11. Hummingbird (performed by Trey Lockerbie) (03:24)
12. Seven (performed by Daniel Kamas) (03:24)
13. Crayons (performed by Mathew Woolfrey) (03:51)
14. In Time (performed by Wendell Lee) (05:29)
15. Two Lovers (performed by Lindsay Ellyn) (03:35)
* Los mejores temas
Cello solos: Jakub Mayer
«Common Interest»
«Voting on Rights»
«Spreading Fear»
«The Playbook»
La dulzura, contención, belleza y ternura de una composición que define la fuerza del espíritu humano contra todas las dificultades, y acompaña calando, a cada nota, a cada nueva melodía y variación, en el oyente, contribuyendo en no poca medida a que los valores de tolerancia, justicia e igualdad que los protagonistas defienden, sean apoyados por la partitura con preciosismo y belleza deliciosa (atención a las entrada de un cello que llega a lo más profundo del corazón, “Voting on Rights”, y a la lucha entre este instrumento y el piano en “The Playbook”, pura inspiración al más alto nivel).
Dicen que lo bueno si breve, dos veces bueno, sólo que a veces, como en este caso, este refrán no se hace realidad al 100%. Aunque si lo único negativo es que se hace tan corta su audición que el replay es prácticamente obligado, creo que el compositor ha dado en el clavo.
Cada entrada del cello subyuga al oyente, cada aparición de un crescendo melódico te atrapa sin remedio, pero si hay que señalar el instante por antonomasia, sin duda la impresionante combinación de este instrumento en un juego de poder con el piano, “The Playbook”, a modo de sutil metáfora musical, ¡Braaaavoooo!
Un derecho inalienable, una partitura portentosa
Mientras en Estados Unidos se produce un furibundo debate sobre la legitimidad de la igualdad de derechos de los matrimonios entre personas del mismo sexo, La LGTB (siglas que engloban a la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales) continúa luchando por hacer valer los derechos que la Constitución les garantiza, pero las personas y el Gobierno les arrebatan cada día. Alimentada la confrontación por los medios de comunicación, las religiones que condenan la unión entre personas del mismo sexo y consideran una aberración la unión homosexual en matrimonio, el Derecho Civil a este continúa siendo una utopía para esta comunidad, aún en los tiempos modernos en que vivimos.
El derecho a amar es lo que este importante y necesario documental, The Right to Love: An American Family, pide en justicia, recogiendo la crónica de la historia de valor, coraje y lucha de una familia californiana compuesta por un matrimonio gay, Bryan Leffew yJay Foxworthy, y sus dos hijos adoptivos, contra la discriminación, ignorancia y odio, a través de una serie de videos recogidos en su canal de YouTube, de nombre Gay Family Values (Valores de una Familia Gay), en el momento histórico de la controvertida y altamente mediatizada Propuesta 8 (Prop. 8), durante el proceso electoral de 2008, que declaraba que “sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer era reconocido en el Estado de California”, invalidando todas las uniones gays y lesbianas en unidades familiares desde noviembre de 2008. Tras las elecciones, protestas y manifestaciones llenaron no solo el Estado sino el país entero, llevando a la creación de cientos y miles de demandas civiles, enfrentándose a la validez de la proposición, y a la injusticia anticonstitucional de su adopción.
Englobada en este estado de las cosas, la familia protagonista del documental nos muestra su vida, sus forma de afrontar la situación, sus esperanzas, el amor que se profesan, y su lucha por una justicia, y una igualdad, que ningún gobierno o sociedad, tolerante, justa y sin prejuicios, debiera prohibir o impedir con propuestas, enmiendas o procesos judiciales, pues tristemente, nos aboca a una involución, en lugar de a la evolución y mejora de la sociedad que todos, y reitero, todos, independientemente de credo, raza, orientación sexual, condición social o religión, merecemos, pues todos somos iguales ante la ley y ante los demás, y todos tenemos el derecho a elegir a quien amar,
Todos inalienablemente tenemos el derecho a amar.
La historia es recogida por la actriz, directora y documentalista americana Cassie Jaye (nacida Cassandra Nelson), que buscaba una forma de dar voz y ejemplo, mostrando que una persona de la LGTB, no es diferente de cualquier otra persona, enseñándonos la vida diaria de una familia homosexual con dos hijos adoptados, y cómo la educación , la honestidad y el respeto en este núcleo familiar puede servir de modelo ante aquellos que sólo se dejan llevar por prejuicios entre quienes abogan por esta injusticia, prohibiendo la unión en matrimonio de personas del mismo sexo, y poner una luz en la oscuridad de una sociedad anquilosada e injusta si se rige por prohibiciones en lugar de por la tolerancia y el respeto al otro, aunque éste no tenga tu misma orientación sexual.
Para acompañar esta historia, su lucha y la búsqueda de justicia, Edwin Wendler fue el compositor designado, aportando un score brillante a todos los niveles, y uno de los trabajos más destacados del pasado año 2012. Con un estilo minimalista, apoyándose en una grabación cristalina en los Smecky Music Studios de Praga y unos inspirados solos de cello a cargo de Jakub Mayer, la composición se centra en este instrumento y en puntuales contrapuntos al piano para definir musicalmente la cruzada de esta familia y su retrato entrañable en estos tiempos difíciles.
Para quien quiera tener una referencia clara de la música de Edwin Wendler para este film, podríamos señalar que se trata de una mixtura entre los talantes melódicos de tres compositores, Alexandre Desplat y Philip Glass, en el minimalismo melódico y a la par preciosismo compositivo, y el estilo de James Horner, por la técnica a la hora de enfrentarse a pocos instrumentos y a la vez sacar recursos y brillantez emocional del menos es más, que caracterizaba las obras menos sinfónicas de este autor.
La composición da comienzo a los sones de una marcheta pimpante, “Common Interest”, que denota una cualidad melódica evocadora (¿de tiempos más inocentes quizá?), a medio camino entre las cualidades de un Desplat minimalista y un James Horner emocional, para pasar a describirnos al piano y cello los objetivos de la Proposición 8, y como ésta afectará a la vida de miles de personas en California, “The Initiative”. Atentos a las brillantes florituras al piano a partir de su primer minuto, y cómo el cello entra y sale puntuando el montaje en pantalla.
Es entonces cuando encontramos el primer momentazo de la composición, “Voting on Rights”. Una textura intrincada de cuerdas va tejiendo el tapiz emocional, y aportando un intenso suspense, en espera de la subyugante y lírica entrada del cello hacia el 01:20, en que el drama se apropia de la melodía, llegando a poner en su conjunción con las imágenes en pantalla un nudo en la garganta, y provocando la emoción genuina en el oyente. La melodía crece a las cuerdas, con precisas presencias del cello solista, hasta concluir desvaneciéndose en el espectro sonoro, sin dejar claro si hay una razón para la esperanza.
La tensión y el desarrollo de las protestas de la LGTB y como la injusticia de la propuesta afecta a la familia protagonista, es reflejada por el compositor con melancolía mientras los pros y los contras de unos y otros se van desgranando, “For and Against”, dando paso al ThomasNewmanesque “Spreading Fear”, con percusión de marimba, gran trabajo a las cuerdas y solos de cello afligido, al tiempo que las tácticas de los políticos intolerantes se nos van mostrando a nuestro pesar.
Una nuevo y suntuoso solo de cello, “Tradition” nos prepara para lo peor, mientras notas al piano van apareciendo aquí y allá en un enfrentamiento melódico constante, tal como en el documental observamos a los partidarios de la Prop 8, y a los que defienden la igualdad y el reconocimiento a todo tipo de matrimonios. El juguetón “Spin” nos ofrece esperanza a través de los juegos orquestales que anticipan un posible giro de los acontecimientos, una vez más con el piano llevando la cadencia melódica hasta que la irrupción de un golpe de sintetizador al final nos devuelve a la realidad.
Una llamada a la esperanza, ahogada en la lluvia de un sintetizador que crea una atmósfera onírica, “Tears and Rain”, da paso al momento de la verdad, ha llegado el instante que todos esperaban, “Election Day”, y la intriga de unos juegos a sintetizador y piano, dan paso al positivismo melódico, cuando a partir del 00:31, una muy Horneriana melodía deudora de sus creaciones para Sneakers o A Beautiful Mind, a ritmo de marimba, violonchelo, triángulo, percusión y piano, nos conduce a los resultados finales a ritmo sincopado de sintetizador puntuado por el piano, desgranándose las notas en tempo lento, dando a entender que las noticias no han sido buenas para la libertad y la tolerancia.
Hasta concluir, en la mejor demostración de que la batalla continua y la esperanza nunca se debe perder en pos de la justicia, con el lleno de humanidad y belleza lírica, “The Playbook”.
Es el instante por antonomasia de la obra, donde el cello marca la pauta, mientras se debate con el piano por tomar el poder en la melodía, hasta concluir con la iteración pacífica entre ambos colaborando por fin en la evolución musical, olvidando rencillas, y dando forma en unión, al motivo final al que la partitura nos llevaba, el reconocimiento a un derecho que
nadie, ni gobiernos, ni partidos, ni leyes, ni ningún poder establecido puede dictaminar, a quien se debe querer. Porque sencillamente nadie puede arrebatar a nadie su Derecho a Amar.
«The Right to Love: An American Family» ha obtenido recientemente el galardón a Best Social Issues Documentary, dentro del Bare Bones International Film Festival. Los productores Ford Austin and Marc Wasserman asistieron al acto para recibir el Premio, y éstas fueron sus palabras al recogerlo:
“Tras tres años creando este documental, y recogiendo esta historia, y teniendo la experiencia de Ford Austin, tras sobrevivir a un casi mortal accidente de circulación el pasado año, este reconocimiento al trabajo duro y a la perseverancia en la búsqueda de justicia, nos hace estar tremendamente agradecidos. ¡¡¡Muchísimas gracias Bare Bones Film Festival!!!”
Y desde BSOSpirit debemos añadir: Muchísimas gracias por vuestro trabajo y vuestra lucha, Ford, Marc, Cassie, Edwin, Bryan, Jay,
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