Era el favorito y se lo merecía desde hace muchos años. Esta madrugada Ennio Morricone ganó el Oscar, y no fue un premio honorífico como el que le dieron en 2007 para disimular injusticias cometidas durante años, sino uno de verdad, un galardón a la mejor BSO origina por The Hateful Eight.
Para muchos, no es de lejos su mejor trabajo, pero al menos se hace justicia a una leyenda. Recordemos que estuvo nominado en su día por Days of Heaven (1978), The Mission (1986), The Untouchables (1987), Bugsy (1991) y Malena (2000).
Este año competían con el maestro italiano John Williams (Star Wars: The Force Awakens), Carter Burwell (Carol), Jóhann Jóhannsson (Sicario) y Thomas Newman (Bridge of Spies).
En cuanto al Oscar a la mejor canción, el premio fue para Sam Smith y Jimmy Napes por «Writing’s on the Wall», de la bondiana Spectre.
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