Una partitura clásica y delicada |
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Siempre es para el que escribe una gran noticia el estreno de una película de Park Chan-wook. Considero al director surcoreano uno de los grandes realizadores actuales cuyo cine nunca deja indiferente a nadie gracias a su estilo visual tan rompedor a la hora de contarnos algo, sea un drama, un thriller, una historia de venganza o de vampirismo, así como un cuento futurista.
Aparte de sus arriesgadas puestas en escena para sus películas, otra cosa que suele repetirse en estas en casi todas las ocasiones es la elección de Jo Yeong-wook como compositor de la música, quien, en vista de resultados anteriores entiende como ningún otro al director para acompañar las imágenes de sus historias. Sirvan como ejemplo Oldboy o Thirst por citar un par de ellas.
En esta ocasión, con The Handmaiden, Chan-wook se embarca en un drama de época en el que a través de sus dos personajes femeninos el cineasta vuelve a abordar algunos de sus temas fetiche tales como la psique humana y la sexualidad.
Con estos mimbres, Yeong-wook compone una delicada y clásica partitura en la que va desgranando las vivencias de las dos mujeres y su relación. A través de la banda sonora encontraremos dos bloques musicales bien definidos: uno de ellos que evoca el misterio que desprende uno de los personajes femeninos, así como también el peligro y el placer de lo prohibido. Temas como “My Name is Nam Sookee”, “A Western-style Wing Designed by “, “Bounds of Knowledge” o “It was Wrong to Come Here” son una buena muestra de ello.
Por otro lado, tenemos un segundo bloque puramente melódico relacionado con los sentimientos y el amor en donde el compositor nos ofrece preciosas piezas en las que un leitmotiv destaca por encima de todas ellas, dicho tema alcanza su máximo esplendor en dos maravillosos temas: “Wedding” y “My Tamako, My Sookee”. Aunque entre tanto gran tema no quiero dejar de mencionar el también bellísimo “Sea of Bells”, el cual podéis escuchar con diálogo, bueno, más bien en una sucesión de besos muy sonoros y algunos gemidos (pues pertenece a una escena de sexo lésbico) en el tema “Four Small Silver Balls” en el cual nos hacemos una perfecta idea de la delicadeza de Yeong-wook para crear música.
Con The Handmaiden estamos sin lugar a dudas ante una de las grandes bandas sonoras de este año 2016 y de paso apuntala al compositor surcoreano como uno de los grandes no solo a nivel asiático sino a nivel general en el mundo de la música de cine.
LO MEJOR: La sensibilidad de Yeong-wook a la hora de retratar personajes y sentimientos con su música.
LO PEOR: La dificultad de poder ver la película fuera de festivales para poder apreciar la banda sonora en todo su esplendor junto a las imágenes.
EL MOMENTO: “Wedding”.
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