Entretenimiento total para todo seguidor de la saga CAPCOM |
|
Situada entre los acontecimientos acaecidos en la sexta y séptima parte de los juegos, este 2017 nos ha traído la tercera entrega de las películas animadas por CGI basadas en el mundo Resident Evil. Dichas películas están hechas sin lugar a dudas por y para el fan de los videojuegos, especialmente tal y como se nos han presentado durante los diez últimos años, con la excepción de la última entrega, con lo que su visionado por parte de seguidores siempre ha acarreado opiniones muy dispares en cuanto al resultado ofrecido por estas cintas, aunque eso es un debate que no corresponde ser tratado aquí.
Como decía, este film es un puro entretenimiento en el que nos encontramos nuevamente a personajes más que conocidos como Chris Redfield, Leon S. Kennedy y Rebecca Chambers, los cuales se ven nuevamente enfrentados a una amenaza bioterrorista en forma de virus que muta a los seres humanos en despiadados y hambrientos zombis. Nada nuevo bajo el sol en el mundo Resident Evil, así como en esta, hasta ahora, trilogía de películas.
Así pues, asistiremos a una historia que, aunque en cuanto a guion quizá sea la más floja de las tres, sí tiene los suficientes mimbres para que entremos al trapo con lo que mueve a los personajes a la hora de afrontar esta nueva aventura, en la que sobresale por encima de todo el abrumador apartado técnico y unas espectaculares secuencias de acción rodadas magistralmente por Takanori Tsujimoto y animadas de forma tremenda por Marza Animation Planet, los mismos estudios que nos trajeron la portentosa Capitán Harlock (2013), lo que en conjunto hace que sea un visionado más que disfrutable el de esta cinta.
Buena parte de la culpa de ese disfrute se debe también a Kenji Kawai, cuya primera incursión en el mundo RE no puede ser más satisfactoria, dotando de una gran fuerza a las imágenes con su personal sello musical. A lo largo de sus 70 minutos de duración el compositor japonés nos ofrece una partitura a caballo entre pasajes atmosféricos y de tensión, así como los correspondientes a los momentos de acción pura y dura.
En lo que respecta al bloque atmosférico destacaré temas como “Operation” y “The Search”, cuyas notas transmiten perfectamente la opresión, angustia y temor que se siente en una gigantesca mansión totalmente a oscuras, rodeado de peligros mortales, y por otro lado también haré especial mención a “Gas” e “Infected”, temas ambos que también acompañan magníficamente a las secuencias para transmitirnos todo el malestar posible ante lo que ocurre y, con los segundos finales del segundo, hacer que la adrenalina acumulada fluya sin contención.
Dentro también de este bloque, y muestra de que Kawai sabe de sobra lo que se trae entre manos, encontraremos dos temas que son un homenaje total a la música de la saga de Capcom: “Chris and Leon – Alike” y “My Blood”, ambos muy deudores de las pantallas de comienzo o reinicio de los videojuegos, así como de las cinemáticas que encontrábamos al comenzar a jugar a algunos de ellos. Un total acierto del compositor y un guiño más a los fans de RE.
Teniendo pasajes de acción tan espectaculares la película, la música no le iba a ir a la zaga y es en el último bloque de la banda sonora (sin olvidarnos del también estupendo “Cerberus”) donde Kawai se sale literalmente acompañando el acto final de la cinta con los temas “Extreme Battle”, “Unleash It!, “Ariego” y «The Final Stage”, en los que todas sus señas de identidad quedan manifiestas para nuestro disfrute: teclados y sintetizadores, percusión electrónica, guitarras, voces masculinas y femeninas, arpa…, un absoluto goce que nos hace meternos totalmente en la piel de los héroes y, junto a ellos, disparar todo tipo de armas, saltar edificios, hacer piruetas imposibles, enfrentarnos al villano a puñetazo limpio y salir triunfantes y con heridas por todo nuestro cuerpo. Y es que la música del nipón funciona a las mil maravillas, más aún dejándonos un epílogo tan estupendo y tan Kawai como “Vaccine” para poner un gran broche a otra muestra de que este hombre es una de las referencias en el mundo de la música para el audiovisual sin lugar a dudas. |
No hay comentarios