Una música llena de aciertos |
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Vaya por delante mi admiración a Steven Price por la gran composición que ha realizado para el film de Alfonso Cuarón. Mi admiración por dos motivos principalmente.
Uno: Haber realizado una música que es un auténtico personaje en el film, dotando de “diálogo cuasi-real” que se complementa y, a veces interactúa de manera muy realista, con los pocos personajes reales del film. La frecuencia de radio y los latidos de corazón, insertados en la composición de Price, son claros ejemplos de cómo la música interactúa con el personaje.
Dos: Crear debate. Hacía mucha falta una verdadera música que nos despertará del letargo creativo-crítico a los aficionados. Más allá del Horner si / no; Zimmer modo on / off, en modo bucle en el que llevamos años metidos, aparece Steven Price a soltarnos una música en una película donde lo primero que se ve es un cartelito que indica “a 600 kilómetros de la tierra no hay nada que transporte el sonido”.
¡Toma ya!
¿De verdad hacía falta una música para este tipo de película? ¿Es necesario realzar la ya tensión que crea esta película con música? ¿No es contradictorio el mensaje que quiere transmitir el film con usar música? Todas estas preguntas las contesto con dos palabras: motivo uno.
Personajes solitarios, con pocos recursos. Música solitaria, con pocos instrumentos (“Above Earth”). Personaje que se “acelera” ante dificultades, música que acelera el tempo (“Parachute”). Personajes que interactúan con el entorno. Música que es parte del entorno (“ISS”). Personaje que quiere sobrevivir a su tormento con esperanzas. Música que le transmite esa esperanza a través de una voz femenina. ¿Su hija? (“Shenzou”)
Les aconsejo que empiecen escuchando directamente el tema “Don’t Let Go” y van a consolidar sus razones de por qué les gusta la música de cine. Si se dejan llevar por la imaginación, claro. Y los que aún no son aficionados, vayan a un lugar tranquilo, oscuro si es posible. Recostados. Pongan “Don´t Let Go” y cierren los ojos. Su mente hará el resto.
Y por supuesto un tema principal, “Gravity”, esperanzador, feliz por la meta alcanzada. Levanta el ánimo. Muy aplicable para aquellos que pelean por superar su crisis de fe, de dinero…, qué más da lo que sea.
Queda claro que, en mi opinión, es una clara candidata a los premios BSOSpirit y los Oscar.
Eso es música de cine. Esto es la música clásica del siglo XX-XXI.
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