Aunque la película se modernice, la música se mantiene clásica |
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En este mundo del cine actual en que nos encontramos, lo de la falta de originalidad es algo habitual. Hasta tal punto que ya suele ser habitual normalizarlo, incluso valorando positivamente que se hagan este tipo de proyectos en muchas ocasiones. Yo sigo sin entenderlo, pero bueno, es un signo de los tiempos en que vivimos. Y si no que se lo digan a la publicidad de Black Panther de ser la primera con un superhéroe de color (pobre Wesley Snipes… entre otros). Hay que modernizarlo todo, porque lo antiguo se relaciona con viejo y sin sentido. Así nos va con todo en este mundo. En el caso de esta película, sin embargo, hay que reconocerle muchas cosas curiosas e interesantes que hacen que (a priori) no me moleste tanto que hayan decidido actualizar la historia.
Por un lado, no pretende rehacer la película. Y de manera clara. No como otras que dicen que tampoco lo hacen para luego copiar literalmente la trama completa. Por otro, intenta actualizar el fondo y desarrollo de la historia, actualizándola a los veintidós años pasados desde la original. Sí que es verdad que utiliza un prólogo muy simplón para hacérnoslo llegar de manera visual en la película (con el cameo de uno de los Jonas Brothers). Pero traslada, de manera interesante, el cambio de actitud de los jóvenes frente a los juegos en estos años. Ahora todo está mucho más basado en la inmersión de los jugadores y en “vivir” la experiencia del juego. También el uso de avatares y “personalidades online”. Todos, elementos que cambian el sentido de jugar a Jumanji desde los 90 a la época actual. Y como último punto, aprovechar para darle un reparto interesante y con un director joven también interesante. Dicho esto, no estoy calificando a la película como una joya, pero sí que es un divertimento de aventuras que tiene mucho más sentido que bastantes otros proyectos que se terminan estrenando.
Dicho esto, mucho aficionado a puesto el grito en el cielo por “tocar” esta película, cuando Jumanji en su momento sufrió para llegar a los 100 millones en taquilla, no pasando de ser una película normalita, mientras que la actual en dos semanas ya triplicó su resultado, con un presupuesto relativamente similar (teniendo en cuenta los más de 20 años de diferencia entre versiones). Y ya no entro en las calificaciones de “obra maestra” a la banda sonora de Horner (maravillosa y diferente a su estilo habitual a mi entender, por cierto), cuando se la tenía olvidada y ni se la mencionaba desde hace siglos. En fin, esa memoria selectiva, alimentada por los bulos de redes sociales, que tenemos los aficionados supongo. El resultado, como describía antes, es el de una entretenida película de aventuras, con un reparto de cierto carisma y bastante carga de humor, que funciona lo suficientemente bien como para pasar un buen rato.
En ese sentido, y a pesar de los añadidos modernos en trama y desarrollo, otro de los elementos que la hace funcionar es su falta de pretensiones y su tono de aventura juvenil clásica. Un punto, este último, que es más que evidente en su banda sonora. Una banda sonora que el joven Kasdan encargó a James Newton Howard, un veterano colaborador de su padre, pero que tuvo que terminar por desistir de hacerla debido a compromiso previos, terminando por recaer la labor en las manos de Henry Jackman. Recién salido además de otro proyecto con cierta similitud temática y de estilo como era Kong: Skull Island. Principalmente porque el resultado es una banda sonora ligera y sin complicaciones, que busca el tono clásico de aventuras, algo que ya consiguió precisamente con Kong y que aquí vuelve a repetir con gran acierto. Lo único que se le puede reprochar es contar con muchos más momentos de acción más potentes y definitivos. Principalmente porque son uno de los puntos más brillantes de la banda sonora. Eso no quiere decir que no los tenga. Los tiene, pero ojalá fuesen más.
Los únicos momentos llamativos radican en la inclusión de dos piezas de carácter moderno, casi rock-popero, que vamos a encontrar en la partitura. Pero “Brantford High” y “Back to School” son simplemente unas piezas que sirven de prólogo y color a Jackman para diferenciar el mundo actual de los jóvenes protagonistas reales de la aventura. Es un toque diferente para reforzar el cambio. Pero para que nos demos cuenta del trabajo de Jackman, incluso en estos dos temas se permite evolucionar la música. Y es muy fácil apreciar la diferencia desde el sonido fresco simplón y modernillo de “Brantford High”, hasta la cierta seriedad y madurez que se escucha en la pieza final “Back to School”. Pero por lo demás, toda la banda sonora (e incluso estas dos piezas) tiene un corte y un sonido clásico, con una orquesta completa, coros, un tema aventurero principal y muchas ganas de dejarse llevar por este misterioso mundo de Jumanji.
La música muchos momentos que recuerdan el tono y desarrollo de la banda sonora de James Horner para la original. Comenzando por esa brillante obertura que es “The Jumanji Overture”, que parece un clásico sacado de una película de los 80-90. La principal diferencia es que mientras Horner componía una de sus partituras de aventuras tal vez más oscura y seria, Jackman prefiere brillar y divertirse. Un tono que es el que comparte esta nueva película frente a la original. Con lo que en muchas ocasiones, especialmente ese tema principal, parece recordarnos más al Alan Silvestri aventurero de los 80. Pero en conjunto es una partitura muy coherente y disfrutable desde este comienzo que nos traslada 20 años atrás, con una pieza potente y melódica en la que nos presenta el tema de aventuras principal con el que va a ir jugando a lo largo del desarrollo.
Una vez superado el prólogo y con los jugadores ya transportados a la jungla, comienza el misterio y la aventura. Este es el tono más habitual de la música sobre el que va desarrollando toda otra serie de elementos. Y es a lo que me refería de que ojalá hubiese aprovechado para dar más rienda suelta a la acción. La partitura introduce inicialmente desarrollos más juguetones y divertidos. Piezas como “Out of Character”, “Flirting with Danger” o “Special Abilities” aprovechan la necesidad de los jugadores de tener que adaptarse a sus avatares y sus características individuales. Y con ella la música también tiene un tono mucho más ligero y cómico, sin dejar de lado el misterio o tono de aventura. Pero la sensación es más de “¿qué esta pasando?”. Poco a poco ese misterio y aventura se van convirtiendo cada vez en algo más activo y dramático, perdiendo ese tono jocoso frente a otro más serio como se puede apreciar en “Van Pelt” o “Retrieving the Emerald”. Aquí no hay momento para gracias. Y los temas de tensión y misterio son realmente dramáticos, como podemos apreciar en “Out of Lives” o “The Missing Piece”. Pero el conjunto es realmente variado y entretenido, con ese punto junto de evolución en la música que le proporciona mayor carácter.
Como toda aventura que se precie, y al igual que ocurría en la original, también se permite introducir ciertos momentos de respiro emocional. Bien sea por elementos románticos o momentos melancólicos. No en vano, musicalmente, la personalidad de los jugadores debe ir madurando. Y aunque sea de una manera sencilla, pero muy efectiva, Jackman no pierde la ocasión de presentar dar diversos respiro emocionales. Desde el momento de realización que nos ofrece “The Adventure Begins”, pasando por “A Test of Friendship”, que presenta el tema principal en un tono y contexto más delicado. La delicadeza de “Lost in Time”, el romanticismo aventurero de “First Kiss”, o esa emocionante conclusión de la historia que son “Leaving Jumanji” y “An Older Friend”. Todas las piezas proporcionan pequeños remansos emocionales muy necesarios que consiguen redondear el conjunto de la banda sonora, proporcionándo más profundidad y rango a la música.
Pero donde la partitura alcanza sus mejores momentos, como mencionaba al inicio, es cuando aparece la acción. Lo más habitual es que Jackman hace avanzar la música comenzando con detalles iniciales de misterio y aventura, para proporcionar pequeños estallidos de acción como en “The Legend of the Jewel” o “Snake Charmer”. O los episodios de acción clásicos del juego como “Albino Rhinos” o “The Jaguars”, donde aprovecha para seguir la pauta del original en el que sabes que el siguiente movimiento se ha producido, solo que no sabemos qué va a pasar…. hasta que estalla. Jackman, por supuesto, aprovecha para marcar bien todas las transiciones, habitualmente utilizando una percusión tribal como en “Into the Jungle” o “The Bazaar”. No sólo haciéndonos dar el salto desde el mundo real al del juego, sino avanzando a través del mismo. Pero lo bueno es que la acción se va intercalando y está siempre presente.
Eso sí, cuando se suelta del todo, la verdad es que se consigue disparar a las alturas y, además, de manera original. Comenzando con el primer momento brutal de acción que es “The Bikers”, en el que el refuerzo de potencia de la pieza en vez de dárselo a las cuerdas se lo entrega a un conjunto de…. ¡mirlitones! Terminando por crear una especie de fondo de orquesta vibratorio, para reforzar la presencia de los antagonistas. Pero también podemos disfrutar con la pura acción aventurera clásica de “The Power of Bravestone”, o todo el montaje final que nos asalta desde “Ring of Fire”, “Begin the Climb” y “Call Out Its Name”, en el que orquesta y coro no nos dan ni un segundo de respiro hasta conseguir alcanzar la meta como los protagonistas.
Una estupenda banda sonora. De estas que eran más habituales escuchar hace 20 o 30 años casi todas las semanas . Jackman construye un conjunto muy entretenido, con un buen desarrollo, permitiendo un entretenimiento y disfrute durante todo lo largo de su escucha aislada. No ha reinventado la rueda, sino que ha tomado el estilo y tono más clásico de aventuras para ofrecernos un resultado más que interesante. Una manera estupenda de poder ofrecer su respeto a un legado y a un estilo que tiene perfectamente cabida en la actualidad. No se trata de renegar de lo moderno, sino de dar de lado lo que perfectamente puede seguirse utilizando sin problemas. No os la perdáis. |
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