Una serie de las que atrapan |
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Cuando en julio del año pasado Netflix anunció una nueva serie tras la que estaban los creadores de Avatar: The Last Airbender rápidamente fui a investigar de que trataba y, si ya con quienes estaban tras ella era suficiente garantía de que esta iba a ser un producto de mucha calidad, cuando leí la trama y vi en el mundo en el que estaba situada, como enamorado de la fantasía heroica, comencé a contar los días hasta la fecha de su estreno en septiembre. Y nada más ver los primeros episodios, mis expectativas fueron más que colmadas.
La historia de The Dragon Prince parte de un mundo en que los humanos están enfrentados a muerte con los Elfos de Luna y con los Dragones, en un mundo dominado por distintos tipos de magia entre las que se encuentra la magia negra, descubierta por lo humanos y que tiene mucho de culpa en la guerra que ahora acontece en este mundo.
Aquí entrarán en escena nuestros protagonistas, Ezran y Callum, hijos del Rey Harrow, cuya vida está en el punto de mira de los elfos en cuyas filas se encuentra la joven Rayla, a la cual el destino unirá a la vida de los jóvenes príncipes y juntos emprenderán un viaje cuyo destino es poner fin a la guerra que asola el mundo de Xadia.
Con este punto de partida nos encontramos con una historia que, aunque tenga unos mimbres ya vistos en tantas otras realmente está pensada para atrapar a todo tipo de público pues no es solo una serie pensada para niños y adolescentes, hay un punto de oscuridad desde su comienzo que también nos atrapa a los adultos. Sus creadores trabajan muy bien el tono en todo momento para manejar con mucha soltura y acierto dicha oscuridad y el tono ligero de la serie, con su cuota justa de humor muy bien trabajada así como la parte de aventura, drama y el desarrollo de personajes protagonistas, los cuales no comienzan como héroes, pero van descubriendo que pueden tener un gran impacto en el mundo siguiendo sus convicciones.
Y así nos encontramos con una serie de una factura exquisita que está encandilando a todo tipo de público y cuya recién estrenada segunda parte no ha hecho sino crecer más la calidad de la historia, animación (el único debe en mi opinión de la primera temporada) y proyección de personajes una vez asentadas las bases de esta en su primera entrega. Una vez finalizada esta nueva temporada, que se pasa en un suspiro, cualquiera de los espectadores que la han visto no pueden más que estar expectantes y deseando saber más y más de lo que le acontecerá a Ezran y Callum en el viaje de crecimiento y descubrimiento que han emprendido, y eso es debido a la calidad del trabajo, mimo y pasión que han puesto en ella Aaron Ehasz, Justin Richmond y Giancarlo Volpe, responsables de todo lo bueno que hay tras The Dragon Prince.
Música de muchos quilates
Eso es lo que nos encontramos tras las hasta ahora dos temporadas de The Dragon Prince, un score tras el que está un viejo conocido: Freddie Wiedmann, quien ha sabido insuflar con su trabajo, como ocurre siempre cuando hay libertad creativa y calidad en el material, una riqueza musical a la historia como pocas veces se ven en una serie de televisión.
Wiedmann construye el mundo musical de la serie alrededor de un tema principal muy presente en la partitura que retrata a la perfección la luz y oscuridad que hay en el mundo de Xadia dependiendo del momento en que aparezca dicho tema y cuya máxima expresión de ambas cosas la encontramos en el corte “Long Ago, in Xadia” aunque a lo largo de las bandas sonoras de ambas temporadas apreciaremos este estupendo tema en muchísimos cortes en los que el compositor aplica con mucha intención y acierto su uso para reforzar la narración de la historia. Sirvan como ejemplos, por citar algunos, los temas “Azymondias”, Encounter at the Breach”, “Only Human”, “All the Bad Feelings” o “Spread Your Wings”.
Trabajando con mucha pericia las identidades de los personajes principales, Wieddman le da especial protagonismo al príncipe Callum con un tema representado por las notas de las cuerdas, en especial de las del chelo, que serán las que acompañen a este personaje durante toda la aventura en muchos y señalados momentos.
El primer atisbo de este tema aparece en “Brothers” para luego ir desarrollándose y creciendo a lo largo de cortes como “Not that Simple”, “Only Human”, o el zénit que supone “The Letter” con toda la carga emocional que conlleva la escena para el personaje acompañada maravillosamente por las sección de cuerdas. Y no debo olvidar la magnífica unión que conoce este tema de Callum con el del mundo de Xadia en el tema “Going Home”.
Otro personaje al que Wiedmann da mucha importancia en lo musical es a la Elfa de Luna Rayla, que es presentado en “My Heart for Xadia” para, igualmente que el de Callum, ser muy protagonista en momentos muy importantes para el desarrollo del personaje, tal y como sucede en ejemplos como “All the Bad Feelings” o “The Half Moon”, lo que nos lleva a otra parte muy importante de la música creada por el compositor que es la utilización del duduk para representar a los elfos como una raza ancestral que ha conocido eras y eras en el mundo de Xadia y que podemos apreciar a lo largo de las dos temporadas también en cortes como “Guardian of the Moon Nexus”, The Half Moon”, “Breaking the Cycle” o en el anteriormente mencionado “Long Ago, in Xadia”, al ser este un compendio de todo lo que habita dicho mundo.
La magia oscura representada principalmente en el personaje de Viren y Claudia también está muy presente en la música y es fácilmente reconocible tanto en las acciones del mago y consejero del rey, su hija así como en la aparición de cierto espejo en la historia, siendo las cuerdas nuevamente las encargadas de transmitir una sensación sombría y de amenaza como sucede en “A Message of Dead”, “Nothing, Nothing, Nothing!”, “He’s Really Gone/Mysterious Stranger” y “How I May Serve You? tema en donde el uso del violín solista junto al piano es realmente perturbador en una escena que es de vital importancia para las temporadas venideras.
La carga dramática en la historia siempre va acompañada por el sonido del chelo o del violín solista como protagonista, dándole Wiedmann cotas muy altas en “Last Sunset”, “Valley of Graves”, “His Own Fault” y “Destiny is a Book You Write Yourself”.
Y, cómo no, toda buena historia de aventuras tiene grandes temas en cuanto a acción, y estas bandas sonoras no iban a ser menos brillando especialmente en pasajes tales como “Up to Us Now”, “Flash, Woof, Zap, Slash!”, “A Huger Scary Monster”, “Fading Quickly”, “I Can´t Let You Go”, “Spread Your Wings”, “Magma Titan” y muchos y estupendos más que encontraremos en ambas bandas sonoras lo que en todo el conjunto expuesto en esta reseña hace sin duda, para el que escribe, el mejor trabajo hecho hasta la fecha por Wiedmann.
Desde estas líneas un consejo, si me lo permitís: no dejéis escapar tan fabulosas serie y música. No os arrepentiréis. |
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