25. Have Yourself a Merry Little Christmas (02:04)
Tema principal o Marcha de los Monuments Men en «Opening Titles»
Tema de la misión en «The Roosevelt Mission»
Tema de las obras de arte en «Siegen Mine»
Tema de Jeffries en «The Letter»
Tema de Claire en «Champagne»
Tema del Retablo de Flandes en «Ghent Altarpiece»
La extraordinaria variedad de motivos, melodías y temas. El arrebatador recorrido por los estilos musicales de tres grandes de la música de cine, como Elmer Bernstein, Maurice Jarre y John Williams, sin perder por ello su toque propio, ni dejar de ser en ningún momento Alexandre Desplat. La emoción y entrega que destila la música, incluso donde la película adolece de las mismas. Y sobre todo, el inolvidable, apoteósico tema central, “Opening Titles”, “End Credits”, que todo espectador abandona silbando al final de la proyección. Se trata de ese lugar abstracto en el que la magia se crea y una composición se torna eterna. Desplat lo alcanza de lleno.
Que tras llegar al track número 24, el score se acaba. No obstante siempre nos quedará la opción de volver a pulsar “play” desde el inicio.
Dos, superlativos: la presentación musical del escuadrón de protagonistas, a los sones de una marcha épica, lírica, cómica y emocionante a un tiempo, pero sobre todo inolvidable, “Opening Titles”; y el final, con los aliados desafiando al tiempo y a los rusos en un desesperado intento por recuperar el arte saqueado de la mina, restituir la Virgen robada al pueblo de Brujas y rendir tributo al sacrificio de sus amigos caídos en combate, “Finale” y “End Credits”. Desplat nos lo dice todo gracias a la música, y es esta la que consigue lo que el film intenta desesperadamente, que todos nos sintamos Monuments Men. Chapeau, Monsieur!
BSOSpirit opina
Nota media: 8,70
Ángel Aylagas (8), Fernando Fernández (9), Rubén Franco (8), Asier G. Senarriaga (10), Óscar Giménez (8), Ignacio Granda (8), Juan Ramón Hernández (8), David Martínez (9), Jordi Montaner (9), David Sáiz (10)
Tras regresar del visionado del film y leer las opiniones y veredictos de público y crítica en Estados Unidos, realmente me costaba entender la frialdad de la acogida y lo furibundo de algunos ataques, cuando mi sensación al concluir la proyección, subjetiva por supuesto, era la de haber asistido a una entretenida y amena clase de historia, y sobre la historia. Al estilo Hollywood, sí, pero con mucha más miga de la que aparentemente nadie en USA había parecido percibir. Si bien el film avanza a buen ritmo, sí entiendo que se le pueda pedir menos esquematismo y mayor sentido del peligro ante lo que acontece, pero no debemos olvidar que las cosas sucedieron así, y que los Monuments Men no eran hombres de acción, sino protectores del legado artístico de la Historia, en mayúsculas.
Este film, tras salir de la sala, sentí, debía ser mostrado en todas las escuelas y colegios del mundo, para enseñar a cada alumno y a cada mente en formación de esta y de todas las épocas el significado y la importancia del arte en la evolución de nuestra sociedad. Porque, como dice uno de los personajes a lo largo de la narración, si borras el arte borras nuestra historia.
Porque esculturas, pinturas, edificios, novelas, el cine mismo, la música, deberían ser celebrados cada día, y esta película, con sus defectos, pero sobre todo gracias a sus virtudes, es un magnificente tributo al arte, y al respeto, respeto y admiración a las obras inmortales que la raza humana es capaz de crear.
Clooney & Desplat: Dos mentes afines, dos artistas consumados
Aunque pudiera parecer que la relación entre Alexandre Desplat y George Clooney comenzara con su colaboración en The Ides of March, lo cierto es que venía de más atrás, desde que músico y actor y director se encontraran durante la producción de Syriana, que el primero musicó, y que posteriormente reportaría al segundo su primer Oscar de la Academia, al mejor actor secundario. La segunda estatuilla, curiosamente, la obtendría como productor de Argo, tercer y excelente film de Ben Affleck como director, y que otorgó asimismo a Desplat una nominación por su labor en la creación del score. Es lógico, por tanto, que para su siguiente película tras las cámaras, Clooney contara de nuevo con el francés, tras su excepcional aportación en colaboraciones previas.
No cabe duda de que Clooney es una persona leal y, si logra entendimiento con aquel con quien colabora, la relación de trabajo no se limitará a un único proyecto. En el caso de Desplat, dar una definición tan física y clara musicalmente al enmarañado y complicado entramado político de The Ides of March, logrando tan memorable composición, le puso en la rampa de salida para el ambicioso proyecto de sacar adelante en formato cinematográfico la historia de The Monuments Men, y la aventura de recuperar el legado artístico europeo de manos nazis, durante la Segunda Guerra Mundial. Una misión encomendada al escuadrón por el propio presidente Roosevelt, en pro de la defensa cultural de la vieja Europa frente al expolio del Tercer Reich.
Y es en este nuevo trabajo conjunto donde la relación entre ambos ha explotado, consiguiendo el músico uno de los trabajos más impresionantes, detallados, inspirados y bellos de los últimos años, calzándose los zapatos de maestros de maestros tales como Elmer Bernstein, Maurice Jarre, John Williams o Alfred Newman, para entregarnos un homenaje musical al género bélico y a las inmortales historias de honor, respeto y camaradería entre un grupo de personas unidas por el destino para llevar a cabo una misión más grande que la vida, tras las líneas enemigas.
Es la historia de un escuadrón civil, es la historia de la preservación de la historia de Europa a través de la salvaguarda de su patrimonio artístico, es la historia de unos hombres que lograron su objetivo a través del sacrificio, con integridad, honor y valentía, es la historia de un éxito, que nunca debe ser olvidado,
es la historia de los Monuments Men.
Gracias Mr. Clooney, y gracias al extraordinario e inmaculado cast, perfecto, excepcional, por toda la emoción, y la devoción, una vez más, al ARTE, en mayúsculas.
Y gracias a Alexandre Desplat por la creación (además de participar en un entrañable rol durante el film) de una partitura destinada a perdurar, llena de gloria, belleza, emotividad, brillantez y magia, una de las más logradas de su carrera, si no la mejor, por enmarcar con perfección la labor de amor, integridad y sacrificio de los
Monuments Men
Bien sur, mon ami!
The Monuments Men, corte a corte
En los comentarios siguientes sobre cada uno de los tracks de la edición discográfica se explica en qué escenas se utiliza la música, por lo que es inevitable la inclusión de spoilers. Si no habéis visto el film y no queréis que os lo destripemos, dejad de leer. Avisados estáis.
1. The Roosevelt Mission (01:20) Desplat nos presenta de entrada uno de los temas más destacados y utilizados de la banda sonora. Es el que podemos llamar “tema de la misión”, ya que suena por primera vez cuando Frank Stokes (George Clooney) propone al presidente Roosevelt recuperar las obras de arte que han saqueado los nazis. Aquí lo tenemos con un claro aire militar. Tras un motivo de trompa –utilizado con frecuencia en la banda sonora- la trompeta interpreta la melodía, a la que luego se une la orquesta. Es un leitmotiv que funciona muy bien y sirve para describir al grupo de protagonistas como tema alternativo al principal.
2. Opening Titles (02:38) Aquí tenemos la Marcha de los Monuments Men, el pegadizo tema principal creado para el conjunto de expertos dedicados a recuperar las obras robadas por los alemanes. Es un tema muy maleable que el compositor utiliza con diversas instrumentaciones para transformarlo de marcha militar a tema dramático, cómico o solemne, según la escena en que se emplee. En esta versión, que acompaña los títulos iniciales, suena dinámico y divertido, subrayando que estamos a punto de ver una aventura con algunos toques de comedia al estilo de La gran evasión, que es uno de los principales referentes del film. Mientras suena vemos como Frank Stokes y James Granger (Matt Damon) van reclutando a otros expertos en arte que formarán el grupo de los Monuments Men: el arquitecto Richard Campbell (Bill Murray), el británico Donald Jeffries (Hugh Bonneville), el diseñador francés Jean-Claude Clermont (Jean Dujardin), el director teatral Preston Savitz (Bob Balaban) y el escultor Walter Garfield (John Goodman). Es una forma muy pedagógica de introducir tanto al grupo de personajes protagonistas como el tema musical central de la película a ellos asociado.
Hay un detalle a tener en cuenta y es que uno de ellos tiene leitmotiv propio, concretamente Donald Jeffries –el personaje de Hugh Bonneville-. Su tema está insertado en esta Marcha de los Monuments Men en el momento de su reclutamiento.
Y otro detalle, al final escuchamos un fragmento más oscuro, a partir de 1:55, con cuerdas y metales sonando amenazadores. Es cuando se muestra la maqueta del museo que desea construir Hitler en Austria con las obras incautadas.
3. Ghent Altarpiece (02:38) De hecho, esta pieza es la primera que escuchamos en la película, en lo que sería el prólogo previo a los títulos iniciales, cuando un grupo de sacerdotes empaquetan los paneles de la Adoración del Cordero Místico en la catedral de Gante, para poner esta obra de arte de los hermanos Hubert y Jan Van Eyck a salvo de los nazis. Todo el primer fragmento es lo que podemos llamar tema del Retablo de Gante.
Posteriormente la música (0:58) se vuelve algo más dinámica y oscura, con ostinatos de cuerdas y entradas de metales. Es un cambio de escenario que nos lleva al París ocupado y a la visión de Herrmann Goering, lugarteniente de Hitler, dirigiéndose al museo del Jeu de Paume. Allí contempla una serie de obras de arte de las que es responsable el oficial nazi Viktor Stahl. Es entonces cuando se presenta el leitmotiv que bautizamos como “tema de las obras de arte”, el objetivo que debe ser rescatado por los protagonistas de la historia y que constituye lo que Hitchcock llamaría un mcguffin. La melodía suena aquí muy misteriosa, como si fuera un Arca de la Alianza o un Santo Grial, ya me entendéis.
4. Champagne (01:00) Se utiliza como la continuación de la escena anterior y nos presenta el tema de Claire (Cate Blanchett), la secretaria francesa del museo, que ha preparado un par de copas de champán –con “regalo” incluido- que beben Goering y Stahl. Se trata de un vals que suena como una cajita de música, tierno y delicado.
Aunque breve, el corte tiene una segunda parte más sombría y trepidante, cuando se muestra a un grupo de gente en Milán tratando de proteger con sacos de arena La última cena, de Leonardo da Vinci.
5. Basic Training (01:16) Típico tema de “training montage”, con una variación desenfadada del tema de la misión como marcha militar para una escena de entrenamiento de los protagonistas. Enlaza con el tema principal de los Monuments Men, y sirve de nueva presentación del grupo.
6. Normandy (01:06) De nuevo el tema de la misión con cuerdas graves, muy efectivo y solemne, cuando el grupo desembarca en Normandía. Eso sí, las playas están ya ocupadas por los aliados y en calma.
7. Deauville (02:34) Comienza como un vals envuelto en misterio. Ya sabemos que Desplat se desenvuelve como pez en el agua en el compás de tres por cuatro. Claire pasea de noche y entra en su casa, pero se encuentra la desagradable sorpresa de que su jefe nazi, Stahl, la espera para comunicarle la muerte de su hermano y amenazarla. Evidentemente, en la escena hay un cambio musical hacia una tonalidad de cuerdas más grave y sombría, aunque manteniendo la misma melodía.
Más adelante encontramos otro cambio musical, con un tono más desenfadado y una exposición del tema principal con pizzicatos, cuando James Granger llega a Deauville y se encuentra con miembros de la Resistencia que le ayudarán a llegar a París.
8. Stokes Talks (01:24) Una vez en Francia, el grupo protagonista se hace con una radio. Como prueba, Stokes se dirige al resto de protagonistas por radio con un discurso sobre la necesidad de salvar el arte y la cultura, arenga que se acompaña con una emotiva versión del tema principal con piano, que continúa en clave dramática con las cuerdas.
9. I See You, Stahl (02:41) La primera parte de esta pista la ocupa música oscura y de acción, con un evidente tono de amenaza. Claire descubre que los alemanes han saqueado las obras de arte del museo y las han cargado en vagones de tren para llevárselas. Es cuando las trompas interpretan con potencia el tema de las obras de arte sobre ostinatos de cuerdas. Es un tema que expresa fuerza y rabia, con protagonismo de metales y percusión.
En la segunda mitad suena una flauta con el tema de la misión y siguen las cuerdas en clave más optimista desarrollando el mismo leitmotiv hasta desembocar en un final muy triunfalista y grandilocuente. Es para una escena algo más avanzada de la película, en la que Émile (el propio Alexandre Desplat) muestra a Granger el avión que le llevará a París y lo lleva volando a la capital francesa.
10. John Wayne (02:17) Primero tenemos unas notas graves, casi fúnebres, con el tema de las obras del arte. Pero el corte transcurre después entre la intriga y la comicidad, a base de maderas, pizzicatos y trémolos. Primero acompaña una conversación de Stokes con Sam, soldado de origen alemán que también acompaña a los Monuments Men. El resto es para la escena en la que Savitz y Campbell tienen un insólito encuentro nocturno con un soldado nazi armado.
11. Sniper (02:35) Por su parte, Garfield y Clermont tiene un incidente con un peculiar francotirador en Aquisgrán al que intentan interceptar. La música tiene un comienzo acelerado, con percusión y metales, y continúa en clave misteriosa, con varias sincronizaciones ajustadas a las acciones de la pantalla. El piano va insertando alguna que otra frase del tema principal.
12. Into Bruges (01:52) A su vez, Donald Jeffries se dirige a Brujas para comprobar si la escultura de la Virgen con el Niño de Miguel Ángel sigue a salvo. La música comienza con ostinatos que crean intriga y tensión, y una trompeta suelta notas del tema de la misión, mientras se dirige a la iglesia tratando de no ser visto por los alemanes. La percusión y las cuerdas conforman el aire misterioso, hasta que en 1:15 encontramos un tema de cierto aire místico que eleva la música, en el momento en que contempla la escultura que tanto admira.
13. The Letter (03:17) El que haya visto la película ya conoce el destino de Jeffries en la iglesia. Y si no la habéis visto, ya se os ha dicho antes que este texto tiene spoilers. La música nos presenta el tema de Jeffries en clave fúnebre y dramática, con instrumentación grave y oscura, y luego interpretado por el piano. Prosiguen las cuerdas con un bello y emotivo tema y, finalmente, de nuevo el piano, tan triste o más que antes. La voz en off del personaje lee la carta que ha escrito a su padre desde la iglesia de Brujas, donde encuentra su funesto final a manos del un coronel nazi llamado Wegner, escena que se entremezcla con un flash forward en el que Stokes pide que la familia de Jeffries reciba la carta.
14. The Nero Decree (01:40) Tema de inicio dinámico y acelerado, con ostinatos de cuerdas, percusión y maderas, en el que se nos muestra que los rusos también están recuperando obras de arte robadas, aunque con un propósito menos altruista, al tiempo que Hitler firma el llamado Decreto Nerón, donde ordena que si él muere o Alemania cae, su ejército debe destruirlo todo, obras de arte incluidas. La segunda parte de la pieza incluye el tema de Claire.
15. Stahl’s Chalet (00:52) Aquí encontramos una breve pieza más colorista, casi folclórica, en un compás de tres por cuatro que evoca caballitos de feria. Se utiliza cuando un dentista atiende a Campbell, y continúa cuando él y Savitz se dirigen a la casa de montaña donde se oculta Stahl con su familia.
16. Jean-Claude Dies (03:30) El spoiler está en el mismo título del track, no es culpa nuestra. Escuchamos primero una flauta de carácter bucólico. El francés Jean-Claude Clermont y Garfield hacen un alto en su viaje al ver un hermoso caballo en un claro de un bosque. Pero sin saberlo se han metido en la línea de fuego de dos pelotones ocultos de aliados y alemanes. La complicada situación se acompaña de dramáticos acordes de la sección de cuerda que cargan la escena de creciente tensión, hasta que se desbocan como tema de acción, con la irrupción violenta y acuciante de la percusión y los bronces. En 1:54 suena de triste el tema principal, con un lánguido piano que interpreta la melodía en clave fúnebre acompañando los últimos instantes de vida de Jean-Claude.
17. Siegen Mine (03:05) Más adelante, los protagonistas atan cabos y sospechan que las obras de arte robadas pueden estar ocultas en minas. Es cuando suena un intrigante ostinato de piano y cuerdas sobre el que aparece el tema de las obras de arte. La pieza continúa con suspense, y se recupera el mismo leitmotiv en una ejecución solemne y brillante, cuando descubren un montón de piezas ocultas en la mina de Siegen.
En el tramo final del corte escuchamos el tema principal solo con metales, interpretado con calma y solemnidad, mientras la voz en off de Stokes lee una carta explicando el hallazgo.
18. Claire & Granger (03:28) Tras un inicio lento de cuerdas, la música continúa como tema romántico melancólico de aire afrancesado. Es el tema de Claire, que ha invitado a Granger a cenar en su casa, solo que aquí lo tenemos en compás de cuatro por cuatro y no como vals.
Más adelante, en la segunda mitad del corte, escuchamos el tema de la misión con cierto toque desenfadado y un final donde se interpreta de nuevo el mismo tema en clave más oscura.
19. Gold! (01:29) Una fanfarria brillante con el tema de la misión acompaña el descubrimiento de 100 toneladas de oro oculto en una mina de Merkers. La música acompaña la noticia del gran descubrimiento que presentan a la prensa los generales Patton, Eisenhower y Bradley. El final, más emotivo, acompaña el hallazgo de un autorretrato de Rembrandt que Stokes muestra a Sam.
20. Heilbronn Mine (04:24) Partes de este corte se utilizan en distintos momentos. El comienzo, con un ostinato con piano y cuerdas graves cargadas de suspense, muestra al coronel Wegner en la mina de Heilbronn y a varios soldados alemanes destruyendo obras de arte con lanzallamas antes de que lleguen los aliados. Parte del mismo tema, con el mismo patrón musical, se utiliza más tarde cuando se ve a los rusos observando la maqueta destruida del proyecto de Museo del Führer en Austria.
En 1:40 suenan acordes de piano muy tristes. Acompañan el descubrimiento de un Picasso quemado, así como un montón de dientes de oro que los nazis arrancaban a los judíos. La música sigue en tono oscuro y vuelve a sonora cargada de emotividad la Marcha de los Monuments Men, mientras salen de una mina tras haber comprobado la destrucción y el horror que los nazis dejan a su paso.
Pero más adelante cambia el ritmo (3:08), y la melodía del tema de la misión suena más optimista y desenfadada mientras se dirigen hacia el castillo de Neuschwanstein.
21. Castle Art Hoard (02:02) Piano y cuerdas interpretan una bella variación del tema de las obras de arte, muy evocador y esperanzador, cuando los protagonistas comprueban que el castillo guarda otra enorme cantidad de piezas valiosas.
También se incluye una referencia al tema de Claire, dado que fue la información que ella proporcionó a Granger la que ha permitido este hallazgo.
22. To Altaussee (00:54) Tras una breve mención del tema de Claire, escuchamos un ritmo dinámico, con algún apunte del tema principal, para el recorrido de los protagonistas hacia las minas de Altaussee, donde esperan encontrar el Retablo de Gante.
23. Finale (09:18) El corte más largo es para el clímax de la película y su conclusión, y nos ofrece un desfile continuo de los leitmotivs principales y secundarios del score. Hasta el minuto 4:45, la música acompaña la escena en que recuperan varias obras de arte de la mina de Altaussee a toda prisa, antes de que lleguen los rusos. Por lo tanto, en varios fragmentos de esta primera mitad del track escuchamos un patrón rítmico con percusión y cuerdas que enfatiza la urgencia con la que deben actuar los protagonistas mientras se acerca el ejército soviético y que nos hace recordar al John Williams más aventurero, de cuando jugaba con scherzos y motocicletas.
En varios momentos, esa música tensa y dinámica se interrumpe para hacer mención a los hallazgos, por ejemplo con el tema del Retablo de Gante en 0:34 que encuentran en la mina, y más tarde en 2:12, con el descubrimiento del último panel de dicho retablo.
Otra interrupción corresponde al hallazgo de a Virgen de Brujas, que se acompaña de una versión solemne del tema de Jeffries con las trompas.
A partir de 4:45 viene la sucesión de leitmotivs, acompañando una serie de escenas concluyentes. Así, escuchamos primero la Marcha de los Monuments Men con trompeta cuando marchan de la mina con las obras recuperadas, y una música triunfalista muestra la bandera estadounidense que han dejado de souvenir para los soviéticos.
Poco después escuchamos el tema del Retablo de Gante, cuando se explica que fue devuelto al pueblo belga (5:32). Sigue el tema de Claire (6:00), a quien vemos en la estación cuando las obras del Museo del Jeu de Paume son devueltas a París. En 6:42 encontramos el tema de las obras de arte en clave dramática, mientras Stokes muestra a Roosevelt diapositivas de las piezas recuperadas, un Leonardo, un Renoir, un Vermeer… Un arpa esboza en 7:18 el tema de la misión cuando se recuerda la muerte de Jean-Claude, y en 7:47 el tema de Jeffries, como un adagio de cuerdas con una imagen futura de su familia contemplando la Virgen de Brujas y dando conclusión al film.
24. End Credits (01:08) Los títulos de créditos incluyen una nueva versión de la Marcha de los Monument Men, silbada, con acompañamiento de viento madera y percusión.
25. Have Yourself a Merry Little Christmas (02:04) El disco se cierra con esta canción navideña que escribieron Ralph Blane y Hugh Martin para la película Meet Me in St. Louis (1944). En aquel film la cantaba Judy Garland, mientras que la intérprete de esta versión es Nora Segal. En el que nos ocupa la canta la familia de Richard Campbell y se la envían por correo en disco. Su compañero Preston Savitz la hace sonar en un campamento aliado mientras su amigo se ducha.
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