Un personaje en busca de su personalidad |
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Desde hace muchos años siempre he pensado que Jack Ryan es uno de esos personajes literarios que clama por tener una serie de televisión. Antes era un poco más habitual este tipo de juegos, mientras que ahora se busca más en ocasiones seguir la trama de una película o de un mundo, que de un personaje, salvo en ciertas excepciones. Además es de esos personajes que pueden perfectamente actualizarse sin dañar en absoluto su integridad o su manera de ser. Algo que ya se realizó en películas y que no ha funcionado nada mal. Ahora son los estudios Amazon y su servicio Prime, los que nos traen esta actualización del personaje en una serie entretenida, aunque no demasiado original, pero que funciona y cumple perfectamente como presentación de su protagonista.
Esto es algo que también aplico a la música que Ramin Djawadi nos ofrece para la misma. Vaya por adelantado que no soy en absoluto fan de su trabajo para Juego de tronos. Al menos no más allá de que ha ido mejorando con el paso de las temporadas. De la misma manera que tampoco lo era de su trabajo para la ya reconocida Prison Break, o la actual Westworld. No me llaman ni me convencen demasiado, fuera de momentos muy puntuales. Sin embargo me encanta su trabajo para una serie maravillosa, que pasó más que discretamente por nuestras televisiones como es Person of Interest. Una banda sonora que mantenía un estupendo equilibrio entre sonido moderno y clásico, y que sabía incorporar estupendamente momentos emocionales y cálidos en su desarrollo.
Este es uno de los mejores aciertos que Djawadi aplica en su música para Jack Ryan. Evidentemente, cualquier thriller político y con altas dosis de tecnología que se precie, incorpora elementos de electrónica y percusión. Con variaciones en intensidad y fuerza según necesite el desarrollo de la historia. Algo que aquí se escucha en momentos como “Paris Apartment Party” o “CIA Never Sleeps”. Incluso al tener su trama relacionada con cuestiones de terrorismo internacional y el Oriente Medio, Djawadi se permite incorporar ciertos toques étnicos en el sonido que le proporcionan ese color específico a la música, como podemos apreciar en “Suleiman’s Tears” o las voces de “A Sarin Requiem”. Y por supuesto, los clásicos momentos de tensión más ambientales y atmosféricos como “Cobalt Compromised” o “Breach”. Estos son los elementos más típicos, que ya incorporaban en las películas Horner, Doyle o Poledouris. Pero estos no inundan la banda sonora de Djawadi, sino que se reparten en un buen equilibrio lo que permite que la edición pueda disfrutarse en su escucha aislada.
Pero es sobre todo los momentos de emoción y drama los que favorecen la banda sonora. Principalmente porque le ofrecen un contrapunto de estilo a la música y hacen que el aficionado menos habitual no pierda su interés y emoción. No solamente porque su desarrollo más clásico y melódico se disfruta más fácilmente, como se puede comprobar en “Greer’s Gears” o “Heart of Hanin”. La orquestación también se permite ser original y delicada, buscando tornarse en un cierto tono elegíaco y melancólico que funciona realmente bien. Especialmente en su momento más destacado como es “The Price of Freedom”. Lo mejor es que Djawadi sabe incorporar esos elementos también en su desarrollo más ambiental y atmosférico, proporcionando un sonido y estilo muy interesante al conjunto. Sin nunca volcarse completamente a los ritmos y sonidos más modernos y de tensión.
El punto final es su intento de proporcionarle cierta personalidad a su protagonista por medio de un tema principal, que aparece e incluso se incorpora en ciertos momentos puntuales de la banda sonora. El “Main Title” es, básicamente, una especie de prologo de dicho tema. Tomando parte del mismo para crear uno de los típicos créditos cortos y directos que suelen presentar las series actualmente. Pero su desarrollo más completo lo podemos escuchar en “Jack Ryan, Analyst” o el “Main Theme” final con que concluye la banda sonora. Un tema lo suficientemente memorable como para desear que hiciese su aparición más a menudo de los tres o cuatro momentos puntuales que se aprecian en la presentación de la banda sonora.
En conjunto es una banda sonora, que gana bastante en más en su presencia en la serie, que en su escucha aislada. Una banda sonora cuya selección de momentos no es totalmente acertada, pero si buena representación de lo que ofrece y tiene en su interior. Y cuyo principal acierto es saber equilibrar perfectamente los diversos estilos y tonos de la misma, para favorecer su escucha al aficionado. Tensión, acción y emoción bien repartida, en un trabajo que si presenta unas bases para esperar un interesante desarrollo futuro. Y sobre todo confirmar si el personaje puede seguir desarrollando su propia personalidad, tanto en pantalla como musicalmente. |
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