Tracklist:
- Don't You (Forget About Me) (04:20)
- Simple Minds
- Waiting (04:38)
- Elizabeth Daily
- Fire In The Twilight (03:51)
- Wang Chung
- I'm The Dude (02:10)
- Instrumental
- Heart Too Hot To Hold (04:25)
- Jesse Johnson & Stephanie Spruill
- Dream Montage (02:38)
- Instrumental
- We Are Not Alone (03:38)
- Karla DeVito
- The Reggae (03:07)
- Instrumental
- Didn't I Tell You (04:47)
- Joyce Kennedy
- Love Theme (04:28)
- Instrumental
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“Y estos niños a los que escupís mientras tratan de cambiar sus mundos, son inmunes a vuestras consultas, pero son conscientes de cuanto está pasando”.
David Bowie
Una edad difícil
¿Cuáles
son los años más importantes de nuestra vida? Los estudios
dicen que la infancia marca poderosamente al ser humano, que nuestro
carácter se forma según hayamos recibido una estricta
educación o una formación despreocupada en las edades
más tempranas. Pero evidentemente nadie puede ocultar los poderosos
cambios que remueven los cimientos de nuestro carácter durante
la adolescencia. La necesidad de ser admirado, correspondido, no pasar
desapercibido, gustar al sexo opuesto, estar a la altura de lo que
esperan de ti tus progenitores, etc... Tantos elementos que se plantean
encima de tu mesa que es realmente dificil salir airoso de esa etapa
de tu vida.
Y tampoco ayudan las etiquetas que mental o públicamente imponemos
a los demás: "El deportista", "El Rarito", "El
empollón", "La pija", "El heavy", "El
follonero", etc... Etiquetas que te catalogan en esta dificil
etapa de tu vida, y de las que son casi imposible deshacerte.
El club de los Cinco, llamada originalmente The
Breakfast Club (El Club del desayuno) era un verdadero estudio
de esos estereotipos juveniles, yendo incluso mas allá, a
través de esa fachada teatral que esconde la verdadera naturaleza
de la persona, sus valores, presiones y anhelos.
No extraña para nada encontrarse el nombre de John
Hughes detrás de este proyecto. Este productor, escritor
y director, fue un pilar básico para entender la cultura ochentera,
ya no sólo cinematográficamente hablando, sino creando
a partir de su obra un efecto de "gallina-huevo" donde
no se sabía si fue primero adaptar a cine los valores de un
determinado extracto social de esa época o al contrario, era
esa juventud la que absorbía como una esponja los valores
establecidos en las películas de este autor.
Las Mejores películas de John Hughes
En su momento, las películas de Hughes fueron vilmente trivializadas,
hasta considerar obras excelentes como ésta que nos ocupa, The
Breakfast club, meros entretenimientos para jóvenes.
Con el paso del tiempo se ha ido viendo una reivindicación
de la filmografía de este autor, precisamente por aquellas personas
que quedaron atrapadas por ese reconocible universo que fue forjado
por películas de evidente valor cinematográfico. Destacamos
las mejores (centradas en el tema que nos ocupa, la adolescencia):
- Sixteen Candles (1984) - 16 Velas
Tal
vez no fue su mejor película sobre su idolatrado y reincidente
tema de la adolescencia, pero sí estableció las bases
para lo que serian otras cintas de similar temática.
16 Velas supuso para la pelirroja y pecosa Molly
Ringwald (fea, pero embellecida por unos guiones que le
daban cierta sensualidad y atractivo), obtener la corona de "Reina
Teen", siendo habitual en multitud de películas
de esta temática (la mayoría obra de Hughes), donde
repetía las mismas formas de actuación, casi como si
retomase el personaje principal de 16 velas. Y no
olvidemos el magnífico espaldarazo que recibió la carrera
de un jovencísimo Anthony Michael Hall, que
gracias a Hughes demostró lo buen actor que era. Actualmente
lo podemos ver como actor protagonista de la serie Dead Zone,
que adapta a la televisión la película original de David
Cronenberg.
16 Velas planteaba de nuevo el divertido y a la vez frustrante mundo del adolescente, donde el amor juvenil o el sexo se presentaban como objetivos prioritarios para los personajes protagonistas.
La música ofrecía la marca de fabrica en las películas de Hughes: Canciones adaptadas al momento anímico del personaje o de la escena, y un score que mantenía cierta uniformidad con esas canciones, principalmente gracias a una instrumentación basada en sintetizadores y guitarras. Con 16 velas empezaría a sonarnos el nombre de (James) Ira Newborn, el compositor habitual en las producciones de Huhges.
Por cierto, atención a la breve aparición de un jovencísimo John
Cusack.
Hughesmetro: ** 1/2
- The Breakfast Club (1985) - El Club de los Cinco.
Sin duda es una de las obras capitales de la filmografía de Hughes, convirtiéndose en una pieza de culto para toda una generación. Diálogos continuos y situaciones divertidas desarrolladas casi exclusivamente en un único lugar: La biblioteca de un Instituto.
Gracias al relativo éxito de 16 Velas, Hughes
asumió aquí, aparte del guión y la dirección,
el papel de productor que acompañaría a su nombre en
proyectos futuros, más si cabe que la calificación de
director.
El gran descubrimiento de El club de los Cinco a
nivel de actuación fue sin duda Judd Nelson,
el gamberro rebelde que planteaba esa falsa fachada de muchacho sin
sentimientos a vueltas de todo. Judd ya había demostrado sus
dotes para la comedia en su debut para Making the Grade,
una producción alocada sobre la divertida vida de ciertos universitarios.
Otro que repetía con Hughes sería Anthony Michael
Hall, que atrapaba la atención del espectador en un
momento excelente, llorando a moco tendido sobre su vida y la presión
que la sociedad ejercía sobre
él. Tampoco estaba del todo mal Emilio Estévez,
que venía de hacer un anecdótico papel en Outsiders (Rebeldes)
de Francis Ford Coppola. Sin duda Emilio fue el que
mayor proyección tuvo posteriormente, con sus personajes en
películas como St. Elmo´s Fire (St. Elmo,
punto de encuentro) o Young Guns (Arma Joven) y actualmente
prepara la película Bobby como director, en
la que ha tenido actores a su cargo de la talla de Anthony
Hopkins, Demi Moore, Sharon Stone, Elijah
Wood, Helen Hunt, su padre Martin
Sheen, o él mismo.
Finalmente los personajes femeninos era los menos aprovechados, con
de nuevo Molly Ringwald haciendo de pija superficial,
y Ally Sheedy, haciendo de rarita. Ally venía de hacer War
Games (Juegos de Guerra), y creó en The Breakfast
club un tipo de personaje rarito y singular que posteriormente
explotaría en otras producciones como St. Elmo´s
Fire (donde coincidiría de nuevo con Estévez)
o Short Circuit (Cortocircuito).
Posteriormente dedicaré más tiempo a la música
y su edición discográfica.
Hughesmetro: *****
- Weird Science (1985) - La chica Explosiva
Está
claro que 1985 fue uno de los mejores años para la comedia adolescente.
Hughes contó de nuevo con Anthony Michael Hall,
tal vez su actor fetiche en esa época. Anthony interpretó un
personaje totalmente diferente al que crease para 16 Velas o El
club de los Cinco. Hiperactivo metal y verbal, alocado, Gary
Wallace, sería uno de los mejores personajes que habían
aparecido en una producción Hughes. Pero sin duda la estrella
de esta divertidísima producción fue Bill Paxton,
el fanático militar y descerebrado hermano de Wyatt Donnelly,
el verdadero protagonista y amigo de Gary, que atrapaba la atención
y carcajadas del público cada vez que aparecía.
No olvidemos por supuesto, que Weird Science era un vehículo al servicio total de la belleza del momento, la sensual Kelly LeBrock que venia de interpretar The Woman in Red (La mujer de Rojo), y que estaba en plena efervescencia.
El
guión era lo mejor de la película, a pesar de lo descabellado
y pillado por los pelos de la idea original: Dos jóvenes panolis
se juntan para crear en ordenador a una mujer perfecta, claro que una
cosa es crearla por ordenador y para ordenador, y otra muy distinta
es que ésta salga literalmente a escena con la suma de una tormenta
sobrenatural y un poco de "vamos a creérnoslo".
La banda sonora es una de las mas flojitas en una producción
Hughes y sólo destaca por la magnífica canción
homónima "Weird
Science" de Oingo Boingo, interpretada
por su genial frontman Danny Elfman.
La película tuvo tal éxito que originó una divertidísima e imaginativa serie de televisión, en algunos momentos superior a la película original.
Hughesmetro: *** 1/2
-Ferris Bueller's Day Off (1986) - Todo en un Día
Sin
duda, la mejor comedia de John Hughes (The
Breakfast club no puede ser considerada estrictamente una
comedia). Fue capaz de hacer reír a medio mundo, y a su vez
envejecer bastante bien. Todo se debe a un excelente guión del
propio Hughes, y de las excelentes actuaciones de sus actores protagonistas.
Por meritos propios destaca Matthew Broderick, actor
de teatro, que en el cine no ha tenido toda la suerte que se correspondería
con su excepcional talento como actor, quedando para interpretar al
actor protagonista en bazofias como Godzilla, una
pena.
Matthew realiza un papelón, capaz de mantener una interacción
con el espectador continua, gracias a los recursos narrativos con que
Hughes dota a la historia, posibilitando que el protagonista se dirija
a la cámara en más de una ocasión.
Jeffrey Jones no se queda atrás en su divertidísimo
papel como director del colegio en el que estudia Ferris. Es, junto
a la hermana de Ferris (Jennifer Grey, en otra destacada
actuación) el único que sabe de los entresijos que se
trae el protagonista y el único que no se fía de él.
El destino se ceba irremediablemente con él, pues, la suerte, sin duda,
está con Ferris.
No
olvidemos también el magnífico papel de Alan
Ruck en el papel de Cameron el amigo hipocondríaco
y pesimista de Ferris (si Ferris es el Yang, Cameron es el Ying), el
profético papel de Charlie Sheen como drogata,
o la bellísima presencia de Mia Sara, todo
un icono erótico de los ochenta con su papel en esta película
o Legend de Riddley Scott.
La banda sonora en esta ocasión es magnífica, y merecería
de una sola reseña para ella. Esto es gracias a canciones, como "Oh
Yeah" (que más que una canción es un acompañamiento
musical ideal para las imágenes, siempre cebándose en
la mala suerte del director Ed Rooney), "Twist
and Shout" (y el impresionante jaleo que Ferris monta
en la Quinta Avenida de New York), la utilización del Main Titles
de Star Wars de John Williams (en
una divertidísima escena del robo del coche del padre de Cameron
por parte de unos "pintas" que están a cargo de un
parking público, comparando este precioso auto con un destructor imperial
de la mítica saga galáctica), o el evocador y precioso
tema "Please, please, please let me get what I want" del
grupo Dream Academy, que tiene lugar durante la visita
de nuestros protagonistas a un museo.
Hughesmetro: *****
- Pretty in Pink (1986) - La chica de Rosa
Para
el que escribe, Pretty in Pink es la perfección
de 16 velas. Sigue casi el mismo patrón: Molly
Ringwald sigue haciendo de Molly Ringwald, Jon
Cryer hace el papel de Anthony Michael Hall como
contrapunto cómico, y Andrew McCarthy hace
el papel de Michael Schoeffling como joven galán.
La
razón por la que esta película supera a 16 velas radica
en que varios elementos que eran demasiado inocentes en la primera,
fueron mejorados en ésta. Uno de los elementos que enriquecen esta
historia es la relación fraternal que el personaje de Molly
Ringwald tiene con su padre (Harry Dean Stanton),
generando una serie de excelentes escenas que suben considerablemente
la nota media del conjunto. Y no olvidemos la aparición de ese
indeseable ochentero que fue James Spader, haciendo
del "chulo pijo" sobre el que todo el mundo debe girar.
Pretty in Pink no está dirigida por John
Hughes, sino por Howard Deutch, aunque
si cuenta con la producción y el guión de Hughes.
La banda sonora, abarrotada de canciones, no hace precisamente un
buen uso de ellas, en el sentido de que su aparición no está
del todo justificada (desaprovechándose canciones tan famosas
como "Wouldn't It Be Good" de Nik
Kershaw en momentos totalmente intrascendentes que poco tenían
que ver con lo que se contaba en ella).
Hughesmetro: ***
- Some Kind of Wonderful (1987)- Una maravilla con clase
Entrañable
película, centrada principalmente en los amores juveniles no
correspondidos, y en la búsqueda desesperada de ser bien considerado
dentro de una dura competencia como es la del día a día
en un instituto. Howard Deutch vuelve a dirigir y
Hughes a producir y escribir. En esta historia ningún actor
fetiche de Hughes repite, buscándose nuevos actores que funcionaron
a las mil maravillas. El protagonista fue Eric Stolz,
que acababa de realizar una magnifica interpretación en Mask (Mascara,
donde pasó toda la filmación detrás de una prótesis
facial que le convertía en un verdadero monstruo), que cumplía
sin más como joven sin demasiados seguidores, pero con profundos valores
y convicciones, Mary Stuart Masterson como amiga inseparable
de Stolz, un tanto "amachotada", pero perdidamente
enamorada de éste, y Lea Thompson, como la
guapa de la clase, que es literalmente idolatrada por Stolz.
El
cuarto en discordia será el chulo y guapo de la clase, Graig
Sheffer, bastante popular, y actual pareja del personaje de Lea
Thompson. Ni que decir tiene que entre los cuatros personajes
surgirán una serie de relaciones de amor / odio que serán
el motor de la historia, y que condicionarán el giro final que todos
esperaban. Aunque la historia parezca demasiado sencilla (que lo es)
esa simplicidad es precisamente la mayor virtud de la producción.
Llama poderosamente la atención, la similitud que tiene el argumento
de la producción española Menos es más,
con esta película, a causa de ese divertido triangulo entre
Stolz, Masterson y Thompson, que en la producción española
representaban Sergio Peris-Mencheta, Vanessa
Sáiz y Elsa Pataky.
Una maravilla con clase contó con una banda
sonora bastante deudora de la época, con canciones sin demasiado
fondo o presencia reseñable.
Hughesmetro: *** 1/2
- She´s having a Baby (1988) - La Loca Aventura del Matrimonio.
John
Hughes llevó más allá estas relaciones
amorosas y amistosas entre jóvenes. She´s having
a Baby
se podría considerar como el punto y final de la tesis doctoral
que Hughes había hecho sobre la juventud de la época
de los 80. Éstos llegan a independizarse, a casarse y a pensar en
una vida en pareja con algún que otro pequeño nuevo
miembro.
Hughes puso especial entusiasmo a esta producción, retomando
las labores de dirección, junto a las de productor y escritor.
De nuevo su punto más destacable fue la magnífica labor de elección
de actores. Así, como protagonista contrató a un excelente Kevin
Bacon, que estaba ideal en el papel de inseguro recién
casado, que veía como su libertad de relación con otras
mujeres se liquidaba en un plumazo en el momento que decía el "sí
quiero". Su contrapartida la aportaba Elizabeth McGovern,
que ya había eclipsado a medio mundo con esos maravillosos ojos
que exhibía en Gente Corriente o Érase
una vez en América.
Apoyando el magnífico papel de estos dos actores, estaba un atractivo Alec
Baldwin, haciendo el papel de inseguro e inmaduro amigo
de Bacon. La película encuentra sus mejores bazas en las situaciones
imaginarias que el personaje de Bacon plantea a lo largo de la película.
Momentos como cuando no puede llegar a tener hijos por un problema
en el tamaño de sus calzoncillos (imaginándose como
sus padres asisten a uno de sus momentos íntimos con su pareja,
con el fin de darle directrices para poder conseguir engendrar un
niño), o cómo describe imaginariamente la vida de sus vecinos,
con un improvisado y alocado musical mientras corta el césped.
Eso
sí, el mejor momento se centra en la sala de espera durante el parto
y la frustración que el personaje de Bacon sufre mientras la
vida de su mujer está pendiente de un hilo. La música
de Kate
Bush con "This woman works" (nunca
mejor dicho) poniendo énfasis al dolor de Bacon, hace que esta
escena produzca una implicación total con el espectador. No
olvidemos tampoco la magnífica secuencia final, con varios cameos de
lujo, centrándose en el nombre del bebé que los dos protagonistas
acaban de tener.
En cuanto a la banda sonora, destaca, como ya he comentado por esa
excelente canción de Kate Bush, y su magnífica
fusión con las imágenes. Por lo demás, simplemente
correcta.
Hughesmetro: ****
La música de una época.
Para The
Breakfast club, la música es de vital importancia.
y eso queda claro desde la primera imagen. El logo de la Universal
aparece y Simple Minds hace acto de presencia de
forma contundente con "Don´t You (Forget about
Me)", un cántico de intenciones claras, una
declaración de principios de la juventud y cómo ésta reclama
su lugar en el mundo. "Don´t You (Forget about
Me)" es para el que escribe la mejor canción
que ha realizado Simple Minds en su dilatada carrera.
Su presencia en la película aunque aislada al principio y
al final, parece acompañar todo el metraje, creando ese espíritu único
que desprende la película. Más que una canción,
Simple Minds creó todo un himno, y supo cómo adaptarlo perfectamente
a la historia que Hughes quiso contar.
"Don´t
You (Forget about Me)" empieza a sonar durante los
discretos títulos de crédito en fondo negro, y continúa
durante la presentación de nuestros 5 protagonistas, gracias
a una adaptación instrumental de Keith Forsey,
el encargado del score. Para aquellos que no lo sepan, Keith era
un compositor pero sobre todo un productor musical bastante afamado
gracias al Óscar que ganó por su participación
en la banda sonora de Flashdance.
La siguiente canción que encontramos en la edición discográfica, "Waiting",
es obra de Elisabeth Daily. Es una canción
bastante mediocre y aparece para engordar la edición discográfica.
"Fire
in the Twilight" de Wang Chung es
otra excelente canción, y tiene lugar en uno de los momentos
más importantes de la película. El club de los
5 decide saltarse las normas de no salir de la biblioteca y
hacen un instructivo paseo por todo el colegio en busca de "la
sustancia prohibida" de Bender (Judd Nelson).
Lo que no saben es que tendrán que jugar al juego del gato
y el ratón con el director Richard Vernon, por los pasillos
del colegio. Durante estas correrías el ritmo musical lo pone Wang
Chung con esta marchosa canción.
"I´m the Dude" es un corte instrumental de Keith Forsey, y tiene lugar después de que el club de los 5 haya experimentado con sustancias ilegales suministradas por Bender. Tal es el subidón que experimenta Andrew (Emilio Estévez), que este corte le acompaña en un baile alocado del personaje a modo de coreografía.
"Heart Too Hot to Hold" de Jesse Johnson y Stephanie Spruill, es una canción sin demasiada chispa en la línea de "Waiting", y acompaña a los títulos de crédito al final de la película.
"Dream
Montage" tiene lugar durante la "siesta" del club
de los 5. Ninguno hace caso a las preguntas del director hasta
que éste les pregunta quién necesita ir al lavabo. Evidentemente
ninguno estaba dormido. El corte tiene su base principal en el bajo,
y en la percusión, con un ritmo ciertamente apagado.
"We are not Alone" de Karla DeVito (no
sé si tendrá relación con el célebre actor), es
otra canción marchosa que tiene lugar en otro inolvidable momento
de la película, cuando el club de los cinco se dispone
a bailar al son de esta canción, realizando alguna que otra
coreografía
que deja claras la jovialidad y la fraternidad que los personajes van
construyendo entre ellos, a pesar de las claras diferencias que los
separan.
"The Reggae" es precisamente eso, un reggae
sin letra ni cantante, y que se utilizó en la película
mientras Bender hacía de las suyas quitando el tornillo que dejaba
la puerta de la Biblioteca abierta para que Vernon pudiera controlarlos.
"Didn´t
Tell You" de Joyce Kennedy, es otra
de aquellas canciones cuya participación en la película
se debe a misteriosas razones, porque las estrictamente musicales
desde luego que no son de peso.
El mejor corte del disco, junto a la canción de Simple Minds tiene lugar antes precisamente del final y de retomar de nuevo el “Don´t You (Forget about me)” de este grupo. "Love Theme" es un tema instrumental muy en la línea de lo que componía por entonces OMD, o Dream Academy. Sintetizador, tema evocador de evidente belleza que queda realmente bien con las imágenes de la despedida y posible disolución del club de los 5. Tal vez no sea el tema de amor de las dos relaciones que nacen de esta singular experiencia de fraternidad, sino el tema de amor que hace referencia a los cinco en su conjunto.
Como aficionado a las bandas sonoras, echo de menos en la edición discográfica el mejor momento musical de la película (y que coincide precisamente con el mejor momento a nivel cinematográfico), una composición muy en la línea de Brian Eno, con un gran sentido atmosférico gracias a unos densos sintetizadores. El momento al que me refiero es el corro de confesiones que los cinco mantienen casi al final de la película. Un momento excepcional.
¿Tanto ha cambiado la juventud?
Valga esta conclusión como una asimilación de los mejores pensamientos de un idílico abuelo cebolleta. Para uno que ya sobrepasa la treintena, y que cada vez la palabra adolescencia se le hace más lejana (que no juventud), una película como El club de los Cinco difícilmente se repetirá en nuestras salas cinematográficas. Tal vez se busque imitar un estilo, pero difícilmente se podrá palpar la cultura y mentalidad de una adolescencia singular y llena de valores como fue la de los ochenta, alejada de guerras mundiales, e instruidas sobre la erroneidad de tales catástrofes del hombre.
Sus películas reflejaban una juventud que buscaba un crecimiento
personal de superación, de marcar un punto y aparte en la sociedad.
Pienso que esos valores se han perdido a favor de un mayor pasotismo
de la adolescencia, un mayor tiempo en la autocomplacencia autodestructiva,
y por qué no, en un conjunto de objetivos donde la competitividad e
independencia marcan el ritmo de la sociedad. No creo que Nirvana hiciera
demasiado bien.
El
cine no es más que un fiel reflejo de la sociedad, a veces exagerado,
otras demasiado edulcorado, pero casi siempre la base argumental depende
de su época. En la actualidad no encontraremos por ningún
lado un John Hughes que se dedique a realizar comedias
de adolescentes, pues estas serian trivializadas, ninguneadas, y consideradas
demasiado “guays”.
El especial sello de Hughes ha dado paso a una generación que
está representada por películas, excelentes, pero bastante
clarificadores de la degeneración de la juventud como Trainspotting, Requiem
por un Sueño, o El club de la lucha.
Y eso si hablamos de películas realmente excelentes. Si hablamos
de productos cómicos mediocres tales como la saga de American
Pie, apaga y vámonos.
Y no vale la justificación de productos aislados magníficos como La Vecina de al lado para tirar por tierra mi pensamiento personal.
Que estupendos tiempos los de los ochenta, donde sólo nos preocupábamos
por llevarnos a la guapa / guapo de la clase, en vez de privar el fin
de semana, o visitar gratuitamente los servicios sanitarios con un
incomparable coma etílico.
“Querido señor Vernon,
Admitimos el hecho de tener que quedarnos castigados todo un sábado,
por todo aquello que hicimos mal, pero pensamos que está usted loco
al forzarnos a escribir un ensayo explicándole quiénes creemos
ser, porque usted simplemente nos ve como quiere vernos. Nos cuelga
una etiqueta y nos define como más le conviene. Pero hemos
descubierto que todos tenemos dentro un intelectual, un atleta, una
chalada, una princesa, y un criminal. ¿Contesta eso a su pregunta?
Atentamente le saluda,"
El club de los 5.
- Páginas de interés:
http://www.riverblue.com/hughes/
http://www.miradas.net/2005/n42/cultmovie.html
DDBSpawn (David Doncel)
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