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Apocalypto

Apocalypto


Compositor: Horner, James
Año: 2006
Distribuidora: Hollywood Records
Duración: 61:43

Muy bueno
Tracklist:
  1. From the Forest... (01:55)
  2. Tapir Hunt (01:31) (*)
  3. The Storyteller's Dream (03:41)
  4. Holcane Attack (09:28) (*)
  5. Captives (03:06)
  6. Entering the City with a Future Foretold (06:05)
  7. Sacrificial Procession (03:40)
  8. Words Through the Sky - The Eclipse (05:11) (*)
  9. The Games and Escape (05:15) (*)
  10. An Elusive Quarry (02:15)
  11. Frog Darts (02:45)
  12. No Longer The Hunted (05:50) (*)
  13. Civilisations Brought by Sea (03:20) (*)
  14. To the Forest... (07:41) (*)
(*) Los mejores temas

El Mundo Maya, una Sociedad enfebrecida de Poder y Codicia que se carcome desde dentro

"Una gran civilización no es conquistada desde el exterior hasta que no se ha destruido ella misma por dentro" (Will Durant -historiador-).

ApocalyptoAsí comienza el film, con esta cita que ejerce de profético preámbulo al viaje al ocaso de la Civilización Maya del que vamos a ser testigos. Lo que el director nos propone es una película que confirme esa sentencia inicial, a modo de tesis sobre los significados de la misma, extrapolables o no (ya depende de cada espectador el buscar analogías y posibles dobles lecturas) al mundo actual, y a los Estados Unidos en particular.

Gibson nos ofrece una visión de un pueblo en paz consigo mismo, en su naturalista descripción de la tribu del protagonista, Garra de Jaguar, y su familia (la camaradería, las enseñanzas y la educación de los padres a los hijos) para después mostrarnos como un grupo de cazadores Mayas acaba en una incursión sanguinaria con sus vidas y esperanzas de futuro, obligándoles a luchar y morir por sus seres queridos, o ser esclavizados.

Los mayas, descritos como una sociedad que ha perdido valores como la compasión, el respeto y la tolerancia (entre ellos y para con los pueblos conquistados), y ha olvidado cualquier atisbo de piedad (ver la asistencia a la plaza de la ciudad maya de miles de personas, reunidas para asistir al festín de la sangre de los sacrificios humanos del pueblo del protagonista, y su comportamiento enfebrecido, que hace tiempo olvidó lo que no fuera solamente la satisfacción de las apetencias más mundanas), no percibe que ya nada va a satisfacer completamente unas vidas acostumbradas a dominar y poseer todo lo que se encuentra a su alcance.

La complacencia en el poder de su pueblo será el principio de su fin, cuando un eclipse sirva de inicio a la profecía (un acierto de guión del director, la idea de mostrar al espectador el augurio del fin del Imperio, a través de las palabras delirantes de una niña sentenciada por la enfermedad, que avisará al espectador y a los desconcertados cazadores mayas, de lo que a partir de entonces ocurrirá en la historia) y el espectador se encuentre ya preparado para el excepcional espectáculo de acción, persecución, caza sin cuartel y redención que le conducirá a la conclusión, a la llegada de los conquistadores españoles a las costas, y al inicio del final de una Sociedad, que cometió el pecado de creerse indestructible.

Compositor y director, un camino que se une de nuevo

Mel GibsonLa insistencia de James Horner con Mel Gibson, director de Apocalypto, para que este proyecto les volviera a unir de nuevo tras las colaboraciones previas en El Hombre Sin Rostro o Braveheart, obtuvo finalmente su premio, cuando el director le declaró oficialmente compositor del film. Pero para Horner eso iba a significar, tal como había acordado con Gibson, plegarse totalmente a las exigencias de la producción y a las indicaciones de éste, y olvidarse de una gran orquesta sinfónica. Lo que quería para su film era un tratamiento musical tribal, atávico, descarnado y desnudo de melodía (salvo en contadas excepciones), que hiciera sentir al oyente que se encontraba en terreno desconocido, que todo podía ocurrir en pantalla, y que nadie estaba a salvo.

El compositor por tanto, ha culminado con relativo éxito la tarea encomendada. Porque la partitura, ofrece todo eso, y a pesar del estrecho margen de maniobra del autor, mucho más. La era del Imperio Maya tocaba a su fin, y la música nos iba a guiar en ese viaje en busca del Apocalypto, un nuevo comienzo.

James Horner sorprende. Un viaje atávico obtiene una partitura creativa y novedosa con un invitado de excepción

La idea antes de comenzar a componer para el film, era situar de forma conveniente, creíble y sutil, al espectador en la historia y la época reflejada en pantalla. Era de vital importancia llegar a transmitir más allá de las imágenes la rudeza (el percusivo e intenso "Tapir Hunt"), el naturalismo ("The Storyteller´s Dreams"con su melodía a base de flauta amerindia) y lo tribal ("Holcane Attack") de la historia, sin ser obvio, acompañando y marcando el desarrollo de la acción, pero sin dejarse notar.

Ésas eran las intenciones iniciales, y una vez comprobado el resultado, claramente se ha logrado cumplir con las exigencias de Gibson, pero ahora conviene analizar si eso era lo más adecuado para una historia, que, ahí tenemos que dar la razón al director, nunca habíamos visto en pantalla, y por lo tanto debía recibir un tratamiento diferente en el terreno musical.

La carencia de gran orquesta no implica falta de iniciativas en una partitura, prácticamente se puede sentenciar que es más bien todo lo contrario, que exige mayor creatividad, y aportar otras soluciones, diferentes a las habituales, para llegar al alma de la historia. Esta vez, con el objetivo de dejarse notar lo menos posible, hacía el viaje un poco más complicado.

ApocalyptoHorner comienza la partitura con una música atmosférica acompañada de trinos de pájaros y sonidos de la jungla (como ya hiciera el pasado año en The New World), a la que se va incorporando poco a poco la voz profunda y llena de matices de un invitado de excepción,. el vocalista Rahat Nusrat Fateh Ali Khan, apoyada en súbitos y breves estallidos de percusión ("From The Forest ...").

A lo largo de la partitura, profusa en la participación vocal de este intérprete, también se le unirá Terry Edwards, creando un tapiz sonoro la sola contraposición de los talentos de ambos a la hora de acompañar la composición. Es el caso del tema "Holcane Attack", donde las dos voces, a lo largo de más de nueve minutos musicales casi más propios del género de terror, interaccionan, se cruzan, se oponen o se apoyan en una mezcla inquietante, con apariciones de Shakuhachi y texturas ambientales a base de sintetizador y percusión (de Gary Kettel y Frank Ricotti), que Horner va intercalando durante los prolegómenos y finalmente el ataque, que sufre el pueblo de Garra de Jaguar.

La voz de Ali Khan domina el espectro sonoro a partir del 3:50 por ejemplo, con vocalizaciones desde el fondo de la garganta, inmejorables a la hora de generar tensión, aunque un poco duras en su audición separada de las imágenes. El efecto sin embargo, es acertadísimo en el film, dejando remansos melódicos, aunque breves, tras su paso (a partir del 4:20 la percusión en primer término da paso a la melodía, que aumenta su intensidad y decrece según la tragedia se cierne sobre los personajes protagonistas). Es muy notable la breve elegía vocal a modo de coda, con que el compositor concluye el tema, en abierto tono pesimista y trágico.

Horner se decide por largos pasajes descriptivos a partir de entonces, para definir el viaje de los capturados hasta la "Civilización" Maya y su posterior destino. La melodía inicia tímidamente el tema "Captives", a base de sintetizador, voz solista y flauta étnica haciendo que sintamos la penuria y la sinrazón a la que los mayas condenan a los pueblos conquistados.

Es reseñable el momento en que dos tribus diferentes se encuentran en el traslado y las miradas entre sus miembros se cruzan. El compositor consigue que la partitura nos haga entender la mezcla de miedo, impotencia y caos que están viviendo.

ApocalyptoA la llegada a la gran urbe maya, la música se torna oscura, tétrica, casi terrorífica "Entering The City With A Future Foretold", los sonidos se entremezclan en aparente descontrol, no hay melodía, sólo voces que aparecen de la nada y se disipan hasta que la entrada de los golpes de percusión sintetizada e instrumentos étnicos provocan que entremos en una especie de trance, y nos impliquemos ante el terrible destino que se advierte para Garra de Jaguar. A partir del minuto de "Sacrificial Procession" el caos y lo inhumano de las prácticas mayas se tornan pesadilla, la composición de Horner se hace febril, intensa, apabullante en sus ritmos, aunque difícil en su escucha aislada, brillante en el logro de su objetivo: incomodar, atenazar los nervios del espectador, tensionar, preparar para lo que se avecina.

La intervención afortunada del destino, gracias a un oportuno eclipse ("Words Through The Sky / The Eclipse") nos presenta al compositor que sabe como nadie la manera correcta de emocionar al espectador. Los primeros dos minutos de este tema, donde por fin nos llega la melodía, atrapan al oyente, lo enternecen y fascinan, se siente la impotencia de no poder hacer nada ante alguien poderoso que te va a matar sin razón alguna. Entonces la luna se cruza en el camino del sol, y la voz de Terry Edwards y Rahat Nusrat Fateh Ali Khan, consiguen la magia de definir esa "intervención de los Dioses", con su  participación.

La acción toma el mando, una carrera contra el destino

A partir de este instante la acción va a hacer avanzar la trama, y la partitura no iba a ser menos. Horner nos apabulla con sus bajas frecuencias y la intensidad de una percusión acuciante y metálica, durante los Juegos a los que los Cazadores someten a los supervivientes de la Pirámide ("The Games and Escape"), sólo rota por los estallidos melódicos finales, rendición del tema del protagonista. Los tambores marcan la huida de Garra de Jaguar y el principio de una caza humana persistente y exacerbada, llena de odio y visceralidad. Tan visceral como la composición a partir de ese momento.

ApocalyptoEl acoso incesante se inicia, "An Elusive Quarry", a partir de ahora la percusión étnica y los ritmos salvajes conducirán la trama, apoyados en las cada vez más amenazantes y ominosas voces de Terry Edwards y Ali Khan, que acompañan con la onomatopeya "Paah" cada acción defensiva exitosa de Garra de Jaguar.

El tema de la jungla pasa a dominar el espectro sonoro, la flauta nos acompaña mientras el protagonista observa y decide qué hacer. Unos sapos de piel venenosa, las espinas de una planta y unas hojas serán muy útiles para ir eliminando enemigos, "Frog Darts". La percusión crece en intensidad, al mismo tiempo que el suspense. El tema concluye con un golpe metálico según otro cazador cae.

Llega el punto culminante, el clímax feroz, cuando el enfrentamiento ya es cara a cara y la violencia no puede evitarse, se trata de matar o morir, "No Longer The Hunted". Garra de Jaguar decide transformarse en cazador, sus enemigos serán a partir de entonces las presas.

Su objetivo se acerca, llegar al poblado antes de la lluvia para rescatar a su mujer embarazada e hijo, ocultos en un pozo. Los tambores anuncian la confrontación, el shakuhachi y el roce entre varias piedras nos inquietan, la percusión se inicia y surge la melodía a partir del 1:35, pero apoyada en ésta. La intensidad crece y la voz solista pronuncia el "Paah" (ya sabemos lo que significa). La cacofonía sintetizador, percusión (tambor, metal, piedras), vientos de madera crece y se disipa, para volver a surgir. En un nuevo "Paah" casi percibimos la vida del último cazador maya abandonar su cuerpo (a partir del 4:00), precedida por una distorsión a los metales durante unos segundos (al estilo Matrix). La pieza concluye en un tempo cada vez más pausado hasta la conclusión.

ApocalyptoEl destino se ha cumplido y la hazaña de Garra de Jaguar ha acompañado los últimos momentos de gloria del Imperio Maya. Los conquistadores llegan a las costas (poderosa percusión a los timbales, melodía solemne representando a éstos) en el preciso momento en que el vástago del protagonista nace y Garra de Jaguar rescata a su mujer e hijo cerrando el ciclo, "Civilisations Through The Sea" con un rotundo crescendo final.

Un ciclo de la vida, que se dispone a renovarse, efectuando el proceso que mueve el mundo, enfrentándose a Un Nuevo Comienzo, y dando paso a los títulos de crédito.

El talento vocal de Rahat Nusrat Fateh Ali Khan hace su última aparición envuelto en texturas de sintetizador, los registros de su voz se tornan un instrumento más, alcanzando un vitalista clímax sonoro. La flauta efectúa una rendición preciosista del tema del protagonista, sonidos de insectos y pájaros dan paso a la melodía de inicio del disco, sintetizada y en intensidad creciente en conjunción con la voz solista (conmovedora e impactante), hasta el 3:40 en que Tonny Hinnigan e Ian Hendricks entran con las flautas en una lírica interpretación, para concluir dando paso de nuevo a los trinos de los pájaros, los sonidos de la selva y la voz humana, cada vez más suavemente, hasta que llega el silencio ("To The Forest..."). Simplemente fascinante.

No podemos sino llegar a la conclusión de que James Horner ha compuesto una de sus obras más redondas y acertadas de los últimos años, reciclándose y sirviendo en todo momento a las exigencias de la historia y los personajes antes que a si mismo, y reconozcámosle algo, el que ha transitado esta vez, no era para nada el camino más fácil.

Esperemos que su trabajo para Apocalypto sirva de inicio a una nueva etapa de grandes partituras, como a las que nos acostumbró en un pasado cada vez menos reciente, en las que nos vuelva a deleitar de nuevo con su  capacidad melódica, su dominio de los recursos narrativos de su música y su capacidad de emocionar y hacer vibrar a las audiencias, y aunque tal vez no lo más importante, a los aficionados a la música de cine, que le añoramos.

Lo mejor: Que James Horner nos da algo nuevo, la creatividad y sintonía entre la música y las imágenes, cómo nos introduce en la época maya al ritmo y de la manera que el director marca, y la experimentación en texturas, percusiones y orquestación. “Tapir Hunt”, “Holcane Attack”, “No Longer The Hunted”, “Civilisations Brought By Sea”, o los dos primeros minutos de “Words Through The Sky / The Eclipse”.

Lo peor: Que se le reproche precisamente el haber innovado, cuando es lo que se le estaba pidiendo desde hace años. Algunos pasajes más propios del cine de terror que de un film histórico de aventuras como éste, “Entering the City with a Future Foretold”, y la ausencia de épica en la música.

El momento: La cacería humana llega a su punto culminante, en una carrera contra el tiempo, el protagonista ha eliminado ya a gran parte de sus perseguidores y se encuentra cara a cara con sus últimos enemigos, pero entonces de forma súbita la urgencia aumenta, cuando comienza a llover torrencialmente, “No Longer The Hunted”.

Asier G. Senarriaga

 
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