Fuera de la zona de confort |
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Soy un amante declarado de practicar el complicado ejercicio de salir de la zona de confort. Creo que asumir riesgos y cambiar de aires plantea unas opciones encima de nuestra mesa que casi siempre nos posibilita a dar lo mejor de nosotros mismos.
La trayectoria profesional de Fernando Velázquez dentro de lo que es componer música para el medio audiovisual es ya extensa y variada. Parece haberse especializado en thrillers psicológicos o sobrenaturales con importante presencia del terror y personajes atormentados. También en la comedia española más ligera, donde siempre consigue elevar el producto con una banda sonora, normalmente, por encima del nivel de las imágenes.
Entre sus más grandes trabajos esta, y sin pensarlo demasiado, Lo imposible, Un monstruo viene a verme, Lope, Orgullo + Prejuicio + Zombies, Gernika o El secreto de Marrowbone. Y en esta última etapa de su joven carrera, destacaría especialmente su banda sonora para Durante la tormenta, quizás su mejor banda sonora para ese género del thriller en el que ya ha cumplido y con nota.
Es genial que el compositor siga componiendo para comedias y más si de camino homenajea a grandes como Dave Grusin, tal y como hizo hace poco en Los Futbolísimos. Y es genial que su estilo muy reconocible se acople como pez en el agua a productos de temática más oscura donde el sinfonismo tiene las de ganar.
Pero creo que el compositor, como buen creativo que es, evidencia una clara tendencia a abrirse paso por otros pastos. Ese interés por ello ya lo evidenciaba hace años con Sexy Killer, una magnífica banda sonora que le hacia jugar con sonidos rockeros.
Con 70 Binladens el compositor se quita el manto sinfónico que lo ha caracterizado hasta la fecha para regalarnos uno de sus mejores trabajos. Uno muy fiel a sonidos propios de Lalo Schifrin (casi toda la banda sonora consigue captar el ambiente sonoro de su Bullit, referente indiscutible del género), Quincy Jones o David Shire y su Pelham 1, 2, 3 (otro referente del género), sin olvidar que se debe a unas imágenes y una época, por lo que además encontramos algún elemento instrumental más contemporáneo, sugiriendo ciertas reminiscencias al magnífico trabajo que Adrian Younge y Ali Shaheed Muhammad han llevado a cabo para la serie de Netflix Luke Cage, que también tomaba como referencias las anteriores.
Sin duda, este cambio de registro es más que bienvenido. Un ejercicio subordinado en su totalidad a las imágenes, donde el compositor demuestra que no hay género, película o estilo que se le atraganten.
Una banda sonora que puede descolocar a más de un aficionado a la música del compositor. Pero pienso que la sorpresa sera de las buenas.
Una banda sonora donde encontrarás uno de los mejores temas del compositor y uno de los mejores del año: «Cinco minutos». Siete minutos y veinte segundos de una construcción musical ejemplar.
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