Gernika

Han pasado diez años desde que se estrenó la que hasta ahora era la primera y única película rodada por Koldo Serra, Bosque de sombras, demasiado tiempo para no disfrutar de un director que me parece uno de los mejores de este país. Supongo que detrás de esta larga ausencia estará la dificultad tan enorme de levantar una producción cinematográfica en España y más difícil aún con la mala racha económica que arrastramos desde hace años y el bochornoso apoyo del gobierno a la industria cinematográfica.

Decía que es una pena no haber disfrutado de más trabajos suyos en pantalla grande pues Serra tiene una forma de rodar que me encanta y en esta Gernika técnicamente se ha salido. No hay más que ver el plano secuencia de más de cuatro minutos que se marca en una escena de baile, toda la parte final del bombardeo o esa magnífica paleta de colores mostradas en la cinta, muy deudora del cine de Zhang Yimou, para poder apreciar su gran calidad tras la cámara.

La película es un drama romántico con un reparto muy coral encabezado por James D’arcy y María Valverde, así que esta es una historia de personas y de la repercusión que tiene el horror de la guerra en sus vidas, por lo que el director vasco se ha alejado de mostrar posicionamientos políticos para ahondar más en la construcción de personajes, aunque es cierto que el romance y algunas partes del drama a mí particularmente no me llegan ni convencen, como creo que deberían llegar al espectador, sobre todo siendo la historia de amor la baza principal que quiere jugar esta historia. Pero no por esto Gernika deja de ser una apuesta interesante de ver y disfrutar, pues la película tiene mimbres para ello, demostrando una vez más que el cine español tiene grandes realizadores que hacen grandes películas.

La música de Gernika

Otra de las cosas por las que es una pena que Serra no se haya podido prodigar más en pantalla es porque también nos quedamos privados de escuchar bandas sonoras creadas por Fernando Velázquez, al que como bien sabéis todos los aficionados a la música de cine le une una estrecha realización con el director vasco desde que este comenzó a realizar sus primeros cortos.

Contrario a lo que dicen algunos gurús, considero que Velázquez está actualmente en un estado de gracia creativo en el que nos está ofreciendo grandes composiciones para las películas en las que se ve inmerso y esta banda sonora es una nueva muestra de ello.

Siendo Gernika una cinta clásica en toda regla, Velázquez la acompaña con una partitura también clásica, como no podía ser de otra forma, en la que cuerdas, vientos y piano son los que llevan la voz cantante durante toda la historia, tanto en el bloque dramático como en el romántico. Este último instrumento, siempre asociado al personaje de Teresa en el que es el leitmotiv de la banda sonora, conocerá distintas variaciones y desarrollos a lo largo de la historia. Lo escuchamos por primera vez en “Teresa/Press Office” introducido por una bella melodía a piano, seguida de vientos y cuerdas, retratando perfectamente tanto el drama como el romance que acompañaran al personaje interpretado por María Valverde. Dicho leitmotiv siempre estará muy presente en la historia destacando sobremanera en cortes como “The Consul and Nikolai”, “Meet Me by the Teacher” o el precioso “My Hidding Place/Teresa”, sin el cual la escena a la que acompaña no nos transmitiría ni la mitad a los espectadores.

Por supuesto, teniendo un tema bélico como trasfondo también encontramos en la partitura temas oscuros en los que Velázquez se desenvuelve igualmente como pez en el agua y donde destaca “Back From the Front/The Picture”, donde escuchamos esa utilización de las trompas tan amenazante y característica en sus composiciones acompañadas por la sección de cuerdas.

Es Gernika una banda sonora que nos lleva en un carrusel de sentimientos, y todo lo que Fernando nos muestra estalla en el tour de force que nos ofrece para la parte final de la película, acompañándola con “Gernika Under the Bombs”, 25 minutos en los que nos transmite tensión y emociones a raudales, con un sobresaliente uso del coro y la orquesta para retratar lo que aconteció aquel fatídico 26 de abril de 1937. Y no voy a entrar en más detalles sobre el que considero uno de los candidatos a ser mejor tema de este año 2016, pues es obligado que cada uno de los que leéis esta reseña lo escuchéis y os sumerjáis en él, y si es acompañando a las imágenes, mejor todavía para apreciarlo en todo su esplendor.

¿Quién dijo saturación de música en esta película?