Batman Forever

Compositor : Goldenthal, Elliot
Año : 1995
Distribuidora : Atlantic Records

A pesar de lo que pudiera esperarse, "Batman Returns" no cosechó tanto éxito como su antecesora, y ello provocó el que, en la siguiente entrega, "Batman Forever", se cambiara un tanto de dirección. Michael Keaton no daba la talla (literalmente) para ser Batman, y tampoco las excentricidades de Burton fueron plato del gusto de muchos. Así que éste le pasó los trastos de matar a Joel Schumacher, quien nos ofrecería en ésta y la olvidable "Batman y Robin" su propia visión del Hombre Murciélago. Se mantuvo la estética recargada y oscura de la ciudad de Gotham, pero añadiendo algunos toques coloristas, sobre todo gracias al nuevo plantel de villanos. Al igual que en la segunda película, se recurrió de nuevo a la fórmula de los dos villanos, y, tirando de nuevo de la amplia galería de némesis de Batman, se optó esta vez por los conocidos Dos Caras y Enygma (traducción muy desacertada de "The Riddler", a quien ya conocíamos por el sobrenombre de "El Acertijo").

Si para el papel de Bruce Wayne/Batman se optó por un acartonado Val Kilmer (aunque más fornido que Keaton, su pasividad ante la cámara queda en evidencia en su patética actuación), para el bando contrario se optó por dos nombres que, vistas las anteriores películas y todo lo que sucedió a su alrededor, ni eran los esperados ni resultaron ser los apropiados. En la primera entrega, Billy Dee Williams (el inolvidable Lando Calrissian de Star Wars) ya tenía un pequeño papel como el fiscal del distrito Harvey Dent (personaje que a la postre acabaría transformándose en Dos Caras). De hecho, el actor conocía este hecho, e incluso contaba con que se le pudiera convocar de nuevo para ese papel en sucesivas entregas. Finalmente, el papel recaería en Tommy Lee Jones, que nos deleita (es un decir) con una sobreactuada visión de un colorido (tirando a malva) Dos Caras, que poco tenía que ver con su sosías en el cómic. Si aquí el personaje actúa con un cinismo y una frialdad sobrecogedores, ciñendo sus decisiones a una tirada de su moneda marcada, el Dos Caras cinematográfico es un payaso excesivo, salido directamente de la ridícula serie de los 60, que no causa sino vergüenza ajena. Y casi podría decirse que el color de la chaqueta es lo único que lo distingue de su compañero de fatigas, el Enygma.

Hablando ya del otro villano, tampoco la elección del actor fue la más indicada. De moda gracias a éxitos como "La Máscara" y "Dos Tontos muy Tontos", Jim Carrey fue el encargado de interpretar a Edward Nygma (E. Nygma, he ahí el juego de palabras que reventaron al traducir erróneamente Riddler por Enygma, y no por Acertijo, y que tiene su más avergonzante muestra en la escena en la que un asombrado y agudo Bruce Wayne exclama en la versión doblada: "¡Oh! ¡Edward Nygma es El Enygma!". Bravo por la brillante deducción). El Acertijo del cómic usaba su probada inteligencia en pruebas para nada infantiles o patéticas con la intención de derrotar a Batman, algo que tampoco queda nada bien plasmado en la película. Al ajustar el personaje al histriónico Carrey se lo cargaron vilmente. Y eso que yo soy un defensor de este actor, pero se cae por su propio peso que no era el más indicado para este papel. Como curiosidad, se cuenta que originalmente se había pensado en Robin Williams para interpretar al Acertijo. Y lo que ocurrió fue que, para la primera película, se jugó con el nombre de Williams para interpretar al villano, con el objeto de atraer así al jugoso Jack Nicholson, quien acabaría interpretando al Joker. Todo esto no sentó nada bien a Robin Williams, razón por la cual acabaría rechazando el papel cuando finalmente se le acabó ofreciendo, esta vez de verdad. En fin, nos quedaremos con la duda de descubrir si hubiera sido un buen Acertijo (aunque con la tontería de historia, puede que ni por ésas).

Continuando con el plantel protagonista, tuvimos también la oportunidad de ver por fin a Robin en pantalla grande, interpretado por Chris O'Donnell (motivado posiblemente por estar el joven actor en alza en esos momentos, más que por su labor interpretativa). Como los aficionados al cómic saben, ha habido varios Robins en la historia de Batman. O'Donnell interpretaría al primero de ellos, Dick Grayson (su origen es también similar, con sus padres, acróbatas circenses, sufriendo un accidente que le deja huérfano). Aunque por el carácter rebelde y odioso, más bien hubiera merecido ser Jason Todd, el segundo Robin (quien acabaría asesinado a manos del Joker en la historia "Una Muerte en la Familia").

Y por último, dado que tener a Batman y Robin compartiendo pantalla y aventuras hubiera dado lugar a malas habladurías (y aún así no se consiguió del todo), se optó por introducir de nuevo un personaje femenino como interés romántico de Batman. El listón estaba muy alto tras Kim Bassinger y Michelle Pfeiffer, y los aficionados no debemos quejarnos, ya que fue una exquisita Nicole Kidman la encargada de recoger el relevo. Encarnaba a la doctora Chase Meridian, una sensual psicóloga bastante fascinada con el Hombre Murciélago (de ahí que se hiciera otro juego de palabras con su nombre, Chase).

Entrando ya en la materia que nos interesa, muchos nos sentimos decepcionados al no encontrar ni rastro de Elfman o de su material sonoro en esta nueva entrega. El elegido para la ocasión fue Elliot Goldenthal, un autor con experiencia en temática tenebrosa (acabábamos de escucharlo en "Interview with the Vampire"). Diablos, si hasta su apariencia física da grima. La aversión inicial por el score de "Batman Forever" se apacigua, al menos en mi caso, con sucesivas escuchas del trabajo de Goldenthal. El compositor consigue algo casi impensable, el que dejemos de pensar en Elfman mientras lo escuchamos.

Y es que la riqueza temática del score es más que encomiable. La nueva fanfarria para el Hombre Murciélago no tiene nada que envidiar a la compuesta por Elfman, hasta el punto en que se llega a echar en falta una mayor presencia de la misma en el CD. Básicamente, sus mejores apariciones son en el tema que abre el CD ("Main Titles & Fanfare"), mientras Wayne se enfunda la armadura de Batman antes de acudir al rescate, y en "Fledermausmarschmusik", otra impactante pero corta pista, en la que la potencia de la música es sólo equiparable a la de las turbinas del Batmóvil, mientras éste sale de la Batcueva rumbo al peligro. El tratamiento del tema que hace Goldenthal nos hace rememorar los trabajos de Richard Wagner, tal es su fuerza.

Frente al tema de Batman, cabe destacar el tema para los villanos, asociable mayormente al personaje de Dos Caras. Una fanfarria bufa que casa muy bien con el tratamiento del personaje en la película, pese a no tener apenas que ver con el Dos Caras original. Destacar, por ejemplo, la pista "Two-Face Three Step", donde Dos Caras arroja una y otra vez su moneda hasta obtener el resultado deseado, y con él la oportunidad de librarse de Batman, a quien ya ha reconocido como Bruce Wayne (¿por qué resultará tan fácil desenmascarar a un superhéroe en el cine?). Esta escena es una buena muestra de por qué es tan poco fiel al cómic: el verdadero Dos Caras jamás hubiera sometido dos veces una decisión a una moneda, él habría seguido a pies juntillas lo que le hubiera indicado la tirada, conllevase esto lo que conllevase.

También para los encuentros nocturnos entre Chase y Batman (con resultados no del gusto de ella, pobrecita, que se queda con la calentura) compone Goldenthal una variación más sensual y romántica del tema principal, alternando el saxo con el piano ("Chase Noir", "Mouth to Mouth Nocturne").

Los temas asociables con Enygma son la atonal "Nygma Variations (An Ode to Science)", momento en el que al personaje se le termina de ir la olla y se convierte en el villano (sigh) y "Mr. E's Dance Card (Rhumba, Foxtrot, Waltz & Tango)", tema que suena durante la macrofiesta (eecks!) organizada por Nygma y cuya mayor bondad reside en la facilidad de Goldenthal para adaptar el tema principal a distintos estilos musicales, tantos como los que el propio título de la pista indica.

Habrá que esperar hasta "Batman & Robin" (score inédito, aunque merecidamente para el que esto escribe, dada la poca originalidad del mismo y la poca música nueva que aparece) para poder escuchar el leit-motiv de Robin. Aquí nos tendremos que conformar con la pista "Under the Top", correspondiente a la actuación en el circo de Gotham de los Grayson Voladores, que se verá trágicamente truncada por la aparición de Dos Caras, con fatídicas consecuencias para la familia Grayson, de la que Dick, el futuro Robin, será el único superviviente.

Como ya indicaba antes, la mayor bondad de esta banda sonora reside en que, sin seguir los pasos de la de Elfman, consigue ser bastante disfrutable. Y ya es de agradecer la edición del score en CD, que de nuevo vendría acompañada por una edición paralela sólo de canciones, donde sólo se salvarían las de U2 y Seal. El score de Goldenthal aparecería poco después, y aunque corta en duración, resulta más que recomendable.

Lo Mejor: Que, tras varias escuchas, casi consiga que perdonemos el hecho de que no fuera Elfman de nuevo el compositor.

Lo Peor: El tratamiento del tema para los villanos, demasiado paródico (aunque por ello, fiel a la película)-

El Momento: "Fledermausmarschmusik", por la intensidad con que suena el tema de Batman, y eso a pesar de la escasa duración y de tan largo "palabro" (que parece querer decir algo como "marcha del murciélago").

Bac Hylon