Compositor: Silvestri, Alan Año: 2007 Distribuidora: Warner Bros / WEA Records Duración: 46:23
Tracklist:
Beowulf Main Title (0:53)
First Grendel Attack (1:50)
Gently As She Goes (1:36)
What We Need Is A Hero (1:40)
I'm Here to Kill Your Monster (1:46)
I Did Not Win the Race (2:15)
A Hero Comes Home (1:08)
Second Grendel Attack (4:02)
I Am Beowulf (4:33)
The Seduction (4:03)
King Beowulf (1:44)
He Has a Story to Tell (2:42)
Full of Fine Promises (1:11)
Beowulf Slays the Beast (6:02)
He Was the Best of Us (5:23)
The Final Seduction (2:24)
A Hero Comes Home (End Credits Version) (3:11)
Con The Polar Express, Robert Zemeckis se enamoró hace tres años de la tecnología de animación digital conocida "captura de movimiento", consistente en colocar un montón de sensores sobre la piel de actores y actrices, quienes acaban siendo sustituidos por personajes "dibujados" por ordenador. Prueba de la evolución de la tecnología en estos últimos tres años es que la específicamente empleada para Beowulf es, según la revista Time, uno de los tres inventos del año en la categoría de entretenimiento.
El rodaje resulta mucho más barato que en una película convencional, puesto que no hay desplazamientos a las localizaciones -todo se rueda delante de pantalla azul- y el tiempo de filmación se reduce, hasta el punto que unas pocas tomas son suficientes para capturar la voz y los gestos de los intérpretes. Si las tomas no alcanzan la perfección que busca el director, siempre se pueden retocar digitalmente a posteriori. Así las cosas, Anthony Hopkins resolvió su parte del rodaje en sólo ocho días, lo que él mismo considera que hubiera sido imposible en una película convencional.
La posproducción es otro cantar y es entonces cuando se emplea a fondo el equipo técnico y artístico, con la elaboración de fondos y paisajes, escenas de acción, planos imposibles... Es decir, la mayor parte de la película.
El presupuesto estimado de The Polar Express fue de unos 150 millones de dólares. Sin embargo, el de una epopeya bastante más sofisticada técnicamente y más compleja desde el punto de vista artístico, ha sido aproximadamente la mitad, 70 millones, incluyendo el salario de actores de lujo como Anthony Hopkins, John Malkovich o Angelina Jolie.
La cuestión es que, tras aquella aventura navideña del tren que iba al Polo Norte, Zemeckis se planteó un nuevo reto, nada fácil, como es llevar a la gran pantalla -más que grande si tenemos en cuenta su estreno en salas IMAX de todo el mundo- una de las epopeyas más famosas de la historia.
La leyenda
Según gran parte de los eruditos -pues no hay un consenso claro- el poema épico anónimo sobre Beowulf, principal superviviente de la poesía heroica anglosajona, se escribió en el siglo VIII y constaba de 3.183 versos. Constaba..., porque hace un par de siglos, en el año 1731, hubo un incendio en la biblioteca donde se conservaba el único manuscrito y buena parte del texto se perdió, de manera que quedan lagunas vacías de la historia que ni los más estudiosos conocen con detalle.
Dada la existencia de esos huecos, los guionistas de la película de Zemeckis -entre ellos Neil Gaiman, el autor de Stardust- optaron por cierta libertad creativa y, en consecuencia, el relato de la película no se ajusta de manera literal al poema y los dos períodos diferenciados del argumento -Beowulf joven y Beowulf maduro- se enlazan a través de relaciones sexuales-parentales que se derivan más de la imaginación de los guionistas que de la fidelidad al texto original. Pero eso es lo de menos en esta reseña y, en todo caso, esas libertades dan pie a mostrar la faceta más humana del héroe y a comprender mejor sus motivaciones ante las criaturas mitológicas con las que lucha.
Resumiendo de manera muy breve la historia, y sin propósito de destripar nada, la cinta arranca con una fiesta del rey Hrothgar (Anthony Hopkins) en la que irrumpe el gigante Grendel provocando muerte y destrucción. Pese a la sugerencia de su consejero Unferth (John Malkovich) de rezar y hacer sacrificios a los dioses -incluso a ese nuevo al que los romanos llaman Jesucristo-, el anciano rey prefiere que sea un héroe quien libere a su pueblo del gigante. Con ese fin, en busca de gloria, llegan del otro lado de los mares el arrogante Beowulf (Ray Winstone), su leal amigo Wiglaf (Brendan Gleeson) y un grupo de guerreros. El siguiente objetivo para lograr la paz será matar a la madre del gigante (Angelina Jolie), con la que Beowulf mantiene una "peculiar" lucha. Después de eso hay una elipsis tras la cual se ve al protagonista 50 años después, prácticamente un anciano. Es un monarca que ha perdido su arrogancia de juventud en favor de mayor sabiduría y humanidad, en parte consecuencia del sufrimiento derivado de su propio orgullo.
El resultado fílmico es realmente espectacular, sobre todo algunas escenas de lucha -la del dragón es impecable-, aunque también se aprecian defectos que la tecnología utilizada no ha logrado resolver. Algunos movimientos se ven torpes, la imagen del gigante es algo patética y produce más compasión que terror, y los rostros de los personajes poseen unos ojos a los que les falta vida.
A ver si Zemeckis logra mejorar estos detalles para su próxima película, también con "captura de movimiento", que será A Christmas Carol, basada en el Cuento de Navidad, de Charles Dickens.
La música
Un gran relato épico con héroes, luchas contra seres infernales y escenas de amor debe de ser una golosina para los compositores cinematográficos, pues los buenos trabajos musicales para producciones de este tipo son los que se graban en la memoria de los espectadores, incluso en los que no son aficionados a la música de cine.
Robert Zemeckis y Alan Silvestri forman uno de los tándems director-compositor más sólidos y fieles de las últimas décadas, y era de esperar que el neoyorquino se pusiera manos a la obra para gestar una de las bandas sonoras más esperadas del año.
La primera sorpresa que uno descubre cuando arranca la película -o cuando comienza a sonar el primer corte del CD- es una serie de sonidos electrónicos que desconciertan al que está esperando un trabajo cien por cien sinfónico. En mi caso, que llegué "auditivamente virgen" a la sala de cine -antes de haber escuchado nada de la banda sonora, por si alguien no lo ha entendido-, esos sonidos de bajo eléctrico sobre percusión que sonaban al ver el logo de Warner me hicieron pensar que se estaba proyectando un trailer de otra película. Pero no. Inmediatamente, sonaron unos coros un tanto primitivos y arrancó una fanfarria heroica muy retentiva, al tiempo que se veían las letras sobreimpresionadas del título. En efecto, es el tema principal, el leitmotiv del héroe, con una música ruda, asociada psicológicamente al carácter fanfarrón y machote del protagonista . Es un tema marcial que evoca en cierto modo -no que se parezca, nada de eso- al de Jasón y los Argonautas, aquel trabajo que concibió Bernard Herrmann únicamente con metales y percusión.
El mismo tema es el que se escucha en el corte "What We Need Is a Hero", palabras del rey Hrothgar que en el film conducen a la imagen de un barco agitándose en un mar crispado por la tempestad. Los coros son, pues, las voces de los remeros que luchan para llegar a tierra, mientras vemos por primera vez el rostro de Beowulf capitaneando la embarcación al lado de Wiglaf .
También encontramos el mismo tema heroico, con los bronces desnudos, en "I'm Here to Kill Your Monster", cuando Beowulf se presenta ante Hrothgar ofreciéndose para matar al gigante Grendel; y se intuye en varios momentos de la lucha con los monstruos marinos en "I Did Not Win the Race", contra el gigante en "Second Grendel Attack" y cuando el héroe entra en la cueva de la madre del gigante en "I Am Beowulf".
Pero existe otro motivo musical asociado al protagonista, aunque más a su imagen de mito con debilidades humanas que a su condición de héroe invencible. La melodía es la que canta la reina Wealthow en "A Hero Comes Home" , que también es el estribillo de la canción final que interpreta con arreglos pop Idina Menzel.
Este leitmotiv, que llamaré segundo tema de Beowulf se escucha más veces en la segunda mitad de la película, en ocasiones con solemnidad y esplendor con las trompas y luego con coros ("I Am Beowulf") y en otras con intenciones más dramáticas ("He Was the Best of Us"), con coros y metales que le otorgan una mayor profundidad . Personalmente, me gusta mucho más este tema de Beowulf que el primero, más marcial y "simplón" aunque indudablemente efectivo.
Como detalle curioso, la otra canción que interpreta Robin Wright Penn en la película como reina Wealthow, titulada "Gently As She Goes" , también se utiliza en algunos momentos del score, unido a la melodía del segundo tema de Beowulf. Esto ocurre en "I Am Beowulf"
y en "Full of Fine Promises", un breve corte dramático que arranca con las maderas interpretando precisamente ese motivo, cuyo uso siempre está asociado a Wealthow
.
Otro de los highlights de este trabajo es "The Seduction", corte que corresponde al "enfrentamiento" de Beowulf con la madre de Grendel -carece de nombre propio tanto en el poema épico como en la película-, una demoníaca criatura acuática con rostro y formas de Angelina Jolie. Comienza con un tratamiento electrónico de sonido reverberado y progresa dando acceso cada vez a más instrumentos de la orquesta y coros. Así, va evolucionando de un tono misterioso a uno progresivamente más sugerente, de una sensualidad apabullante .
Y como era de esperar, Silvestri se luce con su peculiar estilo en las escenas de acción. Teniendo en cuenta que el primer ataque del gigante en la fiesta del rey Hrothgar -"First Grendel Attack"- tiene poca música, y la que hay es más de intriga que de acción propiamente dicha , la primera pista de este tipo que encontramos en el CD es "I Did Not Win the Race", que hace referencia en forma de flashback, a la carrera a nado de Beowulf con otro héroe y a su lucha contra los monstruos marinos. El tema se inicia con coros que marcan el ritmo de los dos nadadores y progresa después en las escenas de lucha. Aquí escuchamos por primera vez un motivo con los metales que se asocia siempre a imágenes del héroe luchando y alcanzando la victoria y que encontramos en otros cortes de acción.
"Second Grendel Attack", por su parte, es el segundo tema de acción, muy ajustado a las escenas del combate entre Beowulf y el gigante, con apuntes del tema heroico , apariciones puntuales de los coros e interesantes progresiones rítmicas en la segunda mitad del corto, entre ellas ese motivo de victoria que también habíamos escuchado en "I Did Not Win the Race" .
Sin embargo, el tema de acción más trepidante, que corresponde al combate con el dragón- es "Beowulf Slays the Beast", que arranca con percusión y metales, a los que se unen coros masculinos de guerra, para enlazar con ese tema de lucha escuchado anteriormente en los cortes de acción . La música no da tregua e incluso acelera el ritmo más adelante con la percusión empleándose a fondo y con los coros protagonizando más pasajes a medida que la escena gana en intensidad . Son seis minutos de acción pura y dura con pocos altibajos, alguna referencia al tema principal y una conclusión con el motivo de la victoria de Beowulf .
Los últimos tracks del disco ponen el acento en el drama. Es en este contexto donde "He Was the Best of Us" nos presenta las interpretaciones más bellas del segundo tema de Beowulf, que es finalmente el que acaba clavado en la memoria del espectador cuando sale de la sala de cine .
Sin embargo, a ese auténtico broche final de la banda sonora, le suceden "The Final Seduction", donde se recupera la música de la escena de Beowulf y la madre de Grendel, y finalmente, la canción escrita por Silvestri, con letra de Glen Ballard, e interpretada por Idina Menzel, que comienza con el tema épico y contiene luego el segundo tema de Beowulf como melodía del estribillo. Aquí tenéis un vídeo con la grabación de la canción y comentarios de los tres susodichos.
Posiblemente, una candidata a Mejor Canción en los próximos Oscar.
Crearse pocas o muchas expectativas con una banda sonora, una película o lo que sea es algo que tiene un efecto pernicioso sobre el valor que uno acaba dando a cada obra. Al acudir al cine casi convencido que el nuevo trabajo de Silvestri sería uno de los mejores del año, si no el mejor, mi primera impresión fue un tanto insatisfactoria. Esperaba más. Sin embargo, las posteriores escuchas del score me han permitido ir valorándolo cada vez mejor, extrayendo poco a poco el buen jugo que tiene y, al final, no dudo en afirmar que se encuentra entre las mejores bandas sonoras de este 2007, un año que, por desgracia, poco pródigo en grandes obras de música de cine. Todo sea dicho.
Lo mejor: Su segundo tema principal, la sensualidad de "The Seduction" y el trepidante "Beowulf Slays the Beast".
Lo peor: Prácticamente nada. Es un score sin fisuras, que se disfruta de principio a fin.