Las vampiras de Navarrete |
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La película
El regreso de Neil Jordan al mundo vampírico nos trae una historia oscura, densa y pausada que cuenta como una inocente chica, Clara (Gemma Arterton) y su hija Eleanor (Saoirse Ronan) se transforman en vampiros durante las Guerras Napoleónicas, y de su huida a través de los siglos de una sociedad (la vampira) machista y conservadora, que no consiente ni concibe la existencia de mujeres vampiro, menos aún sin haber dado su consentimiento para recibir semejante «don». Y donde tras 200 años de huida, ambas mujeres terminan recalando en el pueblo costero donde todo comenzó.
Byzantium es una historia hipnótica, te atrapa desde el primer momento y no te suelta hasta ese maravilloso plano final con la voz de Eleanor de fondo. Todo esto es en gran medida gracias a las buenas actuaciones de Ronan y Arterton, y su química en la pantalla con papeles tan antagonistas. Al igual que la mano de Jordan para ofrecernos planos magistrales y saber contar una historia es de peso también en la valoración del film. La película trata el vampirismo, sí, pero también trata sobre el amor maternal y la sobreprotección, el querer tener siempre a un hijo junto a nosotros, el miedo a la soledad y la necesidad de estar con alguien… en cierto modo tiene bastantes similitudes con esa joya que es Let Me In (Tomas Alfredson, 2008). Los que la veáis sabréis a que me refiero.
El score
Javier Navarrete, pasito a pasito, se ha hecho un pequeño hueco en el cine internacional y desde su nominación al oscar por El laberinto del fauno nos ha ofrecido trabajos que han sido de una gran calidad como Inkheart, Mirrors o Wrath of the Titans, por citar algunas. Para Byzantium, tan oscura y atmosférica, ha optado por tener dos bloques temáticos bien diferenciados: uno con sonidos electrónicos, sintetizadores, guitarras eléctricas y zumbidos, unidos a piano y cuerdas amenazadores para mostrar la vida actual de las mujeres en una Inglaterra que escapa de la vista a la mayoría de los mortales. Temas como «Main Title», «Hotel Byzantium», «Hunters», «Thirst», «I’m Sixteen Forever» y «Always» son una buena síntesis de este lado temático para la película.
El otro bloque, más orquestal y que trata la vida pasada de las protagonistas, tiene como temas destacados «Eleanor’s Dream», «Ancient Knowledge», la oscura parte coral de «An Empty Island», la melancolía y belleza de la sección de cuerdas en «Whore», la riqueza temática de «My Mother Saw Her Chance» y el que para mí es el tema del disco y de la película: «Clara Immortal», donde coro, orquesta y electrónica se fusionan de forma perfecta para una de las grandes secuencias de la película. Y todo ello, he aquí mi gran sorpresa cuando escuché el disco, tomando como referencia y tema principal de toda la historia la Sonata in C Major, Opus 2, No. 3 de Beethoven. La cual se puede decir que es el tema adjudicado al personaje de Eleanor también.
Byzantium es una buena banda sonora, que casa muy bien con el hilo conductor de la historia, pero que para mi gusto pierde puntos cuando la base de partida es algo que ya está creado con anterioridad, aunque el desarrollo y variaciones en lo musical muestran el buen saber y hacer de Navarrete.
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