Tracklist:
- Hunger (6:37)
- Barra Barra - Perfomed by Rachid Taha (5:47)
- Vale of Plenty (2:28)
- Chant (2:33)
- Still (4:48)
- Mogadishu Blues (2:53)
- Synchrotone (8:55)
- Bakara (3:12)
- Of the Earth (2:19)
- Ashes to Ashes (4:43)
- Gortoz a Ran-J´Attends - Perfomed by Denez Prigent & Lisa Gerrard (5:51)
- Tribal War (2:39)
- Leave No Man Behind (6:18)
- Minstrel Boy (Film Version) - Perfomed by Joe Strummer and The Mescaleros (5:52)
- Still Reprise (2:12)
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"Probablemente sea la banda sonora más especial y arriesgada que haya hecho" - Hans Zimmer.
Desgraciadamente pocas veces al hacer una reseña tenemos la suerte de contar con que el DVD de la película cuya música vamos a analizar contenga un documental sobre la misma. Pero en este caso sí tenemos ese privilegio, que nos permite ahondar y descubrir aspectos de una banda sonora que desconoceríamos sin dicho documental. En el DVD de Black Hawk Down existe un contenido extra llamado "Himno a los Caídos" donde Hans Zimmer explica el por qué de la frase con la que abrimos esta reseña, en un excelente e interesantísimo documental imprescindible para todo aficionado a la música de cine.
Todos sabemos la magnífica relación profesional existente entre el director Ridley Scott y el compositor Hans Zimmer. Relación que nos ha regalado trabajos tan destacados como Gladiator, Hannibal o Thelma y Louise, por poner tres ejemplos bien distintos. Por ello, a nadie le extrañó que cuando en el 2001 el mayor de los hermanos Scott se decidió a llevar a la gran pantalla las aventuras de un grupo de soldados en una campaña desastrosa en el conflicto somalí, fuera Zimmer el compositor elegido para musicar esta cinta bélica basada en hechos reales. Para que surja una relación tan larga como la que han mantenido estos dos artistas del séptimo arte es básico que el compositor sepa amoldarse a la perfección a los requerimientos del director, cambiando de registro continuamente e innovando lo máximo posible.
Y quizás el máximo exponente de esta innovación radique en la presente partitura, pues nos encontramos ante un trabajo que ha sido realizado bajo un equipo de profesionales y bajos unas ideas musicales realmente rompedoras con todo lo que había acogido el tandem Scott-Zimmer. Y el hecho de que Hans Zimmer haya abordado este proyecto en la manera que a continuación vamos a exponer demuestra la plena confianza que no sólo Ridley Scott, sino también el productor de la cinta Jerry Bruckheimer tienen depositada en él. De hecho, uno de los motivos por los que Zimmer decidió aplicar un estilo distinto de trabajo para este score es que en un primer momento tenían previsto 3 meses para realizar la banda sonora, pero toda la planificación se adelantó y contó con menos tiempo.
Lo primero que debemos resaltar es que en la banda sonora de Black Hawk Down encontramos dos sonidos perfectamente diferenciados y contrapuestos que conforman los dos pilares en los que se apoya toda la música de la película. Por un lado, la música creada para el bando americano, con un estilo más avanzado, preciso y refinado, con un toque más moderno a través de la música electrónica. Por otro lado tenemos la música del bando africano, basada en instrumentación étnica con un magnífico uso de las voces. A lo largo del disco podemos disfrutar de una auténtica batalla musical entre estos dos estilos, pero tal y como Zimmer explica en el documental, ambos se muestran con el mismo poder y con la misma fuerza de expresión, de tal forma que la música no toma partido por ninguno de los dos bandos. El mejor ejemplo de esta representación musical lo encontramos en el corte "Chant", donde de forma precisa se alternan ambos estilos en una lucha igual, con un tema contundente y constante para los americanos, y un estilo más vivo y dinámico para los africanos.
Pero donde realmente radica la particularidad de este trabajo es en la forma en que se ha desarrollado. Tras conocer Zimmer que el tiempo del que disponía para trabajar se había acortado, decidió abordar la tarea de una forma muy especial. Tal y como explica en el DVD, seleccionó a un pequeño grupo de músicos, todos muy cualificados y de fuertes ideas propias, en el mismo sentido que suelen trabajar los Rangers en la película. Un grupo de profesionales que se reunían a trabajar en lo que ellos llamaban la "Sala de Guerra", donde Hans Zimmer aparecía con distintas melodías y temas y se sometían a crítica por parte del resto del grupo, de tal forma que se volvía a trabajar sobre las mismas hasta dar con el tema buscado.
Toda esta forma de trabajar no deja de ser un tanto caótica, pues incluso abordaban la película en todo su metraje de una sentada, en vez de escena a escena. Mucho del material creado para esta banda sonora es fruto de la improvisación, del "momento", lo cual incide aún más en la especialidad de este score. Tal y como el mismo Zimmer comenta, abordaron el trabajo "como Jackson Pollock haría con un pincel". La mejor muestra del caos y del carácter especial de esta forma de trabajo es la famosa anécdota de la cámara de video, donde en una sesión de creación de temas surgió una melodía que era perfecta, pero nadie lo estaba grabando, por lo que al final usaron una cámara de video de uno de los presentes para poder recoger el tema.
Con todo esto sería fácil llegar a la conclusión de que los resultados de este sistema de trabajo no podrían ser favorables, pero nada más lejano de la realidad. Lo mejor de todo este asunto es que la música creada por Hans Zimmer y compañía para Black Hawk Down se adapta como un guante a la película. Toda la tristeza de la situación en Somalia, toda la locura contenida en estas batallas y, sobre todo, la vulnerabilidad de los soldados queda magníficamente reflejada en la obra de Zimmer. Temas como "Gortoz a Ran - J´Attends" recoge a la perfección la vulnerabilidad y el carácter humano del bando somalí, representado por la voz de Denez Prigent, como la del bando americano, recogido en la voz de Lisa Gerrard, de nuevo provocando un maravilloso contraste.
Y es que una de las cosas que Hans Zimmer pretendía a través de su música para Black Hawk Down es que la música simplemente acompañara a las imágenes, pero sin dar ningún tipo de discurso moral a los espectadores. No quería expresar a través de su música si tal acción o tal otra estaba bien o mal, tan sólo acompañar a los espectadores en su viaje a las peligrosas calles de Mogadiscio y que ellos mismo sacaran conclusiones. Sólamente ser "real" y que el público descubra sus propios sentimientos.
Si con todo esto no fuera suficiente, todavía encontramos alguna idea genial más oculta en este disco y que Zimmer nos explica en el DVD. Nos referimos al sobresaliente tema "Leave no Man Behind", donde nos encontramos con una música de estilo completamente atemporal, que empieza de una forma leve y suave para evolucionar hasta un tema más cercano a una marcha militar. A través de este tema se pretende rendir homenaje a todo soldado que en algún momento de la historia tuvo que partir hacia una guerra, independientemente de la época.
En definitiva, nos encontramos ante un trabajo muy duro de escuchar en su forma aislada, pero que acompaña a la perfección a las imágenes. Un trabajo realmente peculiar en su forma de realización, que supone un gran punto de innovación en la carrera de Zimmer. Con todo, no puedo más que pedir que se le de más de una oportunidad a este score, pues una vez se entra en el "collage musical" creado por el compositor alemán se descubre una banda sonora llena de matices, de expresividad y de contrastes realmente maravillosa.
Lo Mejor: Lo bien que queda la música con las imágenes y el carácter especial de este trabajo.
Lo Peor: No es de escucha fácil. La canción Barra Barra de Rachid Taha.
El Momento: "Chant".
Miguel del Chicca
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