Rael Jones, un nombre a tener en cuenta |
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No es ningún secreto que Alexandre Desplat estira más el brazo que la manga y que anda metido en más proyectos que los que sensatamente puede acometer. Como resultado, un compositor melocinematográfico de segunda fila, en cuyo trayecto curricular aparecen labores de arreglista para Les Miserables, la serie Sherlock, Quantum of Solace o Under the Skin, se ve ante la palestra y con un solo tema de Desplat, compuesto sólo al piano y de menos de un minuto de duración, «Bruno’s Theme», como todo material.
Rael Jones, humilde, toma el corto tema central de Desplat por eje de su partitura, pese a que la película utiliza también muchos temas de época. Más al estilo de Yared (especialmente en su descartado trabajo para Troy), Jones explota la capacidad de la orquesta para conmover a través del movimiento sobredimensionado… Me explico: Yared, en Troya, jugaba con los crescendos de orquesta y coros para transmitir sensaciones de profundidad de campo, distancia, evocación o intensidad en la escena. En esas lides, John Barry era también un experto.
Jones, con una excelente plataforma técnica (los estudios Abbey Road) pero con muchos menos medios instrumentales y sin coros de por medio, trabaja arduamente el acompañamiento orquestal de escenas tales como una huida por un bosque o un ataque aéreo sobre población civil, calibrando con maestría los crescendos y las sensaciones de alejamiento o mayor proximidad de la tensión que la escena pretende reflejar… La historia del cine no es precisamente huérfana de estos momentos brillantes. Me quedo con la avioneta que persigue a Cary Grant en North by Northwest y el excelente acompañamiento de Herrmann.
El piano es el tercer actor elícito y en disputa del trío romántico de un oficial alemán y una adolescente francesa en la Segunda Guerra Mundial. El piano enamora, justifica, dirige según como el mismo destino de la historia, y Jones no permanece ajeno a semejante exigencia. El propio compositor ejecuta todas las piezas de piano, incluyendo la originalmente compuesta por Desplat y destinada a convertirse en pieza extensa para orquesta de cuerdas y vientos con arpa.
La película se basa en un bestseller francés y la historia cinematográfica, el guión, presenta algunas lagunas. No obstante, la preciosa fotografía de Eduard Grau y la música de Jones se saborean por sí solas… Rael Jones, tomad buena nota.
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