Tracklist:
- All for Love, performed by Bryan Adams, Rod Stewart & Sting - 4:36
- The Cavern of Cardinal Richelieu (Overture Passacaille) – 2:55
- D’Artagnan (Galliard & Air) 3 :17
- Athos, Porthos and Aramis (Courante) – 5:21
- Sword Fight (Bransle) – 3:18 6. King Louis XIII, Queen Anna and Constance / Lady in Waiting (Gavotte) – 5:03
- The Cardinal’s Coach (Estampie) – 4:41
- Cannonballs (Rigadoon) – 3:27
- M’ Lady DeWinter (Lament) – 4:14
- The Fourth Musketeer (Concert Royaux) – 5:20
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Los
Tres Mosqueteros es una típica producción Disney que aúna
aventuras, romance, humor y algo de drama a partes iguales, para narrar
una historia harto conocida pero aún hoy día fascinante
y cautivadora: la de los célebres cuatro mosqueteros de Alejandro
Dumas.
Para tal proyecto se
reunió a un atractivo elenco de jóvenes talentos, entre
los que destacamos a Kiefer Sutherland en el papel del líder Athos,
Charlie Sheen en el papel del romántico Aramis, y Oliver Platt
como el payasete de Porthos. Aparte, la película cuenta con la
sosa interpretación de Chris O’Donnell como el intrépido
protagonista D’Artagnan, que se limita a poner su cara bonita sin
que su personaje llegue a las cotas deseables de credibilidad, y del siempre
admirable Tim Curry, que en esta ocasión interpreta al villano
de turno, el cardenal Richelieu.
Con este interesante reparto,
y una historia que cuenta casi con una garantía de éxito,
la Disney supo jugar bien sus bazas y ofrecer un digno producto de entretenimiento
que ofrece lo que promete, ni más ni menos.
Parte del mérito
de la película está en la excelente banda sonora compuesta
por Michael Kamen, al que siempre se le han dado bien este tipo de producciones
de aventuras de capa y espada, como demostrara en las igualmente excelentes
Robin Hood, Príncipe de los Ladrones y Los Inmortales. Su estupenda
banda sonora para Los Tres Mosqueteros despunta con facilidad como lo
mejor de este correcto film.
El álbum comienza
con el tema vocal All for Love, interpretado por tres figuras de renombre
en el panorama de la música rock y pop: Bryan Adams, Rod Stewart
y Sting. Nunca he sentido mucha simpatía por la costumbre de incluir
temas vocales en los álbumes con la banda sonora propiamente dicha.
Sin embargo, reconozco que en esta ocasión está tan justificado
como lo pueda estar cualquier canción de los créditos de
inicio de una película Bond. Y es que este fantástico tema
sirve para introducir un importante elemento temático, el tema
de los Mosqueteros, o lo que es lo mismo, el de Todos para Uno y Uno para
Todos. Kamen se encargará de hacer uso de este tema en algunos
cortes del score, dando cohesión y coherencia al conjunto y consiguiendo
así que este tema encaje perfectamente en el conjunto del score.
Independientemente de esto, se trata de una preciosa balada interpretada
por tres grandes voces, por lo que al final todos salimos ganando.
El score propiamente
dicho consta de nueve temas cuya duración oscila entre los 3 y
los 5 minutos. En ellos Kamen demuestra una vez más su talento
para la música épica de acción, así como también
para los momentos de mayor tensión dramática y contención
emocional.
El primer corte del score, The Cavern of Cardinal Richelieu, es una excelente
introducción al personaje interpretado por Tim Curry. Se trata
de un tema basado en unos coros que le confieren a la música un
aire sacro y beatífico muy de acorde con la condición y
status del personaje. Sin embargo, Kamen no se queda ahí y consigue
conferir a los coros un aura al mismo tiempo oscura, casi siniestra, que
refleja perfectamente la retorcida naturaleza del cardenal, el cual tortura
sin conmiseración a los pobres rehenes que guarda en sus mazmorras.
Esta combinación de sacro y maligno está perfectamente conseguida
en este estupendo corte.
El siguiente es la presentación
del personaje de D’Artagnan, y la música sabe estar una vez
más a la altura de las circunstancias, mientras acompaña
al personaje cabalgando por vastas llanuras y prados. Es una música
que rezuma dignidad y honor, y que, una vez más, retrata perfectamente
el carácter del personaje, el cuarto mosquetero, un personaje joven
e inexperto pero de corazón, humildad, valentía, honor y
arrojo. Es increíble la capacidad del maestro a la hora de retratar
todos esos rasgos con su música, una música igualmente altiva
y digna, que suena con fuerza indómita.
El
próximo corte sirve de presentación al resto de los personajes
principales, esto es, los tres mosqueteros. Una vez más, chapeau
a Kamen. El corte se corresponde con las escenas de presentación
de los tres mosqueteros, que se van encontrando uno a uno por separado
con el intrépido e impulsivo D’Artagnan, al que van retando
a un duelo a horas distintas en un mismo lugar. La música sabe
ser majestuosa, imponente, en los momentos en los que el cuarto mosquetero
se encuentra con Athos, divertida y desenfadada en los momentos en los
que aparece Porthos en pantalla y dulce, bucólica, en aquellas
escenas en las que se nos presenta al enamoradizo de Aramis intentando
seducir a una bella doncella con su elegante y cautivadora labia. Se trata
de tres personalidades distintas, y la música va adaptándose
a cada una de ellas con una facilidad y una maestría encomiables.
Una vez que los principales
personajes han quedado lo suficientemente retratados, Kamen pasa a describir
momentos puntuales de la historia, como el duelo del quinto corte, Sword
Fight, un tema trepidante que nos hace vibrar como sólo Kamen es
capaz de hacer; o la escenas palaciegas protagonizadas por el joven rey
Louis XIII, su amada Anna y su dulce doncella, que ganará el amor
del joven D’Artagnan. Son escenas complejas en tanto que reflejan
las mezquinas maquinaciones del cardenal por hacerse con el poder y utilizar
al inexperto rey como títere, aunque la reina es consciente de
las malas artes del cardenal y no le pondrá las cosas tan fáciles
al cardenal. Kamen utiliza el sonido del clavicordio y la orquesta para
tejer con maestría ese oscuro mundo de dobles apariencias y ansia
de poder, en el que de vez en cuando encontramos momentos de amor verdadero,
como aquellos protagonizados por los jóvenes caudillos.
Los dos siguientes cortes,
The Cardinal’s Coach y Cannonballs, desarrollan aún más
si cabe la ya de por sí rica representación de música
de acción contenida en este score, la cual, todo hay que decirlo,
nunca llega a hacerse pesada o cansina. Kamen consigue mantener el interés
a lo largo de todo este rico y fascinante score con su música fresca,
vital y enérgica.
Si
acaso el tema más oscuro sea el corte número nueve, My Lady
DeWinter, que se corresponde con el momento en el que el personaje interpretado
por la actriz Rebecca De Mornay, Lady Sabine DeWinter, paga por sus crímenes
con el suicidio, pese a los intentos de Athos, que anteriormente mantuviera
una relación con ella, por impedirlo. La música suena triste
hasta que poco a poco va cobrando mayor dramatismo, a medida que el destino
trágico destinado al personaje va haciéndose más
y más inminente.
Finalmente, The Fourth Musketeer retoma el tema de D’Artagnan y
lo fusiona hábilmente con el de los Tres Mosqueteros, que desde
ese momento pasan a ser cuatro. Es el corte que se puede escuchar en los
minutos finales de la película, y termina, como no podía
ser de otro modo, de una manera gloriosa y heroica.
En definitiva, podríamos
afirmar que la música de Kamen se adapta a las necesidades de la
historia durante todo el score, no sólo a la hora de retratar,
y de qué modo, la personalidad de los distintos personajes principales
de la película, sino también a la hora de ambientar una
historia, tanto en sus vibrantes escenas de acción a espada como
en los momentos más dramáticos de la historia. Kamen consigue
además, gracias a unos estupendos temas y su maestría con
la orquesta, crear una banda sonora muy entretenida que en ningún
momento llega a hacerse pesada o cansina. Kamen presta su genio y la película
de beneficia sobremanera de él, quedando dignificada por la música.
La selección
de temas contenida en este cd es también bastante correcta, puesto
que incluye suficiente música como para dejar ver la magnitud del
trabajo compuesto por Kamen para la película, evitando al mismo
tiempo posibles cortes de relleno que habrían extendido el score
innecesariamente, aunque también es cierto que falta bastante música
en este score. Quizás algún día podamos disfrutar
en su totalidad de este trabajo fascinante de Kamen. Mientras esto llega,
siempre podremos disfrutar con este exquisito trabajo que forma parte
de un legado musical irrepetible en la historia de la música.
Lo Mejor:
el
tema de los mosqueteros, el de D’Artagnan, el del Cardenal Richelieu
y el de Lady Sabine DeWinter. Todos ellos son magníficos, describen
a la perfección a sus respectivos personajes y ayudan a llevar
la historia.
Lo Peor:
quizás
se eche en falta más música de la película.
El Momento: D’Artagnan.
Luis Fernando Rodríguez Romero
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