El retorno de Howard Shore a la Tierra Media, con una excelente combinación de temas conocidos y temas nuevos entre los que destaca el tema principal, aunque no sea suyo.
Una amplia proporción de lo que escuchamos en la edición discográfica no se utilizó finalmente en la película, sustituyéndose por otras piezas que el compositor escribió desde cero o modificó a última hora. Independientemente de que el resultado sea mejor o peor, imagino que la gente que compra el disco lo que quiere es la música del film y no la que se descartó.
Por escoger solo uno, creo que el más representativo podría ser “Over Hill”.
BSOSpirit opina
Nota media: 8,50
Ángel Aylagas (8), David Doncel (9), Fernando Fernández (9), Asier G. Senarriaga (9), Óscar Giménez (9), Ignacio Granda (10), David Martínez (9), Jordi Montaner (7), Sergio Rivas (8), David Saiz (7)
Nueve años después de concluir la trilogía de El señor de los anillos llegó el momento de que Peter Jackson estrenara su esperada primera entrega de El hobbit, el primer libro de J.R.R. Tolkien ambientado en la Tierra Media. Todos sabéis que se trata de un cuento infantil que el autor escribió durante los años 30 sin más expectativas que las de entretener a sus hijos pequeños. Algunos alumnos y profesores universitarios lo leyeron y su amigo C.S Lewis (Las crónicas de Narnia) le aconsejó llevarlo a una editorial. Tolkien se resistía, pues consideraba que podía parecer ridículo que un profesor de Oxford pasara el rato escribiendo cuentos infantiles sobre mundos fantásticos. Sea como fuere, finalmente el manuscrito acabó en manos de los editores George Allen & Unwin. El dueño se lo dio a leer a su hijo de diez años y le prometió un chelín por escribir un comentario. En diez líneas el muchacho hizo su valoración, concluyendo: “Es bueno y gustaría a todos los niños que tengan entre cinco y diez años”. La editorial lo publicó en 1937. El éxito implicó la petición de una continuación. Y como bien sabéis, fue El señor de los anillos, una trilogía mucho más ambiciosa y menos infantil, que escribió entre 1937 y 1949, y cuyo primer volumen vio la luz en 1954.
Tras el enorme éxito de la trilogía cinematográfica, tanto desde el punto de vista de público y taquilla como de crítica y premios, Peter Jackson ya tuvo en mente regresar a la Tierra Media para explicar la historia de Bilbo Bolsón. A lo largo de los años el proyecto se ha enfrentado a obstáculos de todos los colores. Al final, la primera entrega de una nueva –y seguramente excesiva- trilogía ha llegado a las pantallas y lo ha hecho a lo grande, recaudando en todo el mundo más de 230 millones de dólares en su primer fin de semana. Sin embargo, la acogida de la crítica y de buena parte del público dista bastante de lo que representaron las tres entregas de El señor de los anillos.
Personalmente veo en El hobbit tres problemas. El primero es de enfoque. Habría que dejar muy claro a todo el mundo que no lo sepa que El hobbit no es El señor de los anillos. Este último es una obra de culto ambiciosa y dirigida a público no infantil, mientras que El hobbit es un libro pensado para niños. Jackson ha tratado de adaptarlo al gusto del mismo público que disfrutó con El señor de los anillos, introduciendo escenas épicas más escabrosas y, a la vez, siendo relativamente fiel al tono y escenas de la obra literaria, lo que da lugar a una mezcla un tanto extraña, no bien focalizada, en la que situaciones cómicas y pueriles –como la discusión culinaria de los trolls, el esperpéntico Radagast con su trineo tirado por conejos o, sin ir más lejos, el juego de las adivinanzas con Gollum-, contrastan con tajos en las tripas, cabezas cortadas y orcos más feos que la madre que los parió. Partiendo del deseo de contentar a audiencias de todas las edades, el resultado es una película que a los adultos les puede parecer infantil y a algunos niños aterradora.
El segundo problema, para mi gusto, es de duración. La envergadura de El señor de los anillos justificaba una trilogía con películas de más de tres horas cada una. Pero El hobbit no. El libro original tiene aproximadamente unas 300 páginas. Jackson anunció que habría dos películas y pocos meses antes del estreno dijo que serían tres. Además de basarse en El hobbit, completa el guión historias extraídas de las anotaciones de Tolkien y de los apéndices de El señor de los anillos. Es estirar demasiado una historia que quedaría mejor más resumida y concentrada. Las casi tres horas de Un viaje inesperado se hacen largas incluso para los fans más adictos a Tolkien. Pero ya sabemos que Jackson es un hombre de excesos.
Finalmente, la innovación tecnológica no me acabó de convencer. La proyección en 48 fotogramas por segundo ofrece una nitidez de imagen superior, sobre todo en las escenas de acción, y más aún si es en 3D. Sin embargo, tanta perfección de imagen quiebra la fantasía. Me explico. Uno tiene la sensación de estar viendo un “Cómo se hizo…”, un documental en alta definición o una obra de teatro grabada, pero no una película de cine. Probablemente es que no estamos acostumbrados a esa perfección visual y el tiempo acabará dando la razón a Jackson, a Cameron y a todo cineasta que apueste por ese High Frame Rate. Pero mi primera impresión ha sido que, paradójicamente, ese gran realismo visual da sensación de falsedad. Dicho queda.
No quiero dar la impresión de que me estoy cargando la película. Todo lo contrario. Leí el libro hace muchos años, tenía ganas de ver cómo quedaba en la gran pantalla y disfruté en el cine. Tan solo quería enumerar algunos problemas que percibo y que pueden a ayudar a explicar por qué la recepción de la crítica y del público no ha sido tan entusiasta como cabía esperar.
Shore vuelve a la Tierra Media
Vayamos a la música. Hubiera sido impensable que Howard Shore faltara a la cita propuesta por Peter Jackson. La música de la Tierra Media, los sonidos de las razas que la habitan, de sus montañas, de sus bosques, fueron obra del compositor canadiense, quien ha vuelto a marcarse una partitura magnífica. Es cierto que es un trabajo previsible, pues ya esperábamos que la orquesta sonara igual que en El señor de los anillos, con leitmotivs bien conocidos, evocadores e implicados de forma plena en la propia narración. También deseábamos encontrar nuevo material temático para otros personajes, lugares y conceptos.
Y así ha sido. Desde el primer acorde que escuchamos en “My Dear Frodo”, cuando la pantalla está todavía completamente negra y aún no han aparecido ni siquiera los logos de las productoras, sabemos que estamos en la Tierra Media.
Shore reutiliza un buen puñado de temas que compuso para la trilogía anterior, temas que eran comprensiblemente inevitables. No se ha dedicado a cortar y pegar, sino que los ha arreglado y orquestado de múltiples maneras para que nunca suenen exactamente igual. En el análisis pista a pista posterior quedarán mejor enumerados, pero así, de entrada, encontraremos los temas de los hobbits, la Comarca, el anillo, Gollum –como Gollum y como Sméagol-, Rivendel, Lothlorien, Saruman, Sauron, la naturaleza y hasta una improbable versión del tema de los jinetes negros metida con calzador en el film, aunque no aparece en la edición discográfica.
Por otro lado, el compositor ha escrito mucho material nuevo, unos cuantos leitmotivs que comento más adelante, arrolladora música de acción, nobles melodías de trompas, pasajes corales tanto de carácter místico como profundamente amenazantes… Todo lo que cabía esperar de una de las bandas sonoras más esperadas del año.
Pero también en la música hay un problema, y es que, en buena parte, no es lo mismo lo que escuchamos en el disco que en la película. No es culpa del compositor, por supuesto. La edición discográfica comenzó a prepararse después de que Shore grabara la banda sonora en verano con la London Philharmonic, las London Voices y el Tiffin Boy’s Choir. La cuestión es que, por la razón que sea, se alteraron cosas en el montaje final. Es de sobras conocida la meticulosidad de Peter Jackson y sus cambios de última hora. Shore tuvo que volver a escribir nueva música, modificar piezas y agarrar de nuevo la batuta para grabar. El resultado es que hay unos cuantos tracks de la edición discográfica que no se utilizan en la película, mientras que otros se han modificado sustancialmente y lo que escuchamos en CD varía bastante de lo que suena en el cine. Es más, algunos de esos bonus tracks exclusivos de la edición especial no asoman por ningún lado y más bien deberían llamarse “inspired by…” Ya lo iremos viendo en el análisis pista a pista.
Resulta algo decepcionante comprobar que parte de lo que tienes en el disco no suena en el film y viceversa. No es el primer caso ni será el último, aunque viéndolo desde el lado positivo, para algunos aficionados puede ser interesante comparar la música que tenía en mente Howard Shore –la que contienen los CD- con la que prefería Peter Jackson –la de la película-. Es una presuposición, claro está, aunque sobre este punto se pueden hacer algunos comentarios. Por ejemplo, da la impresión de que Jackson quería sacar más partido al tema principal, la melodía de “Misty Mountains” –que no es de Howard Shore-, y por eso suena en el film el doble de veces que en disco. O que decidió prescindir de algunas ideas nuevas de Shore para Bilbo a favor de las melodías más conocidas de la primera trilogía. Lo mismo ocurre con la referencias musicales a Gollum, que resaltan más en la película que en los CD, igual que otros leitmotivs, como el de la naturaleza, por no hablar de la inclusión final de temas de El señor de los anillos –el de los jinetes negros o el de homenaje a los hobbits-, que se escuchan en los momentos finales del film.
Los nuevos temas de El hobbit
Eltema principal de la primera entrega, el que mejor se recordará, es el de la canción “Misty Mountains”, que interpreta el personaje de Thorin (Richard Armitage) con el resto de enanos en casa de Bilbo. Obviamente, se trata de una canción compuesta antes de rodar la película, y no fue Howard Shore quien la escribió, sino David Long y el trío Plan 9, integrado por David Donaldson, Steve Roche y Janet Roddick. Ellos fueron los autores de algunas piezas de El señor de los anillos, como la música de aire folklórico que sonaba en la fiesta de Bilbo o la canción que interpretaban Pippin y Merry bailando encima de una mesa.
Ya fuera por decisión de Howard Shore o –más probablemente- de Peter Jackson, esa melodía se erige como tema principal y representa de algún modo la misión que tienen los enanos por delante. Su primera aparición en el disco es en casa de Bilbo, en forma de canción referente a las Montañas Nubladas, que separan el oeste del este de la Tierra Media.
En la edición discográfica encontramos el tema principal unas pocas veces más. Shore juega con él para exponerlo de formas distintas, por ejemplo en tono majestuoso como en “The World Is Ahead” y, sobre todo, en “Over Hill”.
También suena como potente tema heroico en “Roast Mutton”, cuando los enanos atacan a los trolls. En el film se emplea más veces con esa misma intención épica en escenas de lucha de los enanos contra los trasgos y contra los wargos.
El otro leitmotiv con mayor presencia en la partitura es el que podemos llamar tema de Thorin, aunque no se circunscribe exclusivamente a este personaje sino también a los gobernantes que son sus antepasados y, de un modo más genérico, a toda la raza de los enanos.
Los escuchamos con frecuencia en la edición discográfica –más que el tema principal-, en tracks como “My Dear Frodo”, “An Unexpected Party”, “Axe or Sword?”, “An Ancient Enemy”, “Moon Runes”, “Over Hill” y “A Good Omen”.
Otro motivo de uso habitual se relaciona con Erebor, el reino de la Montaña Solitaria que los enanos quieren recuperar. Recuerda la llamada de un cuerno de caza con pares de notas ascendentes y aparece en tracks como “My Dear Frodo”, “Axe or Sword?”, “Warg-Scouts”, “Moon Runes” o “A Good Omen”.
Para Bilbo, o más bien para la vertiente atribulada del hobbit, Shore crea un leitmotiv con cierto aire cómico que me recuerda al tema que compuso para el jefe de estación de Hugo, que encarnaba Sacha Baron Cohen. Se trata de un tema con acordes secos y cortantes entre los que fluctúa una frase de maderas, a menudo de oboe. Suena, sobre todo, en “An Unexpected Party”, aunque también con distintas variantes en “Old Friends”, “The World Is Ahead”, “The Trollshaws” y “Riddles in the Dark”.
Shore también escribió otro tema para Bilbo como “hobbit respetable”. En la edición discográfica lo encontramos con pícolo o whistle al principio de “The World Is Ahead” y en el bonus track “A Very Respectable Hobbit”. Por el motivo que sea, no se utiliza en ningún momento de la película –aunque sí salía en algún trailer y suena al final de los títulos de créditos-, y esta vertiente de la personalidad del personaje se representa casi siempre con el clásico tema de los hobbits.
También hay otro tema que podemos llamar de la aventura, asociado al propio Bilbo. En los CD lo encontramos varias veces, pero creo recordar que en la película aparece solo en un par ocasiones. Tiene cierto aire bucólico y es el que escuchamos al final de “Axe or Sword?”, en la primera mitad de “The White Council” y su mayor desarrollo lo tiene en “Dreaming of Bag End”.
Una de las novedades es el tema de Gandalf el Gris. Como tal, no tenía leitmotiv propio en El señor de los anillos –sí en cambio como Gandalf el Blanco-. Shore había comentado que concebía al mago como un mediador entre otros personajes, razas y reinos, y no consideró adecuado otorgarle un tema musical. En El hobbit, Gandalf tiene su tema, aunque no va más allá de una frase de cinco notas y otra frase de respuesta de la misma longitud. Lo escuchamos en “Old Friends”, “An Unexpected Party”, “Radagast the Brown”, “Roast Mutton” y “A Troll-Hoard”. En la película tiene alguna aparición más, por ejemplo cuando ayuda a los enanos a huir de los trasgos de las Montañas Nubladas.
Otro tema es para Radagast el Pardo, estrambótico personaje para el que el compositor creó un tema de fiddle bastante esquizoide que suena en “Radagast the Brown” y una variación que aparece en algún momento de “Warg-Scouts”. No parece que este tema gustara mucho a Jackson, puesto que no se usa en la película.
Por el contrario, uno de que más abunda es el motivo dedicado al malo de la función, el orco pálido Azog. Se trata de un motivo amenazante de cuatro notas graves, seguidas de otras tres, generalmente con trombones y tuba.
Azog es un personaje que no aparece en El hobbit, sino en otros textos como los apéndices de El señor de los anillos, como el rey de los orcos de Moria que mató a Thrór, abuelo de Thorin.
Este tema de Azog se utiliza bastantes veces tanto en referencia a este orco en particular como al mal que amenaza el futuro de la Tierra Media, tal como sucede en cortes como “The Hill of Sorcery” o “The White Council”, un concepto para el que también se recurre al conocido tema de Sauron.
Con carácter más dinámico, aunque no menos inquietante, encontramos otro motivo de metales que se emplea en los ataques de los jinetes de wargos, como es en el caso de “Warg-Scouts” y “Out of the Frying-Pan”.
Posiblemente hay más temas y motivos, aunque no tienen tanta relevancia como los anteriores, al menos en la primera película de la saga. Por ejemplo, tenemos un tema con coros que hace referencia al señor de los elfos del Bosque Negro en “My Dear Frodo”, un personaje que cobrará mucha más importancia en las próximas películas.
Lo mismo que el tema de Smaug, el dragón que echó a los enanos de su reino, que suena durante el prólogo –“My Dear Frodo”– y en el corte que concluye la película, “A Good Omen”.
También hay un motivo de metales que puede asociarse a los trolls en “Roast Mutton” y otro de trombones y aire marcial que refiere a los trasgos de las Montañas Nubladas y que recoge “Under Hill”. En cualquier caso, esta relación deja claro que hay abundante material temático nuevo que se combina con el conocido de la trilogía previa.
Pista a pista
Los tracks que se comentan a continuación son los de la edición especial. La diferencia respecto a la otra edición estándar es una mayor duración –más de media hora de música añadida-, seis cortes más –aunque los cuatro bonus tracks del final no se utilizan en la película- y una serie de piezas más largas en un disco que en otro.
Disco 1
1. My Dear Frodo (8:03)
Como ya he comentado antes, el sonido de los primeros acordes nos transporta directamente a la Tierra Media. La pantalla aún está a oscuras y las cuerdas fluyen mientras aparecen los logotipos de las compañías productoras. En el momento en que aparece sobreimpresionado el título de la saga, “El Hobbit”, la orquesta interpreta el himno de los hobbits (0:52), emblemático de la saga desde La Comunidad del Anillo.
La orquesta continúa con acordes de cuerdas, adornos de maderas y campanillas, hasta que una entrada de trompas traslada al oyente a otro escenario, Erebor, la Montaña Solitaria, donde se desarrolla el prólogo de la película. Los recuerdos de un Bilbo anciano presentan en forma de flashback la historia de aquel reino de los enanos, momento en que el compositor introduce con trompas y con carácter majestuoso el tema de Thorin, asociado a la dinastía de reyes de Erebor que son sus antepasados (2:18).
En 3:03 unos coros infantiles marcan el descubrimiento de la Piedra del Arca, una valiosa gema que tendrá más importancia en las siguientes películas. Tras una fase intermedia, entra un coro de niños (3:25), coincidiendo con el momento en que los elfos del Bosque Negro visitan al señor de los enanos. Probablemente será el tema de Thranduil, y tendrá más presencia en futuras entregas.
Sigue un coro masculino que cambia el carácter de la música hacia ambientes más oscuros, a medida que el señor de los enanos se hunde en su propia avaricia. La Montaña Solitaria está bajo amenaza, tal como queda patente con la entrada de la percusión y las cuerdas (4:11), y poco después épicos coros. La historia narra el ataque del dragón Smaug a la Montaña Solitaria, y además de los coros, Shore expone un motivo de vientos asociado al dragón (4:17), con una sonoridad que recuerda irremisible al tema de Sauron, aunque las notas sean otras.
Los coros –masculinos, femeninos, infantiles- progresan a lo largo de este prólogo hasta la entrada del tema de Thorin, épico y solemne, ejecutado con los bronces (5:34), y seguido por la frase de metales asociada a Erebor.
Las cuerdas introducen también una referencia al mal, con frases que recuerdan de nuevo al tema de Sauron (6:06). Coros y cuerdas, de un modo más elegíaco, expresan la desolación posterior al ataque, con cientos de enanos errantes que han perdido su hogar (7:22).
En conjunto, se trata de una pieza sensacional para el prólogo, una declaración de intenciones para expresar que el planteamiento musical es el mismo que para El señor de los anillos y que combinará temas archiconocidos con un buen surtido de nuevos temas.
2. Old Friends (5:00)
Dicho planteamiento es más patente en esta pieza que nos lleva directamente a la Comarca. El clarinete arranca las notas del himno de los hobbits y las cuerdas se unen a desarrollar el tema de forma evocadora, transitando por los mismos caminos que ya hiciera en La comunidad del anillo. El bucólico tema de la Comarca aparece en 1:04 con sus habituales ritmos sincopados y aires folklóricos.
A partir del 2:53 la música adquiere un carácter distinto. Tras unos apuntes de arpas y celesta, acordes sincopados y frases agudas de cuerdas dotan al momento de un tono algo más inquietante. Poco después llega una de las novedades de la banda sonora, el tema de Gandalf que ejecuta por primera vez el oboe (3:33).
Después, vuelven los ritmos sincopados, que otorgan cierto aire cómico a la primera conversación que tienen Bilbo y Gandalf en la entrada de Bolsón Cerrado.
3. An Unexpected Party (4:10)
El track comienza con el tema de Thorin interpretado de forma calmada por las cuerdas, y luego viene una sucesión de acordes secos, que dan a la pieza cierto aire cómico. Ese desarrollo conforma el tema de Bilbo, o más bien de las tribulaciones del hobbit al ver que su casa se llena de enanos dispuestos a zamparse toda su comida. Las maderas ejecutan de tanto en tanto una frase que se incrusta en esos acordes cortados de las cuerdas y que aparece con cierta frecuencia en las siguientes pistas.
El track Incluye algunas referencias al tema de Gandalf, aunque predomina el tono burlesco.
4. Blunt the Knives (1:02)
Esta es una canción breve que interpretan alegremente los enanos en Bolsón Cerrado, en plan juerga tabernera y con instrumentación folklórica, riéndose de las quejas del hobbit. No está compuesto por Shore, sino por Stephen Gallagher, y es uno de los bonus tracks exclusivos de la edición especial.
5. Axe or Sword? (5:59)
Las trompas inician con carácter solemne el tema de Thorin, el último en llegar a la casa de Bilbo. Los metales y más tarde el oboe aluden a la Montaña Solitaria en 0:57, mientras Gandalf y los enanos comienzan a hablar de la misión que tienen por delante. Aunque el corte dura casi 6 minutos, en la película se utiliza fragmentado para acompañar distintos momentos que transcurren en Bolsón Cerrado, cuando se le propone al protagonista que se una a la misión. En este contexto suena varias veces el tema de Thorin y el motivo de Erebor. También escuchamos una parte con sonoridad más siniestra que refiere al dragón.
En 4:21 encontramos otro tema con metales y cuerdas que irradia cierta nobleza, y finalmente el tema de la aventura, cuando Gandalf dice a Bilbo que “toda historia merece ser adornada” -¿una declaración de intenciones del propio Peter Jackson?-, una melodía que parece emparentada con el tema de los hobbits por su aire campestre y que las trompas elevan después dotándola de más dignidad.
6. Misty Mountains (1:42)
Esta canción es uno de los highlights de la edición discográfica, ya conocida desde el trailer que se presentó bastantes meses antes del estreno de la película. La melodía es iniciada con un murmullo por los enanos, la recoge Thorin y acaban cantándola todos juntos de forma introspectiva, pensando en la misión que los ha reunido. Eso sí, la versión doblada es bastante desastrosa.
7. The Adventure Begins (2:06)
Cuerdas con aire animado y optimista abarcan el principio de este corte en el que finalmente Bilbo se decide unirse a la aventura de los enanos. Incluye el tema de la aventura (1:06), aunque no se usa en la película en este momento, sino cuando se encuentra de nuevo con los enanos y les entrega el contrato firmado.
Poco después tenemos un animado motivo (1:18) cuando el hobbit sale corriendo de su casa en busca de los enanos. Este tema, aunque con ciertas variaciones, ya aparecía en La comunidad del anillo, en el momento en que Merry y Pippin se encontraban con Frodo y Sam al salir de la Comarca.
La música es muy dinámica en el tramo final de la pieza e incluye una alegre versión del tema de los hobbits.
8. The World Is Ahead (2:22)
Después de una breve introducción de cuerdas, Shore presenta un tema para pícolo asociado a Bilbo, muy evocador del sonido de la Comarca, aunque no se utiliza en la película. Es el tema de Bilbo como hobbit respetable.
La orquesta lo repite de manera más desarrollada, hasta la irrupción del tema cómico de Bilbo (0:58), con su frase de maderas sobre acordes entrecortados. En la segunda mitad oímos el tema principal en clave majestuosa, indicando que la misión ha comenzado en serio (1:31).
9. An Ancient Enemy (4:59)
Es uno de los temas épicos más destacados de la edición. A través de un flashback, Balin explica a Bilbo cómo Thorin se convirtió en líder de los enanos y se ganó su apodo “Escudo de Roble” al pelear en Moria contra los orcos, derrotando a Azog. Las cuerdas crecen en intensidad para desatar coros masculinos que recuerdan el enfrentamiento final de Frodo y Gollum en el Monte del Destino.
El corte incluye la primera presentación del tema de Azog.
Posteriormente, suena el tema de Thorin acompañado de coros. La lucha –una de las escenas de batalla más impresionantes de la película- se refuerza con la intensidad de la orquesta y los coros masculinos, con fragmentos en la línea de “The Bridge of Khazad-Dûm”. En el segmento final reaparece el tema de Thorin, y se cierra con las notas amenazantes de metales del tema de Azog.
10. Radagast the Brown (6:39)
Este corte no se utilizó finalmente en la película. Comienza con el tema de Gandalf con las cuerdas, al que sigue un coro de niños que suena realmente bien –una breve parte aparece en la película más adelante cuando Gandalf ayuda a los enanos en las Montañas Nubladas-.
Más tarde hace su entrada un fragmento esquizoide de fiddle y percusión que refleja muy bien el lunático carácter de Radagast, un personaje que en el libro de El hobbit se menciona únicamente de pasada y que es realmente en los libros de El señor de los anillos –y en los apéndices- donde tenía cierta presencia, pese a no salir en ninguna de las películas de la trilogía.
Si hiciéramos la prueba, esta pieza musical encajaría en la escena en que Radagast el Pardo comprueba cómo un maleficio ataca a los animales con que se comunica, con partes disonantes y oscuras. Por el motivo que sea, Jackson decidió no utilizarla en la película y se sustituye por otra composición de Shore algo más discreta que no aparece en la edición discográfica.
Las cuatro notas graves de metales asociadas al mal también pueden escucharse en la parte final del corte, de forma repetitiva, lo mismo que la serie de notas ascendentes de trombones que finalizan con una referencia al tema de Sauron.
11. The Trollshaws (2:09)
Es otro de los bonus tracks exclusivos de la edición especial. Arranca con una melodía para metales que se interrumpe con los acordes entrecortados del tema de Bilbo. El corte atraviesa una fase de disonancias y arreglos más oscuros, cuando el hobbit y dos enanos se dan cuenta de que les han desaparecido algunos ponis.
12. Roast Mutton (4:58)
Es una continuación del track anterior. Comienza con música intrigante, con frases de metales y vibratos de cuerdas, seguidas de pizzicatos y notas de maderas para acompañar los pasos furtivos de Bilbo entre los trolls. Frases de metales de cinco notas suenan asociadas a los tres trolls de la escena (0:56), que también se repiten un poco más adelante en varias ocasiones.
Una fanfarria de tono más heroico (2:09) precede al tema principal, cuando finalmente los enanos entran en escena.
La música gana en intensidad con participación de metales, cuerdas y percusión. En el segmento final encontramos el tema de Gandalf (3:57), cuando el mago aparece, como siempre, en el momento oportuno.
13. A Troll-Hoard (2:39)
Cuerdas intrigantes conducen al escondrijo de los trolls, donde los protagonistas encuentran tesoros y armas diversas. Es un tema principalmente de cuerdas sin demasiada trascendencia, con tema de Gandalf incluido.
14. The Hill of Sorcery (3:51)
Es una continuación del tema anterior. Al principio, cuerdas inquietantes conducen a una variante del tema de los hobbits –Bilbo ha recibido la daga Dardo de manos de Gandalf-, y después una variación del tema de Radagast (0:48), cuando aparece ante el grupo y explica a Gandalf su visita a Dol Guldur. Más tarde las maderas ejecutan las cuatro notas del tema de Azog en clave siniestra (1:44), en esta ocasión en referencia al origen del mal. Toda la segunda parte es tenebrosa, cada vez más intensa y en 3:04 las fanfarrias anticipan el tema de Sauron (3:13), aunque este fragmento no se utiliza en la película, sino que se sustituye por efectos de sonido.
15. Warg-Scouts (3:06)
Es un tema de acción para la persecución de los jinetes de wargos a los que Radagast intenta despistar. Las cuerdas ejecutan su tema de forma rápida al poco de iniciarse el corte –aunque esta parte se ha sustituido en el film-.
Los metales interpretan el tema de los jinetes de wargos.
En cierto modo, algunas partes recuerdan al tema de los jinetes negros de La comunidad del anillo. De hecho, toda la escena tiene como referencia aquella en que Arwen huye a caballo de los Nazgul camino de Rivendel. En el corte del CD el tema de Radagast se va intercalando en la acción. Hay también una llamada de metales del tema de Erebor (2:09) utilizada con carácter heroico para el grupo de enanos, y finalmente, también en clave heroica, escuchamos el tema de los elfos de Lorien, de manera similar a la entrada que hacían en el abismo de Helm en Las dos torres (2:30).
Disco 2
1. The Hidden Valley (3:49)
Una introducción de largos acordes durante aproximadamente un minuto, mientras el grupo atraviesa un estrecho desfiladero, conduce a los coros infantiles y característicos arpegios de cuerdas que introducen el tema de Rivendel (1:00) cuando vislumbran la ciudad de los elfos por primera vez.
Las cuerdas continúan más tarde con los mismos arpegios a los que se vuelven a unir los coros para proporcionar una dimensión mística al momento en que entran en la ciudad.
En la parte final tenemos un misterioso crescendo de cuerdas que desemboca en un tema de metales más dinámico cuando Elrond y otros elfos a caballo rodean a los enanos.
2. Moon Runes (3:38)
Trompas nobles inician este corte, que continúa con acordes de la sección de cuerda cada vez más agudos. Elrond conversa con Gandalf y Thorin. Es un tema de carácter dramático y misterioso, con referencias al tema de Erebor, mientras Elrond ayuda a Gandalf a descifrar el mapa que les ayudará a entrar en la Montaña Solitaria (1:00).
La entrada de coros femeninos anuncia el momento climático en que la luz de la luna revela las runas del mapa y las cuerdas desgranan el tema de Thorin (2:43).
El tema evoluciona y recupera el tema de Erebor en la parte final.
3. The Defiler (1:15)
“The Defiler” (El Profanador) es como se conoce a Azog. Este breve corte corresponde a una de sus escenas. Comienza con su tema y prosiguen la pieza los metales y la percusión con tonos tenebrosos.
4. The White Council (9:42)
El track recoge la música de la reunión que mantienen en Rivendel cuatro ilustres de la Tierra Media: Gandalf, Saruman, Elrond y Galadriel. A lo largo de casi diez minutos, la pieza deambula por temas musicales bien conocidos de El señor de los anillos, aunque los primeros minutos no están incluidos en el film. El corte arranca con el tema de Rivendel, interrumpido por un segmento de metales que refiere a los enemigos comunes, antes de regresar al tema de Rivendel. El clarinete expone más adelante el tema de la aventura (1:32). La misma melodía la recuperan más tarde la flauta y las cuerdas.
Lo que vemos en la pantalla comenzaría a partir de los tres minutos y medio de este track, con la orquesta desarrollando acordes relativamente tranquilos acompasados a la conversación, hasta que en 3:53 los coros entran con el tema de Lothlorien, cuando la escena se centra en Galadriel.
Y no mucho después oímos una breve referencia al tema de Saruman (4:40).
Las cuatro notas del tema del mal las encontramos más adelante, de forma repetida, cuando los cuatro personajes hablan del Nigromante. Tras esos momentos más oscuros, los coros femeninos (7:08) se elevan sobre la orquesta, centrados en Galadriel, antes de que cuerdas y metales inicien una siniestra frase de nueve notas que se va repitiendo en tono cada vez más agudo cuando Gandalf muestra la espada del Rey Brujo de Angmar que encontró Radagast en Dol Guldur, lo que conduce en 8:08 al tema de Sauron.
5. Over Hill (3:43)
Los enanos han partido de Rivendel y Jackson se recrea con sus clásicas tomas aéreas, que muestran al grupo prosiguiendo su camino hacia las Montañas Nubladas. Las trompas interpretan primero de forma calmada el tema principal, seguido del tema de Thorin.
Entra más tarde el tema de Lothlorien, cuando Gandalf y Galadriel tienen su última conversación. Después las cuerdas evolucionan hasta la entrada de la flauta con el tema de los hobbits (1:38), mientras hablan de Bilbo.
La parte más espectacular arranca en 2:25 con el tema principal, primero solemnemente con trompas y después (3:05), de manera más grandilocuente, con la sección de metales al completo acompañada por adornos de cuerdas. Uno de los mejores momentos del score.
6. A Thunder Battle (3:56)
Es un tema de acción, con percusión, violines y metales que acompaña la pelea de los gigantes de piedra en las Montañas Nubladas. Es una pieza de gran potencia e intensidad dramática, con música muy ajustada a la acción, mientras los enanos y el hobbit tratan de sobrevivir. Atraviesa una fase más melódica, cuando la batalla termina y el rescate finaliza, antes de la última entrada de trombones con el tema de Azog.
7. Under Hill (1:55)
Percusión atronadora y metales interpretan el tema de los trasgos de la Montañas Nubladas, que han capturado al grupo de enanos y los conducen hasta su rey.
La pieza mantiene un ritmo frenético constante y marcial hasta su segunda parte, en la que aparece el tema de Azog.
8. Riddles in the Dark (5:23)
Notas graves preceden al famoso tema del anillo, cuando Bilbo lo encuentra en las profundidades bajo las montañas, aunque con un ritmo diferente al habitual que oíamos en El señor de los anillos y con un arranque que se parece más al tema de Sauron.
En 1:46 comienza el tema de Gollum, con vibratos de cuerdas, repetido como si fuera un ostinato inquietante.
Acordes entrecortados remiten a Bilbo, hasta que en 2:36 reaparece el tema del anillo. En 3:50 escuchamos una melodía de oboe que da un toque mágico a la escena y que luego intensifican las cuerdas, hasta la aparición del tema de la compasión de Gollum, también conocido como tema de Sméagol (4:24).
Acaba con disonancias de cuerdas. En la película no suena esta pieza tal cual, sino que va variando sus partes y combinando en varios momentos los temas del anillo, Gollum, Sméagol y Bilbo, mientras juegan a las adivinanzas. La melodía de oboe aparece cuando Gollum se da cuenta de que ha perdido su “tesoro”.
9. Brass Buttons (7:38)
Cuerdas sobre una base rítmica inician uno de los tracks más largos de la banda sonora. Notas de címbalo que remiten a Gollum y violines haciendo variaciones del tema del anillo acompañan la huida de Bilbo, que lo usa para volverse invisible. Los metales, con coros y percusión irrumpen en 1:20, dinamizando la pelea de enanos contra trasgos, en una de las secuencias más espectaculares de la película. El ritmo es trepidante a lo largo de toda la escena, que transcurre en los puentes colgantes que cruzan las cavernas.
En el film –no en el disco- se incrusta el tema principal para recargar el tono heroico de la lucha. Toda la escena y la música recuerdan explícitamente a Khazad-Dûm.
A partir de 4:25 la situación se calma, cuando el grupo encuentra la salida de la cueva ante la mirada de Bilbo invisible. Las cuerdas entran en un tono elegíaco y encaran el tema de Sméagol cuando Bilbo tiene la oportunidad de matarlo (5:16).
Finalmente, el acto de compasión se subraya en la película con el himno de los hobbits, aunque no aparece así en el disco. En el CD la música cambia en 5:50, adquiere más ritmo y expone un tema de cuerdas más épico (no usado en la película), pensado posiblemente para la salida de los enanos al aire libre. Los coros con cierto aire místico finalizan el corte, hasta que las cuerdas lo dejan en suspenso.
10. Out of the Frying-Pan (5:55)
Salir de la sartén para caer en las brasas. Esa es la situación del grupo al escapar de la cueva y a eso se refiere el título de este track (en el libro el capítulo se titula “De la sartén al fuego”). El ataque de orcos comandados por Azog arranca con las frases de tubas y trombones del tema de los jinetes de wargos.
Estamos en otro tema de acción donde impera la épica y el tono grandilocuente. El grupo se sube a los árboles para escapar de los wargos. La posible ayuda la encuentra en una mariposa que recoge Gandalf en lo alto de un pino. Es una imagen que tiene su paralelismo en un par de escenas famosas de El señor de los anillos, con lo que Shore utiliza el mismo recurso, el tema de la naturaleza (1:59), con sus típicos coros infantiles.
Poco después tenemos el tema de Azog, con profundas notas de metales apoyadas en la percusión. La música va cobrando cada vez mayor intensidad, con ostinatos de cuerdas sobre los que suenan frases de los bronces.
Buena parte de lo que suena en la película no está recogida en la edición discográfica, como es el enfrentamiento de Thorin con Azog, para el que se recurre –tal vez a instancias de Jackson– a una variación del tema de los jinetes negros, empleando grandes masas corales. Tampoco escuchamos en el disco el fragmento elegíaco posterior, ni el himno de los hobbits con dimensiones heroicas que suena después, ni el tema principal con el nuevo ataque de los enanos. El rescate de las águilas se acompaña del tema de la naturaleza, con coros espectaculares.
Por lo tanto, la fanfarria triunfal que entra en el CD en 3:44, seguida de coros masculinos y percusión, con progresiones cada vez más intensas, no llega a sonar en el film. Una lástima porque sería interesante saber cómo quedaría y para qué momento.
11. A Good Omen (5:47)
Coros celestiales de aire triunfalista inician este corte. Prosiguen cuerdas y metales manteniendo el mismo tono heroico, que continúa con apoyo de coros.
En 1:17 entran los metales y la percusión creando un ambiente más misterioso, hasta una nueva aparición de coros infantiles. En 3:06 disminuye la intensidad y el tema atraviesa una fase más atmosférica, hasta que en 3:28 las cuerdas irradian cierta nobleza.
Es música pensada para el vuelo de las águilas, pero lo que se emplea en la película es otro tema, parecido pero que no es el que oímos en el CD. Para la reconciliación de Thorin y Bilbo, el film recupera un fragmento de la coronación de Aragorn de “The Return of the King”.
Los instantes finales de la película utilizan algunos elementos del final de este track, aunque tampoco todo, desde el momento en que los protagonistas ven a lo lejos la Montaña Solitaria y un pájaro se interpreta como el buen augurio que están esperando. En 4:12 las trompas remiten a Erebor en clave dramática mientras se ve la montaña y pasan después al tema de Thorin. Los coros reaparecen al final, con los metales aumentando la intensidad para cerrar el corte con una alusión al desafío que aún tienen por delante.
12. Song of the Lonely Mountain (6:03)
La canción de la película que suena en los créditos finales fue encargada por Peter Jackson a Neil Finn, famoso vocalista de la banda neozelandesa Crowded House. Los cimientos de la canción, como ya se ha dicho, estaban construidos: la canción “Misty Mountains”, por lo que no sé hasta qué punto hay que atribuir algún mérito a Finn. En cualquier caso, explica que con la ayuda de sus hijos amplió la letra y la música, metiéndose en la piel de los enanos, y recurriendo al sonido de martillos golpeando un yunque.
13. Dreaming of Bag End (1:50)
El whistle interpreta el tema de la aventura de Bilbo que apenas aparece a lo largo de la película. Tema de tipo pastoral, sencillo y evocador, muy propio de la Comarca.
Bonus tracks
14. A Very Respectable Hobbit (1:28)
El solo de pícolo con aire de la Comarca es este tema secundario de Bilbo que se oía un momento de uno de los trailers, pero que no aparece en el film hasta los créditos finales. Luego entra el resto de instrumentos. Es también música bucólica y nostálgica e incluye al final una versión del himno de los hobbits con carácter optimista y el tema cómico de Bilbo.
15. Erebor (1:19)
Otro descarte. Es un tema de aire celta que comienza con gaitas. La misma melodía suena más majestuosa después con metales, que dan respuesta a las llamadas de las gaitas.
16. The Dwarf Lords (2:01)
Tema majestuoso con trompas y cuerdas, con entrada de violines que le dan brillo y color. Es un buen tema, aunque también descartado.
17. The Edge of the Wild (3:38)
Tema majestuoso que se inicia con las trompas y evoluciona con acompañamiento de cuerdas. Hacia el final del primer minuto se convierte en el tema principal, también con sonido regio y solemne. El corte atraviesa una fase disonante y oscura, hasta que la sección de cuerda lo devuelve a la calma en el tramo final, antes de concluir con algunos golpes de efecto. Tampoco se utiliza en el film.
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