Por fin aventuras animadas con música de animación |
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A ver. Ese titular tiene una razón de ser que he mencionado en varias ocasiones cuando repaso las composiciones para películas de dibujos animados. Y es que en los últimos años el cine de animación ha ganado mucha clase y muchos aficionados. Pero, musicalmente hablando, ha evolucionado hacia dos vertientes: el musical o la partitura dramática de cine. Con esto no quiero decir que esté abogando por el regreso del mickeymousing. Pero sí que es verdad que las películas de animación son, primeramente, animadas. Y han perdido esa parte de su gracia y diversión. Sólo la televisión parece permitirse jugar y mantener parte de ese estilo . Y un estupendo ejemplo es esta Panda de la selva, como se la conoce en nuestro país.
Con esto de tener pequeños en casa, es curioso la de series que descubrimos a las que no prestaríamos demasiada atención. Una de ellas es La panda de la selva, que descubrí gracias a mis hijos. Una serie que lleva varios años de cierto éxito en la cadena Nickelodeon, buena parte del cual es debido a la curiosa y bizarra reunión de caracteres que presenta. Uno de los destacados es ese «pinguino-tigre”, líder de la panda, y que va a todas partes acompañado de su hijo… un pez-tigre siempre metido en una pecera. No, no es una película de animación de David Lynch (aunque daría para eso si se quisiera ahondar en las extrañas relaciones entre los miembros), sino una más que entretenida (aunque algo repetitiva) serie de aventuras que no tiene miedo de incluir referencias cinematográficas clásicas que van desde La gran evasión y Los siete magníficos, pasando por El bueno, el feo y el malo e Indiana Jones, algo que es tremendamente llamativo en las partituras orquestales que acompañan a todos los episodios de la serie, principalmente por la cantidad de referencias musicales que aprovecha el compositor para incluir siempre que puede. La gran mayoría de ellas mucho más complicadas de comprender para su audiencia (dirigida a niños de entre 4 y 8 años) de lo que suele ser normal, pero que son muy divertidas para los que nos gustan esos detalles y referencias jocosas.
El responsable de la música para todos los episodios es Olivier Cussac, también responsable de la música para las dos películas realizadas de la serie. Es uno de los elementos que el estreno del film para salas ha hecho muy bien en mantener. Principalmente porque la misma cae en la trampa de hacerse complicada sola, al dar por sentado que existe un conocimiento previo de personajes y tramas de la historia, algo que la dinámica y entretenidísima banda sonora consigue mantener e incluso mejorar con respecto a lo que podemos escuchar en televisión. La banda sonora desarrolla una hiperactiva partitura clásica y orquestal interpretada por la Orquesta Sinfónica de Budapest, y dirigida por otro maestro como es Laurent Petitgirard, además de gran compositor también, por derecho propio. Repleta de vitalidad, acción y buen humor, recurre, sin hacerlo de manera exagerada, a un cierto tono de “mickeymousing”, no persiguiendo exclusivamente a los personajes, pero sí muy fiel a la acción e historia que transcurre en pantalla, proporcionando como resultado una banda sonora realmente entretenida y muy divertida.
El propio prólogo y su “Ouverture” nos lo muestra con esa música tremendamente vitalista que no tiene miedo de ir coloreando con melodías y temas la acción. Pero es fácil apreciar también cómo la música cuenta con mucho espacio para el crecimiento y desarrollo de la pieza. Valgan como muestra los múltiples cambios de ritmo y tono de la misma, que terminan alcanzando un final cargado de acción e intensidad. Este es el carácter de la música que nos ofrece Cussac. Y además, sin tener miedo de utilizar los diversos recursos utilizados en la serie. Lo más destacado, por supuesto las referencias, están a la orden del día. Una lastima que la increíble utilización del “Eye of the Tiger” de Survivor no se encuentre presente en la edición. Pero sí vamos a tener momentos como “Naissance d’un Héros” y ese habitual toque de western del que se sentiría muy orgulloso Elmer Bernstein, incluso con la inclusión de voces y guitarra a lo Morricone. Pero es que, además, a lo largo de la banda sonora vamos a escuchar desde toques de jazz setentero y sus reconocibles “wah-wah’s” de guitarra eléctrica en “Chut!”, como si estuviéramos en el terreno de un clásico de Harry, el Sucio. Sin olvidar un toque Flashdance, con un sonido de rock-pop de los ochenta brutal en “Togezer Forever” o el conclusivo tema principal, reconvertido en western moderno de toques setenteros, que es “Igor: Ultime Raclée”. Toda una colección de toques y referencias que le proporcionan una variedad y diversión a la banda sonora realmente brillantes.
Ese tema principal que acabo de mencionar es uno de los dos temas destacados y memorables que nos vamos a encontrar a lo largo de la banda sonora. Este primero es un tema que parece referirse a la exaltación al amor por la aventura de los protagonistas. La primera aparición la podemos apreciar en el final de “Naissance d’un Héros”, en el que incluye la presencia de voces. Pero lo volvemos a escuchar y disfrutar en muy diversos tonos y variaciones en “La Rencontre”, aunque con un aire de western más clásico, o en “Victoire / Premier Baiser”, donde añade unos toques de danza, convirtiéndolo en una especie de vals que va ganando intensidad y fuerza. De los dos, este es un tema nuevo que no aparece en la serie, pero que es realmente memorable y contagioso, que termina de proporcionar un toque genial a la banda sonora con ese tono tan rítmico y activo.
El otro tema destacado que utiliza brillantemente en la película, es el tema de la Panda. Tema muy reconocible puesto que es el que se utiliza en los créditos de la serie de televisión y que normalmente acompaña los momentos en que el grupo finalmente se recompone para terminar por salvar la situación y arreglar el entuerto en el que se encuentren metidos. Curiosamente aquí no lo usa demasiado. Incluso su primera aparición no la escuchamos hasta “À la Rescousse”. Y además, lo hace relacionándolo con el tema de la aventura, y dándole un toque más emocional, para componer una de las piezas destacadas de la banda sonora. Y es que en la película, su historia va centrándose más en el desarrollo de las relaciones entre los diferentes miembros de la Panda, que concluyen con la creación del grupo. De ahí, probablemente, la utilización más limitada de este recurso, sólo cuando ese espíritu de la Panda empieza a surgir.
Lo que ocurre es que el tema principal es muy memorable y reconocible. es uno de esos que puedes silbar tras escucharlo un par de veces. Lo volvemos a oír en “Maurice Songe / Les Esclaves”, una pieza cargada de tensión que va introduciendo trozos del tema mientras va aumentando en intensidad y fuerza del mismo. Una muy buena y original variación. Luego vuelve a aparecer, esta vez con un tratamiento más urgente y frenético del mismo en “Vol de la Clef”. Y finalmente en “Destruction de la Jungle”, con una enésima versión del mismo presentado con toda la orquesta y el coro, recargando de fuerza al mismo. Ya en “Heureux Dénouement” recupera el tono vitalista y divertido más habitual para cerrar la banda sonora con la presentación más conocida del mismo.
Y fijaos que aún queda buena parte de la banda sonora, cargada de interminables piezas llenas sobre todo de acción y energía. Jugando siempre con otros momentos de tensión y suspense o aventura, que terminan estallando en piezas cargadas de movimiento y fuerza como pueden ser “Première Mission” y “L’armée des Babouins”. En otros momentos, como “Junior s’échappe”, la acción se contagia de un tono de jazz. Por supuesto, también hay cabida para momentos delicados y melancólicos como “Junior Enlevé” o “Les Rayures Effacées”. La verdad es que es un conjunto realmente brillante y entretenido. Pero sobre todo muy enérgico y divertido, con ese cierto toque más loco y salvaje de la animación clásica, pero sin perder clase y buen gusto. Melodía y diversión en gran cantidad en una banda sonora que merece la pena que tengáis en el punto de mira si os gusta la diversión y la buena música de animación. |
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