Batman Begins

Compositores: Zimmer, Hans & Howard, James Newton
Año : 2005
Distribuidora : Warner Brothers
Duración : 60:26

Estudio del Miedo

Un ser de la oscuridad

¿Qué hace fuerte a un hombre? ¿Su inflexibilidad por conseguir una idea imposible, o la lucha interior por hacer frente a sus miedos?

Ambas cosas.

Cuando un hombre está destrozado desde su infancia por un hecho traumático que ha marcado cada minuto de su vida como una gota que cae en medio de un seco desierto, su fuerza es tal que uno no sabe muy bien de dónde sale, de ese afán por tapar esa falla de dolor creada accidentalmente, o por esa sed de venganza que intenta enmascarar como “justicia”.

Bruce Wayne nació hace muchos años en un cómic creado por Bob Kane, un personaje que posteriormente recibió más de un lavado de cara, y más de una motivación diferente. Un héroe que nació oscuro y se volvió claro en una época en que los cómics eran vistos como creados por el propio diablo, donde las leyes y las costumbres recesionistas de algunos hombres demostraban lo retrogrado que puede ser el ser humano, aboliendo unos cómics que según ellos, inspiraban actitudes violentas en sus jóvenes “patriotas”. Esta caza de brujas que no sólo tuvo lugar en el mundo del cine, destrozó a más de un personaje con versiones “camp” de personajes que para nadan se podían sentir objeto de ese lavado de cara.

Batman era un ser de la noche, la oscuridad en estado puro y antropomórfico, que se veía ridiculizado por series de televisión donde el héroe era lo de menos, lo más importantes eran los villanos, y donde las onomatopeyas saturaban el espectro visual.

La vergüenza ajena era tal para el seguidor del personaje, que sólo la mano celestial de un señor llamado Frank Miller pudo rescatar del ostracismo y de la ridiculez más salvaje, uno de los mejores personajes, si no el mejor, que había dado la industria del cómic americano.

Frank Miller demostró que Batman tenia el corazón sombrío y piel de roca, los gestos de un diablo alado, y las formas del peor de los soldados.

Frank llamó a Batman en el momento que más lo necesitábamos, en un mundo donde los héroes eran ninguneados, y donde la sociedad vivía ciega antes los verdaderos valores que motivaban a una sociedad.

Al igual que en el cómic, Batman regresaba en un retorno inesperado, pero deseado: “El Regreso del Señor de la Noche” trajo consigo al verdadero Batman, un ser oscuro que la sociedad hipócrita necesitaba ahora más que nunca.

Ese autor era el hombre que necesitaba Batman, uno capaz de narrar de nuevo el verdadero origen del personaje. Nada de lo anterior servia, ese pasado “camp”, ridículo, luminoso, y jovial, no existía. Ese Batman mal dibujado, con colores chillones, coches ridículos y personajes en tangas, nunca habían hecho acto de aparición en la psique colectiva del aficionado.

“Año I” creó al verdadero personaje. Un ser torturado no ya por la muerte de sus padres, sino también por la violencia y corrupción de una sociedad en la que ningún ciudadano estaba seguro.

Batman emergía así como el único capaz de luchar contra el crimen, un ser de principios basados en la justicia o en la venganza (nunca esa línea fue tan débil), que quería dar miedo a los que caminaban por el torcido camino de la maldad, e imponer respeto a todos aquellos que sabían que podían contar con él para limpiar su ciudad de toda la escoria que tal vez, ellos mismos habían creado con su desgana.

Batman nació de nuevo, bajo la estupenda y prodigiosa mirada de un genio que posteriormente reconstruiría otros muchos héroes que habían seguido la pasada mala estela del Murciélago (recordemos su genial trabajo para Daredevil).

Batman era el Señor de Gotham.

EL SEÑOR DE LA NOCHE.

Las Mejores Historias de Batman

Historias de Interés

Aunque no obras maestras, pero sí interesantes de leer:

Batman Begins: “Año Uno”

Más de un aficionado sonreirá al contemplar las múltiples referencias que Nolan hace a este magistral cómic (para el que escribe, el mejor cómic de Batman junto a “La Broma Asesina”).

Aquí plasmaremos, en un ejercicio que hemos realizado en más de una ocasión, las similitudes evidentes entre este mítico cómic, y la película, con tan solo cuatro ejemplos para la extender más el estudio:

- La vuelta a casa: Bruce ha estado alejado de su hogar, entrenando con la única finalidad de enfrentarse al crimen. El hijo pródigo vuelve a casa.

- El murciélago: Un murciélago entra en la mansión Wayne como presagio claro de la imagen que tomará Bruce como modelo para infundir terror.

- El Flashback: Un tortuoso recuerdo, la muerte de los padres de Bruce, está sacado literalmente de las páginas de este magistral cómic.

- Una ayuda del cielo: En Año Uno, Batman es ayudado a escapar de la policia por una extensa nube de murciélagos.

Un claro ganador

Podríamos decir que “Batman Begins” no sólo es la mejor película de Batman, algo no demasiado difícil, sino que también es la mejor película realizada de un cómic.

Decir que es la mejor adaptación de un cómic en pantalla grande faltaría a la verdad, pues para adaptación fiel ya esta esa joya preciosista y “de culto” que es la película de Robert Rodriguez y Frank Miller, “Sin City”, pero esto es hasta un punto bastante normal, sabiendo que su autor es también el codirector.

“Batman Begins” ha superado con creces al resto de sus predecesoras, pero ¿Hasta qué punto?:

La película – La psicología del mundo de Gotham

Uno podría ver la película de “Batman Begins” pensando realmente que el traje y las situaciones “heroicas” son lo de menos. Y es cierto. Uno sale del cine con la sensación de que no ha asistido a la película de un superhéroe, sino más bien a un estudio del miedo.

“Batman Begins” es eso, un estudio del miedo humano, que describe la lucha por resistirse a él y erigirse como un modelo a seguir por el resto de la “temerosa” población.

Nolan ha sabido adaptar el relato a sus necesidades, a sus gustos, pensando en villanos para nada esperpénticos, sino totalmente reales (Batman tiene una galería de villanos que se caracteriza principalmente por su realismo).

Nolan ya demostró su gusto por la psique humana en “Memento”, o incluso en “Insomnio”, por lo que en Batman Begins potencia el lado psicológico del mundo de Gotham, un campo de acción tan fértil que le da la opción de jugar con personajes que se mueven como peces en el agua en él.

Bruce es un ser atormentado por la muerte de sus padres. Ra's al Ghul es un villano también atormentado por su pasado, que ve en la limpieza radical la única forma de aprender que tiene el hombre. El Doctor Crane es sin duda el personaje mejor adaptado de la galería de villanos de Batman, es un calco del personaje que podemos encontrar en el cómic o en la magistral serie animada del personaje, un experto del miedo, capaz de manejarlo para su propio interés.

Todos ellos comparten una inteligencia asombrosa, lejos de músculos, poderes sobrehumanos o sonrisas Colgate, lo que realmente prima en “Batman Begins” son los juegos de ajedrez que los contendientes mantienen durante toda la trama. Las escenas de acción se presentan a veces innecesarias, aunque también motiven el interés épico del espectador. Lo realmente importante es la lucha del hombre para luchar contra una sociedad corrupta por el miedo y el temor a ser tragado por la negrura de los más fuertes.

“Batman Begins” es la mejor película sobre un superhéroe que se ha realizado en la historia del cine, a pesar de cambiar ligeramente el comienzo del mito, y de variar la infraestructura que este vigilante utiliza para luchar contra el mal.

Christian Bale. El mejor actor de su generación

Ya lo demostró en su debut, gracias al talento innato de Spielberg para descubrir nuevos actores de fuerte carisma y clarísima capacidad para la interpretación.

Christian Bale nos emocionó y nos hizo vibrar en “El Imperio del Sol”. Esto hubiese sido un espejismo de no ser por su ascendente carrera que ha tenido recientemente su colofón en “El Maquinista”, una película sustentada exclusivamente por su talento para adaptarse a los personajes, con la perdida de un físico envidiable que adquirió en “American Psycho”, y la construcción de la personalidad de un psicótico traumatizado por un hecho puntual que sólo se descubría al final de la película.

La elección de Nolan es ejemplar, y tal vez ni él mismo se esperase que Bale fuese tan calcado al personaje, tanto en su faceta terrenal, como en la oscura negrura del traje de Batman.

Momentos como el interrogatorio al compañero corrupto de Gordon, en plena calle apocalíptica, con la lluvia deslizándose negra por las alcantarillas de un callejón dejado a su propia suerte. Batman describe una mueca terrorífica, en el interrogatorio que será enfatizada por el maquillaje y los efectos digitales en otro interrogatorio, éste con ayuda de los psicotrópicos y con Jonathan Crane como clara víctima. (a partir de ahí, nacería el Espantapájaros).

Su lucha interior es entregada al espectador sin nigún tipo de mueca, exageración o alarde interpretativo evidente. Su naturalidad conduce este conflicto sin darnos cuenta, como algo obligado en su representación.

Bale es el pilar básico de una película que pide una implicación total de un actor como el que nos ocupa.

La música

Un concepto define el trabajo de Hans Zimmer y James Newton Howard: "aleteo de un murciélago". El grueso de toda la partitura se sustenta en efectos de cuerdas o de sintetizador que establecen un ritmo preciso y firme, que conecta con un obstinato de cuerdas que se repite durante las enseñanzas, luchas o apariciones del Señor de la Noche.

Estos efectos de cuerdas recuerdan el ritmo pausado del aleteo de un murciélago, pero desde el punto de referencia del protagonista de ese vuelo, para nada de un punto inmóvil ajeno a él, que observa temeroso cómo el murciélago corta el viento.

Bajo esta premisa, más psicológica que épica, el score de Zimmer y James Newton Howard puede aproximarse a un trabajo de Danny Elfman, pero no el original y épico de "Batman", sino el más psicológico realizado para "Hulk".

Por imposición previa de Nolan, que como ya sabemos disfruta de scores contenidos y para nada "excesivos" (sólo hay que escuchar los scores de David Julyan para "Memento" y "Insomnio", sus anteriores películas), los mediáticos compositores han limitado las "exageraciones" tan propias del genio alemán, y han enfocado el tema principal del señor alado en ese obstinato, llenos de efectos sonoros a base de cuerdas y de ese aleteo que establece el ritmo con el que crece la personalidad verdadera de Bruce Wayne... Batman".

La presencia de un tema principal retentivo, espectacular y épico está de más en esta partitura. La música de cine tiene siempre que adaptarse a unas imágenes que, en este caso, buscan limitar la grandiosidad al miedo, al silencio, a la sombra, a la oscuridad, y esa sutilidad en la música está bastante bien entendida por James Newton Howard, que no por los "Mediaventures". Es cierto que el trabajo, según dice Zimmer está repartido al 50%, y después de una escucha detenida al disco, razón no le falta.

Pero una escucha clara de la música que desfila por la película dice algo muy diferente: Los Mediaventures ganan por cantidad a James Newton Howard.

Zimmer no es el único que ha puesto música a "Batman" dentro del sello que él mismo creó, sino que tenemos al poco talentoso Ramin Djawadi (autor de la flojísima partitura de Blade Trinity o de la música adicional de la no menos denostable "Thunderbirds"), o a Mel Wesson (arreglista habitual de Mediaventures, que trabajó en "The Interpreter" la última partitura de James Newton Howard, y que es un compositor para nada merecedor de participar en una película de este nivel).

Esta mayor participación de miembros de Mediaventures (lejanos del talento de su director musical), procuran momentos sonoros tan similares al "corta y pega" que ya escuchamos en la aborrecible creación musical de "Piratas del Caribe", donde se evidencia una irregularidad en pantalla que no es perceptible en la edición discográfica, mucho más trabajada, pensada, y que nos aporta un verdadero 50%, con unos compositores que tal vez no dan lo mejor de sí mismos, pero que se esfuerzan en aportar un mínimo de calidad.

Así, en la edición discográfica podemos detectar la mano de Howard en más de un tema, no sólo en el fácil de situar, y similar a lo que compuso para "The Unbreakable" ("El Protegido"), leitmotiv destinado a la infancia y recuerdos fraternales de Bruce Wayne (escuchar temas como Eptesicus o Barbastella), sino también en "Nycteris", con una percusion electrónica muy deudora de su época ochentera para trabajos como "Gran Cañon", eso sí, ajustándose a las necesidades argumentales de la película que nos ocupa.

También podemos encontrar a Howard en los cortes más oscuros e incidentales como Artibeus, bastante deudores de lo compuesto por él en la menospreciada "Stir of Echoes".

Por lo tanto la composición de Howard, rica en matices y en estilos musicales, busca acercarse al personaje con un carácter sombrío que se ajusta como anillo al dedo, esforzándose mucho menos en la consecución de tal fin, pues su estilo está mucho más próximo al personaje que se trata.

En cambio Zimmer no ajusta su estilo a las necesidades del personaje, sino que hace una aproximación por igual entre éstas, y su propio estilo, más alejado de las necesidades musicales del Murciélago de Gotham.

Es por ello que la parte más identificable de Zimmer es con mucho la peor del conjunto. No nos engañemos, no es porque sea de Zimmer (algo que argumentarán algunos fanáticos seguidores de Zimmer para sentirse las "víctimas", o lo que expondrán aquellos "anti-mediaventures" que generalmente no tienen ningún recurso de argumentación, salvo su animadversión a este estilo musical). La causa clara es la falta de "independencia musical" que esta parte tiene. Zimmer acomete esta empresa sin desligarse de sus trabajos para "The Last Samurai" o "La Delgada Linea Roja", encontrándonos con la imposibilidad de detectar un sonido genuinamente "Batman".

Con esto no quiero decir que para ello los compositores tuviesen que adaptarse a lo ya hecho por Elfman o Goldenthal en el pasado, eso sería un craso error. Lo que hubiese sido realmente interesante es que los dos compositores hubiesen creado un nuevo sonido Batman pero claramente asignable a los músicos, como en su momento lo fueron los temas creados por Elfman o Goldenthal, diferentes, pero fáciles de asignar al personaje.

El obstinato es fácil de asociar a Batman, pero fácilmente utilizable en cualquier película, independientemente de que Batman fuese su protagonista.

Esto se potencia aun más, y de forma bastante negativa en la partitura adicional que encontramos en la película, sobre todo en la escena final del tren elevado, donde la partitura elimina todo rastro de originalidad y se erige como un pastiche flojo y poco inspirado de la partitura de Mark Mancina "Asalto al tren del Dinero".

Esos momentos de acción buscan de nuevo sonidos sampleados tan típicos en esta factoría musical que aquí se muestran pobres y rudimentarios, donde una masa orquestal de más enjundia y mayor fortaleza hubiese quedado como anillo al dedo (ver partituras tan destacables en este terreno como "Hellboy" o "La liga de los hombres extraordinarios").

Es por eso que esta formula matemática puede ser muy efectiva en pantalla, pero ya evidencia un más que descarado desgaste en una escucha aislada, donde esta instrumentación electrónica y esa percusion "efectista" son comunes en casi todas las partituras que recogen a los menos inspirados Mediaventures (que no compositores, como John Powell, que demuestra una y otra vez su capacidad para aportar temas de acción que se encuentran entre lo mejor del panorama de música de cine).

Así la partitura de Batman se ve irremediablemente lastrada por una falta de personalidad en las escenas de acción, que no son muchas en la película, pero las hay y para lucirse musicalmente hablando. Es por ello que aunque la partitura sea más que correcta, a uno se le queda un cierto poso de decepción al contemplar ese panorama, y evidenciar que, paradójicamente (y esto no suele pasar muy a menudo) la partitura, en determinadas escenas, está muy por debajo de lo que se esperaba de ella, y más contando con dos compositores de la talla de los que nos ocupan, tal vez, los más importantes del momento (con permiso de John Williams y Danny Elfman).

Tema a Tema

- Vespertilio (2:52): Es el comienzo de la película, con el obstinato y los efectos de cuerdas que definen al personaje de Batman. Los murciélagos se recogen en el centro de la pantalla formando en el horizonte el símbolo de nuestro alado héroe. El resto del corte a base de un denso sintetizador recrea el recorrido de Bruce hasta su final a manos de Ra's al Ghul.

- Eptesicus (4:20): Aporta un sentimiento mucho más cercano a la forma de componer de James Newton Howard, con ese sonido de piano tan cercano a su "Unbreakable". Por primera vez escuchamos el tema centrado en la tragedia de Bruce Wayne. Este "Leitmotiv" aparece en cada Flashback que relata las vivencias que Bruce tuvo en la infancia, casi todas relacionadas con su padre. A mitad del corte, a eso de los 2 minutos 10 segundos, Zimmer hace acto de aparición con un sonido muy deudor de su "Delgada Linea Roja", en un estupendo adagio que tiene lugar en el entrenamiento de Batman en su retiro en tierras de Ra's al Ghul. Esta interpretación del obstinato de cuerdas que se asigna a Batman tiene aquí una inmejorable fusión con las imágenes, aparte de una leve unión con el leitmotiv de Ra's al Ghul.

- Myotis (5:46): Sonidos bastante incidentales con importante aportación de las cuerdas en un primer momento, en un estilo muy propio de Howard, con un paso al estilo Mediaventures a eso de los dos minutos, con una percusión y una instrumentación ya vistas en los temas de acción de "El Ultimo Samurai", incluso en el "Drop Zone" ochentero de Zimmer. Aquí Bruce lucha contra Ra's al Ghul y su ejercito de ninjas. Durante esta escena, la música de acción de nuevo hace aguas, y evidencia la poca empatía que tiene con las imágenes. A los cuatro minutos el corte se dirige de nuevo a el leitmotiv más dramático creado por Howard, pero con una instrumentación típica de Zimmer, por lo que esta parte se podría ver como la interpretación de este tema por parte del "estilo Zimmer" a diferencia del corte segundo que fue más cercana al "estilo Howard".

- Barbastella (4:45): Empieza con una evocadora voz celestial que evoca el dramático pasado de los Wayne. Los compositores utilizan este elemento vocal asignándolo al asesinato de los Wayne. El piano de Howard se adueña de nuevo del espectro sonoro interpretando la relación paterno-filial de Bruce y su inseparable mayordomo Alfred, en referencia a su pasado común a la irremediable pérdida que ha afectado a ambos por igual. "Barbastella" termina de nuevo con el tema de Batman, en ese crecimiento interior destinado a un desenlace definitivo, con una percusion mucho más poderosa tan típica en el "Ultimo Samurai" de Zimmer.

- Artibeus (4:19): Éste es un tema estupendo, lleno de golpes de efectos que cumplen su función en pantalla de manera excepcional. Bruce lucha contra sus miedos en la guarida de Ra's al Ghul, después de respirar los vapores alucinógenos que despiden las amapolas azules. Bruce debe de luchar contra su miedo más primigenio, los Murciélagos. Esta lucha viene acompañada por efectos sonoros y el aleteo "leitmotiv" que describe el resurgimiento de la verdadera personalidad de Bruce: Batman. El corte termina con el "leitmotiv" de Ra's al Ghul (que en ese momento conocemos con el nombre de Duncan). Es un leitmotiv de fuerte carga ambigua (como el personaje), mística, y oriental, y aparece más de una vez en la película (otra, cuando Ra's al Ghul y sus secuaces incendian la Mansión Wayne).

- Tadarida (5:05): Un tema lleno de efectos sonoros que conecta con los flashbacks que aterrorizan a Bruce, y que nos recuerdan en cierta manera a los abundantes experimentos musicales del Batman de Goldenthal. A mitad del corte el "aleteo" se vuelve más firme, describiendo la creación definitiva de Batman. Esos efectos sonoros congenian perfectamente con la personalidad del Dr. Crane, El Espantapajaros, que se enfrenta por primera vez con Batman. Éste sale despedido por el cielo como bola llameante, sufriendo las alucinaciones producidas por los psicotrópicos de Crane.

- Macrotus (7:35): El corte empieza de nuevo con el leitmotiv de los recuerdos de Bruce, en una culminación realmente bella al minuto y medio. Se nota la mano de James Newton Howard. A partir del segundo minuto James sigue con el timón del barco, aportando sonidos incidentales apenas perceptibles que aumentan la atmósfera de las imágenes. Un crescendo da paso al ultimo tercio del corte, con la incorporación de esa evocadora voz, y de nuevo el leitmotiv escuchado en "Barbastella". Todo este corte recorre uno de los flashbacks más bellos de la película. Bruce de niño descubre que el tren elevado que cruza Gotham es obra de su padre, y que el edificio Wayne es el centro de esta gran ciudad. Su padre le hace partícipe de la obligación de su familia para con su pueblo, para luchar contra la gran depresión que vive el mismo (luego Bruce sabrá que ésta ha sido ocasionada por el ejercito de Ra's al Ghul). Esta magnífica escena describe plenamente el carácter desprendido y desinteresado del padre de Bruce. El corte pasa a una noche en la ópera, y el miedo primigenio que Bruce siente ante una representación realmente similar a los murciélagos que lo atacaron en la cueva. Bruce asustado, le pide a su padre abandonar la representación. Es cuando el verdadero Batman nació, con la muerte de sus padres, en un mugriento callejón. La voz evocadora hace acto de aparición en un plano que ha pasado a la historia del cómic: Bruce de rodillas en el suelo, al lado de los cuerpos moribundos de sus padres.

- Antrozous (3:59): Por primera vez escuchamos el tema de acción de Batman, sin duda marca de la casa "Mediaventures". Debemos alabar el sentido del ritmo, que es incomparable dentro de esta factoría, así lo atestiguan partituras tan cinemáticas como "Días de Trueno", "El Pacificador", "Misión Imposible 2" o "Spirit".

- Nycteris (4:25): Aunque aparezcan samplers y muchos piensen que este corte es obra de Zimmer, James Newton Howard aporta aquí mucho de lo aprendido en partituras como "Gran Cañón" o sobre todo (de nuevo) "Unbreakable". El corte tiene lugar durante la "presentación" que Lucius Fox hace a Bruce de toda la maquinaria militar que secretamente ha ido realizando la empresa de su padre.

- Molossus (4:49): Tal vez el único tema 100% de acción de todo el disco. Como comentaba con anterioridad, el leitmotiv de acción, asignado a Batman (no asignar al Batmóvil, pues este corte suena más veces en la película independientemente de que el coche de Batman esté en escena) explota aquí en una de las mejores escenas de toda la película, una carrera contra reloj a vida o muerte. El sonido es bastante deudor de partituras míticas del compositor alemán como "Marea Roja", "El Pacificador" o "La Roca". Su fusión con las imágenes, o más bien con el personaje es debatible, pero sus valores cinéticos y del ritmo están fuera de toda duda.

- Corynorhinus (5:04): Similar a "Macrotus", por esa utilización del leitmotiv de los recuerdos de Bruce, para posteriormente retomar el tema de Batman. La historia de amor entre Rachel y Bruce sólo se basa en recuerdos mejores, y es imposible mientras Batman esté presente. Después de eso Bruce contempla la mansión destrozada, y se propone reconstruirla ladrillo a ladrillo. Este precioso leitmotiv pasa al de Batman. El Teniente Gordon (antes Sargento), convoca a Batman con la nueva y reluciente Batseñal (como bien dice Gordon en un aire sarcástico "No tenía un capo a mano"). Gordon le comunica que hay que apresar a todos los locos fugados de Arkham durante la aparición de Ra's al Ghul, pero sobre todo a uno, realmente loco, que también tiene esa puesta en escena determinante para dar miedo a su adversario. Gordon habla claramente de "El Joker" el mejor y más peligroso enemigo de Batman. Nolan nos deja así la miel en los labios, esperando una continuación que esté a la altura de esta maravilla llamada "Batman Begins". Batman se eleva en el cielo, y su tema le sigue hasta el fundido en negro. Fin de la historia.

- Lasiurus (7:27): Para muchos el mejor corte del disco, no utilizado en la película, y que tiene todas las papeletas de ser un "End Title" adicional (pues el "End Title" que sale en la película tampoco aparece en la edición discográfica). Es un corte que basa su estructura en el "Journey to the Line" de "La Delgada Línea Roja" con abundantes toques de "The Last Samurai". A veces el corte en un crescendo final parece no tener un objetivo o un planteamiento claro, perdiéndose en sucesivas idas y venidas. Un adagio tan habitual en Zimmer, que aquí demuestra el "efectismo" de su propuesta, y lo vacío en cuanto al espíritu del personaje, un corte que por "bello" no representa en lo más mínimo a un personaje como Batman.

La partitura no editada

Hay momentos musicales que no encontramos en la edición discográfica.

Cuando Bruce deja su fiesta de cumpleaños y baja a la Batcueva para ponerse el traje de Batman e intentar proteger a Rachel de su visita a Arkham, el tema de Batman aparece con ciertas similitudes a las "fanfarrias" del Batman de Goldenthal. Es la única vez que este leitmotiv adquiere tintes épicos y heroicos, tampoco habituales en esta partitura por deseo expreso de su director.

Otro tema que no encontraremos en el disco es la primera aparición de Batman en los muelles de Gotham, para detener a Falcone. Los sonidos incidentales que acompañan a Batman en sus apariciones a modo de espectro, terminan con el tema del Señor de la Noche en una interpretación con pinceladas de tenebrismo (pues Batman aparece aquí como un cazador nato que lo diferencia poco de personajes tan cinematográficos como los Aliens de Cameron).

Una escena "peliaguda" en el sentido musical es toda la sección del tren elevado al final de la película. A modo de "Star Wars: Episodio 2", se ha realizado un montaje musical que no llama la atención a simple vista, pero en un segundo visionado uno puede apreciar que el corte "Molossus" se repite tal cual con una fusión un tanto cogida por los pelos (pero tapada por los efectos sonoros) con un tema, seguramente adicional creado por Ramin Djawadi o Mel Wesson (dada la falta total de originalidad), que consiste en un remiendo sin alma de mil cortes de acción creados por los chicos de Mediaventures. Este corte tampoco aparece en la edición discográfica (menos mal).

Otra escena que tiene la pinta de música adicional no creada por los compositores principales, es la primera vez que Bruce se pasea por la noche, para acabar en el despacho de Gordon. Gordon asustado intenta atrapar a su inesperado invitado por los tejados de la comisaria sin éxito. La música rescata pinceladas del leitmotiv de acción aparecido en la lucha contra el "supuesto" Ra's al Ghul (Watanabe), sin un sentido claro de esa nueva aplicación, siendo otro tema totalmente olvidable.

Para finalizar, algo que ya comentábamos. Los "End Credits" no aparecen en la edición discográfica, pero es que el tema "Lasiurus" tampoco lo hace en pantalla, por lo que estamos igualados. Yo particularmente me quedo con el "End Credits" aparecido en al película, pues es una interpretación mucho más vigorosa del tema de Batman.

A poco de ser una obra maestra

A la hora de terminar este largo estudio, no podía dejar de lado el hecho de que esta película no llega a ser una obra maestra dentro de las adaptaciones comiqueras al cine, justo y precisamente por su banda sonora. Y es una pena. Un departamento que en la mayoría de las ocasiones suele superar a las imágenes, en esta ocasión se muestra como el elemento menos adaptado a las necesidades del conjunto, de un personaje que aunque no necesite de "fanfarrias" o elementos épicos, sí que necesita de cierto sentido "gótico" y oscuro, que los sintetizadores prefabricados de esos músicos adicionales destrozan sin ningún tipo de temor.

Espero que llegue el día en que la música de cine pierda ese sentido "mercenario" donde cualquier compositor es válido para cualquier cometido, incluso si este músico apenas ha despuntado y ha tenido proyectos de cierta entidad por "enchufismo" y se ha visto con la miel en los labios con un proyecto como Batman Begins a años luz de sus capacidades.

El ejemplo comparativo es evidente. "Spiderman 2" contó con músicos adicionales de excepción, John Debney y Christopher Young, ni punto de comparación entre estos y Ramin Djawadi o Mel Wesson, y lo hizo por problemas evidentes de tiempo, y porque Elfman dejó claro que no volvería a componer para un remontaje.

Las comparaciones son odiosas, pero aquí descubren una manera de hacer mucho más trabajada que en el caso de Batman, donde la música creada a veces pega poco con las imágenes... y ¿Qué peor hay que eso para una composición de música de cine?

De nuevo, muestro mi personal y para nada vinculante opinión de que la partitura hubiese ganado muchos enteros si sólo James Newton Howard hubiese movido su batuta para este proyecto. Otra vez será.

DDBSpawn (David Doncel Barthe)