1. The Battle (06:19)
2. It’s Finished (04:49)
3. Roman’s Funeral (02:40)
4. Empty Tomb (04:51)
5. Capturing Mary Magdalene (06:50)
6. He is Everywhere (02:27)
7. Tell Me the Truth (04:23)
8. Finding the Apostles (02:56)
9. He is Alive (06:40)
10. Escaping from the Romans (02:41)
11. The Sea of Galilee (02:09)
12. Let’s Fish (03:56)
13. Healing the Leper (02:36)
14. The Ascension (04:03)
15. Farewell (02:04)
16. I’ll Never Be the Same (02:37)
«Let’s Fish»
«The Ascension»
«I’ll Never Be the Same»
Las orquestaciones de Baños y cómo los temas van desgranando la historia de Clavius.
La gente que por narices tiende a comparar scores de este tipo con otros creados anteriormente para la misma temática.
“Let’s Fish”, “The Ascension”, “I’ll Never Be the Same”.
BSOSpirit opina
Nota media: 7,62
Ángel Aylagas (8), Fernando Fernández (8), Asier G. Senarriaga (9), Óscar Giménez (9), Ignacio Granda (7), Juan Ramón Hernández (8), Antonio Miranda (6), David Sáiz (6)
Es muy difícil sorprendernos con una historia que cuente pasajes de la vida de Jesucristo o de personajes que se vean involucrados con él desde que sale a la luz pública hasta su muerte. Tienen que ser apuestas como las que nos trajeron Ben-Hur, de la mano de William Wyler, Martin Scorsese con La última tentación de Cristo, o La pasión de Cristo de Mel Gibson para que nos estremezcamos y sintamos que estamos ante grandes historias que quedarán grabadas con letras de oro en la historia del cine; y este no es el caso de la cinta que nos ocupa, lo que no quiere decir que sea una mala película ni que sus pretensiones fueran las de las citadas anteriormente.
Risen es un film que no busca otra cosa más que entretener durante su poco más de hora y media de duración, en el que el largamente olvidado Kevin Reynolds y recuperado para la causa en 2012 con la magnífica Hatfields & McCoys se pone su mono de artesano y nos trae una película muy bien rodada y realizada (mención especial a esas grandes tomas en Almería y Málaga) que con el paso del tiempo será una habitual de las parrillas televisivas en Semana Santa. Con un convincente Joseph Fiennes en el papel de tribuno que investiga lo que él cree una farsa de los seguidores del Mesías y el anteriormente mencionado buen hacer de Reynolds tras la cámara se pasa una buena tarde de cine, cosa que no es baladí en los tiempos que corren.
Una de romanos para Roque Baños: la música de Risen
Con el paso de los años Roque Baños ha tocado ya infinidad de temáticas en el mundo del cine: comedia, drama, terror, western, aventuras, thriller, biográficas, acción, histórica, romance, un poquito de animación (a ver si por fin le sale un largometraje)… Pocos géneros le van quedando, y en la culata de su batuta ya puede añadir la muesca del bíblico.
En Risen, Baños nos invita desde el primer corte que escuchamos a acompañar al personaje de Clavius en un viaje de investigación y descubrimiento, en el que poco a poco van cayendo distintos velos, desde el inicio de sus recuerdos en una polvorienta taberna del desierto hasta su final junto al mar de Galilea.
“The Batttle” es el principio de ese viaje, mientras Clavius echa la vista atrás a todo lo que le ha acontecido en escasos días. En su primera mitad unas cuerdas muy características nos sitúan de inmediato en una historia ya muy lejana. Los instrumentos árabes como duduk o darbukas nos transportan a las arenas del ardiente desierto y, a su vez, la voz femenina nos “habla” de lo divino de la historia que estamos a punto de presenciar. Toda esta paz y quietud torna en la segunda mitad del tema en una música de acción donde las cuerdas, percusión y metales se convierten en los puntales que representan el poderío del ejercito romano frente a los insurrectos judíos, siendo el duduk el que nuevamente trae paz y calma tras el enfrentamiento entre ambos bandos.
El drama hace acto de aparición en “The Crucifixion”, donde las cuerdas dejan de manifiesto el dolor de toda la gente que presencia el acto, en especial el de María y María Magdalena. Las notas a piano acentúan la pérdida de la vida, y el sonido del duduk, junto a unas notas venidas de un más allá, enfrentan la mirada vacía de Cristo con la del tribuno en su primer y truculento encuentro.
Solemne y dramático es “Roman’s Funeral”, que deja muy patente en sus primeros acordes, bajo notas de vientos, la creencia que se tiene de la vida que espera a un soldado romano tras morir, siendo la percusión la que otorga la solemnidad militar a la ceremonia que acontece.
“Empty Tomb” es una pieza que se sustenta en dos vertientes. Por un lado la puramente étnica en la que los sonidos de darbukas, kanun o duduk hablan del emplazamiento de la tumba de Jesús. Por otro lado, para representar la parte de investigación, escuchamos una percusión constante e intrigante junto a unas cuerdas que tornan también en misteriosas. Esta línea musical continúa en “Catching Maria Magdalena”, tema envuelto también en un aura de intriga y misterio que, sumado a la voz de Lotte Rhodes, sirve para hacer ver al protagonista que se enfrenta a algo que está mucho más allá de sus pesquisas y que se escapa a su raciocinio.
Con “He is Everywhere”, Baños con su música hace caer un nuevo velo de los ojos de Clavius utilizando la sección de cuerdas y el canto de una voz masculina a modo de mensaje divino mientras Bartolomé le expone sus ideas.
“Tell Me the Truth” desgrana un poco más las dudas que van surgiendo en Clavius. Las cuerdas suenan a modo de súplica queriendo encontrar respuesta racional a lo que sucede y, en contrapartida, el sonido de los instrumentos étnicos le van acercando más a la duda que empieza a albergar en su corazón.
La tensión de la investigación se acrecienta en los dos primeros minutos de “Finding the Apostles”, donde percusión y metales junto a cuerdas desenfrenadas van siguiendo los pasos desesperados de Clavius buscando respuestas. Esas respuestas aparecen como un mazazo, primero con unas cuerdas que rayan en la locura e incredulidad para después dar paso a la voz de Lotte Rhodes, que apostilla la divinidad de lo que se presenta ante los ojos del tribuno.
El temor a lo desconocido e irracional de Clavius se manifiesta en los primeros compases de “He Is Alive” con las notas de las cuerdas, a la par que el violín va desgranando las heridas del reaparecido Mesías y el amor de sus discípulos hasta que la percusión lo desvanece ante los ojos de todos. Es entonces cuando vuelve a hacer acto de presencia la percusión para seguir mostrando la amenaza del ejército romano que contrasta con la instrumentación étnica y una nota sostenida de las cuerdas que acompañan al texto que indica el camino que ha tomado Clavius para saber toda la verdad.
En “Escaping from Romans”, Roque, con su sello característico en este tipo de orquestaciones, nos trae unos momentos de acción con el mismo leitmotiv ya escuchado en “The Battle” y “Finding the Apostles”, poderosos metales, percusión y cuerdas van de la mano en la huida de los apóstoles ayudados por la experiencia militar de Clavius y así conseguir llegar a su destino.
Dicho destino es alcanzado y mostrado muy acertadamente con la alegre y bella instrumentación étnica en la parte final del corte “The Sea of Galilea”.
Así pasamos a “Let’s Fish”, uno de los grandes temas del score y uno de los mejores que recuerdo compuestos por Roque. Cuatro minutos en los que juega con los ritmos étnicos de una manera fabulosa, comenzando de manera muy pausada y yendo in crescendo junto a la orquesta al emotivo reencuentro de Maestro y discípulos ante la atenta y cada vez más clara mirada de Clavius.
Con “Healing the Leper” volvemos a la parte divina de la partitura, mostrada en esta ocasión por un coro, y bajo sus voces caerá por fin el último velo que cubría los ojos de Clavius.
Sin lugar a dudas, Baños ha dejado todo lo mejor para la parte final del score y con “The Ascensión” vuelve a prendarnos con su maestría a la hora de componer y orquestar. Es este un tema que va ganando en intensidad desde su comienzo, donde una etérea voz va acompañándose de la sección de cuerda, ambas cada vez más sentidas y cargadas de emoción, a las que se le unen percusión y coro para en su último minuto alcanzar una gran belleza mientras Clavius es testigo del último gran milagro de aquel al que llaman hijo de Dios.
“Farewell”, bajos sus alegres acordes étnicos, es el tema que sirve a la par de unión y despedida entre un hombre nuevo y aquellos con los que ha compartido unos intensísimos e inolvidables días que le han cambiado la vida para siempre, dando paso a otro grandísimo tema, el que cierra el score: “I’ll Never Been the Same”, donde el leitmotiv es bellísimamente desarrollado con una conjunción entre orquesta tradicional e instrumentación étnica magistral.
Un broche de oro para otro punto de vista de una historia mil veces contada pero que siempre tendrá alcance entre millones de personas, y otra muestra más (y van…) de cómo Baños sabe lo que se hace y ningún género le viene grande.
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