Un score redondo de sabor nórdico |
|
En los últimos años hemos asistido al crecimiento del cine del norte de Europa, principalmente basado en novelas de temática de suspense o investigación. Siempre con un carácter tremendamente frío y gris. Sin embargo hay algún cine que se sale de dicha norma que no parece recibir tanta publicidad, y que sin embargo merece tanto o más la pena.
King of Devil’s Island es una de estas películas. Dirigida, hace ya como cuatro años, por Marius Holst (sin estreno en nuestro país) narra un drama que se desarrolló en Noruega a principios de siglo. Una isla, convertida en un reformatorio para jóvenes, es testigo de una rebelión que se produce tras un intento de fuga y posterior represalia de las autoridades de la isla. La película fue una de las grandes triunfadoras de los premios Amanda (los Oscar noruegos) hace ya varios años, uno de los cuales fue a parar precisamente a su estupenda banda sonora. Una gran muestra de estupenda partitura de corte dramático.
Para escribir musicalmente dicha historia el director, inicialmente, quería haber contado con el famoso grupo Sigur Ros, más conocidos por su música ambiental y electrónica. Sin embargo, la suerte quiso que no pudiera contar con ellos y en su lugar entrase en juego uno de los compositores más destacados del norte de Europa.
Johan Söderqvist se hizo un espacio entre los aficionados gracias a la maravillosa partitura para la película Let the Right One In. Pero, posteriormente ha continuado demostrando que se trata de uno de los compositores más destacados que tenemos en Europa. En esta ocasión pone su trabajo al servicio de una partitura dramática cargada de melancolía y tristeza, pero repleta de clase y calidad, como es habitual en él.
En su conjunto la partitura nos presenta una música con gran carga dramática y dos temas principales que se encargan de proporcionarnos las emociones de la historia. La música, de manera muy sutil, va evolucionando hacia un final cargado de mayor emoción y brillo que en su inicio. Söderqvist no presenta la partitura en un orden completamente cronológico, pero si que se ha encargado de prepararla de manera que su presentación en disco funciona perfectamente. Todo un acierto
Otro acierto es la orquestación. El compositor quería que, de alguna manera, el carácter noruego de la historia quedase marcado en la música. Para ello, aparte de mantener la instrumentación eminentemente pequeña e intima, proporciona los elementos más destacados a dos instrumentos folk noruegos: el hardifingele (un violin de sonido muy especial, roto y frágil) y la flauta de sauce (especie de flauta de pan con un sonido de entre canto de ballena y viento). El acierto no viene sólo por la utilización de los mismos, sino que su especial sonido le proporcionan un carácter tremendamente frágil y melancólico a la música.
Aparte de dos piezas que el compositor presentó como demos para mostrar al director lo que perseguía con la música y el especial sonido de la instrumentación (y que podemos escuchar en “Alone 1” y “Alone 2”), entremezclándolas en el disco sin romper en absoluto el desarrollo de la partitura; los temas principales son el alma de la banda sonora. En ocasiones introduce una mayor carga de intensidad y tensión, que permite mantener perfectamente el ritmo de la partitura. “The Riot”, “The Haunt” o “The Soldiers Come”, introducen percusión, ritmo y fuerza en los momentos necesarios. En otras ocasiones es suspense y oscuridad como en “The Woods”, “Burning Barn” o “Ivar Disappears”. Los 38-39 minutos de banda sonora no desfallecen ni aburren en ningún momento.
En el desarrollo de la partitura, los dos temas principales van entrecruzándose a lo largo de la misma. “Prologue” se encarga de introducir el primero de ellos con ese sonido de violín roto que mencionaba anteriormente. Es el tema que sirve para situarnos en el ambiente, en la situación donde se va a desarrollar la historia. Es el tema de la isla a la que hace referencia el titulo de la película. La sensación de soledad y tristeza, acentuada por la fragilidad de la música, nos inunda y va marcando las emociones que inundan a los protagonistas allí. “First Night” o “Erling is Caught” son muestra de la fuerza de esta música, que en ocasiones se presenta con una mayor presencia del resto de la orquesta. O, si es necesario, delicadamente en la flauta de pan como en la conclusiva “Epilogue”, proporcionando un cierre en tono menor a la banda sonora
El segundo tema principal, más identificado con los protagonistas humanos, se presenta a continuación en “The Arrival”. Aunque muy similar en estilo y sonido, la pieza tiene un color más brillante, emocional y melancólico. Esta pieza se convierte probablemente el tema principal de la banda sonora. “The Latrine” y “The Lineup” lo vuelven a introducir. Pero es en piezas como “Erling Carries Stones” con la presentación de la línea melódica en flauta de sauce, donde queda cargado con una delicadeza que realmente contrasta tremendamente con el tono de la historia. Sin embargo, es en este tema donde se aprecia mucho mejor la evolución que va sufriendo la partitura, ganando luz y emoción hacia su parte final.
Una mención quiero hacer a una técnica que utiliza Söderqvist y que funciona de maravilla durante toda la banda sonora. En ocasiones, la música presenta pausas no largas, pero si más marcadas de lo que suele ser habitual. La sensación que nos queda es de mayor incertidumbre. Nos crea una sensación más intensa de drama y ansiedad en la partitura. Como si parase de repente la melodía, y continuase de nuevo. Como si la duda, el temor de los protagonistas asaltase a la música.
Cuando alcanzamos los “End Credits” llegamos sin duda a la mejor presentación de ambos temas. El carácter humano cuenta con un mayor peso, especialmente cuando, repentinamente y por única vez, la música para de nuevo y solo piano aparece presentando el tema humano principal. El resultado es realmente precioso y delicado. Completando el drama musical de la historia.
La discográfica Caldera con este segundo titulo, vuelve a ofrecernos una partitura cargada de clase y calidad. Sus otros títulos, que iremos presentando próximamente, también lo hacen, y realmente deberían convertirla en un nombre a seguir entre los aficionados. Y de nuevo vuelve a ofrecernos el regalo de un audiocomentario de gran calidad. En esta ocasión, casi media hora de conversación entre el director, el compositor y el responsable del sonido de la película (moderados por un periodista) en un documento que redondea la presentación de la banda sonora. Todo un regalo.
|
No hay comentarios