Kiki’s Delivery Service

Tras Mi vecino Totoro, Hayao Miyazaki nos regaló una película considerada como una de sus obras menores por un número bastante elevado (entre los que no me incluyo) de aficionados a su obra y al cine en general: la adaptación de la novela Nicky, la aprendiz de bruja escrita por Eiko Kadono. La historia sobre una pequeña bruja de 13 años que, según la tradición, como todas las brujas de esa edad, debe abandonar su hogar durante un año para saber valerse por sí misma. En esta película Miyazaki nos vuelve a hablar de muchos de los puntos claves de su filmografía: su pasión por el vuelo, personajes femeninos con fuerza y determinación, y fantasía a la hora de contar una historia. Pero ante todo, la película de Miyazaki nos habla de la independencia como persona, la vulnerabilidad que sentimos ante lo desconocido y las inseguridades que nos aparecen cuando comenzamos de cero. Un mensaje profundo que cala hondo, lejos de la apariencia infantil que aparenta la película y que llega tanto a niños como a adultos.

Y es en todo lo explicado anteriormente donde falla la nueva adaptación en imagen real del libro escrito por Kadono. No hay alma en esta película, partiendo de la misma historia nada hace que simpaticemos con Nicky, sus motivos y anhelos ni los de la que la rodean. Un gran fallo en mi opinión es la elección de la actriz protagonista: Koshiba Fûka es una chica de 17 años y caracterizada como Nicky aparenta si cabe aún más, por lo que jamás es creíble en su papel. También, en el film de Miyazaki se analiza el porqué de las cosas. Aquí la mayoría de estas pasan porque sí, sin profundizar un poco en ellas, ofreciendo unos personajes totalmente planos y carentes de carisma. La dirección de Takashi Shimizu tampoco ayuda en nada, siendo en muchos momentos muy atropellada y sin llegar a saber nunca si quiere contar una historia para niños o para adultos, lo que deja muy muy tocada también a la película desde esta perspectiva.

¿Hay algo salvable pues en este film? Por supuesto, y tal y como sucede en otras muchas películas, es su banda sonora, firmada por Tarô Iwashiro.

El hechizo de la música de Iwashiro

No voy a descubrir a estas alturas a un compositor de la talla de Tarô Iwashiro. El maestro japonés es de esos compositores que se trabajan hasta la última nota aunque la composición vaya destinada a una historia tan ligera como esta, dotando a la película de una belleza que por sí solas las imágenes son incapaces de ofrecer.

Iwashirose sirve para ello de instrumentos tan étnicos como una flauta irlandesa, una quena, un clave o una zampona. Instrumentos que consiguen ese hechizo que mencionaba en la cabecera y que funcionan de maravilla para mostrar ese cuento que trata de contar la película.

El CD abre con «By Everyone’s Side», tema en el que la marimba, violín y flauta irlandesa, acompañados de unas voces infantiles junto a una masculina (del mismo Iwashiro) dan el tono infantil que el personaje requiere. Un tema muy sencillo pero efectivo que da paso a «Mom’s a Witch», donde el vibráfono da paso a unas voces femeninas acompañadas por el concertino que dibujan muy bien el aire etéreo y misterioso que tiene la protagonista del primer recuerdo de su niñez en el que se da cuenta que su madre es una bruja.

Para presentarnos el país de las brujas, Iwashiro recurre a un tema en el que marimba, violín y guitarra describen los verdes acantilados y las particulares casas que se asientan sobre ellos. Un tema evocador con claras reminiscencias a la música folk irlandesa. Este mismo motivo es un poco más desarrollado en el breve tema que acompaña la partida de Nicky a su año de aprendizaje, dicho tema es «Full Moon’s Departure».

En las partes que la historia quiere volverse más seria y adulta, el compositor opta por darle al piano (interpretado también por Tarô) y a las cuerdas el mayor peso interpretativo: en «Bonds Which Can’t Be Seen», además, le añade el toque de la zampona, que le confiere al tema esa unión invisible de la protagonista a la que alude.

«Laundry Service»vuelve a traernos el tema de Nicky y durante minuto y medio los coros, marimba y piano vuelven a transmitirnos la alegría del personaje mientras abre su servicio de mensajería. «Chasing» es uno de esos temas en los que Iwashiro gusta de mostrar esa gran formación clásica que posee. Con unas claras reminiscencias a Vivaldi, cuerdas y marimba acompañan a Nicky en una pequeña persecución.

Nuevamente volvemos a una parte digamos triste de la película: el encuentro de Nicky con Kara, la cantante, es reflejado con piano y cuerdas, los cuales definen muy bien la soledad y desesperanza de la otrora gran estrella de la canción. Este melancólico tema da paso a uno de los más destacados del score: «Feeling Renewed» donde Iwashiro sorprende con la interpretación del clave, instrumento que durante toda la ejecución del tema es protagonista absoluto junto al violín, dando como resultado un tema muy esperanzador que acompaña con mucho tino ese renacer de Nicky.

El tema de Nicky interpretado por la quena, a la que más tarde se le une flauta irlandesa, es «First Experience», tras el cual aparece «Open for Business», otro tema de claro corte gaélico con guitarra, flauta irlandesa y gaita mostrándonos la apertura del negocio de la pequeña bruja.

Acompañando uno de los vuelos más singulares de Nicky, violines, marimba, zampona y quena recrean para nosotros esa sensación de libertad en «High Speed Flight».

Nada mejor que unos tranquilos acordes de guitarra para mostrar el momento de duda de la pequeña brujita tras verse envuelta en una pequeña jugarreta que le hace replantearse su estancia en un lugar lejos de su hogar, en el que apenas conoce a nadie y no sabe a quien llamar amigo. «Why?» es dicho tema.

Es en «Marco, Emergency!» donde Iwashiro se luce más en esta BSO, creando el que para mí es otro corte a destacar. Sección de cuerdas al más puro estilo clásico, a las que se une más tarde flauta irlandesa, para a partir del minuto 1:37 ir in crescendo junto a la guitarra, que se hace dueña absoluta del tema junto a la sección de cuerdas hasta su final.

Y en cuanto a parte orquestal, cerrando esta BSO tenemos otro tema a piano interpretado por el compositor: «Fragments of Memory», que sirve como recordatorio de todo lo acontecido en la historia de Nicky durante los días que lleva de estancia lejos de su hogar. Tema reposado que transmite junto a la mirada de la protagonista un futuro certero y esperanzador.

Los últimos cortes del CD son distintas versiones del tema «VOICE» interpretado por una cantante muy famosa allá en Japón: Yuri, la cual interpreta en la película a Kara, la cantante. Dicho tema tiene una importancia bastante relevante en el devenir de la historia de la pequeña bruja.

No es que estemos ante uno de los trabajos top de Tarô Iwashiro y aun así tiene momentos muy resaltables dentro de la sencillez de su composición, demostrando la profesionalidad y el buen hacer que ofrece siempre en sus trabajos. Un compositor que nunca defrauda y del que siempre se espera con expectación su siguiente trabajo por parte de los que seguimos su carrera desde sus comienzos.