocasión de haber podido contar con “toda una leyenda de la ejecución musical”, refiriéndose a la Orquesta Sinfónica de Londres.
A saber qué premios va a cosechar en los meses venideros la música de este laborioso compositor que cada año cuenta sus bandas sonoras por docenas y que supera con buena nota cada reto planteado.
Cuesta que Rise of the Guardians, la película, llegue a emocionar cuando no se entienden las tramas ni se asocian los chistes, pero la música de Desplat pone la piel de gallina, escuchada en una sala multi-cines de nuestros suburbios o en un gélido local social del Turquistán… Sólo se trata de cerrar los ojos y dejarse llevar por los temas envolventes.
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