Una de las mejores noticias que comporta la edición de la banda sonora de Planes es que, en cierto modo, significa el retorno de Mark Mancina. No vamos a decir que supone su retorno a la primera línea, puesto que eso sería conceder demasiada importancia a esta película, llamémosla “menor”, de la factoría Disney.
Y digo “en cierto modo” porque tampoco es que el compositor californiano se hubiera alejado completamente de este mundillo, puesto que en los últimos años ha trabajado en series como Blood+ y Mentes criminales, en películas como August Rush, Imagine That o Hurricane Season y en videojuegos como Sorcery. No obstante, independientemente de su calidad musical, han sido encargos que no parecen estar a la altura de un compositor como Mancina, que en los años noventa y principios de la pasada década trabajó en proyectos de mayor envergadura, de Speed a Tarzán pasando por Twister, Bad Boys, Moll Flanders, Training Day o Brother Bear, por citar unos cuantos.
Lo que ha hecho Disney con Planes (Aviones) es intentar seguir sacando tajada de un producto de Pixar, en este caso de Cars, pero sin Pixar. Bueno… no del todo, puesto que al ser Aviones un spin-off de Cars no deja de tener en el fondo algunos cimientos de Pixar y, además, John Lasseter figura entre los responsables de la historia.
Donde son más patentes las diferencias es que Planes es una película muy enfocada al público infantil, tiene un sentido del humor bastante pueril y pocas concesiones a los adultos que acompañan a los niños al cine o les alquilan el DVD. Nos cuenta la historia de Dusty, un avión fumigador cuyo sueño es participar en un rally llamado “Alas alrededor del mundo”. Con la ayuda de sus amigos y los consejos de un huraño avión de combate que ya no puede volar, llamado Skipper, se desarrolla una historia más predecible que el guión de un anuncio de detergente. Eso sí, técnicamente está bien hecha, está llena de bonitas estampas aéreas y es del gusto de los niños, lo que ha permitido a la compañía recuperar con facilidad los 50 millones de presupuesto, relativamente modesto si tenemos en cuenta que Cars 2 costó cuatro veces más.
En cuanto a la música, Mancina cumple con creces. Su partitura puede considerarse convencional para el tipo de película a la que sirve, con temas de acción contundentes, fanfarrias triunfalistas y algunos motivos dramáticos. Está claro que no es la película para apostar por algo más original o arriesgado. La música es la que mejor le va a la historia y es justo lo que se pedía al compositor. Pero dentro de ese convencionalismo se aprecia un trabajo cuidado al detalle, con muchos matices que enriquecen la escucha y una combinación de instrumentación orquestal y rockera muy bien compensada, que no chirría en ningún momento.
Hay quien la tacha de anticuada o pasada de moda, como muy propia del Mancina de los noventa. ¿Es un sonido buscado a propósito? Tal vez… pero no importa, ya que lo importante es que funciona perfectamente con la película y su escucha es divertida.
Se apoya en un tema principal potente, utilizable como fanfarria heroica, como tema de acción o como leitmotiv dramático, evidentemente ligado al personaje del avión protagonista. Mancina lo emplea con frecuencia a lo largo del film y es el que se le clava en el cerebro del espectador de manera inevitable.
En la edición discográfica lo encontramos en primer lugar en “Planes”, una versión no incluida en la película que sirve para exponer con toda su fuerza y optimismo este tema principal. Comienza con una trompeta solitaria de aire militar y luego arranca con el impulso de la percusión y las guitarras eléctricas. Los metales entran en la partida poco después, seguidos de las cuerdas, para acabar con una vibrante interpretación del tema principal cargado de adornos y florituras.
El mismo leitmotiv lo encontramos al final del siguiente track, “Crop Duster”, pieza de marcada comicidad, con juegos de maderas, pizzicatos y demás… También suena muy triunfal en “Dusty Steps Into History”, al inicio de “Running on Fumes”, en plan grandioso en “Dusty Soars”, solemne en “1st Place” y rockero con coros en “Honorary Jolly Wrench”.
Para Skipper, Mancina utiliza un leitmotiv más dramático. Lo encontramos, por ejemplo, en la segunda mitad del breve “Skipper Tries to Fly” sonando con carácter solemne, además de en “Skipper’s Theme (Volo Pro Veritas)”, un track adicional exclusivamente con coro.
El tercer motivo temático aporta una nota de color distinto al resto de la partitura. Es el que utiliza en clave romántica en “Dusty & Ishani”, cuando el fumigador protagonista sobrevuela la India –con vistas sobre el “Taller Mahal”- en compañía de la oriental competidora por la que bebe los vientos. Es una pieza con sitar, flauta y percusión india que podría venir firmada por el mismísimo Mychael Danna y en la que voces masculina y femenina se van alternando hasta fusionarse. Puro Bollywood.
Por lo demás, tenemos unos cuantos temas de acción en los que el compositor juega con patrones rítmicos diversos, a veces con orquesta sinfónica, a veces con instrumentación de rock y a veces con las cosas a la vez. En este bloque de pistas son de destacar “Last Contestant”, “Start Your Engines”, “Leg 2 / Bulldog Thanks Dusty”, “The Tunnel”, “Running on Fumes”, “Leg 7” o “Skipper to the Rescue”.
El sonido triunfalista, a través del tema principal y otras fanfarrias, lo escuchamos en cortes como “1st Place” y “A True Victory”, mientras que entre los tracks de corte más dramático tenemos la segunda mitad de “Hello Lincoln / Sixth Place”, el mencionado “Skipper Tries to Fly”, el flashback de “Skipper’s Story” que contiene un final con voz femenina muy evocadora de un sentimiento de pérdida, o “You’re a Racer”, que emplea cuerdas y maderas, acompañadas de guitarra acústica, para pasar de un inicio triste a un final más esperanzador, con coda de aire indio en clara referencia al personaje de Ishani.
Aparte del score en sí, el disco incluye variascanciones. “Nothing Can Stop Me Now”, interpretada por Mark Holman es lo primero que suena en la película y se vuelve a utilizar en los créditos finales. Es una canción correcta, potente y vitalista, muy adecuada para el tono de la película. “You Don’t Stop – NYC” (Chris Classic y Alana D) tiene un inicio con piano y cierto aire clásico hasta la irrupción del rapero de turno. Se usa en la llegada de Dusty a Nueva York para comenzar el rally. Por su parte, “Fly” se apoya en un riff de guitarra eléctrica de corte heavy y se emplea en escenas de transición en las que el locutor va comentando los resultados de las sucesivas etapas.
Hacia el final del CD encontramos un par de curiosidades. Por un lado, la canción “Love Machine”, interpretada por Antonio Sol y que comienza a entonar el personaje del Chupacabras, un avión mexicano que se hace amigo de Dusty y que le tira los tejos –con poca gracia, todo sea dicho- a la participante francesa, y “Ein Crop Duster Can Race”, tema de carácter folklórico alemán cantado por Dave Wittenberg.
Concluyendo, puede decirse que la banda sonora de Planes es un buen trabajo de Mark Mancina, entretenido, bien trabajado y que consigue una escucha disfrutable fuera de la película. Eso sí, no deja de ser convencional y predecible como la propia película. Que nadie espere sorpresas en este aspecto. Lo importante es saber que Mark Mancina “ha regresado” y esperamos que sea para quedarse.
|
No hay comentarios