Breve obra de arte animada |
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Makoto Shinkai es uno de los grandes animadores japoneses post-Miyazaki. Sus historias se caracterizan, por encima de todo, por su poesía visual. Todo lo que sale de sus lápices es una verdadera maravilla. Amor, amistad, sueños… son las bases de su filmografía que, aunque aún es escasa pues sólo ha rodado dos largometrajes: The Place Promised in Our Early Days y Children Who Chase Lost Voices from Deep Below. El resto de sus historias son cortos o mediometrajes. No hay duda de que estamos ante un autor que llegará a ser uno de los más señeros en la animación con el paso del tiempo, aunque su estilo tan personal no sea del gusto de mucha gente. Tiempo al tiempo.
Es precisamente uno de sus bellos mediometrajes este The Garden of Words, el cual, durante escasos 45 minutos, nos cuenta la historia de un joven estudiante de secundaria, Takao, que durante sus escapadas en días de lluvia a un precioso jardín japonés entabla amistad con Yukino, una chica mayor que él por la que, con el paso de los días, se siente atraído. Poco a poco los dos irán intimando en un momento muy significativo de sus vidas, bajo ese quiosco del jardín, dándose compañía y algo más el uno al otro. Siempre con la lluvia como fiel acompañante.
Una oda a la lluvia y al amor
Y siendo esa lluvia un protagonista más de la historia no es de extrañar el tracklist de esta BSO, compuesta por Kashiwa Daisuke en su práctica totalidad para piano, tenga la lluvia como referencia. Son siete bellos temas que acompañan los momentos más significativos de la historia con una delicadeza extrema, como esas gotas que caen de continuo en el suelo y en el estanque.
«A Rainy Morning» comienza como una llovizna suave, tranquila y contenida, hasta que el murmullo de las gotas de agua va creciendo, así como el cielo descarga más y más. Asimismo el piano no aumenta la intensidad en absoluto, lo que permite dejarnos ya entrever una pincelada de unos posibles conflictos internos tanto en Yukino como en Takao.
«Greenery Rain» es un tema que va dejando al descubierto la felicidad que anhela salir de ambos protagonistas para perseguir esos sueños que parecen estar fuera de su alcance. Un pequeño brote de alegría aparece en la melodía, mostrando el consuelo que une a estas dos almas pesadumbrosas. Aunque la melancolía vuelve a ir creciendo en los acordes del piano y el dolor de la experiencia de los personajes se vuelve a hacer sentir con mayor intensidad. No obstante, la música siempre parece decirnos que incluso con los altibajos de la vida, la felicidad va a estar a la vuelta de la esquina, siempre y cuando se luche por ella.
Conforme la historia de la pareja va tomando forma, aparece «Rain of Recollection», un tema en el que el piano escenifica la unión de dos almas gemelas. Yukino y Takao no necesitan decirse nada, sus miradas, los bocetos de él en su cuaderno, ella y su cerveza acompañada de chocolatinas es todo lo que necesitan para ser felices mientras la lluvia sigue resonando a su alrededor. Y, aunque la sección central tiene un tono triste, el final deja una huella inconfundible de alegría, aunque la forma en que la pieza se desvanece sugiere la interrupción de ese maravilloso momento que han compartido.
Uno de los momentos más significativos del score llega de la mano de «While Hearing Sound of Rain», donde una simple toma de medidas para un zapato se puede convertir en una escena de amor de lo más tierna. Él se da cuenta de que lo desconoce todo prácticamente de ella, mientras las notas del piano van cayendo livianas como la lluvia y, aún así, nada le importa, sólo ese momento junto a ella y la felicidad que le procura su sola presencia.
«A Silent Summer» nos muestra la soledad de los personajes a través de una delicada y a la vez desolada melodía del piano. Yukino anhela la temporada de lluvias, aunque se niega a sí misma el porqué, y Takao se vuelca en la que quiere sea su profesión para poder hacer que Yukino quiera volver a levantarse en la vida, mientras la melodía se abre paso a su final siempre con ese tono melancólico, triste, pero a la vez con un halo de esperanza.
Y tras una breve tregua, es cuando «The Afternoon of Rainy Day» irrumpe, derramando todas las emociones reprimidas. Piano y chelo ofrecen una melodía de esperanza, lo que sugiere que ese futuro ya no parece tan fuera del alcance de ambos. Las emociones fluyen, las lágrimas se derraman reforzadas por el chelo, y el piano concluye con un motivo que hace que los protagonistas se den cuenta que hay que ver más allá del dolor y los moldes para tener una vida mejor. Sin preocuparse por los obstáculos venideros, aferrándose al presente y lo que les ha ofrecido.
Así pues, el trabajo de Kashiwa Daisuke en The Garden of Words es más que eficaz para transmitir esos estados de ánimo y emociones que muestran los protagonistas bajo la lluvia, sin la necesidad de utilizar palabras. Este pequeño score expresa tanto en tan poco que queda demostrado que aún hay espacio para bandas sonoras más matizadas y tranquilas, que nos calan muy hondo en el corazón.
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