Atmósferas transparentes y directas |
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La última película de Nicolas Winding Refn sigue patrones habituales en su filmografía y es fiel a su estilo, aquel que podría ser definido como una fusión entre el mejor David Lynch a nivel de atmósferas y narrativa y el mejor Stanley Kubrick a nivel de fotografía.
En este caso, con más razón si cabe, porque The Demon Neon va sobre el encarnizado y competitivo mundo de la belleza. De las modelos. La edad, la delgadez y las operaciones de cirugía estética. Escenarios. Pasarelas. Luces de Neón.
El frío estilo del director va como anillo al dedo al argumento. Y al igual que en sus anteriores películas, la forma lo es todo, dejando en muy segundo plano el contenido.
Cliff Martinez también se antoja como una de las mejores opciones para dar música a esta película. Su música ambiental, aquí potenciada por la trama, sigue el patrón de sus colaboraciones con el director, pero en esta ocasión planteado una banda sonora mucho más limpia, directa y elegante. Donde lo cristalino adquiere dimensiones sonoras. Sonidos transparentes que convienen en perfecto contraste con la profunda oscuridad interna de aquellas personas que rodean a la protagonista interpretada por Elle Fanning.
The Neon Demon es sin duda, una de las bandas sonoras más compactas del compositor, siendo una en las que más a tirado de sus compositores adicionales habituales, ya que varios de los temas están realizados con otros dos compositores, Peter G. Adams y Gregory Tripi, habituales colaboradores en su filmografía.
The Neon Demon constata una vez más que la creación musical de Martinez es indispensable para el cine del Winding Refn, enfatizando aún más su marcada personalidad.
Es una banda sonora que he disfrutado mucho mas que Drive, donde las canciones eran mucho más importantes y presentes que el score de Martinez. En The Neon Demon, el compositor crea un discurso coherente y en crecimiento durante toda la trama y donde este es claro protagonista, solo desplazado en un par de canciones.
Uno de los mejores trabajos del compositor, donde, eso sí, como siempre en su estilo, funciona infinitamente mejor dentro de la película que fuera de ella. Por otro lado, esa es la función primordial de la música de cine.
LO MEJOR: Su evidente evolución dentro del cine de Nicolas Winding Refn, aportando una banda sonora cohesionada e indispensable para la experiencia cinematográfica.
LO PEOR: No es algo que dependa del compositor o la película, sino del gusto del oyente, al ser esta una banda sonora eminentemente ambiental, como suelen ser las colaboraciones del director y compositor.
EL MOMENTO: Dos en el disco y uno en la cinta, su último tramo. “Are We Having a Party”, que acompaña uno de los momentos má salvajes de la película, así como “Get Her Out of Me”, su final y el culmen de la decrepitud humana bajo una fachada de perfección.
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