Puntúa esta banda sonora

 

 

  Coherence

 
Kristin Øhrn Dyrud
     
Año:   2014
Sello:   MovieScore Media
Edición:   Digital
Nº Tracks:   16
Duración:   59:02
     
Ficha IMDB
 
Web del Compositor
 
 

Reseña por:
Fernando Fernández

 
1. Coherence (1:54)
2. The Box (6:25)
3. Lights Out (3:03)
4. Excursion (1:59)
5. Photo Cut (4:36)
6. Schroedinger’s Cat (4:55)
7. Hugh and Amir (3:30)
8. The Clues Are in the House (2:27)
9. Mike and Lee and Kevin and Em (1:56)
10. Things Are Getting Strange (10:20)
11. The Houses Have Blended (3:05)
12. Mike’s Note (5:20)
13. Em’s Journey (3:45)
14. Attack (2:19)
15. Morning (2:43)
16. Coherence? (0:39)
 
 

«Coherence»

«Mike and Lee and Kevin and Em»

«Em’s Journey»

 


La sensación de trabajo y elaboración de la banda sonora. Una partitura tremendamente intensa y desprovista de cualquier tipo de emoción. Sólo planteada en crear un ambiente desasosegador de una forma tremendamente variada.


La radicalidad de su resolución la convierten en una banda sonora que ni siquiera los aficionados a la electrónica más oscura escucharán de manera habitual. Tiene su sentido junto con la película. Fuera de ella se siente como algo realmente complejo de escuchar a menudo, especialmente sus momentos más duros como “Excursion” o “Attack”.


El único brillo emocional, fuera de la exploración continua que nos propone la partitura. Lo convencional, dentro de esta partitura fuera de lo común, sirve para validar aún mejor la intención del resto de la banda sonora. “Em’s Journey” se convierte en el clavo en el que sostener la escasa cordura que nos permite la película.

 

 
Electrónica, radical y desprovista de toda emoción
 

altLo reconozco. Si hay un género que pueda señalar como el que me defina es el género fantástico. Especialmente en su vertiente más thriller y terrorífica. A ver, que en todos los géneros podría perfectamente indicar películas favoritas, pero este tiene un lugar especial en mi corazoncito. Viniendo de una generación que creció con maestros de la talla de Bradbury, Matheson y compañía. Cuando disfrutábamos con esas maravillas que eran La Zona Crepuscular, el Ray Bradbury Theater o Amazing Stories. Vamos, que soy de una pasta perfecta para que un proyecto como Coherence me llegue de lleno. Especialmente que incluso ha tenido la suerte de poder estrenarse en salas comerciales aunque sea de manera muy limitada. Una de esas películas fantásticas que aprovechan el no tener ningún presupuesto en su ventaja para ofrecer una historia tremendamente original (aunque parezca imposible hoy en día) y que funciona perfectamente. Aparte de que es una película que va a servir para que todos aquellos seguidores de la serie Big Bang Theory puedan ver en práctica un buen número de las teorías hechas populares por la misma. Si queréis saber de qué manera la física cuántica puede servir para hacernos sufrir un rato, que le dé una oportunidad.

altCoherence es la primera película como director de James Ward Byrkit. Para los que no les suene el nombre, es un amigo personal del director Gore Verbinski, para quien colaboró en el desarrollo del diseño de diversas ideas de Piratas del Caribe. También conocido como coguionista de uno de los mejores proyectos de este: Rango. En esta ocasión aprovecha para lanzarse a la dirección con una película pequeña, de muy bajo presupuesto, y claramente influenciada por muchos de los maestros y series que mencionaba anteriormente. Para daros una idea sutil, la historia nos coloca en una reunión de cuatro parejas de amigos, con diferentes historias personales entre ellos, y en el clásico barrio residencial americano, en la noche en que un cometa pasa cerca de nuestro planeta. Entonces es cuando diversos acontecimientos se ponen en marcha, escalando de manera exponencial la tensión y el intento de averiguar que está pasando. Los interesados que quieran saber más, que la vean.

altEntrando en materia musical. Las palabras “película de género fantástico-terrorífico”  junto con la descripción de “sin presupuesto” han hecho a más de un aficionado ponerse a temblar. Bien. Pues vaya por delante que… hacen bien. La banda sonora no es para nada lo que podríamos llamar fácil en su escucha aislada. Directamente se sale de lo convencional, incluso para una partitura electrónica. Es más, no está pensada en lo más mínimo para ello. Luego no digáis que no os avisamos. La música de esta recién llegada noruega, Kristin Øhrn Dyrud, es parte inseparable de la película y de su efecto en el espectador. Así está planteado además por parte de su director, que específicamente le pidió ciertas características a la hora de componerla. Por definirla de manera general, entra de lleno en lo que podríamos llamar género “dark ambient” y “trance”. Una partitura 100% electrónica, con una gran cantidad de manipulaciones de sonidos y efectos, que la hacen estar en ciertos momentos mucho más cerca del diseño de sonido que de la composición musical propiamente dicha. Eso sí. Sólo por resultado de sus intenciones, muy evidentes desde el inicio y sin engañar a nadie, así como su falta de pretensiones (como las de la película), este es un proyecto que me merece mucho más la pena que algún otro que está recibiendo mucho reconocimiento (e incluso menciones de Oscar) debido a lo conocido de su compositor. Me refiero a la pareja Reznor/Ross, por si alguien se me ha perdido.

altDyrud es una compositora de formación clásica, aunque sin conocerla y en base a lo que vamos a escuchar aquí parezca que sea uno de esos gurús de la electrónica que aparecen últimamente. El propio director le pidió que directamente buscase ser lo más experimental y dura con la música que le fuera posible. Que consiguiese ser lo más extraña posible con su música. El porqué es sencillo. El planteamiento de la película es el de un drama de relaciones en su inicio. Y lo que la música pretende es que la sensación de malestar, extrañeza, de que las cosas no son normales (por muy normal y típico que nos resulte el planteamiento de las imágenes y la historia) inunde al espectador al máximo posible, sin ser realmente consciente de ello. La película tiene muchos diálogos y muy naturalistas, por lo que no se quiere que la música sea demasiado evidente. Pero sí que cree la mayor sensación de incomodidad posible. El resultado es perfecto.

altEl principal problema de dicho planteamiento para la escucha aislada de la música es la carencia absoluta de emociones. La sensación es absolutamente glacial. Y sobre todo muy compleja. También es verdad que tampoco lo es en su totalidad, ya que si no se hubiese prescindido de la música. Y es tan evidente que es forzado (es imposible ser tan carente de emociones sin buscarlo a propósito), que precisamente consigue alcanzar una muy elevada  sensación de incomodidad y extrañeza. La primera reacción de cualquier aficionado es probable que sea no escuchar más allá de cinco minutos. Pero su resultado en la película es absolutamente ideal.

Dyrud utiliza dos elementos principales en la construcción de sus piezas. Por un lado una base sintetizada repetitiva, que prácticamente aparece en todos los temas, y que se convierte en el lienzo sobre el que se desarrollan el resto de efectos de la partitura. Gracias a ella la música tiene una especie de carácter hipnótico y de tensión contenida que no decae a lo largo de todo su desarrollo. La pieza inicial, “Coherence”, es la mejor muestra la misma, con esa subida y bajada de intensidad continua. Curiosamente y escuchada con detalle, no es una repetición continua de sonido. La pieza se va desarrollando y variando, dentro de los parámetros que describo. La sensación es de una música que esta “viva”, no es sintética. Es algo complejo de explicar con palabras, aunque espero que se pueda entender.

El segundo motivo más habitual es una especie de notas de carácter cristalino (es el mejor adjetivo que se me ocurre para describirlas). Lo que en una partitura orquestal podría ser notas a piano, aquí es este motivo el que aparece, dando un carácter de fragilidad y ensoñación a la música. Tal vez uno de los momentos en que mejor se aprecie al no estar mezclado con otros efectos es en “Mike and Lee and Kevin and Em”, una breve pieza en la que prácticamente sólo aparecen los dos motivos principales. Lo que hace Dyrud es basar la música en estos sonidos claves, en vez de en temas melódicos. Todo el desarrollo del drama y del suspense, se basa en ellos.

altEs entonces cuando sobre estos motivos sonoros comienza a crear y añadir diversos sonidos y a recrear texturas realmente extrañas que aporten el sentido de urgencia, terror o suspense necesarios. Es más, si escuchamos la banda sonora completa, la misma va evolucionando poco a poco. “The Box”, una de las piezas principales por ejemplo y que representa uno de los puntos importantes de la historia. La compositora comienza a introducir distorsiones electrónicas y de guitarra, junto con efectos de eco y percusión. Si además le añadimos que dichos efectos se interrumpen y cortan de forma repentina, sin resolución, la sensación final es realmente inquietante.

En ocasiones dichos efectos consiguen llevar las piezas a un lugar muy cercano al del diseño de sonido. En “Lights Out” se pueden escuchar claros sampleados de chirridos como de puertas, viento sibilante, cristales, voces y sonidos animales que podrían ser habituales en una noche de primavera. Pero el cómo quedan presentados y utilizados aquí consiguen hacernos sentir realmente fuera de lugar. Y es la tónica en buena parte de la música como “Excursion”, “The Clues are in the House” o la larga “Things Are Getting Strange”. Esta última, además, repleta de gran cantidad de efectos manipulados que entremezcla estos elementos de ambiente con otros más rítmicos que le proporcionan una mayor sensación de urgencia y fuerza. Cuando se persigue acentuar la sensación de extrañeza ante lo que está ocurriendo dichos efectismos van ganando protagonismo como en “The Houses Have Blended”.

altCuriosamente, en la banda sonora no hay una profusión elevada de ritmos, o elementos percusivos, algo que es más que habitual encontrarnos en las actuales bandas sonoras electrónicas de películas de terror. Ese aspecto está bastante contenido y sólo se utiliza cuando realmente busca romper totalmente la atmósfera existente y crear una mayor sensación de terror. La primera vez que se rompe la atmósfera general es en “Excursion”, una breve pieza que incluye efectos como de pasos, más dicha percusión. La pieza va ganando urgencia poco a poco hasta acabar de una forma brutal, con unas guitarras eléctricas que no estarían fuera de lugar en una pieza de speed metal, y que se interrumpe de forma tremendamente brusca. La sensación es realmente inquietante. Dicha música se corresponde con los momentos en que algo especialmente fuera de lugar ocurre en la historia como “Hugh and Amir”, “Mike’s Note” o la contundente “Attack”.

altLa partitura es un conjunto de efectos y ambientes claramente intencionados para manipular la sensación de los espectadores. Buscando la creación de inquietud y desasosiego no con lo que vemos, sino con lo que ocurre, apoyado por el trabajo de Dyrud. Es más incluso la película que parece ser una historia coral, sí que termina teniendo un personaje central. Prueba de ello es que cuando es necesario, la electrónica si consigue transmitir algo de emoción, totalmente diferente a las sensaciones transmitidas por el resto de la música. Sólo tenemos que escuchar “Em’s Journey” con su juego de voces y cuerdas electrónicas o la conclusiva “Morning”, que proporcionan un cierre claro y diferente a la partitura.

Pero evidentemente esos momentos no la salvan de tratarse de una partitura totalmente alejada de los sonidos convencionales. Fuertemente manipuladora y efectista, a menos que estemos muy acostumbrados a los sonidos “trance” o “ambient”, es complicado que consiga ganarse adeptos. De ahí la baja valoración que le doy, siempre pensando en su escucha aislada para los aficionados. Sin embargo, me parece bastante más interesante y trabajada, especialmente por las claras intenciones de la misma y el cómo se adapta a la película. Es más, no la alejo de proyectos de prestigio de música contemporánea como los avalados por compositores como John Cage y su música aleatoria, Babbitt, Stockhausen o incluso el padre de todos ellos, Arnold Schoenberg. Muy por encima de otros supuestos productos “de prestigio” que muestran la décima parte de originalidad y sentido de la historia que Coherence. Y por supuesto también, el valor de una discográfica como Moviescore Media de ofrecer un producto así en su catálogo. Música muy alejada del gusto convencional y comercial, pero adecuada a su intención de dar a conocer a músicos y partituras que tal vez ni siquiera tendrían una oportunidad de ser conocidas. Por muy radical que sea en su planteamiento, no dirigido al gusto de todo el mundo, al menos se merece ese reconocimiento.