Un lugar de sueños cumplidos con un punto de locura y muchísimo trabajo |
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Esta es la mejor forma de definir a Studio Ghibli, sin duda alguna, y para todos aquellos que amamos la obra de Hayao Miyazaki e Isao Takahata, con la inestimable e imprescindible colaboración de Toshio Suzuki, este documental dirigido por Mami Sunada supuso un maravilloso regalo en el que pudimos acompañar durante dos horas a Miyazaki en su trabajo por los míticos estudios durante el proceso de producción de “The Wind Rises” y un poco de pasada el de “The Tale of the Princess Kaguya”.
Ver al gran genio nipón hacer storyboards, dibujar, entintar, etc, es una auténtica gozada y veremos con mucho detalle cómo es su forma de trabajar, las manías que tiene respecto a horarios, descanso y trabajo, su manera severa de dirigir a su equipo creativo, su vida dentro y fuera de los estudios, pensamientos políticos y sobre la familia, así como lo más importante: su relación con Takahata y Suzuki, la cual queda más que manifiesta como de profunda amistad y respeto a lo largo del documental y cómo cada uno de ellos menciona a los otros dos para apostillar que jamás habría llegado a donde está sin su colaboración.
Esto es solo un pequeño esbozo de lo que os vais a encontrar en esta historia que, vuelvo a repetir, es una joya visual que todos los que amáis lo que representa Ghibli no os debéis perder.
Rodado de un modo muy íntimo y pausado para dejar patente el espíritu que siempre rodea a Ghibli, The Kingdom of Dream and Madness cuenta con la música de Takagi Masakatsu, compositor que se ha dado a conocer con sus bandas sonoras para las películas de Mamoru Hosoda Wolf Children y The Boy and the Beast (ambas reseñadas en esta web) y que aquí aplica una partitura íntima y pausada también en la que encontraremos un leitmotiv que aparece en el primer corte: “Tsumugi Kaze (Overture)”, tema orquestado para una pequeña formación de cuerda, que sirve como la llave que nos abre las puertas del estudio mientras vemos a Miyazaki comenzar su jornada laboral.
Este leitmotiv irá apareciendo en distintas variaciones a lo largo de la historia para sorprendernos con temas como “Tsumugi Kaze (Dakuboku No Michi)”, interpretado a modo de banda de Nueva Orleans con trompetas y acordeón al frente, mientras las imágenes nos muestran los comienzos de Takahata y Miyazaki y cómo se conocieron, “Tsumugi Kaze (Yume Tsumugi)” y “Tsugumi Kaze”. El primero es un tema a piano y bandoneón que acompaña a la voz de Hideaki Anno mientras cuenta cómo conoció a Miyazaki para trabajar en Nausicaa del Valle del Viento; el segundo interpretado solo a piano y dándole un toque muy nostágico dejando entrever la retirada de Miyazaki en cuanto a realizar largometrajes tras The Wind Rises. Comentar que tanto piano como bandoneón y acordeón son interpretados siempre por Masakatsu, que es un grandísimo intérprete además de compositor.
Fuera del bloque del tema principal encontraremos otros muchos temas a destacar, los cuales siempre le dan un hilo conductor muy preciso a la historia que se nos cuenta. Me detendré en destacar “Kumo Hakobi”, en el que el vibráfono sirve como vía de escape, conexión con la naturaleza y de hermandad en un día laboral del famoso estudio; “Annon”, que por las imágenes que acompaña bebe directamente de la banda sonora de Hisaishi para The Wind Rises y su uso de la balalaika, así como “Neppu (Ghibli)” tema 100 % Masakatsu en la forma de interpretar al piano que nos retrata el final del proceso creativo de la película de Miyazaki.
Para finalizar y no menos importante, mencionar los cortes “Watage Warabe” y “Yufuka”, este último acompañando una de los mejores y más entrañables pasajes de la historia, con Miyazaki, Takahata y Suzuki como protagonistas, donde las notas del piano desgranan 40 años de amistad, rivalidad, mucho trabajo y respeto.
Tras esta pequeña reseña no me queda sino recomendaros encarecidamente tanto la visión del documental como la escucha de su banda sonora, con la cual Masakatsu vuelve a demostrar su enorme sensibilidad y talento para contar historias en la pantalla con su música. |
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