Puntúa esta banda sonora

 

 

  Snowpiercer

(Rompenieves)
Marco Beltrami
     
Año:   2014
Sello:   Varèse Sarabande
Edición:   Normal
Nº Tracks:   20
Duración:   56:05
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Fernando Fernández

 
1. This is the End (3:41)
2. Stomp (1:00)
3. Preparation (3:10)
4. Requesting an Upgrade (3:40)
5. Take the Engine (2:04)
6. Axe Gang (2:22)
7. Axe Schlomo (1:47)
8. Blackout Fight (4:24)
9. Water Supply (2:32)
10. Go Ahead (2:45)
11. Sushi (1:14)
12. The Seven (1:00)
13. We Go Forward (2:05)
14. Steam Car (2:38)
15. Seoul Train (2:26)
16. Snow Melt (2:02)
17. Take My Place (5:56)
18. Yona Lights (3:33)
19. This is the Beginning (4:00)
20. Yona’s Theme (3:38)
 
 

«This Is the End»
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«This Is the Beginning»
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«Yona’s Theme»
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La originalidad de la presentación de su música y sus múltiples motivos, que proporcionan una especie de cohesión narrativa realmente destacada a la partitura.


Ciertos momentos cargados de atmósfera, especialmente en su parte central. Incluso cayendo en el completo diseño de sonido como “Steam Car”.


La resolución emocional de la partitura. La luz de una humanidad perdida en un mundo helado. Tal vez la conclusiva “This Is the Beginning” pueda ser la más fácil de señalar. Pero personalmente me quedo con “Take My Place” como el verdadero corazón de esta banda sonora.

BSOSpirit opina

Nota media: 7,33
 
David Doncel (8), Fernando Fernandez (7), Asier G. Senarriaga (7), Óscar Giménez (7), Juan Ramón Hernández (7), David Sáiz (8)
 

 
Beltrami y el tren postapocalíptico
 

altSi hay un género dentro de la ciencia-ficción apocalíptica es el de los mundos distópicos y extremos. Donde la humanidad siempre muestra su peor cara, hasta que la historia nos muestra un brillo de esperanza al final. Muestras de este tipo de historias las hay de todo tipo, y esta es una más de ellas. Una, más que brillante, película dirigida por uno de los más conocidos directores coreanos, Joon-ho Bong, que se lanza aquí a su primera aventura en el cine americano. Y a diferencia de muchos de sus congéneres, en vez de caer en manos del Hollywood más típico (dependiendo del caso, con mayor o menor fortuna), consigue mantenerse dentro de su estilo personal, cercano espectacular que ya conseguimos disfrutar con la maravillosa The Host.

altEn esta ocasión nos encontramos con una historia de un futuro en el que la humanidad consigue sobrevivir a un apocalipsis glaciar creado por nosotros mismos, encerrados en un tren que recorre sin ningún tipo de parada un infinito trayecto a través de lo que antes era la Tierra. Dentro de ese tren se ha generado una situación de castas similares a las que podía existir en cualquier población del mundo, con los pobres y marginados en la cola del tren. Mientras los afortunados y ricos viven en la cabeza de este “Surcador de las Nieves”, disfrutando de una vida plena. Hasta que la chispa salta, provocando la rebelión de los marginados, que deciden asaltar el tren avanzando hacia la cabeza del mismo. A la película le costó ser estrenada en Europa y Estados Unidos, a pesar de las buenas críticas recibidas en diversos festivales. Pero afortunadamente consiguió llegar a nuestras costas. Y con ella la estupenda partitura que Marco Beltrami ha compuesto para la misma. El disco fue lanzado en el país de origen, pero este verano sus derechos fueron adquiridos por Varèse Sarabande, lo que hace que sea más sencillo de conseguir por los aficionados. Algo que hay que celebrar, porque la banda sonora lo merece.

altLa partitura es clásico Beltrami. Era uno de los compositores ideales para el proyecto y el resultado así lo confirma. Vaya por delante que no es una banda sonora sencilla, ya que la ambientación y atmósferas son elementos esenciales. Y más aún en este caso, donde estamos hablando de una película cuya ambientación y diseño de producción proporciona buena parte del interés de la misma. Si le añadimos el habitual buen hacer y calidad que el compositor suele aportar a la instrumentación y sonido de sus partituras, habitualmente muy original y muy específico para el proyecto en el que se encuentre trabajando, el resultado es realmente bueno.

altLa música se encarga, por tanto, de seguir la línea de atmósfera y ambientación de la película que mencionaba antes. Oscura, triste, y en momentos realmente violenta en su acción. No se aparta de la pauta que el director ha marcado en esta historia. Sin embargo, lo hace con un fuerte componente narrativo que, si consigue atraparnos, hace que sigamos pendientes de la historia que la música nos narra. El mismo Beltrami nos comenta cómo hay tres elementos principales en la banda sonora que se encargan de conformarla. Por un lado, el propio ambiente helado y solitario que es ese mundo apocalíptico. La idea es incluir un motivo que sirve como recordatorio a aquellos que viven dentro del tren de lo que es el mundo exterior. Para ello, Beltrami utiliza diversos recursos. Desde sonidos de atmósfera y ambiente, como un viento en un paraje desolado que escuchamos el principio de “This Is the End”, o en piezas como “The Seven” o “Steam Car”. Entre los efectos, hay varios totalmente reales de tren, utilizados maravillosamente por Beltrami. Parecen formar parte totalmente de la electrónica de la partitura. Consigue que creen atmósfera sin que esta se convierta simplemente en diseño de sonido, sino que sea parte completa de la música y la partitura. Un auténtico acierto por parte del compositor.

altDicho efectismo sirve además como base para reflejar otro de los elementos utilizados como motivo por Beltrami: el “movimiento perpetuo” de ese tren protagonista. Para ello, primero le da a toda la partitura, sea atmosférica, acción, emocional o ambiental, una sensación de avance, de movimiento, realmente conseguido. Estructuras repetitivas en orquesta, piano, electrónica y percusión que nos hacen sentir que la música se encuentra en constante evolución. Pero además, utiliza un motivo como base de dicho “movimiento perpetuo” que va utilizando en diversas ocasiones a lo largo de la banda sonora. El motivo queda presentado principalmente en “Preparation”, con un ostinato en la sección de cuerda, bajo la que se incluye un ritmo que acentúa aún más dicha sensación. El motivo además reaparece a lo largo de la banda sonora de nuevo en piezas como “Requesting an Upgrade” o en “We Go Forward”, donde es interpretado por el teclado al inicio del tema, dando paso a las cuerdas posteriormente.
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altEste efecto rítmico y percusivo consigue, además, crear una sensación de fuerza y potencia que favorece la presentación de los momentos de acción. Estos quedan mucho más resaltados entre otros más ambientales o emocionales, de manera que cuando aparecen son realmente efectivos. Valga de ejemplo uno de los momentos destacados de la película que comienza con “Axe Gang” y la rebelión comenzando su marcha hacia la parte delantera del tren. Esa percusión metálica, continua y rítmica, casi de reloj, que incluso hace aumentar la sensación de tensión en la música. El ejemplo definitivo es “Blackout Fight”, que probablemente sea uno de los temas más destacados de la banda sonora.
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altEl tercer elemento se encarga de aportar el tono emocional a la música. Dicho elemento lo encarna uno de los personajes secundarios de la película, Yona. Ella representa la parte emocional perdida de la humanidad, y cuenta con el único tema claramente definido en la banda sonora y que escuchamos en la apropiadamente llamada “Yona’s Theme”.
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Dicho tema, como el resto de los motivos descritos, aparecen a lo largo de toda la partitura y en todos y cada una de las piezas. En el caso del tema de Yona, su figura en forma de vals en ocasiones es realmente difícil de apreciar en un primer vistazo. Es más, las notas a piano que primero escuchamos al empezar la banda sonora en “This Is the End” son dicho tema. El mismo queda presentado a un tempo y ritmo totalmente diferente y que va evolucionando a lo largo de toda la partitura. Aparece en dicha forma también en “Water Supply” o en “Yona Lights”, que presenta una evolución en el mismo que nos lleva hacia la resolución de la historia.

altY es que, además, la música, casi sin darnos cuenta, va evolucionando y cambiando a lo largo de la banda sonora. Otro elemento más que prueba la calidad de trabajo que ha realizado Marco Beltrami en esta película. Desde el ambiente y la oscuridad inicial, el elemento emocional va cargando la misma. A partir de “Snow Melt”, con su delicado piano y violín, con ese sonido roto característico que hemos venido escuchando hasta ahora (otro elemento más que aporta Beltrami como característica y símbolo de la decadencia del mundo en el que se desarrolla la historia) entramos en la conclusión de la narración.
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“Take my Place” es otra pieza destacada, cargada de melancolía y tristeza. Cuenta con un estilo casi de “réquiem” proporcionado principalmente por el sonido como de órgano en el que se desarrolla la línea melódica principal del mismo. Se trata de una pieza cargada de tristeza y sacrificio en su parte inicial, que va llenándose de emoción, brillo y fuerza en su parte final con la entrada del resto de la orquesta.
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La música avanza hacia la catarsis final en la conclusiva “This Is the Beginning”, donde alcanza el máximo punto de emoción y brillo. No simplemente por la presentación del tema de Yona y el motivo del “movimiento perpetuo”, sino porque dicha presentación cuenta con una orquestación totalmente diferente a lo que habíamos escuchado hasta entonces. Incluso el piano y el violín, acompañados por la orquesta al completo, no tienen el sonido roto habitual. En esta ocasión quedan presentados de una manera limpia y definida. La música tiene aquí una ejecución ya definitiva y más habitual. Es el final de la historia.
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altEn resumen, una banda sonora que puede no resultar sencilla de escuchar, pero con momentos realmente brillantes, gracias al estupendo trabajo de Beltrami. Puede hacerse algo pesada en su segunda mitad, ya que parece acumular buena parte de los elementos ambientales de la partitura y hacerse algo larga hasta que se alcanza su parte final, que es la más destacada. Pero desde luego la originalidad de la banda sonora en su conjunto, y el trabajo impecable del compositor la convierten en todo un regalo. Si se consigue entrar en ella, es de las que permite disfrutar. Es uno de los trabajos destacados del compositor, incluyendo su pequeña (es gracioso si se le entiende la letra) pieza final oculta.