Pride and Prejudice and Zombies

Reconozco que locuras como la ideada por Seth-Grahame Smith, autor de la novela que revisionó el famoso libro de Jane Austen, siempre son bienvenidas para mí. Mezclar dos mundos tan opuestos como una historia de época con un apocalipsis zombi ya es motivo suficiente para el que escribe de ir a ver al cine tan disparatado punto de partida.

Tras su visionado, la película deja muy buenos detalles: en el casting la elección de Lily James como protagonista, muy convincente en su papel de chica aguerrida y de fuerte carácter, capaz de seducir por igual rebanando cabezas que en un baile de sociedad. En la parte técnica la fotografía es francamente buena, así como la parte de caracterización de los muertos vivientes, y tampoco los decorados deslucen el conjunto de la cinta.

Al no haber leído la novela que adapta no puedo hacer comparaciones, pero para mi gusto la película se queda nadando entre dos aguas, pues al margen del romance que evidentemente esperaba, creo que debería haber sido mucho más divertida y no tan “remilgada” a la hora de mostrar sangre cuando se trata de eliminar a los zombis, y que estos aparezcan más en una cinta en la que son parte del título.

Esto hubiera ayudado mucho a tomarnos más en serio la propuesta de “serie B” de la cinta que pretende Burr Steers, con su dirección y guión, hacernos llegar al público. Sin lugar a dudas, su último tramo, que es donde se desmelena el tema zombi con la batalla final, es el que más he disfrutado. Así que lo que verdaderamente merece la pena de todo este conjunto es la fantástica partitura creada por Fernando Velázquez.

Orquesta clásica, acción, horror y mucho más: la música de Pride + Prejudice + Zombis

No me cabe la menor duda de que Velázquez ha disfrutado de lo lindo componiendo esta banda sonora, y fruto de ello es la variedad de repertorio que ofrece en ella y algunos grandísimos temas que nos regala en este score.

Para empezar, “Darcy” es el tema que nos presenta al protagonista bajo una poderosa sección de metales y cuerdas durante el primer minuto, para dar paso a una música mucho más misteriosa y clásica sustentada en las cuerdas, y sobre todo en el clavicémbalo, que será utilizado en otros pasajes de la película para remarcar la época en la que se desarrolla la historia, quedando la música muy bien acoplada a la escena que acontece en esta presentación.

“An Illustrated History of England 1700-1800” es el track que acompaña a los títulos de créditos iniciales, en los cuales se nos va explicando el porqué de la infección y las consecuencias mediante unas ilustraciones a modo de desplegable y una música a modo de formación de cámara que nos lleva de la mano a través de esos 100 años de historia.

Tras esta presentación vemos por primera vez a las cinco jóvenes en su “hábitat” natural y preparándose para asistir a un baile: el breve “Dressing for the Dance”, ilustra ese momento y es muy curioso y efectivo ver cómo las suaves notas de las cuerdas acompañan igual de bien por igual a finas ropas y encajes mientras son puestos junto al deslizar de armas blancas en las fundas que se ocultan bajo estos.

Los dos siguientes temas son de igual corte: “The Man From Uribe” y “Dance of the Ponderous Distant” beben del folklore irlandés y el bodhran y la flauta son los protagonistas totales de este baile donde las chicas y su madre van a conocer algún joven apuesto con vistas a posibles compromisos matrimoniales.

Con “We Under Attack” se nos presenta el primer tema de acción en el que los taikos son los que llevan la voz cantante durante la “exhibición” que hacen las hermanas de sus habilidades como luchadoras, así como muestran también dichos instrumentos de qué lejano país aprendieron sus habilidades. Pero no todo es adrenalina en este corte, pues en sus últimos segundos la acción torna romance con las notas de las cuerdas y el piano mientras Darcy cae prendado de la protagonista.

A continuación se nos presentan cuatro breves temas: “Carriage Ride” es el que nos da los primeros esbozos dramáticos de la partitura con el instrumento fetiche de Velázquez, el chelo, para a continuación volverse un poco más optimista mostrando la complicidad de las cinco hermanas bajo alegres acordes de las cuerdas que rápidamente vuelven a tornar en una melodía sombría ante el paisaje que las rodea.

“Orphans” comienza en un tono ligero con las cuerdas para rápidamente volverse amenazador mostrando un nuevo peligro siendo en sus segundos finales cuando vuelve a retomar el aire desenfadado que mostraban las cuerdas en su comienzo y que tan bien retrata al personaje interpretado por Matt Smith.

De aquí pasamos a una de las bellísimas piezas que hay en el score: “The Soldiers of Meryton”, un minuto que es un deleite bajo las notas de la sección de cuerdas para a continuación seguir disfrutando con otra preciosa pieza clásica barroca: “Menuet des Mortes Vivants”.

“Orphan Attack” es un tema que combina tensión y drama a partes iguales. La primera va servida al comienzo con cuerdas, percusión y metales amenazantes para acto seguido ser unas pausadas notas a piano y el bello y lastimero sonido del chelo los que retraten el estado de ánimo de los personajes.

También el estado anímico de la protagonista tras discutir con sus padres es brevemente señalado al comienzo de “Don’t Go Into the Woods Alone”, que rápidamente torna en un tema de misterio bajo los acordes de la sección de cuerda. Dicho ambiente misterioso se mantiene en “St Lazarus”, donde las cuerdas siguen amenazando hasta que el sonido de un órgano hace su aparición para dotar de solemnidad a un momento grotesco y de sobresalto para la protagonista que rápidamente vuelve a quedar calmado y misterioso con el sonido de las cuerdas principalmente.

A continuación encontramos “Rosing Park”, donde Velázquez vuelve a mostrar su vena más clásica con música de época, pasando de nuevo al drama con “Midnight Walk” y la carga sentimental de las cuerdas que contiene dicho corte.

Cambiando nuevamente el registro, llegamos a “Flirt Lovers Fight”, donde también solo las cuerdas otorgan por igual un aire divertido, contenido pero tenso, a la escena entre los dos jóvenes protagonistas. Y así llegamos a uno de los grandes temas del score; “The Letter / Siege of London”, donde una bellísima orquestación y melodía van abriendo el corazón de Darcy a su amada mientras esta lee la carta que le ha enviado el joven. En su parte final esta bella melodía torna en un vigoroso tema en el que metales, percusión y vibrantes cuerdas retratan perfectamente el asedio de los zombis a Londres y la lucha que Darcy mantiene allí.

Esta última parte del tema también aparece en “The In-Between”, tema muy bien armado en el que se reflejan tanto el misterio, como la amenaza, acción y drama mostrado durante ese pasaje de la película.

“Darcy Is Saved” es otro tema al servicio del protagonista en el que las cuerdas van desgranando los pensamientos de las próximas acciones del protagonista las cuales le llevan de vuelta a un lugar ya conocido en “Back To St Lazarus”, corte en el que vuelve a aparecer muy brevemente el leitmotiv de la banda sonora y acto seguido la música tornar otra vez al misterio y amenaza.

Como he comentado al principio, la película se desmelena en su parte final con el ataque zombie, y Velázquez evidentemente hace lo mismo con la música en “Zombies Are Fed / Attack / Showdown”, en la que algunos pasajes se vuelven primitivos gracias a la percusión pero sin perder nunca el hilo conductor de la música para la historia e introduciendo melodías ya utilizadas a lo largo de esta.

Y así llegamos a los dos temas finales y también dos de los grandes compuestos para este score: “After The Explosion” en el que una bella variación del segundo leitmotiv a piano y chelo acompaña las palabras de Elizabeth a un caído Darcy mientras la cámara se aleja y la sección de cuerdas se vuelve una vez más la protagonista.

El tema final, «Happy Ending?», es clásico, exquisito y mejor orquestado, donde piano, cuerdas y oboe muestran la felicidad de las jóvenes parejas. Pero claro, siendo la película que es, en su parte final no podía faltar un poco de caos nuevamente reflejado por metales y percusión, poniendo la guinda a un excelente trabajo, con el cual, Fernando Velázquez vuelve a demostrar el gran músico y compositor que es así como una madurez cada vez más acentuada en cada trabajo que nos ofrece.