Dickensian

Dickensian es un homenaje a Charles Dickens, una serie que reúne el espíritu de sus novelas a través de algunos de sus personajes más famosos, y otros no tan famosos. Creada y escrita por Tony Jordan y emitida por la BBC, consta de 20 capítulos de aproximadamente media hora cada uno, y sumerge al espectador en el Londres victoriano, en los dramas de ricos y desposeídos, de atormentados y truhanes, de gente noble de corazón y de gente sin escrúpulos.
Los mimbres de la serie son, sobre todo, cuatro novelas: Grandes esperanzas, Casa desolada, Cuento de Navidad y Oliver Twist. Pero aparecen personajes de unas cuantas obras más, como La tienda de antigüedades, Nuestro común amigo, Los papeles póstumos del Club Pickwick o Tiempos difíciles.

De algún modo, podría decirse que el argumento está construido como si se tratara de combinar las precuelas de las cuatro novelas que forman la columna vertebral de la serie. Lo que se nos relata es lo que sucedió antes: cómo la Amelia Havisham de Grandes esperanzas quedó trastornada por amor, cómo la Honoria Barbary de Casa desolada acabó casándose con un hombre mayor a quien no amaba, cómo era Scrooge antes de tener sus pesadillas en Cuento de Navidad, o qué hacía el malvado Fagin y el bedel del orfanato Bumble antes de que un huérfano llamado Oliver Twist apareciera en sus vidas.

Y todas esas historias y personajes se unen y desunen en torno a un eje argumental: la investigación del misterioso asesinato de Jacob Marley, socio de Scrooge, por parte del detective Bucket, personaje secundario de Casa desolada.

Así, Dickensian es una dinámica y entretenida fusión de misterio, drama y humor. El misterio se desarrolla a través de la investigación del asesinato de Marley. El drama se levanta sobre los destinos de Amelia Havisham y de su amiga Honoria Barbary. Y el humor se asienta en las ansias de progresar en el escalafón social de la esposa de Bumble, los chanchullos del tabernero Silas Wegg, de la novela Nuestro común amigo, o en el gusto por la ginebra de Mrs. Gamp, personaje del libro Martin Chuzzlewit.

Con todo este armazón, Debbie Wiseman construye una propuesta musical muy interesante. Para empezar utiliza una formación de cuerda de pequeñas dimensiones, el Locrian Ensemble of London, junto con una sección de viento-madera. Sin embargo, los dos instrumentos que asumen el mayor protagonismo en la partitura son, por un lado, el piano, especialmente para todo el arco dramático derivado de Grandes esperanzas y Casa desolada, y por otro, el címbalo, instrumento de cuerda que se toca con mazas y que los gitanos introdujeron en el este de Europa a finales de la Edad Media. Wiseman escogió a un maestro de este instrumento como es Greg Knowles.

De entrada, el címbalo es el protagonista del pegadizo tema principal que se nos engancha en las neuronas con los títulos iniciales y finales de cada episodio, un tema dinámico y tan divertido como intrigante. Lo encontramos, por ejemplo, al principio y final de “Dickensian Theme” o al final de “Cratchit Christmas”, cerrando la edición discográfica.

De hecho, el sonido del címbalo de Greg Knowles está íntimamente unido a dos aspectos de la serie. Por un lado, a las partes más cómicas, donde se combina con los pizzicatos que acompañan escenas de la anciana Mrs. Gamp o de la pareja formada por Bumble y su posesiva y trepadora esposa. Por otro, donde tiene más presencia, se emplea en toda la línea argumental del misterio que gira en torno al asesinato de Jacob Marley.

Así, el címbalo acentúa la intriga del tema creado por Wiseman para el detective Bucket. Lo oímos en “Bucket of the Detective”.

En esta línea centrada en el misterio, destaca otro tema que suena a menudo en la serie –y en el disco-, que podríamos llamar algo así como tema de la investigación. Construido sobre una base rítmica de las cuerdas, Wiseman superpone series de dos notas y se adorna con el sonido del címbalo y brevísimas frases de violín. Suele aparecer cuando el tema de la escena es la investigación del asesinato y la cámara recorre las acciones de los múltiples sospechosos, por ejemplo al final del episodio 1, recogido en el disco en el tramo central de “Dickensian Theme”.

En una línea estilística parecida encontramos el tema de Scrooge, que se emplea en la presentación del personaje, pero que se utiliza poco en el resto de la serie. El ritmo lo marcan las cuerdas y una especie de marimba, mientras que la melodía recae en los violines y, un poco más adelante, en el clarinete. Lo tenemos en “Marley and Scrooge”.

Si bien el címbalo está asociado al misterio y al humor, para las líneas argumentales dramáticas Wiseman opta por el piano y los adagios de cuerdas, con algunas entradas ocasionales de clarinete u oboe. Una de esas tramas es la de la familia Havisham. Tras la muerte del padre, el grueso de la herencia va a parar a su hija Amelia, lo que provoca la ira y la envidia de su hermano Arthur, un chaval inmaduro con ansias de venganza que recurre a un conocido suyo, llamado Meriwether Compeyson, que resulta ser un manipulador en toda regla.

El piano suele reflejar los sentimientos encontrados de los Havisham, para los que hay un leitmotiv general que escuchamos en diversos cortes del CD, entre ellos, por ejemplo, “Over Blessed with Fortune”.

Para la propia Amelia hay otro tema de carácter introspectivo y ensoñador. Es el que escuchamos al inicio de “A Woman in a Man’s World”, con piano apoyado por arpa y cuerdas, y ocupa la mayor parte de “A Poor Choice of Friends”.

Mientras, para su amargado hermano Arthur, la compositoria deja el piano desnudo en “I Am Arthur Havisham”, aunque el uso de este leitmotiv se limita a muy pocas escenas en la serie, destacando en el último episodio, cuando Arthur toma la resolución final que cerrará el arco dramático de los Havisham.

También el piano es el protagonista del tema asociado a Meriwether Compeyson, un motivo de notas descendentes que transmite a la perfección los malos instintos de este oscuro personaje. En el disco aparece en varios cortes, entre ellos “Over Blessed by Fortune”.

La otra línea argumental dramática destacada de la serie es la historia de la familia Barbary, para la que Wiseman emplea similares recursos instrumentales y estilísticos que para los Havisham. Se trata de una familia rica formada por un padre y sus dos hijas que acaba en la ruina por diversos fracasos en los negocios. Una de las hijas, Honoria, es optimista y está enamorada de un capitán del ejército. La otra, Frances, es la amargada y envidiosa de la familia, y manipula la situación para que su feliz hermana deje al capitán y se case con un tipo rico, feo y mucho más mayor, que permita a la familia mantener su estatus. Una melodía de piano que puede recordar al tema de los Havisham, aunque con diferente desarrollo, es la que se asocia en la serie a los Barbary y que escuchamos al inicio de “The Work of Providence”.

Frances tiene un motivo de clarinete con notas graves que suele oírse relacionado con su carácter manipulador, por ejemplo al inicio de “Bucket the Detective”.

La verdad es que son muchos los personajes que tienen su tema o motivo propio en la serie, en algunos casos muy evidente y en otros no tanto, por lo que me ha sido imposible identificarlos todos. Uno de ellos es Dodger, un carterista que trabaja para Fagin. Tenemos su dinámico leitmotiv, con maderas y címbalo, en “What the Eye Doesn’t See”, un título más que evidente sobre la destreza del chaval.

En una línea similar, Wiseman emplea con cierta frecuencia otro tema dinámico y divertido con pizzicatos y maderas que escuchamos ya desde el primer episodio, cuando uno de los chicos de Fagin es enviado con un mensaje y recorre las calles.

Entre las melodías que se repiten a lo largo del disco, hay otra de cuerdas de corte dramático realmente bonita que escuchamos al inicio de “The Old Curiosity Shop” o “Cross to Bear”. En la serie suena, por ejemplo, en el primer episodio durante los preparativos del funeral del padre de los Havisham.

Y siguiendo con melodías bonitas, destaca para mi gusto el fragmento asociado a la boda de la hija de Cratchit, el siempre optimista empleado de Scrooge, y que encontramos hacia el final de “Over Blessed by Fortune”.

Uno podría tratar de seguir diseccionando esta banda sonora en busca de los numerosos detalles que quedan por descubrir, pero la organización del disco no lo facilita. Una buena parte de los cortes están construidos como suites que reúnen fragmentos diversos utilizados en distintos momentos de la serie, hasta el punto de que en ocasiones no tienen nada que ver con el título de los tracks.

En cualquier caso, es un trabajo de los que se disfrutan, con cientos de detalles que se van descubriendo con cada nueva escucha, una partitura admirable y original de la siempre solvente Debbie Wiseman, que recoge magníficamente el espíritu de las diferentes tramas dickensianas que conforman esta entretenida serie británica.