Como cada año, hacemos balance de lo bueno y de lo malo, quedándonos principalmente con lo bueno. Es un mecanismo básico de supervivencia. Seguir adelante con aquellas semillas que plantaste durante el año y que a buen seguro darán sus frutos el siguiente. Irónicamente, esta lista que he confeccionado -lo reconozco, un tanto anárquica- tiene mucho de semillas que germinarán y posiblemente den sus frutos. Pero, al menos a día de hoy, son semillas prometedoras que han dicho en alto “¡Eh! ¡Que estoy aquí!”. Y es que si en algo parece haberme llamado la atención este 2015 es en la gran cantidad de nuevos valores, surgidos de muy diferentes rincones, que han aportado su increíble talento, en algunos casos para productos de serie A. Para esconderse si la cosa sale mal…
Aquí encontrareis uno de los mejores años que recuerde el que esto escribe. Y por ello, he olvidado hacer el consabido y cansino TOP 10, que para nada haría justicia a la gran cantidad de maravillas que el 2015 nos ha dejado. Atentos, porque a muchos ya los conocéis. Pero a otros, poco…, y son el futuro. Un futuro muy prometedor que nos deja claro que el show… va a continuar.
In the Heart of the Sea – Roque Baños (cine)
Encontrarse esta banda sonora entre lo mejor del año, y pensar que, si hay justicia, podría ser una de las candidatas en los próximos Oscars de Hollywood solo dice cuál ha sido el camino que Roque ha seguido en sus largos años de carrera: un ejemplo a seguir.
Esta banda sonora es una autentica maravilla de principio a fin. Muchos son los compositores que desperdician ocasiones de oro. Pero no es el caso de Roque. Aquí ha cogido el toro por los cuernos, y más que temblarle las piernas ante la presión (algo que no va con el), ha dado todo de sí para componer una de las mejores bandas sonoras de toda su carrera. Ahí es nada.
Se nota los gustos musicales de Ron Howard para sus películas. De ahí que Roque haya creado una banda sonora con claras similitudes a las anteriores bandas sonoras compuestas por Hans Zimmer que, como sabéis, ha sido el compositor habitual de Ron Howard (o al menos el que más ha trabajado con él). Se aprecia principalmente en temas como “Essex Leaving Harbor”.
Pero el compositor no se queda aquí y es en aquellos temas más tranquilos donde más aporta de su personalidad. Exquisito sin duda el leitmotiv que escuchamos en cortes como “The Story is Told”.
Y ahí radica el triunfo del compositor. En un mundo donde los negocios son más del 50% de lo que hagas, que Roque haya sabido dar lo que el director solicitaba y, además, aportar su sello personal creando un conjunto solido, atractivo y brillante, dice mucho de lo que le queda por venir. Esto es solo el comienzo.
Vibrante, épica, emotiva, In the Heart of the Sea sigue la tradición del mejor Hollywood.
Wolf Hall – Debbie Wiseman (TV)
El año pasado nos entregó otra de las mejores bandas sonora del año con esa maravilla que fue A Poet in New York. En 2015 Debbie Wiseman, una de las mejores compositoras que ha dado la siempre fructífera tradición de compositores ingleses, dio música a Wolf Hall, todo un éxito televisivo en UK.
La musica de Wolf Hall sigue destacando los puntos fuertes de la compositora. Una maravillosa facilidad para la melodía. En este caso, Wiseman juguetea levemente con el minimalismo de otros compositores compatriotas, pero sin dejar de lado su personalidad. Clásica y de sonidos sinfónicos muy variados que, por otro lado, pegan tan bien con la historia a la que acompaña. Añade además un picante aderezo justificado precisamente por la trama. Sonidos orientales sustentados en las cuerdas y en el viento. Otra delicia de la compositora a degustar con un buen vino de toques muy afrutados.
Halo 5: Guardians – Kazuma Jinnouchi (videojuego)
A pesar de que el juego, en su modo campaña, es el más flojo que yo recuerde de la franquicia, su banda sonora, es sin duda la mejor de la saga junto a la segunda entrega. El compositor nipón Kazuma Jinnouchi, junto a la producción y orquestación de una todoterreno del mundo del videojuego, Nobuko Toda (involucrada en dos de las sagas de videojuegos más importantes de la historia, este Halo y el Metal Gear Solid), nos entrega la mejor banda sonora salida de un videojuego de este 2015.
Jinnouchi es un compositor a quien se le nota a la legua su importante formación musical en una escuela tan prestigiosa como la de Berklee. Se aprecia en la solidez temática e instrumental del conjunto. Y sobre todo, en la construcción de la banda sonora que crece a cada nueva misión, aun más que la fría campaña central. A destacar la variedad de instrumentación, con esa gran orquesta, la incorporación de voces, guitarras eléctricas o elementos electrónicos, perfectamente integrados dando lugar a un todo compacto. Y por supuesto, los motivos creados para la ocasión. En especial el de Jameson Locke, el protagonista real del videojuego o los más marciales que parecen, gracias a la percusión, sacados del Starship Troopers de Basil Poledouris.
Ash vs Evil Dead – Joseph LoDuca (TV)
Desmelenate. Esto es lo que piden Sam Raimi y Bruce Campbell con esta gamberrada que es Ash vs Evil Dead. “Vosotros mandáis”, diría Joseph LoDuca. Y aquí tenemos una de las bandas sonoras más granujas del 2015.
Aunque la partitura tiene personalidad propia, podríamos definirla como una perfección de lo que el compositor creó para Terroríficamente muertos y El ejército de las tinieblas.
Siguen destacando las voces humanas, las cuerdas diabólicas, todo menaje de hogar (cazuelas y cacerolas) o cualquier elemento físico que el compositor considere como perfecto complemento acústico para describir la posesión de un secundario prescindible.
Pero además, LoDuca añade las guitarras acústicas, con el fin de darle a todo un sabor western que también cuadra con el personaje de Ash y su improvisado grupo de retras***, digo, de entusiastas defensores de la verdad, la justicia y la forma de vida terrenal.
Fresca, divertida, desenfadada, variada y desquiciada. Todo lo que es la serie y más. Por cierto, no debes perdértela.
The Revenant – Ryuichi Sakamoto, Alva Noto y Bryce Dessner (cine)
Una de las mejores películas del 2015. Dura, árida y bastante descriptiva de la oscuridad que esconde el alma de algunos hombres. Una película así no podría más que albergar una banda sonora sin concesiones a lo melódico. Breves apuntes musicales que definen un motivo, seco y frío, pero reiterativo a lo largo de la película que describe tanto los grandes vacios de espacios fríos, o aquellas ausencias de valores humanos. El salvaje mundo frío del ser humano.
The Revenant es un tratado sobre la venganza. Todo lo que la rodea, tanto sus parajes, los principios de sus hombres, como las escenas desprovistas de cualquier tipo de efusividad, están intoxicadas por un frío que cala hasta los huesos.
La banda sonora es perfecta. Creadora de una atmósfera oscura y gélida, que se cuela por la historia como un personaje más. Uno que intoxica a todos con una enfermedad terminal. La del odio.
Ryuchi Sakamoto sabe -tristemente- bien, de ese gélido abrazo. Diagnosticado con un cáncer, el compositor ha tenido que dejar de lado su trabajo y, por lo tanto, aquí solo apunta una serie de trazas que Alva Noto y Bryce Dessner, especialistas de música electrónica atmosférica fiel a la tradición de los míticos Tangerine Dream, desarrollan y ejecutan con precisión de cirujano.
No es la banda sonora que escucharás a cualquier hora fuera de la película. Pero es una de las mejores que encontrarás este año a la hora de acompañar a las imágenes y dotarlas de personalidad única. Una que está enterrada en lo más hondo del género humano.
Rage of Bahamut – Yoshihiro Ike (TV – Anime)
A falta de un Señor de los Anillos o un Hobbit de Howard Shore, tenemos la banda sonora de Yoshihiro Ike para uno de los mejores animes del 2015. Para mi Ike es uno de los compositores nipones más interesantes, muy en la línea de Naoki Sato, al ser capaz de tocar cualquier género y estilo sin apenas despeinarse. Aquí nos aporta una banda sonora épica, de proporciones ciertamente grandes, donde encontramos los típicos elementos formales de este género, ya sea una gran orquesta o unos coros desatados. Pero además, el compositor, en su línea de trabajo, incluye sal y pimienta. Unos toques de originalidad en este tipo de trabajos musicales, ya sean a través de esas trompetas mexicanas asignadas al picaro protagonista, u otros pasajes más folk/new age casi siempre asignados a los necesarios momentos de transición. Una joya que teneis en edición de 3 CDs en CDJapan.
Southpaw – James Horner (cine)
A muchos sorprenderá ver en esta lista esta banda sonora. Y más sabiendo que el desaparecido (y añorado) James Horner nos regaló este año otras dos mucho más disfrutables en una escucha aislada. Pero en mi caso suelo darle más valor a aquellos trabajos que suponen un mayor esfuerzo en el artista. Está claro que esta partitura no fue fácil para el compositor. Más que nada porque se alejaba bastante de su estilo habitual. Pero a pesar de ello, mostró su oficio y su veteranía, con un trabajo adaptado al 100% a las imágenes, creando una serie de texturas musicales electrónicas densas y oscuras que explotan en ciertos elementos más luminosos en el final de la cinta. Una banda sonora que describe musicalmente de manera ejemplar ese agujero negro que muchas personas viven en sus vida tras la perdida de un ser querido. Una obra dura y dramática como lo es la propia película.
The Order 1886 – Jason Graves (videojuego)
Jason Graves obtuvo su reconocimiento dentro del mundo del videojuego por sus magistrales partituras para la saga de Dead Space. Y digo magistrales porque el uso que hizo de la música dentro de la experiencia de juego solo se le puede ocurrir a gente de ese nivel creativo e intelectual.
The Order 1886, un videojuego fallido por su muy deficiente jugabilidad (aunque con unos gráficos de lo mejor de la nueva generación de consolas), supone la constatación de la madurez creativa de Jason Graves. Un trabajo medido y calculado. De sonoridades góticas. Oscuras y tenebrosas. Donde las cuerdas y la etiqueta clásica no abandonan la compostura de una contención claramente auto-impuesta para crear contraste con las espectaculares imágenes. Y sumarle el plus de que el tema principal esta realizado junto a Austin Wintory.
My All American – John Paesano (cine)
Un joven compositor que se está prodigando, especialmente este año, gracias a trabajos muy acertados como los que tienen que ver con la saga de El corredor del laberinto y otros más discretos para esa magnifica serie de Netflix que todo el mundo tiene que ver que es Daredevil. Paesano nos regala aquí una de las mejores bandas sonoras del año, una de las que perfectamente podríamos incluir entre las diez mejores. Una partitura de corte clásico, que bebe directamente de la música de John Williams, o principalmente de la de Jerry Goldsmith, con temazos como “Texas VS”, donde los ostinatos marca del añorado maestro Goldsmith están claramente y perfectamente homenajeados. Y la razón es clara. La película está dirigida por el escritor y productor de Rudy. Una de las mejores bandas sonoras que nos regalo el añorado Jerry Goldsmith.
Una partitura épica, muy americana, que nos devuelve la sensación que atesoramos muchos de que este 2015 ha sido una de las mejores cosechas de los últimos años.
Bloodborne – Varios autores (videojuego)
Uno de los mejores videojuegos, ya no del 2015, sino de la historia (un juego que parece realizado por el mismísimo Satán, de lo perturbado y desquiciante de su atmósfera malsana), nos regaló este año una de las mejores bandas sonoras que hemos tenido el placer escuchar en un videojuego. Directamente dentro de nuestro TOP 5 del año. Una opera siniestra. Faraónica. Grotesca. Malsana. Muchos adjetivos se le pueden asignar a una banda sonora que, a pesar de ser realizada por varios compositores, es un ejemplo a seguir en cuanto a coherencia y homogeneidad formal. Ryan Amon es el compositor titular, al que se le incorporan para dotar al conjunto de música adicional, Cris Velasco (dando música al mejor jefe del juego, Amygdala, en uno de los momentos más lovecraftianos), Yuka Kitamura, Michael Wandmacher, Nobuyoshi Suzuki y Tsukasa Siatoh. Aviso importante. No compréis la edición americana de la banda sonora que solo incluye un CD. Gastaos un poquito más y pillad la edición japonesa que venden en CD Japan. Incluye por ejemplo la indispensable aportación de Velasco a la banda sonora, algo que desgraciadamente y sin razón alguna, han borrado de la edición americana.
Bloodborne es oro puro. Oscuro, muy oscuro, pero oro puro.
The Man from the U.N.C.L.E. – Daniel Pemberton (cine)
Para mí es uno de los nombres propios del momento. Un compositor que, aunque siempre aportando calidad en sus composiciones, veía asociado su nombre a trabajos de bajo presupuesto. De un tiempo a esta parte ha estado involucrado en alguna de las producciones británicas más interesantes con, precisamente, alguno de sus directores más conocidos. Aquí acompaña a Guy Ritchie, director muy predispuesto a inundar sus películas con canciones. Pero en este caso Daniel se ha llevado el gato al agua y ha aportado una banda sonora que es una joyita. Un viaje en el tiempo a otras sonoridades, jazzísticas, con el zoom retro como columna vertebral del conjunto. Un festín multicolor, donde la originalidad y la frescura contagian al espectador, ofreciéndonos uno de los conjuntos del 2015 más interesantes y brillantes. A destacar esa tarjeta de presentación inicial que tiene lugar en Berlín, con ese brutal empleo del viento y la voz humana. O el sesentero “Circular Story” durante una de las revelaciones más traumáticas de la cinta. En definitiva, aquí encontraras al mejor Pemberton del año. Una joya intemporal.
Creed – Ludwig Goransson (cine)
¿El descubrimiento del año? Sin lugar a duda. De las 5 mejores bandas sonoras del 2015. Una que lo tiene todo. Primero un tremendo respeto por el legado de Bill Conti y su magnifica saga musical para el boxeador de Filadelfia. Segundo, un increíble sentido del ritmo. Tercero, alma y magia. Cuarto, un perfecto equilibrio entre sonidos pasados más propios de los años setenta y otros muchos más modernos, propios de la cultura hip-hop. Y quinto, alguno de los momentos más intensos imagen-música de este 2015. Ludwig Goransson había pasado casi toda su vida profesional trabajando para televisión y experimentando con sonidos pop fuera del ámbito de la música para el medio audiovisual. Pero aquí, su formación y colaboración con Theodore Shapiro ha sido clave para dotar de enjundia orquestal y formal a una de las mejores bandas sonoras deportivas que hemos tenido el placer de escuchar. Indispensable.
The Witcher 3 -Marcin Przybylowicz, Mikolai Stroinski & Percival (videojuego)
Como banda sonora es toda una rareza. Sus sonidos son deudores del folk del este europeo. Pero pasando por un filtro de modernidad que viene dado por ciertas reminiscencias al metal sinfónico también europeo. Las voces son habituales y contundentes, diría que hasta agresivas. Como un aquelarre de brujas gitanas invocando a las fuerzas del mal a la luz de una hoguera. Nada que ver con el sonido épico mainstream que invade la mayoría de productos de entretenimiento, ya sean películas como videojuegos.
Pero también hay tiempo para pasajes mucho más introspectivos. Evocadores de otros tiempos donde la naturaleza se expandía sin más freno que el del propio clima. En esos momentos los compositores aportan su lado más celta, más melódico. Creando al fin un conjunto muy cohesionado. Eso es The Witcher 3. Un canto a la naturaleza a través de los ojos de nuestro protagonista. Una verdadera maravilla. Una autentica rareza.
Mad Max: Fury Road – Tom Holkenborg (cine)
Una de las mejores películas del 2015 (si no la mejor) posee también una de las mejores banda sonoras del año. Muchas dudas estaban puestas sobre la cabeza de Tom Holkenborg, DJ reconvertido en compositor de música de cine bajo el manto de Hans Zimmer. Pero si algo he aprendido en este 2015 es que los nuevos talentos, aquellos surgidos de distintos ámbitos musicales (y no precisamente de ámbitos relacionados con el audiovisual) han sido capaces de aportar alguna de las más interesantes y frescas bandas sonoras del año. Esto es lo que ha ocurrido con esta Mad Max, la mejor banda sonora de la saga (y perdónenme los seguidores de la música de Maurice Jarre, entre los que me incluyo, pero ni fue su mejor trabajo, ni por el que será recordado… y Brian May, aunque muy ajustadas a las imágenes, sus bandas sonoras no pasarán a lo mejor del género), gracias a la facilidad con la que el compositor se desenvuelve a la vez con temas de acción adrenalínicos y con otros más calmados y clásicos que conectan con lo creado por los compositores anteriores. A destacar esa maravilla que es “Brothers in Arms”, que mientras la escuchaba de fondo en el cine, en un pase de prensa en los estudios Dolby de Los Angeles, exhibiendo el músculo del nuevo sistema Atmos, no salía de mi asombro. Gasolina en decibelios épicos.
Xenoblade Chronicles X – Hiroyuki Sawano (videojuego)
Compuesta por Hiroyuki Sawano, compositor de los famosos animes Aldnoah Zero y Attack on Titan, tal vez podamos achacar a esta gran banda sonora una falta de coherencia temática -algo, que por otro lado, suele ser habitual en las bandas sonoras del autor-. No deja de ser un catálogo de distintos temas, muchas canciones, en muchos casos demasiado heterogéneos. Pero la cuestión es que son temas muy buenos que, a nivel general, mantienen un estilo similar y que junto a la experiencia de juego nos regala momentos realmente épicos. Y solo por eso merece estar en este artículo de lo mejor del año. Además, podéis adquirir la edición discográfica de 4 CDs en CD Japan a un precio no demasiado elevado.
Minions – Heitor Pereira (cine)
Aún recuerdo el momento en que junto a mi compañero David Sáiz tuvimos el honor de escuchar en rigurosa primicia, en el estudio de Heitor Pereira sito en el Remote Control de Hans Zimmer, alguno de los mejores temas de esta banda sonora. Heitor, brasileño, es una fuente inagotable de optimismo y energía. Y esa efusividad y entusiasmo que nos intoxicaba, parecía inundar su música para la película en solitario de estos personajillos a cual más lunático. La banda sonora transita entre un clasicismo ochentero bastante bien bienvenido. Primero, por la creación de un tema principal pegadizo, retentivo y muy fiel a los personajes centrales. Y segundo, por el desarrollo de otros temas, en especial esos motivos bondianos que el compositor tan bien sabe desarrollar durante los muy numerosos temas de acción.
Los Minions de Heitor Pereira son un verdadero parque de atracciones pequeñito, de esos que regalas en Navidad a tu hijo con un montón de piezas y muñequitos. Diversión inagotable.
Far from the Madding Crowd – Craig Armstrong (cine)
Tuve la suerte de asistir este año al Festival de Gante y allí comprobar de primera mano la belleza de esta maravillosa partitura. En el mejor concierto del Festival, el centrado en compositores ingleses, la parte de Craig Armstrong eclipsó la de compositores compatriotas allí presentes, con una serie de temas sacados de esta película a cual más bello. Poneos en situacion. El principio del tema principal comienza de igual manera que The Village de James Newton Howard. Un solo celestial de violín que parece sencillamente llorar. A partir de ahí, el tema coge personalidad propia y nos sumerge en una visión bella de otro tiempo, de otro lugar. El resto de la banda sonora transita por similares escenarios melódicos. Una obra simplemente exquisita, con una delicadeza británica que nos recuerda a las mejores partituras románticas de Patrick Doyle o John Barry.
Inside Out – Michael Giacchino (cine)
Es complicado que un compositor que tal vez no haya conseguido la cima de su carrera (por juventud, nada más), pero que sí ha conseguido a nivel de premios lo más grande a lo que uno puede aspirar, el Oscar, intente reinventarse con nuevos trabajos. Es lo que debería de ser, pero no es lo habitual. Este ha sido el caso de Michael Giacchino este año. Una gran cosecha para el americano que ha sabido desarrollar dos estupendos trabajos para Tomorrowland y, sobre todo, para Jurassic World, además de una nueva obra maestra, después de Up, con esta Del revés. Así, una vez más, el compositor, por lo menos para el que escribe, debería de estar en la terna de los nominados a alzarse de nuevo con el brillante galardón. Del revés es una banda sonora modelica, al igual que lo es la película. Temáticamente, una delicia, virtuosa y original. Con ese toque europeo que también encontrábamos en Ratatouille o en la mencionada Up. A destacar ese brillante momento al comienzo de la película centrado en los alegres recuerdos de la pequeña protagonista principal, o el tema circense asignado al amigo imaginario, que estalla en uno de los momentos más tristes de la película. Un festín multicolor de incontestable talento.
The Walking Dead – Bear McCreary (TV)
Es muy complicado mantener el tipo durante tanto años. The Walking Dead lo está haciendo. Y es complicado si vemos que han pasado 6 años desde que Rick se despertase en esa abandonada habitación de hospital. Desde aquel episodio piloto, magistral en toda su duración, el compositor Bear McCreary nos ha demostrado porque es uno de los compositores más talentosos del ámbito televisivo. Durante estos 6 años, Bear no solo no ha bajado el listón, sino que ha ido superándose. Así, esta ultima temporada de The Walking Dead, aún inconclusa (recordad el odioso parón navideño que nos tendrá a sus seguidores comiéndonos las uñas hasta febrero), sigue trabajando en aquellos mimbres que hicieron grandes esta banda sonora. Principalmente destacar sus temas electrónicos de fuerte densidad evocadora. Perfectos para radiografiar el vacío que el espíritu humano atesora al ver a su vez ese gran vacío de humanidad que este nuevo mundo presenta para su protagonistas.
Ant-Man – Christopher Beck (cine)
Es la banda sonora más granuja del 2015, y una de las más disfrutables porque además acompaña a una producción muy entretenida, sin mayores pretensiones que eso, precisamente, que el espectador vea pasar sus dos horas volando. Christophe Beck es el típico currante que suele estar a gran nivel en todos sus trabajos, pero que salvo contadas excepciones no suele destacar. No es el caso con Ant-Man. A nivel temático, el músico sabe dar en la tecla con el personaje. Con esa mezcla de orquesta, sonido Bond y toques jazzísticos de big band. Muy en la línea de la fuerza renovada que Brian Tyler imprimió al personaje de Iron Man en su tercera entrega.
El compositor sabe caminar desde un punto de partida de sonidos más jazzísticos y electrónicos, a una conclusión mucho más épica de sonidos orquestales, una vez el personaje asume el manto de Ant-Man y se enfrenta a Chaqueta Amarilla. Un nuevo personaje a integrar en la rica mitología musical del universo Marvel.
Ori and the Blind Forest – Gareth Cocker (videojuego)
En BSOSpirit tuvimos la suerte de degustar esta exquisitez mucho antes de su salida, en el momento de valorar todos los trabajos que nos llegaron para optar a nuestros Premios Jerry Goldsmith. Al final Gareth se alzó con el merecido galardón a la mejor banda sonora para videojuego. No sin competencia de altura (ahí estaba Olivier Derivière y su magnífica Supernova, de la que ahora hablaré). Un producto creado por Microsoft Studios para su Xbox One. Toda su increíble maquinaria puesta al servicio de este juego de una muy notable dirección artística, donde la banda sonora jugaba un papel esencial para dotar al conjunto de esa magia que el juego destila por cada poro de su diseño. Muy aconsejable para aquellos que disfruten de bandas sonoras con elementos celtas, voces femeninas para dotar el componente mágico al conjunto y paisajes épicos de cierta sensibilidad oriental.
The Age of Adaline – Rob Simonsen (cine)
Una película romántica con toques fantásticos que nos devuelve a nivel musical esa magia delicada e invernal, tan reminiscente de la obra maestra que es el Eduardo Manostijeras de Danny Elfman.
Los coros hacen mucho, lo mismo que ese sentido melódico que el compositor atesora de principio a fin a lo largo de la partitura. Rob Simonsen se añade, gracias a esta banda sonora, a ese grupo de jóvenes compositores que en este 2015 han devuelto la ilusión a muchos que la habían perdido.
Mission: Impossible – Rogue Nation – Joe Kraemer (cine)
Sin duda una de las mejores bandas sonoras para un blockbuster de este 2015. Volver a los orígenes y homenajear a la música de aquel que lo empezó todo. El inigualable Lalo Schifrin. Ese ha sido el objetivo del afable Joe Kraemer. Un verdadero “believer” que ha sabido dar con la fórmula del éxito. Simplemente es respetar los orígenes añadiendo algo de continuidad estilística. No parece tan difícil. Pero ya sabéis bien que no es el caso en muchas otras sagas (ver Bond sin ir mas lejos). El compositor añade además algún que otro motivo discreto, no demasiado reseñable, pero que mejora el conjunto y le sirve para apoyar aún más los momentos en los que hace acto de aparición el tema original de la serie. Parece fácil, pero tiene que llegar gente como Kraemer (la confirmación de otro nuevo valor en este 2015) para volver a pulsar las teclas correctas.
Blade & Soul – Taro Iwashiro (TV – anime – videojuego)
El CD que encontraras en Spotify o podrás comprar en el mercado discográfico japonés reúne la música que Taro Iwashiro realizó para el anime y también para el videojuego MMO que adapta el universo de la serie. Es complicado elegir este año entre esta banda sonora y la compuesta también por el compositor para el anime Arslan Senki. Ambas son excelentes y ya depende de gustos personales. Y los míos se quedan con Blade & Soul, principalmente por sus tonalidades de grandes espacios y sus pinceladas celtas. Esta partitura nos describe una forma de componer que lentamente parece perderse. Una música que conecta con las creadas en los ochenta por compositores como Lee Holdridge, donde la naturaleza y su luminosidad intoxicaba la música.
Paper Towns – Varios (cine)
Paper Towns reúne aquellos elementos que hicieron grande las bandas sonoras de las películas juveniles de los ochenta. Grandes canciones con plena integración en las imágenes. Y por supuesto, un score, en este caso obra de Ryan Lott , integrado totalmente y coherentemente con el estilo de las canciones.
Si eres de los míos, amante de la cultura ochentera, no puedes dejar pasar esta película y sobre todo su estupenda banda sonora.
Les Deux Amis – Phillipe Sarde (cine)
Hay compositores que desaparecen de la escena habitual de la música de cine de forma injusta y mucho menos justificada. Pero eso no conlleva que estén parados o se hayan ido a vivir a la isla de Perdidos. Phillippe Sarde no ha parado de componer para el cine. Y lo ha hecho siguiendo sus principios básicos de compositor ligado a lo melódico. Uno de los mejores compositores que ha dado en su historia Francia y que sigue demostrando que los años hacen buenos los buenos vinos franceses. En esta ocasión, el compositor nos regala una banda sonora exquisita, de un bouquet afrutado y de fácil trago. Sustentado principalmente en el piano, es una banda sonora calmada, bella y luminosa. Una delicia a degustar después de los postres, por aquello de darle un punto y final perfecto a una cena perfecta.
Parasyte – Naoki Sato (cine)
La producción musical de Sato este año ha sido intensa. Suele serlo, pero en el 2015 ha compuesto una buena cantidad de trabajos a cuál mejor. He querido seleccionar el que para mí ha sido el mejor (a pesar de que Assassination Classroom, tanto en su versión de imagen real como en su versión de anime, también es sobresaliente). Parasyte reserva tal honor por su construcción y solidez narrativa. Siempre he visto ciertas similitudes entre Sato y Zimmer, aunque el primero me parezca un compositor mejor formado musicalmente, la habilidad que ambos tienen para la creación de atmósferas electrónicas de gran intensidad épica les hace similares. Creo que Parasyte tiene un par de temas que la equiparan con el Inception de Zimmer. Intensos, de grandes espacios sonoros, y ciertamente densos, creando una atmósfera oscura pero de aspiraciones épicas, no minimalistas. Sato es sin duda un grande y cada año que pasa lo constata de manera mucho más evidente.
Pan – John Powell (cine)
Puede ser que esta banda sonora no aporte demasiado nuevo a la carrera de este genio que es John Powell. Pero después de tanto tiempo sin poder disfrutar de un trabajo suyo (sí, el año pasado tuvimos el gustazo de disfrutar de How to Train Your Dragon 2, pero con eso no nos basta para saciar nuestra ansia del estilo Powell), poder hacerlo de nuevo con esta maravilla que es Pan, no tiene precio. Pan es un cúmulo de todos los grandes momentos Powell que puedas recordar. Eso sí, más cercano a ese sinfonismo popero optimista que puebla alguna de sus BSO, en especial la comentada Cómo entrenar a tu dragón. Coros. Cambios de ritmo con percusión desatada. La orquesta interpretando como si no hubiese un mañana. Y esa jovialidad infantil impregnando cada página del score del director. Powell como siempre, uno de los grandes.
The Flash – Blake Neely (TV)
Blake Neely ha realizado un gran trabajo para la serie Arrow. Realmente consiguió darle el punto que necesitaba. Un sabor urbano con elementos electrónicos que cuadraban perfectamente con la dureza del arquero esmeralda.
Para The Flash, el compositor apuntaló su sonido en alguno de los episodios de la segunda temporada en los que apareció su alter ego, Barry Allen. Pero no ha sido hasta tener serie propia que Blake ha desatado toda su creatividad en una de las mejores bandas sonoras de una serie del 2015. Tal y como debería de ser, The Flash no solo es adrenalina pura, sino épica. Épica en proporciones inauditas en un serial televisivo. Pero además tenemos ese sentido optimista y luminoso del personaje que aporta a la banda sonora un sabor mucho más melódico y disfrutable que el que encontramos asociado a Oliver Queen. Una BSO imparable.
Crimson Peak – Fernando Velázquez (cine)
Independientemente de todo lo que ha rodeado a esta banda sonora, esas revisiones de la música para ajustarse a las necesidades de los productores, la banda sonora original que Fernando creo para la película y que podéis encontrar en la edición discográfica de Quartet Records, es una auténtica joya. Y lo es principalmente porque Fernando crea uno de los mejores temas principales que recordamos en este 2015. Una maravilla que conecta con la música de aquellos compositores ingleses, James Bernard a la cabeza, que inundaron las producciones Hammer de magnífica música de corte romántico. Ese tema es lo mejor del conjunto y se hace plenamente presente durante la irregular cinta de Guillermo del Toro.
Supernova – Olivier Derivière (videojuego)
Remember Me, una de las anteriores bandas sonoras de este compositor francés, me pareció una de las más brillantes, originales y rompedoras del panorama de música para el medio audiovisual.
Esta Supernova representa la perfección de Remember Me. Un punto añadido de madurez creativa con elementos muy similares a los que el compositor utilizo en su obra previa.
Electrónica, mezclada con orquesta y unos cambios de ritmo continuos en el tempo que hacen ver que el compositor tiene un estilo muy personal y a la vez muy atractivo. A destacar no solo su bello tema principal, sino además sus imponentes temas de acción. Y recordad que es la música de un shooter cenital, sin demasiada chicha. Imaginad lo que este músico podría realizar con una historia de mayor enjundia
Bridge of Spies – Thomas Newman (cine)
Difícil lo tenia Thomas Newman, a pesar de ser un grande de la música de cine. Es imposible llenar el hueco dejado por John Williams, en este caso a causa de un intervención quirúrgica que lo dejo vinculado profesionalmente solo con Star Wars: The Force Awakens. Pero creo que la decisión que tomó Steven Spielberg de sustituir a su eterno compañero musical por Thomas Newman no podría haber sido más acertada.
El compositor nos regala aquí una de sus mejores bandas sonoras. Irónicamente con algún que otro tema muy reminiscente del estilo Williams. Pero sin olvidar que su personalidad es muy acusada y, por lo tanto, saldrá a escena en cualquier momento. Así ha sido el caso. A diferencia de su trabajo para Spectre, que evidencia ciertos síntomas de “fallo de casting” – no es el compositor idóneo para el agente Bond, eso lo tenemos claro muchos- aquí Newman nos demuestra que, llegado el momento (tardío, por favor), es el mejor recambio para el Maestro de Maestros.
Turbo Kid – Le Matos (cine)
Está claro que los ochenta están más vivos que nunca. Turbo Kid es una de las genialidades salidas a escena a partir de este revival ochentero que mejor han sabido expresar el sentimiento y la magia de aquellos increíbles años. Un producto nacido del crowdfunding que además nos regala una de las mejores bandas sonoras del 2015. Compuesta por la banda de Montreal Le Matos, cuyos componentes son Jean-Nicolas Leupi, Jean-Philippe Bernier y Vincent Menard, incluye momentos que parecen surgidos de las mentes de John Carpenter o Wendy Carlos. Sonidos electrónicos, ritmos directos y pegadizos. Desenfado pop de toques lisérquicos y sintetizados que podéis escuchar ya en Spotify o adquirir, pasando por una campaña de crowdfunding, a través de http://www.indiegogo.com/projects/turbo-kid
Los redactores del Superpop estarían orgullosos.
Peter and Wendy – Maurizio Malagnini (TV)
No sé la razón, pero haced balance. Todas las películas que tienen que ver con Peter Pan tienen unas bandas sonoras simplemente geniales. En algunos casos apoteósicas (Hook de John Williams o el Peter Pan de James Newton Howard). De hecho, en esta misma lista tenemos dos de ellas, a cual más diferente. Esta que nos ocupa, centrada en un drama de dos horas producido por la cadena inglesa ITV, nos entrega una versión mucho más clásica, llena de épica y de magia. Una banda sonora que desatará el entusiasmo de aquellos que amen el sinfonísmo de los ochenta. Otro joven compositor, Mauricio Malagnini (autor de otras muy recomendables partituras para las series Galerias Paradise y ¡Llama a la comadrona!) que sigue demostrando que el 2015 es el punto de partida de una nueva era de magia, talento y mucha alma.
Paper Planes – Nigel Westlake (cine)
Menuda joya a reivindicar. La pelicula es una locura juvenil. Con un planteamiento muy bonito a modo de cuento. Pero con un final que no hay por donde cogerlo. Pero a quién le importa cuando se trata de un cuento. En esa línea la música del veterano Nigel Westlake, al que ya echábamos de menos, nos devuelve ese sabor ochentero de cuentos musicales para jóvenes. Orquesta en todo su colorido y esplendor -en este caso la Melbourne Symphony Orchestra– desatada de principio a fin para disfrute de los que amamos desde pequeñitos este sonido orquestal. Si no la has escuchado, no la dejes pasar. Puedes llegar a ser de nuevo aquel niño que jugaba con aviones de papel.
Jessica Jones – Sean Callery (TV)
Netflix sigue haciendo las cosas bien en lo que respecta a su colaboración con Marvel Studios. La prueba está en esta segunda serie después de la indispensable Daredevil. Jessica Jones, a pesar de ser un personaje muy secundario y del montón dentro del universo Marvel, ha sido adaptado televisivamente de una manera que muy pocos esperábamos, dando más importancia a la serie que Brian Michael Bendis creó en su momento con el título de Alias (el nombre de la agencia de detectives que Jessica dirige). La música de la serie es una joyita. Obra del veterano y todo terreno, Sean Callery, compositor a su vez de Homeland y 24. Aquí nos ha regalado una banda sonora muy urbana y neoyorquina. Jazz con toques electrónicos donde la joya de la corona han sido sus artísticos títulos de crédito. Esperemos que podamos disfrutar de una más que necesaria edición discográfica.
Red Krokodil – Alexander Cimini (cine)
Nuestro flamante ganador del Premio Jerry Goldsmith 2015. Alexander demostró con Red Krokodil que un gran compositor de música para el medio audiovisual debe de sacar petróleo de unas imágenes que no son precisamente idóneas para que el músico pueda dar algo más de sí que una mera música incidental. Alexander dota al conjunto de una estructura melódica, con elementos áridos no exentos de justificación. La película es sin duda una de las cintas más malsanas que he podido ver en mi vida. Un viaje a los infiernos de la locura, donde su protagonista viaja a los estratos más inferiores de la condición humana. Alexander coge ese complicado material y le confiere plena personalidad. Una banda sonora madura y compleja, que no escatima en momentos de interesante desarrollo melódico. Un compositor a seguir muy de cerca.
Star Wars: The Force Awakens – John Williams (cine)
Y por supuesto, en esta lista de lo mejor y los mejores del año, no podía faltar el Maestro de Maestros. John Williams, a sus 83 años, es capaz no solo de aportar una gran banda sonora, sino de seguir dando lecciones al resto de compositores que pueblan la industria del entretenimiento. Y esas lecciones versan sobre cómo un estilo que parecía totalmente perdido debe, ya no solo de mantenerse vivo, sino guiar a nuevas generaciones para conseguir el secreto de cómo incorporar alma a todo lo que se crea. Y es que si he seleccionado todas estas bandas sonoras es porque creo que más que ser derrotista y caer en la fácil complacencia de decir que todo lo nuevo no llega a la altura de lo antiguo, este 2015 ha sido un gran año a nivel musical. Donde muchos han sabido que para poder llegar al éxito hay que conseguir dotar a todas las creaciones de alma. De magia. Y John Williams ha sido el ejemplo
perfecto de este maravilloso 2015 musical. Ha demostrado que no importa la edad, ni las veces que hayas demostrado que eres el mejor. Eso no es lo importante. Lo importante es poner cariño, talento y trabajo en aquello que haces. Independientemente de que lo hayas hecho mil veces. John Williams ha creado nuevos y maravillosos motivos que incorporar a la mitología de la saga. Ha rescatado ejemplarmente aquellos temas que creó hace casi cuarenta años y que ya forman parte de nuestro ser mismo. Y además ha construido una sinfonía modélica. Con una estructura granítica que funciona a la perfección con las imágenes (es más, consiguen su plena belleza y dimensión gracias a estas). Es imposible pedirle a John Williams que sea eterno. Pero si tenemos claro que su música ya lo es. Y El despertar de la fuerza es la prueba de ello.
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