Tracklist:
- I Thought I Lost You (03:36)
performed by Miley Cyrus & John Travolta
- Barking at the Moon (03:17)
performed by Jenny Lewis
- Meet Bolt (01:49) *
- Bolt Transforms (01:00) *
- Scooter Chase (02:29) *
- New York (01:44)
- Meet Mittens (01:25)
- The RV Park (02:14)
- A Fast Train (02:38)
- Where Were You on St. Rhino's Day? (01:58)
- Sing-Along Rhino (00:42) *
- Saving Mittens (01:02)
- House on Wheels (03:07)
- Las Vegas (02:01)
- A Friend in Need (01:13)
- Rescuing Penny (03:09) *
- A Real Live Superbark (00:46)
- Unbelievable TV (01:20)
- Home at Last / Barking at the Moon (Reprise) (01:29) *
* Los mejores tracks.
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John Powell meets Walt Disney Pictures.
Sin Duda John Powell es el compositor actual más solicitado para poner música a las producciones de los (cada vez más numerosos) estudios de animación creados en Hollywood. Sin embargo nunca había trabajado antes con el estudio que debe seguramente considerarse como pionero del largometraje animado: Disney. Hasta ahora.
Para cerrar un año en el que ha estado bien ocupado, con las partituras de Jumper, Stop-Loss, Hancock y las animadas Horton Hears A Who y Kung Fu Panda, John se ha ocupado de esta, ante todo, tremendamente divertida, aventura para toda la familia.
Como si de una especie de Show de Truman canino se tratara, Bolt es un perro encerrado en un estudio de Los Angeles en el que se graba una serie de televisión de la que es el absoluto protagonista, y su argumento se reduce a los espectaculares e increíbles rescates de su dueña Penny que ejecuta Bolt, genéticamente alterado en la ficción por el científico padre de Penny. Al finalizar las filmaciones el perrito se queda en una caravana, convencido que la única realidad existente es el argumento de la serie de televisión que protagoniza.
Cuando Penny es secuestrada por el malo de la función, el Dr. Calico, amante de los gatos como todo villano que se precie, en un cliffhanger digno de los mejores seriales de los años 50, Bolt aprovechará una oportunidad para escapar de su cautiverio e iniciar, una vez más, el rescate de su amada Penny. Asistiremos entonces al enfrentamiento de Bolt con la cruda realidad, en la que sus superpoderes parecen no funcionar, realidad que aprenderá a aceptar con la ayuda de dos compañeros de viaje, la enérgica e independiente gata Mittens y el estridente pero entrañable hámster Rhino.
Como he indicado antes, Bolt es sobre todo una película divertida, que pasa en un suspiro y que se disfruta enormemente. El argumento, bien construido, aunque carece de la profundidad y la perfección de las producciones Pixar, busca entretener tanto a grandes como a pequeños, con buenos resultados.
Deben destacarse los secundarios de la función, en la tradición de las simpáticas comparsas Disney que, en ocasiones, se erigen en lo mejor de la propuesta. Esta es una de esas ocasiones: aunque el protagonista tiene carisma, es el tronchante hámster Rhino el hallazgo de la película. Esta bola de pelo, que se pasa casi todo el metraje metido en una esfera de plástico giratoria, ve cumplido su sueño de acompañar en una aventura a su ídolo televisivo Bolt, protagonizando algunas de las mejores escenas de la cinta y arrancando las risas del público con una facilidad inusitada.
Por cierto, como viene siendo habitual en los últimos años, Bolt se estrena simultáneamente en versión normal , en 3D y en IMAX. He tenido oportunidad de disfrutarla en 3D y recomiendo encarecidamente el visionado en dicho formato.
La definición musical de un héroe entrañable:
Bolt & Powell.
Pasando a analizar ya el score, debe decirse que John Powell muestra una vez más su habilidad a la hora de poner música a películas de animación, aunque posiblemente no sea esta su mejor partitura para el género. Empecemos diciendo que la edición discográfica que ahora se comenta no contiene ni mucho menos toda la música compuesta para la película, ya que solamente se han incluido alrededor de 30 minutos de score.
Obviamente, tratándose de una película animada que contiene música prácticamente wall-to-wall, en la cinta hay más del doble de minutos de score que en el disco. Por tanto, aunque centraré el análisis en los tracks de la edición discográfica de Walt Disney Records, haré referencia puntualmente a la música que ha quedado fuera de la edición.
El score se basa en dos temas principales, ambos asociados al protagonista Bolt. El primero que escuchamos es el que se refiere a Bolt, el perro, y que irá reiterándose en diversos momentos de la película, ilustrando la relación de amistad entre Bolt y Penny. Se trata de una música muy propia del compositor, delicada, casi a ritmo de nana, con protagonismo de las cuerdas y el piano o la celesta, según a qué corte nos refiramos. Así, en el primer corte del disco, “Meet Bolt” que ilustra la adopción del protagonista por Penny, cuando todavía es un cachorro, podemos emocionarnos con el tema interpretado a la celesta por el gran Randy Kerber, con su maestría habitual. Un gran inicio, un tono idílico, que de repente (también en la película) cambia radicalmente después de que aparezca la socorrida leyenda “Cinco años después”.
En el segundo track del disco “Bolt Transforms” Powell introduce el segundo de los temas asociados al protagonista, el de Bolt, el héroe, que ilustra la transformación genética del can llevada a cabo por el padre de Penny. Las sonoridades electrónicas se imponen sobre la sección de viento que ejecuta este tema épico, finalizando con una fanfarria que anuncia el título de la película. La carga electrónica se irá perdiendo a medida que Bolt se vaya reencontrando con su verdadero yo, hasta ofrecernos en el clímax de la cinta “Rescuing Penny” una versión limpia, orquestal, del tema, en uno de los momentos más emocionantes del film.
Casi sin descanso, lo siguiente es una apabullante secuencia de acción, en la que Bolt y Penny deben huir de miles (literalmente) de helicópteros, coches y motos, que el villano de la función el Dr. Calico (alias Ojo Verde) ha enviado para llevar a cabo el secuestro de la niña.
Aquí oímos por vez primera el tercero de los vértices del score, el tema de acción, marca de la casa Powell, con protagonismo de la percusión y de las trompas. Se trata del tercero de los cortes del disco “Scooter Chase”, tristemente mutilado en la edición discográfica y que en la película puede disfrutarse completo, una muestra más de la eficacia del compositor en la construcción de pura adrenalina para acompañar secuencias de acción, en este caso exagerada y paródica, pero a la que Powell se aproxima como si estuviera componiendo para la trilogía Bourne, y además con la misma eficacia. Por desgracia este tema, que va reiterando a lo largo de la partitura, es posiblemente el que más obviado ha quedado en la escasa duración del disco editado.
Lejos de tratarse de una composición triangular, la variedad temática del score es una de sus mejores virtudes. Lo que, teniendo en cuenta lo que se ha incluido en el disco, puede juzgarse como una composición dispersa, con el visionado de la película, deviene una obra compacta, estructurada y excelentemente resuelta. En el III Congreso de Música de Cine Ciudad de Úbeda, John Powell nos sorprendía con una reflexión sobre las influencias que estaba sopesando para la creación una partitura para una film animado, en ese caso, Horton Hears A Who. En aquel momento se reveló como un compositor que apreciaba la forma clásica de aproximación a la animación, desde Carl Stalling hasta el magistral Who Framed Roger Rabbit? de Alan Silvestri, pasando por los clásicos Disney más incontestables; pero que también mostraba una inquietud por innovar, acudiendo a otras corrientes musicales (las canciones sureñas de la época de la esclavitud, la percusión moderna, etc), creando una fusión inquieta de la que nos ha ido regalando muestras sobradas.
Pues bien, en esta Bolt encontramos, además de los tres temas ya indicados, otros muchos, cada uno con su estilo:
- El corte “New York”, acompaña la llegada del protagonista a la ciudad que nunca duerme y su intercambio con unas divertidas palomas (típicamente neoyorkinas en V.O., argentinas en la versión doblada –no preguntéis porqué-). Powell utiliza un estilo típicamente Gershwiniano, destacando el sinuoso saxo.
- “Meet Mittens” nos presenta a la primera compañera de viaje de Bolt, la gata Mittens, que extorsiona a las palomas de la Gran Manzana, y Powell le compone un tema, con protagonismo de la mandolina, que evoca la Mafia Italiana. No obstante, más entrado el score, el mismo tema, en otra muestra de la habilidad de Powell y su equipo habitual de orquestadores (que además de Randy Kerber, incluye a Dave Metzger, Kevin Kliesch, Germaine Franco y Pete Anthony), se nos ofrece en una versión más melancólica, a piano, acompañando el triste relato de abandono perteneciente al pasado de Mittens, en el corte “Las Vegas”.
- Destaca asimismo en el score el uso del estilo Americana, casi rayando la música de western, en los tracks “The RV Park” y “House In Wheels”, estilo que en la película tiene más protagonismo de lo que deja entrever la edición discográfica.
- Y por último, el robusto tema asociado al minúsculo Rhino, en especial cuando el enfático animalillo se pone en plan épico y empieza a soltar discursos que ni William Wallace ni Henry V podrían superar, en cortes como “Where Were You On St. Rhino’s Day?” y “A Friend In Need”.
En la edición discográfica se recogen además las dos canciones, en las que John Powell no interviene en modo alguno, que aparecen en la película, una ilustrando una escena concreta y la otra durante los plásticos títulos de crédito de la película. La primera “Barking At The Moon”, escrita e interpretada por Jenny Lewis, a ritmo de country suave, suena en una escena en la que los personajes viajan por diversos estados de América. La segunda, “I Thought I Lost You”, escrita por Milley Cyrus y Jeffrey Steele, e interpretada por Cyrus y John Travolta (que pone voz en V.O. a Bolt, el protagonista) es agradable pero muy poco original.
En resumen, un score variado, y aunque como decía no es para quién esto firma el mejor de los compuestos para películas de animación por John Powell, si debe considerarse totalmente adecuado para la película.
Lo mejor: La facilidad de John Powell para otorgar una energía y carácter totalmente únicos a cada película de animación en la que participa, siendo también esta partitura una segunda piel de las imágenes que ilustra, adaptándose a las mismas como un guante. La variedad temática y la sólida estructura de la composición, con temas que evolucionan a la vez que los personajes a los que acompañan.
Lo peor: Sin duda la edición discográfica que deja fuera cerca de la mitad de la música compuesta para el film. Aunque posiblemente, ante los antecedentes perpetrados por Walt Disney Records deberíamos sentirnos afortunados al contar con 30 minutos rascados de score editados.
El momento: Rhino el hámster (Mark Walton) tarareando el tema de acción compuesto por John Powell en el breve tema “Sing-Along Rhino”. Antológico.
David Saiz
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