Batman Returns

Título en español : Batman Vuelve
Compositor : Elfman, Danny
Año : 1992
Distribuidora : Warner Bros

Tras el éxito de "Batman", se desató un nuevo fenómeno de "Batmanía", aletargado durante décadas una vez diluido el efecto (de alucinógeno lo podrían calificar algunos) del Batman "camp" de la algo infame serie de los 60 con Adam West a la cabeza. De repente, el nombre de Batman volvía a estar en boca de todos, incluso de los menos afines a los cómics (donde también acababa de relanzarse el personaje, gracias a obras como "El Regreso del Señor de la Noche", de Frank Miller). Aparte del hecho de que pudieras lucir tu camiseta, tu gorra o tu cartera con el emblema del Hombre Murciélago sin miedo ni vergüenza, los aficionados tuvimos la enorme dicha de ver plasmado uno de nuestros sueños en forma de la fabulosa serie de animación de "Batman", derivada de la película, y un hito en la historia de la animación gracias a lo trabajado de sus historias y de su ambientación, tan oscura y gótica, más cercana a la estética del cómic, y tal y como debiera haber sido siempre.

Un derivado más con el que pudimos disfrutar fue esta segunda entrega de Batman, de nuevo a cargo del Tim Burton. Tras el éxito de la primera parte, la Warner le dio algo más de libertad al director, lo cual se plasmó en una atmósfera más barroca y unos personajes más "freaks" (bastante más que en la primera parte); de lo que no cabe duda es de que "Batman Vuelve" es un film esencialmente "burtoniano". La mejor prueba de ello la tenemos en el personaje del Pingüino, elemento principal sobre el que se centra la trama de la película, al margen de las subhistorias que también tienen lugar. El Pingüino, Oswald Cobblepot, es un ser deforme, despreciable y despreciado, un primogénito de la nobleza arrojado nada más nacer a las cloacas de Gotham, donde sobrevivirá gracias a la ayuda de los pingüinos (??) y los payasos (doble ??) que pueblan dichas alcantarillas. Si Burton se identificaba con el marginado Eduardo en "Eduardo Manostijeras", queda bastante claro que en esta ocasión decidió plasmar parte de su enferma psique en el Pingüino, redefiniendo al personaje, y con tal éxito que éste acabo paulatinamente substituyendo a su sosías en el cómic, en apariencia y comportamiento.

Si en "Batman" contábamos con un único villano, el Joker, en esta ocasión no iban a ser menos. Así que, junto al Pingüino, aparecía otra villana (entre comillas, por el carácter voluble) habitual en la galería del Murciélago, Catwoman. Burton también adaptó vestimenta y modus operandi de esta ladrona de guante blanco para adaptarla a su visión de la película, y así se convirtió en una sensual psicópata ataviada con un ajustado traje de cuero que se iba descosiendo conforme avanzaba la trama. De nuevo, la aceptación del nuevo look del personaje fue tal que influiría sobremanera en el cómic, para delirio de los aficionados. Y es que la sensual y felina Michelle sigue poblando los sueños prohibidos de más de uno desde entonces...

Danny de Vito como el Pingüino, y la ya citada Michelle Pfeiffer como Selina Kyle, aka Catwoman, se unían al equipo artístico encabezado por los reincidentes Michael Keaton como Batman/Bruce Wayne, Michael Gough como Alfred, y Pat Hingle como el Comisario Gordon. Y, como era de esperar tratándose de Burton, también repitió Danny Elfman en el apartado musical. En producción estuvieron muy acertados al no contar de nuevo con Prince ni similares, y esta vez sólo salió al mercado un CD, el del score propiamente dicho.

Elfman demuestra que se sentía cómodo musicando al murciélago en esta nueva entrega. Si su partitura para "Batman" ya demostró su devoción por lo gótico y oscuro, en "Batman Returns" enfatiza esto aún más. El tema de Batman reaparece con más garra, acompañado en muchas ocasiones de una masa coral, como podemos comprobar en las pistas "Birth of a Penguin, Part II" (durante los títulos de inicio) y "The Final Confrontation" (durante la aparición del Bat-deslizador en las alcantarillas).

Eso sí, otro hecho evidente es que, al igual que en la película el personaje de Batman pierde protagonismo frente a los mucho más interesantes y desarrollados villanos, también sucede en el score que los temas asociados al Pingüino y a Catwoman se comen a la fanfarria de Batman. Se trata de unos temas fácilmente identificables con los personajes a los que representan.

Para el Pingüino tenemos una marcha bufa, pero a la vez trágica, con la que se nos da a entender el rencor oculto y el deseo de venganza contra aquellos que lo abandonaron y despreciaron de Cobblepot. Lo escuchamos justo al inicio del CD, mientras los consternados Cobblepot arrojan a las alcantarillas la cestita con su bebé monstruo recién nacido. Realmente te hace sentir lástima por el pobre "freak".

Por el otro lado, Elfman compone para Catwoman un tema basado en cuerdas muy atonal y desafinado, un efecto buscado a propósito para representar el estado mental de una Selina Kyle transformada tras su "muerte" a manos de Max Shreck, estupendamente interpretado por Christopher Walken. A pesar de no tener una apariencia "freak" ni esconderse bajo un emblema animal, no nos llevemos a engaño, Shreck es el verdadero villano de la historia, y sacará partido tanto de buenos y malos hasta que se le detenga.

Otro tema destacable en el CD es "Batman vs. The Circus", cuando Batman se enfrenta a los esbirros maquillados del Pingüino, en una maniobra de distracción orquestada por éste, en su plan de desacreditar al héroe mientras prosigue su carrera política en Gotham (manipulada a su vez por Shreck). El tema de Batman resuena entre toques bufos e irónicos, mientras éste se desembaraza sin muchos problemas de la horda circense.

Es curioso cómo en el compacto encontramos bastantes pistas enlazadas secuencialmente. Ya ocurre con las dos primeras pistas, tituladas "Birth of a Penguin", pasa también con las siguientes, "The Lair", y con la quinta y la sexta, "Selina Transforms". Algo similar ocurre con las pistas "The Rise..." y "...And Fall From Grace", donde lo que tiene lugar es, como su propio nombre indica, el ascenso al poder del Pingüino, y su casi inmediato descenso al caer en la trampa que le tiende Batman para desquitarse, mostrando a la ciudad del Gotham al auténtico Oswald Cobblepot. Destacar el coro infantil que realza el tema de Cobblepot mientras éste, ultrajado y avergonzado, se retira para planear su venganza contra aquéllos que han vuelto a rechazarlo.

En las siguientes pistas, hemos de volver atrás en el tiempo, a situaciones que tienen lugar un poco antes. Enemigos en los tejados ("Rooftops"), Batman y Catwoman tienen sin embargo un acercamiento romántico sin sus máscaras, como Bruce Wayne y Selina Kyle, respectivamente, ("Sore Spots"). Sin embargo, las heridas inflijidas en sus enfrentamientos impedirán que la velada romántica llegue a más. El sentido tono del tema de Batman consigue que el espectador sienta algo de lástima por estos dos sufridos personajes.

"Wild Ride" recoge el espíritu de "Batman vs. the Circus", mientras éste se ve encerrado en su propio Batmóvil a merced del Pingüino, quien lo maneja como si de un carrusel se tratara. Si bien la escena puede parecer algo ridícula, adquiere más fuerza gracias a la música, alternando toques triunfales del tema de Batman con los tonos paródicos del tema del Pingüino. Esta pista da lugar a una de mis favoritas, "The Children's Hour", que desarrolla el anterior tema como una nana al principio y con un tono más marcial y oscuro después, mientras un trenecito va raptando a los primogénitos de Gotham por orden del Pingüino, como un flautista de Hamelin cualquiera, desvelando así su verdadero plan de venganza contra la ciudad. No acaba ahí la cosa, además enviará un ejército de pingüinos armados con cohetes y dirigidos por radio para que siembren el pánico en la ciudad.

"The Final Confrontation" comienza justo en este momento, con el tema marcial del Pingüino, que deja paso al majestuoso de Batman, mientras éste recorre las alcantarillas en el Bat-deslizador tratando de interferir la señal de radio que guía a los pingüinos. Un tema verdaderamente trepidante. Desbaratado su plan, el Pingüino sucumbe ante Batman ("Penguin Army"), mientras los destinos de todos los protagonistas parecen cruzarse. Cobblepot tenía en su poder a Shreck, quien ahora deberá enfrentarse a Batman y Catwoman.

Ésta, que ha gastado 5 de sus 7 vidas gatunas a lo largo de la historia, acabará sacrificándose para detener a Shreck, culminando así su venganza contra él ("Selina's Electrocution"). El tema de Catwoman resulta ahora más trágico que nunca, ante la impotencia de un Bruce Wayne desenmascarado que la invita sin éxito a redimirse. Justo después, un séquito fúnebre de pingüinos acompañará al cadáver de Cobblepot mientras la música adquiere un tono elegíaco.

Una vez más, Batman ha salvado la ciudad de Gotham, pero no sin que Bruce Wayne pague un precio, al perder a Selina. En "The Finale", sutiles toques del tema de Selina nos recuerdan que ella no terminó de gastar su última vida, por lo que queda la posibilidad de que vuelvan a encontrarse, si es posible, en mejores circunstancias. Como en la primera entrega, un redoble de campanas acompaña al tema de Batman antes del reprise del mismo en los "End Credits". Éstos comprenden además una revisitación de los otros dos temas principales, para los villanos.

Se cierra el CD con una canción, que se escucha durante una escena de baile entre Bruce y Selina, con un tono muy acorde con el carácter sensual y trágico a la vez de Selina/Catwoman.

Como todos saben, en la siguiente entrega de la franquicia, ya no se contaría ni con Burton (en la dirección, aún participó como productor ejecutivo) ni con Elfman en el apartado musical. No sería sin embargo la última vez que el pelirrojo prestaría su talento para un producto relacionado con Batman, ya que adaptaría el tema de las películas para la serie de animación que citábamos al principio, aunque sólo fuera para el tema principal, ya que el resto de la partitura de la serie correría a cargo de su colaboradora habitual, Shirley Walker.

Volviendo a "Batman Returns", para mí es la mejor banda sonora de todas las compuestas para las películas de Batman. Elfman demuestra su talento mejorando su trabajo anterior para la primera entrega, legándonos un inolvidable tema que no pudo ser desbancado por sus sucesores en las continuaciones.

Lo Mejor: La variedad temática del conjunto, y cómo queda plasmada la experiencia de Elfman en el área, con una mayor intensidad en el tema principal.

Lo Peor: No sabría decir qué.

El Momento: Me quedo con varios, los orígenes de los villanos ("Birth of a Penguin" y "Selina Transforms", respectivamente) y con el clímax final, en los temas "The Children's Hour" y "The Final Confrontation".

Bac Hylon