Beltrami en modo «acción» |
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El Beltrami de The Gunman se ampara un poco en partituras también suyas de corte experimental aunque resueltamente potentes, como Snowpiercer. Nada de temas centrales al uso, leitmotiv clásico, uso de recursos étnicos o dilapidados acompañamientos orquestales. Acción trepidante, salpicada de algún que otro guiño melancólico -por fuerza, breve- y rubricada con un tema final elegíaco pero desperezado y rotundo.
Apoyada sobre todo en percusiones y bajo eléctrico, la función más expresiva de esta BSO gira en torno a las emociones propias de un thriller y de una cinta de acción. Misteriosos secretos e incógnitas de textura musical más bien sosegada, aparecen trenzados con sorpresas fatales, persecuciones repentinas y contratiempos muy intensos.
Beltrami disfruta con las escenas de loca acción. Lo evidenció en el último Die Hard, y aquí dispone de nuevas ocasiones para las que, sin embargo, escatima muchos recursos; como si cada persecución o emboscada tuviera impuesto un tono sostenido de conspiración secreta, algo más bien en el estilo de la Syriana de Desplat.
Al igual que en otras BSO de factura reciente, lo acústico y lo enlatado se dan cita sin trascendencia alguna. «Following Annie», con el piano, traza un fino eje melódico que no remite a escenas anteriores ni anticipa giros musicales. Es, por decirlo de algún modo, un alivio al estrés del protagonista, como «Jim’s Bedroom», un paréntesis de introspección en el pasado oscuro, las razones escondidas, el yo oculto.
Toda la demasiada ambigüedad que la crítica cinematográfica achaca a The Gunman -la película- no encaja para nada en The Gunman -la BSO-. Beltrami no se desmelena con impuestas resonancias africanas para ilustrar el periplo del protagonista de África a Londres y Barcelona. Su música se ciñe solamente a un subtexto de conspiración con explosiones de violencia. Resulta particularmente original su empleo de golpes secos de tambor en sintonía con los disparos de armas de fuego, sometiendo los intercambios de tiros a una especie de cantabile orquestado… ¡Brillante!
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