The Wind Rises

Es una pena, pero parece que así va a ser: uno de los más grandes genios del mundo del cine y la animación cuelga los lápices con esta obra, por lo menos en cuanto a largometrajes se refiere, y su despedida no podía ser más idónea que contando una historia en la que aúna dos de sus más grandes pasiones: los aviones e Italia. Aunque ya en Porco Rosso tocó estos temas, es esta The Wind Rises una historia que, como yo digo, le ha salido de las entrañas. Era algo que tiene toda la pinta de haber estado rumiando desde hace muchos años, para ser contado lejos de los mundos de fábula y fantasía a los que nos tiene acostumbrados el realizador japonés.

La película nos cuenta la historia de Jiro Horikoshi, el creador de uno de los aviones más famosos de la historia: el caza de combate Zero. La historia de Jiro hará que contemplemos sucesos transcendentales en la historia de Japón: el gran terremoto de Kanto en 1923, la Gran Depresión y la entrada en guerra del país del sol naciente. Al mismo tiempo, también nos contará una historia de amor de las que marcan de por vida.

Siendo bastante criticado en su país por este film y su supuesta crítica a la entrada en el conflicto bélico y las consecuencias que arrastró para el país, Hayao Miyazaki lo único que pretende es hablar de cómo una persona persigue un sueño y cómo ese sueño, aunque hermoso, puede acabar destruyéndote. Así pues, nos encontramos ante la película más adulta del realizador japonés, no apta para niños y, quizá por ello, también una de las que peor ha funcionado en taquilla para el Estudio Ghibli. Pero igualmente estamos ante una película sobresaliente, de factura técnica, cómo no, impecable y, sobre todo, contada de una forma que llega al corazón y deja huella. Para el que escribe, Frozen, con sus grandes virtudes, fue una injusta ganadora del Oscar a mejor película de animación en detrimento del film de Miyazaki.

Hisaishi san: cómo no…

… es el encargado como siempre de ponerle música a la película del gran Hayao. Y nuevamente aprueba con nota alta la realización de este trabajo.

El pilar del score compuesto por el maestro nipón para esta historia es el tema adjudicado a Jiro: «A Journey», tema de claras reminiscencias mediterráneas que hacen alusión directamente al personaje al que admira Jiro y por el cual se dedica a realizar su sueño de diseñar aviones: Caproni. Dicho tema es hermosísimo y en su primera aparición en la primera pista del CD, «A Dream of Flight», ya podemos comprobar dicha belleza con un corte que se sustenta en una melodía de mandolina a la que se une acordeón y que a partir del minuto 1:50 alcanza su cota más alta, al igual que el sueño en el que está inmerso el protagonista. Este main title lo escucharemos hasta en diez ocasiones en sus distintas variaciones a lo largo de la película, sin perder un ápice de su poder narrativo para acompañar la historia. En cada uno de ellos, un instrumento es el protagonista, ofreciéndonos momentos realmente bellos. Entre dichos momentos destacaré «First Day at Work» con el instrumento fetiche de Hisaishi, el chelo, como hilo conductor; «Italian Winds», donde el acordeón nos traslada a la tierra de Caproni mientras observamos sus creaciones, y por último, el maravilloso «The Wedding», en el que guitarra española y piano van a la par en una de las escenas más bonitas y significativas de la película.

Pero no solo del mencionado tema principal se alimenta la historia de Jiro. Naoko, su esposa, es la otra parte importante de su historia, y como tal tiene un tema secundario que aparece en muchas ocasiones a lo largo de la cinta. Es otro bello tema: etéreo… frágil, como la belleza y salud de Naoko… unas breves notas que, desarrolladas en cortos tracks, toman una gran importancia en lo que vemos en pantalla, potenciando de una manera increíble las imágenes. De este bloque dedicado a la pareja de Jiro destacaré por encima de todas las variantes los temas «The Proposal» y «An Unexpected Meeting», dos tracks que derrochan sentimiento por todos los costados y van de la mano con dos momentos preciosos del film.

Para el personaje de Caproni, Hisaishi utiliza su vena más clásica y sinfónica. Temas con unas orquestaciones como solo este compositor es capaz de realizar, utilizando todos los recursos de la orquesta en su totalidad y que le aportan al personaje la nobleza del título nobiliario que ostenta: «Engineer´s Dream» y «A Phantom Giant Air» son los dos grandes temas asociados al ingeniero italiano.

No quiero dejar en el tintero temas tan estupendos como «The Falcon», corte con reminiscencias de Vivaldi y que hace que el vuelo del proyecto de Jiro más parezca una danza en el aire que una prueba de vuelo. «Paper Airplane» es ese tema que Hisaishi siempre se reserva en cada trabajo que compone para demostrar su virtuosismo al piano, reforzado con la sección de cuerda, y que tiene nuevamente a la pareja protagonista como centro de la música y, por último, «Prototype 8», en la que viento-metal y viento-madera hacen que de nuevo uno de los diseños de Jiro baile entre las nubes con ese viento que siempre se levanta… Ojalá que el maestro Miyazaki vuelva a alzarse una vez más como dicho viento y Hisaishi san pueda volver a poner su magia musical a una de sus películas.