Airplane!

Título en español : Aterriza como Puedas
Compositor : Bernstein, Elmer
Año : 1980
Distribuidora : ---
Duración : 45:44

El Cine de Catástrofes como género nos dejó a lo largo de la década de los 70 multitud de "perlas" (las comillas son aplicables en la mayoría de los casos) como "El Coloso en Llamas", "La Aventura del Poseidón", "Terremoto" (las tres musicadas por John Williams), así como la infame saga de "Aeropuerto". Todas ellas tenía un denominador común: Colocar a un elenco de estrellas de Hollywood (algunas ya consagradas, otras en declive) en una situación límite, y hacer apuestas sobre quiénes sobrevivirían y quiénes no.

El triunvirato formado por los hermanos David y Jerry Zucker y Jim Abrahams quiso sacar partido de esta proliferación de películas catastróficas (entiéndase tanto que era películas sobre catástrofes como que eran una catástrofe de películas) sin saber que de esta forma crearían una nueva moda que aún perdura en nuestros días, la de "películas parodia".

"Airplane!" (titulada en nuestro país "Aterriza como Puedas" en un arranque de genialidad, que llevó en adelante a colocar la coletilla de "como Puedas" en casi cualquier película del mismo estilo, para desesperación del que esto escribe) partía de la misma premisa que las películas de la saga "Airport" (hasta hicieron una con el Concorde, y todo): Un vuelo comercial, repleto de incautos e inocentes pasajeros, sufre un problema durante el vuelo, con el consiguiente riesgo de pérdida de vidas humanas, y sólo un par de personas erigidas como héroes serán capaces de salvar la situación. A lo mejor muere algún famoso, pero lo que importa es que al final, "el bienestar de la mayoría se superpone al bienestar de la minoría".

Ahora bien, si entre los pasajeros nos encontramos una pareja de monjes Hare Krisna, un par de "negratas" del Bronx profundo, que sólo se entienden entre ellos, un médico (Leslie Nielsen, en un papel que le consagraría como cómico en toda producción ZAZ que se precie) al que le crece la nariz cuando miente, una monja a la que le va el sadomaso, una inocente joven dispuesta a que la hagan una mujer antes de morir, un piloto con brotes pedófilos, un copiloto que es Kareem Abdul-Jabbar (¡aunque se empeñe en negarlo!)... Y en medio de todos ellos, Ted Striker (Robert Hays), un veterano piloto de la Guerra del Vietnam que apenas si debería andar fuera del psiquiátrico y que lo único que quería era hacer las paces con su compañera sentimental, Elaine (Julie Hagerty), que casualmente trabaja como azafata en este fatídico vuelo. Ambos se las tendrán que apañar para salvar al pasaje, dirigidos desde tierra por el capitán Rex Kramer (Robert Stack) y el operario Steven McCrosky (Lloyd Bridges), quien, en sus propias palabras, escogió un mal día para dejar todos sus vicios.

A "Aterriza como Puedas" la seguirían mediocres producciones como "Aluniza como Puedas" (la secuela), amén de otros "spin-offs" como la saga "Atrápalo como Puedas" (para mayor gloria de Leslie Nielsen), o lindezas del estilo de "Mafia: Estafa como Puedas" (¿veis lo que decía de la dichosa coletilla?), etc. Así, hasta llegar a nuestros días, donde la saga "Scary Movie" hace estragos, rebasando más si cabe los niveles de humor grosero y políticamente incorrecto sentados por las películas precedentes.

La partitura de "Aterriza como Puedas" correría a cargo del versátil y tristemente desaparecido Elmer Bernstein. Bernstein, que demostró con creces que se podía mover con soltura y genialidad en cualquier género, desde el western hasta la comedia más irreverente, compuso una más que correcta banda sonora para esta película que, desgraciadamente, no ha encontrado edición oficial hasta la fecha. Lo más cercano es un LP que incluye sólo un tema del compositor, reduciéndose el resto a editar música no original pero usada en la película, como el tema principal de "Jaws" de John Williams (que escuchamos al inicio de la película) o la canción "Stayin Alive" de los Bee Gees, bailada por nuestra pareja protagonista en un garito de mala muerte poco recomendable.

Gracias a Dios existen otros medios con los que hacerse con "complete scores" o "bootlegs" (de los cuales Bernstein cuenta, para desgracia de los aficionados, con bastantes en su haber), y así, circula por todo el mundo sabe qué medios un así llamado "Airplane! (Complete Score)", que contiene prácticamente toda la música que aparece en la película, con una calidad de audio aceptable (más en unas pistas que en otras, extraídas directamente de la película).

La película basa su punto fuerte en exagerar lo dramático de la situación hasta el nivel del absurdo, por medio de los más insólitos gags, la mayoría de las cuales explotan los tópicos ya vistos en las películas de catástrofes de las que se burla. Y precisamente eso también es lo que con maestría consigue Bernstein. El score se sustenta fundamentalmente en dos temas principales: el dramático, que de tan dramático que resulta, asociado a las imágenes causa como mínimo una carcajada, y el tema de amor, que también llega a ser hilarante de lo empalagoso y exagerado que resulta.

También es común que en películas de este estilo se parodie temas ya conocidos por el espectador, de cara a incrementar la fuerza del gag. El CD comienza con un homenaje muy claro, el de "Jaws", mientras una cola de avión corta un remanso de nubes, simulando una dorsal del temido escualo sobre la superficie del océano. Ya nos va dando una idea de por dónde van a ir los tiros. Comienza a desarrollarse el tema principal mientras se nos va presentando al elenco de personajes, conforme éstos van llegando al aeropuerto y van facturando. Se enfatiza el carácter dramático del tema, de tal forma que se nos dice que va a suceder algo terrible en el avión. Por supuesto, todo es parte de la broma.

El tema de amor se presenta con la pista "Elaine and Ted", y a partir de ahí lo encontraremos varias veces más, tanto en los encuentros entre los dos amantes en los pasillos del avión, y posteriormente en la cabina del mismo, como durante los "flashbacks" en los que Striker narra (aburriendo hasta el suicidio del interlocutor) su pasado y cómo se conocieron. Es en estos flashbacks donde más variedad se le da a la banda sonora, pasando de los temas de acción ("Bar Fight") a los románticos ("The Beach", con ese impagable guiño a "De Aquí a la Eternidad") o incluso tribales (el peculiar episodio en la jungla con "The Molombo Tribe"). El tema "Finale" contiene una divertida versión de La Marsellesa, cuando Otto, el "Piloto Automático", se saca su novia y se van de viaje de placer en el avión, al final de la cinta.

Así pues, los dos temas principales se van intercalando en la banda sonora, dejando breves momentos para los gags, o para los momentos de tensión (también exagerados hasta más allá del límite, no hay más que ver todo lo que suda Striker para hacer aterrizar el avión). Cabe destacar el tema "The Landing", en el que se nos mantiene en continua tensión, recurriendo incluso a repetir varias veces diversos fragmentos del corte. Pero todo ello con la única idea de acentuar el contenido humorístico de la situación.

Al ya citado "Finale" le siguen una suite ("Airplane Suite") así como lo que se podría considerar como los "bonus tracks", las canciones o fragmentos de las mismas que aparecen en diversos momentos de la película: destaco el "Stayin Alive" (con efectos de sonido incluidos) de la discoteca de mala muerte donde se conocen Ted y Elaine, y el "The River of Jordan" que Elaine toca con la guitarra a la pequeña que viaja para ser sometida a un transplante de corazón (y que gracias a un guitarrazo a la botella de suero casi no lo cuenta, en otra desternillante escena de la película).

En resumidas cuentas, hay a quien las parodias no le hacen mucha gracia (hay que reconocer que las gracias son como las gomas, cuando las estiras demasiado, las rompes), pero hay que ver también que su propósito no es otro que el de hacer reir, aunque sea a costa de una situación normalmente seria. Y eso es lo que tan bien consigue Bernstein con este score. No estaría de más que en homenaje al Maestro se editara convenientemente este score. Bien lo merece.

Lo Mejor: La excesiva emoción impresa por Bernstein a la partitura, que contribuye a dotar de más humor a la historia

Lo Peor: Que no exista una edición oficial en condiciones.

El Momento: Airplane Suite.

Bac Hylon