Un videojuego que no dejará indiferente a nedie |
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Al fin los jugones que gustamos de este tipo de aventuras y que disfrutamos como pocas, dos obras de culto como ICO y Shadow of the Colossus, podemos adentrarnos nuevamente en un mundo desarrollado por el gran Fumito Ueda, creador también de los títulos antes mencionados.
Ha tenido que pasar una década desde que se anunció su lanzamiento en Playstation 3 y, tras un cambio de plataforma y muchas incertidumbres, por fin tenemos aquí The Last Guardian, videojuego que nos relata la historia de un chico que despierta entre las ruinas de una ciudadela junto a un animal muy especial que está encadenado llamado Trico. Juntos afrontarán una aventura en la que forjarán una amistad que les ayudará a superar obstáculos y descubrir secretos a través de la exploración y resolución de puzzles de lo más variado. Sin desvelar nada más para no chafar la experiencia de quienes lo juguéis en algún momento, solo voy a resaltar la grandísima dirección artística que posee el juego, con enormes escenarios muy detallados y destacando por encima de todo el diseño del animal, simplemente increíble en cuanto a realismo tanto en diseño como en comportamiento, llegando a hacernos crear un vínculo con él como si fuera de carne y hueso. Los que habéis tenido o tenéis mascota ya entenderéis por qué digo esto.
Para un videojuego de esta factura técnica, y estando detrás de él un tipo como Ueda, no era difícil imaginar que el apartado musical iba a ser otro de los aspectos sobresalientes de la historia. Acostumbrado a trabajar con grandísimos compositores (Michiru Oshima en ICO y Kow Otani en Shadow of the Colossus) la búsqueda del genio nipón y del productor musical que ya trabajó con él en Shadow of the Colossus, Tommy Kikuchi, les llevó hasta Takeshi Furukawa, el cual, tras ver unas imágenes conceptuales, desarrolló algunos temas que le hicieron valedor de hacerse cargo de la banda sonora.
Interpretada por la London Symphony Orchestra, London Voices y Trinity Boys Choirs bajo la dirección y orquestación del propio Furukawa, la partitura es un canto de amor a las grandes bandas sonoras clásicas, totalmente sinfónica y, como el juego, muy cinematográfica. En ella vamos a encontrar temas de acción, suspense, drama, ambiental… todos ellos con el fin de retratar tanto la aventura como la parte más importante de esta, que es la relación entre Trico y el chico.
Así pues, encontramos en la banda sonora un tema principal que va apareciendo en pinceladas a lo largo de su desarrollo, siempre como hilo conductor del vínculo que va creándose y fortaleciéndose entre el animal y el chico. Dicho leitmotiv se adivina en temas como «Overture: Lore», «Falling Bridge», «Hanging Gardens», «Alone» o «Wonded». Todos ellos de bellísima factura y con un gran sentido de la narrativa, cuya explosión acontece en los cortes «Finale I: Apex» y «Finale II: Escape», en los cuales los coros son parte muy importante de ellos. El primero con las voces del London Voices retratando la carga dramática del clímax del juego, el segundo acompañado de las infantiles voces del Trinity Boys Choirs que son las que muestran toda la inocencia y fortaleza de la amistad forjada por la singular pareja, apareciendo por fin el tema principal en toda su belleza y magnitud. Sin duda los dos grandes momentos (sin olvidar la fantástica suite de los «End Titles») de una banda sonora que ha sido una de las grandes destacadas del pasado año 2016 y nos ha descubierto a un grandísimo compositor al que no hay que perderle la pista.
LO MEJOR: Lo perfectamente estudiada que está toda la música en su sentido narrativo y cómo se beneficia de ello el desarrollo de la historia y de los personajes. No cabe duda que los distintos retrasos que sufrió el lanzamiento del juego han servido para que Furukawa se beneficiara también en cuanto a crear la banda sonora.
LO PEOR: Absolutamente nada que reprochar a tan estupendo trabajo.
EL MOMENTO: “Finale I: Apex”, “Finale II: Escape” y “End Titles: The Last Guardian Suite”. |
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