Estamos en shock. Desolados por una de las noticias más trágicas acontecidas en el mundo de la música de cine. James Horner falleció ayer 22 de junio al estrellarse la avioneta que él mismo pilotaba en California. Tenía 61 años e iba solo.
El arte está de luto. Horner nos ha dejado un gran lote de obras maestras, desde Braveheart a Avatar, desde Legends of the Fall a Titanic, desde Willow a The Land Before Time y muchísimas otras. Cada uno tiene sus favoritas.
Precisamente una de sus últimas partituras está dedicada -tristes ironías de la vida- al mundo de la aviación. Es el documental Living in the Age of Airplanes, dirigido por Brian J. Terwilliger.
Descansa en paz, James.
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