Bug

Compositor: Tyler, Brian
Año: 2006
Distribuidora: Lionsgate Records
Duración: 61:54

Bug es una de esas producciones que, no se sabe por qué, llegan tarde a nuestras manos y por vías poco convencionales. No podréis encontrar una edición en CD convencional, tendréis que tirar de iTunes.

La película se estrenó en el año 2006, drama terrorífico y claustrofóbico a manos de Willian Friedkin que llevó a las pantallas una historia oiriginal de Tracy letts, quien también se hizo cargo del guión.

La historia nos pone en la piel de un paranoico veterano de guerra, que ve insectos por todas partes, y que se encierra con una mujer solitaria en una siniestra habitación de motel en Oklahoma.

El film son 106 minutos de pura angustia, para mí es una de las películas de terror más perturbadoras que te puedas imaginar, a la altura de la magnífica "Session 9", pero esta vez con un reparto de lujo: Ashley Judd, Michael Shannon, Harry Connick Jr., Lynn Collins y Brian F. O'Byrne.

La fotografía de Michael Grady es un aliado perfecto a la partitura de Brian Tyler, y es, para mi gusto, lo que le da a la película esa atmósfera claustrofóbica y agonizante que atrapa y "tan mal" lo hace pasar al espectador.

Bug es una banda sonora de esas duras de escuchar, con mucha experimentación auditiva, y que choca en cada audición.

Aún así tiene un aire Tyler reconocible, aún en aquellas pistas que son menos agradecidas al oído, guitarras eléctricas, percusión, sonidos sintetizados que juegan al despiste por los canales de audio de tu reproductor... una banda sonora muy dura y aún así muy apropiada. Se puede decir que esta música es más un simbionte de las imágenes que una entidad por sí sola, escucharla por separado es un difícil ejercicio de aguante auditivo, pero la simbiosis en el film es mimética.

Los tres primeros cortes del disco son realmente espeluznantes. Se hace un repaso ¿musical? del ciclo vital de un insecto, no en vano los títulos son: "Bug Pt. 1 - Birth", "Bug Pt. 2 - Life" y "Bug Pt. 3 - Death".

Ésta es la parte más difícil de escuchar de todo el disco, mucho metal sintetizado, sonidos imposibles, percusión mezclada con un chelo solitario, melodías atonales... 11:50 minutos de tortura que dejan de relieve lo díficil que tiene que ser la vida de un bicho.

Con el cuarto corte, "Nocturne for Lloyd", entramos en la parte amable del disco, un solo de piano delicioso nos da paso a una melodía evocadora que nos sitúa entre la vigilia y los sueños más turbulentos. "Mantra" es la perfecta antesala para lo que se nos descarga en "Drug", todo un artificio donde el Tyler más reconocible se desata para caer en picado a la paranoia. Una interesante metáfora auditiva de lo que puede ser un chute.

"Phonescape", "The Temptation of Dr. Sweet" y "Aphids" me parecen más un ejercicio de repetición que de investigación musical. Comienza a cansar a esta altura de la partitura tanto sonido repetitivo y consigue "cansar" mentalmente al oyente. Por otro lado, de eso es de lo que se trata en el film. Llega a incomodar realmente incluso hasta el punto de dejar por un momento este score aparcado o pasar a la siguiente pista.

Pero es aquí donde la partitura de Tyler da un giro y se vuelve más reflexiva. Se intuye un leifmotiv lejano, agradable, y comenzamos un camino de conjeturas con una atmósfera cambiante pero que mantiene un hilo a golpes suaves de piano que te lleva casi flotando, como en un sueño, revuelto, inquieto, pero a la postre intrigante. Este sendero musical tiene como baldosas los temas "The Theory of Agnes", "The Motel in Oklahoma" y "The Solution of Fire".

Pero si pensabamos que todo iba a ser paz y sosiego es porque no conocemos a Tyler. "Millions" es un tema radicalmente opuesto a todo lo escuchado. Guitarras electrónicas en una batalla trepidante contra una batería rotunda hacen de este tema el que más fuerza atesora dentro de la partitura y que rompe todos los esquemas (como en buena paranoia).

Este paréntesis auditivo nos devuelve de sopetón a la realidad de este score con un "repasito" de las dos partes claramente diferenciadas de esta composición, "Conception" nos devuelve el sonido extraño, metamórfico y atonal para concluir con la melodía sinuosa de "Peterception" y así acabar por descomponer los esquemas que tuvieses en tu sensibilidad musical.

Tus oídos nunca volverán a ser los mismos.

Lo mejor: La música queda francamente bien con las imágenes, y Brian Tyler sabe profundizar en la atmósfera agonizante que se plantea hasta el punto de resultar "desagradable" en ciertos momentos.

Lo peor: Las partes más "paranoicas" resultan muy duras de escuchar, y más aún si no se tienen las imágenes como referencia.

El momento: Millions, por romper con la doble cara de este score y ser un oasis liberador.

JeQu
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